miércoles, 22 de abril de 2015

LA EXPEDICIÓN CHALLENGER: PIONEROS EN EL ESTUDIO DE LAS PROFUNDIDADES MARINAS

Texto: Mónica Alonso Ruiz. 
Este artículo se publicó en la Revista Acusub, en el número 144 
www.acusub.net



Vamos a relatar hoy un viaje sin el cual posiblemente actualmente no conoceríamos tantas maravillas del mundo marino. Se trata de le expedición del HMS Challenger, que tuvo lugar desde diciembre de 1872 a mayo de 1876, por los mares de todo el mundo, y que fue considerado como el nacimiento de la oceanografía moderna. 

Para la sociedad victoriana de finales del siglo XIX el viaje de la corbeta de la Marina Inglesa (Royal Navy), HMS Challenger fue considerada en importancia de la misma manera que como lo fueron los viajes del Apolo a la Luna para la sociedad del siglo XX. Se proponía un viaje a lo desconocido, una aventura científica exploratoria por todos los mares del mundo. La sociedad londinense había quedado fascinada por el reciente trabajo de Charles Darwing, en 1859, y estaban seguros que Gran Bretaña era el líder del mundo, por lo que solo ellos estaban preparados para emprender tan grande aventura. La Royal Society de Londres era una institución muy influyente en la sociedad británica y fue la encargada de impulsarlo.

Había muchas cuestiones científicas que resolver: se pensaba que la vida en los océanos era imposible a partir de profundidades superiores a 500 metros, por causa del frío, la falta de luz  y las grandes presiones. Esta teoría (llamada azoica), formulada en 1842 por Edward Forbes, naturalista inglés y presidente de la Sociedad Geológica de Londres, había sido asumida por el público y tomada como algo irrebatible.

Edward Forbes fue el padre de la teoría azoica
El proyecto

El proyecto del viaje fue idea de un eminente científico británico, Charles Wyville  Thompson, sucesor de Forbes en la cátedra de Historia Natural de la Universidad de Edimburgo, que convenció al Almirantazgo y a la Royal Society para organizar esta expedición. La Royal Navy proporcionó el barco y la tripulación.
Charles Wyville Thompson, el propulsor y director del proyecto

Cuarenta años antes la Royal Navy había cedido el Beagle para el viaje científico a Patagonia y Tierra de Fuego en la que participó Charles Darwin, el cual planteó en su “Origen de las Especies” que en las profundidades marinas vivían formas de vida (fósiles vivientes) de los cuales se tenía constancia por los fósiles encontrados en tierra. Se proponía en esta nueva expedición buscar estas formas de vida planteadas por Darwin.


Charles Darwin, el padre de las teorías evolutivas

Como meta adicional se pretendía también topografiar el fondo del océano profundo, con el objetivo de poder proyectar cables submarinos de comunicación transatlánticos. Como podemos imaginar, el proyecto del viaje planteado por Thompson suponía el mayor reto de exploración científica hasta el momento.

Finalmente los objetivos de la expedición fueron:
  • Investigar las condiciones físicas del mar profundo en las grandes cuencas oceánicas, en lo relativo a profundidad, temperatura, corrientes marinas, densidad y condiciones de luz.
  • Determinar la composición química del agua a diferentes profundidades, la materia orgánica y otras partículas en suspensión.
  • Establecer el carácter químico y físico de los depósitos del fondo profundo, y las fuentes de esos depósitos.
  • Investigar la distribución de la vida orgánica a diferentes profundidades y en el fondo marino.

Las técnicas de investigación científica

El barco fue puesto bajo el mando de George Nares, y despojado de los cañones, se  adaptó para la realización de estudios científicos: se le equipó con laboratorios y una plataforma para el dragado y la redes de arrastre. También se le dotó de telégrafo, para poder enviar resultados de la investigación a casa. La tripulación estaba formada por 23 oficiales y 240 marineros y equipo. El equipo científico de seis personas fue comandado por Thompson, ayudado por William Benjamin Carpenter.

La corbeta HMS Challenger

Las tres técnicas básicas utilizadas en el estudio científico fueron el sondeo, el dragado y las lecturas de temperatura. Además, tomaron muestras de todo tipo, usando diversos modelos de botes de vidrio y se tenía un hidrómetro a bordo para medir la salinidad del agua, analizando su densidad. Se estableció un conjunto estándar de datos que se fueron tomando en 360 estaciones a lo largo de la ruta. Este conjunto de datos comprendía profundidad, temperatura a diferentes profundidades, condiciones meteorológicas, condiciones del mar en superficie, y a veces en profundidad, muestras del fondo, muestras del agua así como muestras de plantas y vida animal a diferentes profundidades.

Las primeras muestras se tomaron a una profundidad de 3500 m, en las costas españolas. En esta primera parada se establecieron los primeros procedimientos de toma de muestras del fondo marino, que se mantuvieron durante todo el viaje. La tripulación manejaba el equipo de toma de muestras primitivo y los científicos revisaban las muestras a bordo.

El sistema de sondeo

El sondeo es una forma de determinar la profundidad mediante el uso de una soga con un peso desde un barco hasta el fondo del océano. La corbeta almacenaba 144 millas (232 km) de cuerda para sondeos y más de 20 millas (32 km) de alambre para toma de muestras.

El aparato para realizar el sondeo lo había diseñado en 1853 John Mercer Brooke. La línea de cuerda tenía un peso desmontable que ayudaba a fijarla al fondo del océano, y que evitaba que se desplazara con el movimiento del buque o por el efecto de las corrientes. 

Para utilizar este método de sondeo, la tripulación marcaba distancias a lo largo de la cuerda, con trozos de tela, denominados banderas, y tras lanzarla por la borda, se tomaba nota de lo rápido que éstas entraban en el agua y de la numeración de la última bandera sumergida. Cuando el peso tocaba fondo, la velocidad de entrada de las banderas en el agua descendía muy rápidamente y por ello sabían que se había tocado fondo. Un sistema de estos, con 200 kg de peso podía tardar alrededor de 40 minutos en alcanzar un fondo de 5 km de profundidad. La precisión del sistema era de aproximadamente 45 m, dado que la cuerda tenía marcas cada 45 m (45 m eran 25 fantoms, unidad de medida de longitud que equivalía a seis pies).
El sistema de sonda Brooke

Este sistema primitivo también recogía una muestra del suelo oceánico mediante un tubo ranurado con válvulas de mariposa, de unos 5 cm de diámetro y al menos 1 m de longitud, situado en la base del peso.

La tripulación realizó la operación de sondeo en las 360 estaciones de muestreo estándar. Este tremendo esfuerzo se realizó para obtener la profundidad en estos escasos puntos, que debían caracterizar los 350 millones de kilómetros cuadrados del fondo marino del planeta. Estos datos, añadidos a los obtenidos en expediciones anteriores, ayudaron a estimar las alturas aproximadas de muchas montañas, fosas y planicies marinas del fondo marino.  Estos resultados constituyeron una base para la elaboración de los primeros mapas del fondo marino, y que solamente fueron superados cuando se empezaron a utilizar los sistemas actuales de sonar y cartografía submarina de precisión.

El sistema de dragado y de arrastre

Se utilizaba una draga para tomar muestras de la superficie del fondo arrastrándola por el mismo. Las dragas de la expedición tenían entre 0.9 y 1.5 m de ancho, y estaban constituidas por redes metálicas con forma de bolsa. Una pieza de tela en el fondo de la bolsa atrapaba pequeños animales y muestras de fango. Los dispositivos de toma de muestras, en forma de tejido enmarañado, recogían pequeños organismos.
La draga usada en el Challenger

La red de arrastre estaba formada por redes de metal y se utilizaban a diferentes profundidades para recoger animales más grandes.
La red de arrastre usada en el Challenger

Se utilizaron redes de diferentes tamaños y variedad de luces de malla (el tamaño de los huecos) para recolectar muestras vivas de todas las profundidades del océano. En la línea de la sonda había redes de arrastre a diferentes profundidades, para tomar muestras de organismos flotantes.

Se utilizaban redes de arrastre a diferentes profundidades

La medición de la temperatura: El problema de las capas de distinta temperatura

Para la medición de la temperatura se utilizaba un termómetro de Miller-Casella. Estaba constituido por un tubo en u, lleno de mercurio, con dos marcadores flotantes que registraban la máxima y mínima temperatura a la que viajaba el termómetro.

Los científicos colocaban estos termómetros en diversos puntos de la sonda que largaban por la borda. Estaban recubiertos por una carcasa metálica que los protegía de los golpes. Cuando la cuerda volvía a bordo, los científicos leían las marcas y registraban la temperatura a la profundidad de la posición del termómetro en la cuerda.
El termómetro Miller-Casella

Su método asumía que la temperatura más baja se medía en la profundidad mayor. Pero los científicos pronto se dieron cuenta que era posible que hubiera capas de agua fría intermedias. Necesitaban de mejores instrumentos para detectar estas capas. Les fueron enviados algunos prototipos desde Gran Bretaña.

Midiendo las corrientes

Para medir las corrientes utilizaban un simple tronco que dejaban a la deriva, unido por un cabo al barco anclado al fondo. Los científicos anotaban la dirección hacia donde se movía el tronco y después de un rato medían la longitud de la cuerda que iban echando por la borda en ese periodo de tiempo. Dividiendo dicha longitud por el tiempo transcurrido obtenían la velocidad de la corriente superficial.

Con este sistema también medían corrientes a cierta profundidad, utilizando un tronco lastrado, hundido a profundidad conocida, con una boya de superficie, para la cual medían su velocidad. Eran sistemas muy rupestres, pero que les daban una idea de la magnitud y dirección de las corrientes.

Los resultados y el legado del Challenger

El Challenger navegó más de 69000 millas (115000 km) por todo el mundo, tomando muestras en todos los océanos, excepto en el Índico. Se hicieron 360 sondeos, se tomaron 263 muestras de agua, se hicieron 133 operaciones de dragado, y 151 arrastres en aguas intermedias. Con todo esto se consiguieron 560 cajas de muestras, con miles de botes y tarros, que conservaban animales en aguardiente de vino o en alcohol.

La ruta de la Expedición Challenger

Durante los tres años que duro el viaje, la expedición perdió 10 hombres, lo que no era mucho para un viaje de esa duración en la época, considerando que participaron un total de 270 personas, entre el equipo y la tripulación. Sesenta y una personas abandonaron el barco en diferentes puntos del planeta, especialmente en Australia, y el buque les sirvió de transporte a cambio de trabajo.

Se catalogaron 4717 especies animales hasta entonces desconocidas y se propiciaron muchos descubrimientos, y se obtuvieron muchos datos sobre oceanografía, se consiguió tener una idea más precisa de los fondos marinos y de las grandes cuencas oceánicas, descubriendo la fosa de las Marianas y probando la existencia de la dorsal mesoatlántica. ¿Os podéis imaginar descubrir estos grandísimos accidentes geográficos submarinos con la ayuda tan solo de sondas de cuerda?

Cottoperca gobio, una de las especies descubiertas

Un gran descubrimiento posterior, el de la circulación oceánica, tuvo lugar gracias a los datos recogidos de temperatura y salinidad del agua profunda. Anteriormente se pensaba que había muy poco movimiento del agua marina, y que éste era provocado por el viento en superficie. Sin embargo, las mediciones de los científicos del Challenger mostraban que las diferencias en temperatura y salinidad (y por lo tanto densidad) de las diferentes masas de agua eran en realidad el motor de la circulación oceánica descrita posteriormente.

Aunque la misión principal del viaje era el estudio de los océanos, muchas de las islas que se encontraron en su ruta no habían sido exploradas por los europeos, por lo que los científicos abordo tomaron muestras de las plantas y animales encontrados en ellas. La información que recopilaron sobre los nativos de esas islas fue muy valiosa.

Se incluyeron todos los resultados de la investigación del viaje en los Informes Challenger, que todavía usan actualmente los científicos. El éxito de la expedición Challenger estimuló a otras naciones para iniciar otras expediciones oceanográficas. Con esta expedición se establecieron las bases del patrocinio gubernamental para las labores de investigación. 

Además proporcionó el primer modelo de colaboración entre científicos y la Marina Inglesa, para poder descifrar los secretos del mar profundo.

Los Informes Challenger han servido para el estudio de numerosos científicos, durante décadas

Página de los Informes Challenger

Desafortunadamente el Tesoro Británico sufrió tanto con el coste de esta expedición que no volvieron a financiar ninguna más en décadas. Afortunadamente otros países sí lo hicieron y se llevaron a cabo otras expediciones, financiadas por los Estados Unidos, Alemania, Noruega, Suecia, Francia, Italia y Mónaco.

El legado más importante de esta expedición fue el establecimiento de la Oceanografía como ciencia global, basada en la cooperación multidisciplinaria internacional. Gracias a expediciones como esta se comenzaron a considerar de una forma moderna los océanos, como componentes críticos del sistema terrestre: la totalidad de océanos, tierra y atmósfera constituye el mundo en el que vivimos, que tenemos que preservar.


domingo, 12 de abril de 2015

SYLVIA EARLE: CÓMO PROTEGER LOS OCÉANOS

Sylvia Earle es una científica legendaria en el estudio de los oceános. En esta aparición en el programa de TED (Premios TED), Sylvia comparte imágenes del océano y datos que evidencian su rápido declive. Y nos traslada su deseo: "Unámonos a ella en la protección del corazón azul del planeta".


"Hace cincuenta años, cuando comencé a explorar el océano, nadie, ni Jacques Perrin, ni Jacques Cousteau, ni Rachel Carson imaginaron que el hombre pudiera hacer daño al océano con lo que metíamos en él o con lo que extraíamos de él. Parecía, en ese momento, que fuera el Mar del Eden, pero ahora sabemos que estamos frente al paraíso perdido.




Quiero compartir con ustedes mi visión personal de los cambios que se han producido en el océano y que nos afectan y considerar por qué es importante saber que en 50 años hemos perdido, en realidad, nos hemos llevado, nos hemos comido más del 90 por ciento de los grandes peces del mar; el por qué deberían saber que cerca de la mitad de los arrecifes de coral han desparecido; el por qué de que haya una misteriosa desolación por falta de oxígeno en zonas amplias del Pacífico, y que no solo conciernen a las criaturas que están muriendo, sino que concierne también a ustedes.





Estoy obsesionada por el pensamiento de lo que Ray Anderson llama "los niños del mañana", preguntando por qué cuando observábamos no hicimos nada para salvar los tiburones o el atún de aleta azul o los calamares o los arrecifes de coral y el océano viviente, cuando todavía había tiempo para hacer algo. Bueno, ahora es ese momento.





Esperamos vuestra ayuda para explorar y proteger el océano salvaje de forma que podamos restaurar su salud y así asegurar la esperanza para la humanidad. 


La salud del océano es salud para nosotros.

Y espero que el deseo de Jill Tarter de comprometer a los terrícolas, incluyendo delfines y ballenas, y otras criaturas marinas en esta cruzada por encontrar vida inteligente en otros lugares del Universo. Y espero, Jill, que algún día encontremos pruebas de que hay vida inteligente entre los humanos de este planeta...¿He dicho esto? creo que lo he dicho....

Como científico para mí todo esto comenzó en 1953, cuando probé el buceo por primera vez. fue la primera vez  que vi peces nadando en otro sitio diferente que entre rodajas de limón y mantequilla....Me encanta bucear por la noche. Tú puedes ver otros peces que no puedes ver por el día. bucear día y noche era muy fácil para mí en 1970 , pues lideraba un equipo de aquanautas que vivían bajo el agua durante semanas, justo en el mismo momento en que los astronautas estaban poniendo sus pies en la luna.  






En 1979 tuve la oportunidad de pisar el fondo marino utilizando este sumergible personal llamado Jim. Estuve a seis millas de la costa y a 375 m de profundidad ....¡Es uno de mis trajes de baño favoritos!




Desde entonces, he usado alrededor de 30 tipos de submarinos y he fundado tres empresas y una fundación sin ánimo de lucro llamada Deep Search para diseñar y construir sistemas para acceder al océano profundo.





Lideré una campaña de la National Geographic de 5 años de duración, llamada Expediciones del Mar Sostenible, utilizando estos minisubmarinos. Son tan fáciles de manejar que incluso un científico puede hacerlo.Y yo soy la prueba viviente.








Ambos, astronautas y aquanautas realmente se dan cuenta de la importancia del aire, de la comida, del agua, de la temperatura...todas las cosas que necesitas para mantenerte vivo en el espacio o bajo el agua. Una vez oí al astronauta Joe Allen explicar cómo tuvo que aprender todo lo que pudo sobre su sistema de supervivencia, y por lo tanto hacer todo lo que podía  para cuidar de este sistema de supervivencia. 




...Y entonces él señalaba esto y decía: 


"Este es nuestro sistema de supervivencia. Tenemos que aprender todo lo que podamos sobre él y hacer todo lo que podamos para cuidarlo".




El poeta Auden decía: 

"Miles han vivido sin amor,
ninguno sin agua"


El noventa y siete por ciento del agua de la Tierra está en el océano. Sin azul no hay verde.

Si tú crees que el océano no es importante, imagina la Tierra sin agua




Enseguida nos viene a la mente el planeta Marte: sin océano, sin sistema de supervivencia.

Di una charla hace no mucho en el Banco Mundial y mostré esta imagen alucinante de la Tierra y dije: "Ahí está...El Banco Mundial".




Allí es donde están todas los activos, los recursos, ja, ja..Y los estamos dilapidando mucho más deprisa que los sistemas naturales pueden reponerlos.

Tim Worth dice que la economía es una filial del medioambiente, con cada gota de agua que bebes, cada respiración que realizas, está conectada con el mar, sin importar donde vivas.

La mayoría del oxígeno de la atmósfera se generó en el mar. Con el tiempo una gran cantidad del carbono orgánico del planeta se ha absorbido y almacenado allí mayoritariamente por acción de los microbios.  

El océano guía el clima y el tiempo, estabiliza la temperatura, modela la química de la Tierra. El agua del mar forma las nubes, que vuelven a la tierra y los mares en forma de lluvia y nieve, y proporciona cobijo a aproximadamente el 97 por ciento de la vida en el mundo y quizá del universo. 

Sin agua no hay vida
Sin azul no hay verde.

Todavía tenemos esta idea, nosotros los humanos, de que la Tierra, toda ella, los océanos, los cielos, son tan grandes y tan fuertes que no importa lo que les hagamos. Esto pudo ser cierto quizá hace 10.000 años,y quizá incluso hace 1000 años, pero en los últimos 100 años, especialmente en los últimos 50 años, hemos dilapidado los recursos, el aire, el agua, la vida salvaje, todo lo que hace posible nuestra vida.  
   


Las nuevas tecnologías nos están ayudando a entender la naturaleza de la Naturaleza, la naturaleza de lo que está ocurriendo, mostrándonos nuestro propio impacto sobre la Tierra. Quiero decir, lo primero que tienen ustedes que saber es que tenemos un problema...Y afortunadamente, en nuestra época hemos aprendido más sobre los problemas que en toda nuestra historia precedente.  



Y con el conocimiento viene el cuidado, y con el cuidado hay esperanza de que podamos encontrar un lugar duradero para nosotros entre los sistemas naturales que nos permiten sobrevivir. Pero lo primero es conocer.

Hace tres años conocí a John Hanke, que es el director de Google Earth y le dije cómo me gustaba ser capaz de tener el mundo en mis manos para poder explorarlo de manera indirecta. Y le pregunté: "¿cuando lo vais a acabar? Habéis hecho un gran trabajo con la tierra, la basura...pero ¿para cuando el agua?".


Desde entonces he tenido el placer de trabajar con los de Google, con DOER Marine, con National Geographic, con docenas de las mejores instituciones y científicos del mundo, todos los que podemos enumerar, para poner el océano en Google Earth....Y justo esta seman, el lunes pasado Google Earth está ya completo. 

Podemos comenzar justo aquí, en este Centro de Convenciones, podemos encontrar el acuario de aquí al lado, podemos ver donde estamos aquí sentados, y entonces ya podemos cruzar la costa hacie el gran acuario, el océano, y los cuatro santuarios marinos de California y la nueva red de reservas marinas estatales, que están comenzando a proteger y restaurar algunas de los recursos. 

Podemos revolotear sobre Hawai,  y ver las verdaderas islas hawaianas, que no son solo los pequeños pináculos que emergen de la superficie, sino todo lo que hay debajo..para ver.....un momentito.....podemos lanzarnos....¡¡¡shplash!!!  ahí mismo bajo el océano, y ver lo que las ballenas ven. Podemos explorar el otro lado de las islas de Hawai.

En realidad podemos ir y nadar por ahí en Google Earth y visitar con las yubartas. Son gigantes amables, con los que he tenido el placer de estar cara a cara bajo el agua muchas veces. No hay nada comparable a ser inspeccionado personalmente por una ballena.

Podemos levantarnos y volar hacia los lugares más profundos, siete millas abajo (11.2 km), en la Fosa de las Marianas, donde tan solo han estado dos personas. Imagina, tan solo a 11 km, pero tan solo dos personas han estado allí, hace 49 años.



Los viajes de ida son fáciles. Necesitamos nuevos submarinos de profundidad. ¿Por qué no consideramos recursos extra para la exploración del océano? Tenemos que visitar las fosas profundas, las montañas submarinas, para entender la vida submarina de las profundidades. 

Ahora podemos ir al Ártico. Hace diez años estuve en el hielo del Polo Norte. Es posible que en este siglo tengamos un Océano Ártico sin hielo. Son malas noticias para los osos polares. también son malas noticias para nosotros. El exceso de dióxido de carbono no solo está llevando al calentamiento global, también está cambiando la química del océano, acidificando el mar. 

Son malas noticias para los arrecifes de coral y para el plancton productor de oxígeno. También malas noticias para nosotros.     

Estamos tirando cientos de millones de toneladas de plástico y otra basura al océano. Millones de toneladas de redes de pesca abandonadas siguen matando más y más. Estamos desbordando el océano de basura, envenenando el sistema circulatorio de nuestro planeta, y estamos llevándonos cientos de miles de toneladas de vida salvaje...

De forma salvaje estamos matando tiburones para la sopa de aleta de tiburón, debilitando las cadenas alimentarias que dan forma a la química planetaria y que conducen el ciclo del carbono, el ciclo del nitrógeno, el ciclo del oxígeno, el ciclo del agua, nuestro sistema se supervivencia vital. Todavía seguimos matando atún de aleta azul, realmente amenazado, y mucho más valioso vivo que muerto. 

Cada una de estas partes conforman nuestro sistema de supervivencia vital. Matamos usando palangres, con anzuelos cebados cada pocos metros, y que pueden extenderse más de 70 km. Los arrastreros industriales están arando el suelo marino como si fueran bulldozers, llevándose todo lo que encuentran por delante.

Al usar Google Earth puedes ver los arrastreros, en China, en el Mar del Norte, en el Golfo de México, minando los cimientos de nuestro sistema vital de supervivencia, dejando un rastro de muerte en su camino. 

La próxima vez que comas sushi o sashimi, o filete de pez espada, o cóctel de gambas, o cualquier producto de la vida salvaje del océano, piensa en el coste real. Por cada kilo que llega al mercado, más de 10 kg, incluso 100 kg se descartan. Esta es la consecuencia de no saber que hay límites que tenemos que tener en cuenta en el mar.


Este mapa muestra el declive de la vida salvaje de 1900 a 2000. Las concentraciones más altas están en rojo. En un periodo tan largo como el de mi vida, imagina, el 90 % de los grandes peces han muerto. La mayoría de las tortugas, tiburones, atunes y ballenas están decreciendo. 




Sin embargo hay buenas noticias, el 10 % de los grandes peces aún perviven. todavía hay algunas ballenas azules. Todavía hay krill en la Antartida, aún hay unas pocas ostras en la Bahía de Chesapeake. La mitad de los arrecifes de coral están en buenas condiciones, un cinturón de joyas en medio del planeta. Aún hay tiempo, pero no demasiado, para recuperar las cosas.

Pero dejando las cosas como están significa que en 50 años no habrá arrecifes de coral y tampoco pesca comercial, porque simplemente no habrá pescado.

Imagínate el océano sin peces. Imagina lo que esto significa para nuestro sistema vital de supervivencia. 

En tierra los sistemas naturales también tienen graves problemas, pero los problemas son más evidentes, y se están llevando a cabo acciones para proteger a´árboles, fuentes de agua y la vida salvaje. Y en 1872, en el Parque Nacional de Yellowstone, los Estados unidos comenzaron a establecer un sistema de parques, lo que algunos dicen que es la mejor idea que América ha tenido nunca. Alrededor del 12 % de la tierra en el mundo ahora está protegida, salvaguardando la biodiversidad, y proporcionando un sumidero de carbono, generando oxígeno, protegiendo las fuentes de agua.

Y en 1972, este país comenzó a establecer un homóloga en el mar, los Santuarios Marinos Nacionales. Es otra gran idea .

La buena noticia es que actualmente hay en el mundo más de 4000 lugares en el mar, en todo el mundo, que tienen algún tipo de protección. Y los puedes encontrar en Google Earth.

La mala noticia es que tienes que buscar mucho para encontrarlos. en los últimos tres años, por ejemplo, los Estados Unidos han protegido 880.000 kilómetros cuadrados de océano como monumentos nacionales.

Si se pudiera tan solo se incrementar del 0.6 al 0.8 % del océano protegido, de forma global...

Las zonas protegidas realmente se recuperan, pero se tarda mucho tiempo en reparar peces de roca, rape, tiburón o róbalos de 50 años de edad, o el pez reloj, de 200 años de edad. En tierra no consumimos vacas ni pollos de 200 años.

Las zonas protegidas proporcionan la esperanza de que las criaturas del sueño de Ed Wilson, de una enciclopedia de la vida, de un censo de vida marina no vivirán siendo tan solo una lista, una fotografía, o un párrafo.

Junto con científicos de todo el mundo he estado observando el 99 % del océano abierto a la pesca, y a la minería, a la extracción de crudo, a los vertidos, o a cualquier cosa, para encontrar localizaciones esperanzadoras y tratar de encontrar formas de darles y darnos un futuro seguro. 

Como el Ártico, ahora mismo tenemos la oportunidad de hacerlo bien. O la Antártida, donde el continente está protegido, pero el océano que lo rodea está siendo esquilmado de su krill, ballenas y peces.


El bosque flotante del Mar de los Sargazos, de tres millones de millas cuadradas está siendo explotado para dar de comer a las vacas.

El 97 % de la tierra de las Islas Galápagos está protegida, pero el mar circundante está siendo esquilmado por la pesca.

También en Argentina, la costa de la Patagonia tiene actualmente serios problemas. 

El mar profundo, donde las ballenas, el atún y los delfines viajan, el mayor, el menos protegido ecosistema de la Tierra, lleno de criaturas luminosas, que viven en aguas oscuras con una media de profundidad de dos millas. Brillan y destellan, y resplandecen con su propia luz viviente. 

Todavía hay lugares en el mar tan prístinos como cuando era una niña. Los próximos 10 puede que sean los más importantes, y los próximos 10000 años la mejor oportunidad que tendrán nuestra especie de protegerlo que quede de los sistemas naturales que nos dan la vida. Para luchar contra el cambio climático necesitamos nuevas formas de generar energía. Necesitamos nuevas formas, mejores formas, de lucha contra la pobreza, las guerras y las enfermedades. Necesitamos muchas cosas para mantener y preservar el mundo como un lugar mejor.

Pero nada importará si fallamos en proteger el océano. nuestro destino y el del océano son el mismo. Tenemos que hacer por el océano lo que Al Gore hizo por el cielo. Un plan global de acción, con unión mundial por la conservación, la IUCN está para proteger la biodiversidad, para mitigar y recuperarla de los impactos del cambio climático. En alta mar y en las zonas costeras, en cualquier lugar donde podamos identificar lugares críticos y se necesitan nuevas tecnologías para cartografiar, fotografiar y explorar el restante 95 % del mar que aún nos falta por ver.

El objetivo es proteger la biodiversidad, proporcionar estabilidad y resiliencia. Necesitamos submarinos de aguas profundas, nuevas tecnologías para explorar los océanos. quizá necesitamos una expedición que nos ayude a trazar nuestros nuevos pasos.

Y por ello, supongo que ustedes desean saber cual es mi deseo: 

Deseo que utilicen todos los medios a disposición....películas, expediciones, la web...¡más!..para encender el apoyo del público para obtener una red global de Áreas Marinas Protegidas, objetivos esperanzadores suficientemente grandes y ambiciosos para salvar y recuperar el océano, el corazón azul del planeta.   

  
Documento completo en: https://www.youtube.com/watch?v=43DuLcBFxoY