martes, 22 de diciembre de 2015

Desastroso resultado en cuanto a conservación de tiburones en la reunión anual del ICCAT



Texto: Mónica Alonso Ruiz

Nuevo fracaso en la reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), en cuanto a la conservación de algunos tiburones oceánicos, sin considerar los informes científicos que aconsejan la adopción de mejores prácticas en las capturas de estos tiburones. Japón nuevamente bloque la mayoría de las propuestas.

Las aguas internacionales de los océanos son zonas sin ley, donde hasta ahora campan a sus anchas los principales países pesqueros, como el nuestro. Ante la ausencia de organismos internacionales que velen por la explotación racional de los recursos de las aguas internacionales, existen algunos convenios internacionales firmados entre los países que participan en la extracción de los recursos de determinadas zonas. La ICCAT es una organización pesquera intergubernamental, responsable de la conservación de los túnidos y especies afines (fundamentalmente pelágicas y migratorias) en el Océano Atlántico y mares adyacentes. Cada año, en el mes de noviembre se realiza una reunión anual donde se debaten las medidas a tomar.

Hemos hablado en varias ocasiones del finning, que está prohibido en muchos países del mundo, y en la UE también lo está, tanto para sus aguas jurisdiccionales como para toda la flota europea. Cuando los pesqueros europeos faenan en aguas atlánticas, se encuentran con que ellos deben seguir la medida de desembarco de cuerpos con las aletas adheridas, y sin embargo otros países que faenan allí practican el finning sin restricciones.

Este año el número de países que apoyaron el establecimiento de medidas antifinning como las europeas aumentó a más del doble que el año pasado. Se consiguieron 30 apoyos de 50 parte implicadas en el convenio. Sin embargo el acuerdo fue vetado por Japón, con el apoyo de Corea y China. Japón también encabezó la oposición a las propuestas europeas para proteger el tiburón zorro común. La única medida que se tomó, y para la que hubo acuerdo fue relativa a la conservación del marrajo sardinero o cailón (Lamna nasus).


Sonia Fordham, Presidenta de Shark Advocates International, proyecto de The Ocean Foundation expresó: "Estamos profundamente preocupados porque las propuestas de conservación para los tiburones excepcionalmente vulnerables siguen siendo derrotadas en ICCAT, mientras que, por contraste, las peticiones, las advertencias y las preocupaciones del público se hacen más fuertes. Esta falta de acción es particularmente desgarradora con respecto a la propuesta de una prohibición más fuerte del aleteo de tiburón, que se frustró a pesar copatrocinio de una mayoría de las Partes de ICCAT ".

Japón lideró la oposición para derrotar el séptimo intento de reforzar la prohibición del aleteo de la ICAAT. Un número récord de Partes propuso sustituir la relación problemática peso aleta- carcasa con una medida más adecuada para eliminar el aleteo. La propuesta  de "aletas adheridas " ganó 16 copatrocinadores en la reunión de este año, incluyendo Rusia, Venezuela, Túnez y Nigeria, para un total de 30 Partes. Estados Unidos, la UE, y Senegal se comprometieron a continuar promoviendo el cambio para próximas convocatorias.

"Estamos consternados porque Japón ha desbaratado sumariamente los llamamientos para que hubiera una prohibición del aleteo más fuerte, en ICCAT, realizados por un número creciente de países, desarrollados y en desarrollo, de todas partes del Atlántico", dijo Ania Budziak , Director Asociado de Project AWARE . "También estamos particularmente consternados porque Canadá y México decidieron no copatrocinar el esfuerzo para obligar a esta buena práctica que contribuye a  la prohibición del aleteo en el mar. "

La UE y los Estados Unidos propusieron conjuntamente el establecimiento de límites de captura de ICCAT para el altamente vulnerable marrajo (Isusrus oxyrinchus). La propuesta fue cuestionada por Namibia y Uruguay, y luego bloqueada por Japón. Científicos de ICCAT habían recomendado medidas para garantizar que la pesca del marrajo no se incrementara.


La UE y los Estados Unidos también cooperaron en una propuesta para limitar los desembarcos de la tintorera (Prionace glauca), especie que ha sufrido un gran desgaste con la pesca. La propuesta de Japón de incrementar los niveles de capturas de la tintorera en el Atlántico Sur en un 32% se aceptó por parte de la UE (sorprendente, según mi opinión) pero fue rechazada por excesiva por Estados Unidos y Noruega, con lo cual finalmente no se tomó ninguna medida al respecto.


"Estamos una vez más profundamente decepcionado de que en el ICCAT no se alcanzó consenso para limitar los desembarques de tintoreras y marrajos, especies que carecen de límites básicos, especialmente para su principal nación pesquera, España," dijo Ali Hood, Director de Conservación de Shark Trust. "Salimos de esta reunión frustrados pero aún más decididos a continuar la campaña para poner fin a la pesca incontrolada de tiburones oceánicos, dentro de la ICCAT y de la UE”.

Japón también lideró el esfuerzo para derrotar a una propuesta de la UE para prohibir la captura de tiburones zorro comunes (Alopias vulpinus). Después de seis años de que Canadá bloqueara los intentos de la UE de prohibir las capturas de marrajo sardinero (Lamna nasus), ambas Partes llegaron a un acuerdo para establecer  una medida que favorece la liberación en vivo y podría desencadenar la toma de medidas si los desembarcos aumentaran.


Leyendo estas noticias descorazonadoras, una pierde la esperanza de que los países puedan llegar a acuerdos que permitan la racionalización de las capturas de recursos marinos, y especialmente para los tiburones, y que se evite así la gran carrera hacia su desaparición.

Referencias:

jueves, 10 de diciembre de 2015

ETIQUETANDO TIBURONES EN BIMINI

Texto: Mónica Alonso Ruiz

En enero de 2014 salió a la luz un pionero y complejo estudio sobre tiburones limón, como culminación de una investigación que se inició en 1961. Dicho estudio, liderado por el Dr. Samuel Gruber, de la Estación Biológica de Campo de Bimini, constituye el mayor estudio de etiquetado de una sola especie de tiburón, y con él se ha obtenido una gran cantidad de información muy valiosa sobre la biología del tiburón limón.


El Dr. Gruber, pionero de la investigación

El Dr. Gruber se graduó en la universidad de Miami, en la disciplina de conducta animal, conocida técnicamente como etología. Su especialidad fue el aprendizaje, la psicofísica y la biología sensorial, particularizando gran parte de sus estudios en la visión de los tiburones. Tras 15 años de laboratorio investigando la visión de los tiburones, consiguió una beca de desarrollo profesional de la Fundación Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, y entre 1979 y 1989 se embarcó a bordo de buques de investigación oceanográfica. En el primer crucero se buscaron lugares apropiados para el estudio de los tiburones limón en Bahamas. Bimini resultó el mejor lugar para establecer un centro de investigación, por la abundancia de tiburones limón en su laguna, que se mostraba como zona de cría o guardería, por sus aguas cristalinas, y por la proximidad con Florida.

En 1988 tuvo que luchar contra un cáncer, que superó, y tras esta nueva oportunidad de vida, se trasladó a Bimini, y en marzo de 1990 abrió las puertas de la Estación Biológica de Campo de Bimini, con la idea de crear un lugar donde los estudiantes con pasión por los tiburones pudieran ir a estudiarlos in situ. En el inicio se planteó realizar un censo de tiburones limón dos veces al año, con idea de etiquetar todos los tiburones limón de la laguna.

El tipo de etiqueta y los inicios de los estudios de la Estación de Bimini

La elección del tipo de etiqueta fue muy importante en los inicios de la estación, e incluso en los estudios anteriores a ella, dado que se sabía, por ejemplo que la etiqueta-dardo de la NOAA (Administración Oceánica y Atmosférica Nacional) había matado al menos al 10% de los tiburones jóvenes etiquetados hasta el momento, y demás afectaba seriamente al crecimiento de los que sobrevivían. Por otro lado uno de sus estudiantes había hecho un estudio sobre el desprendimiento de varios modelos de etiquetas, llegando a la conclusión de que la mayoría de las etiquetas se desprendían en porcentajes cercanos al 90%. Finalmente, en 1988 encontraron una etiqueta con una tasa de pérdida muy baja y que no tenía efectos nocivos sobre los pequeños tiburones. Se llamaba etiqueta pasiva con traspondedor integrado (PIT), y consiste en una cápsula de vidrio del tamaño de un grano de arroz, que se inyectaba bajo la piel en la base de la aleta dorsal, y quedaba allí de por vida. No necesitaba fuente de alimentación, dado que es un sistema pasivo:   cuando el cuerpo del tiburón se escanea con un pequeño lector de mano, las microondas excitan el PIT previamente implantado y muestra su número de código de barras como un escáner en un supermercado.

Tampoco los inicios de los estudios de la estación fueron fáciles. Debido a la especie elegida (el tiburón limón) y las condiciones ecológicas únicas (más parecido a un lago que a un medioambiente marino abierto, infinito), se pensó que se podían llevar a cabo una serie única de estudios exhaustivos y detallados sobre la dinámica poblacional. El objetivo era obtener los parámetros de la historia de vida del animal, como el crecimiento, la supervivencia y selección de hábitat. Pero había que hacer algunos supuestos. Por ejemplo, se asumió que los pequeños tiburones limón de Bimini no emigraban o que al menos no abandonaban la guardería de tiburón durante tres años, y que tampoco había mortalidad por pesca, considerando sólo la mortalidad natural.
Imagen: Bimini Shark Lab
En ese contexto crearon una gran jaula y pescaban en grandes sectores de la guardería a la vez. Al anochecer establecían redes de enmalle de 180 metros de largo en tres lugares en las zonas poco profundas de guardería y caminaban por toda su longitud cada 15 minutos durante la noche veraniega de 12 horas de duración. Cuando se encontraban con un tiburón enredado, lo sacaban y lo llevan por barco a la jaula grande, donde la tripulación de etiquetado lo pesaba, medía, establecía su sexo y etiquetada cada tiburón que entraba. Con este extraordinario esfuerzo se marcaron alrededor de 90 juveniles de tiburones limón durante esa primera temporada. El plan era regresar seis meses más tarde y hacerlo todo de nuevo para que poder mantener el control sobre aquellos pequeños tiburones. Pero el experimento no funcionó, dado que siguiente mes de noviembre sólo fueron capaces de capturar dos tiburones, lo que por supuesto detuvo su proyecto, al no cumplirse los supuestos iniciales de mantenimiento de la población.

El nuevo proyecto

Tuvieron que pasar otros cinco años para considerar la puesta en marcha de nuevo del proyecto. En ese momento, el enfoque, los medios y las metas estaban mucho mejor enfocadas y se organizó la campaña que todavía continúa hoy, dos décadas más tarde. Se ha convertido en el estudio más largo de etiquetado de la misma especie y la pieza central de la investigación en Bimini. Basado en el éxito de esta campaña, avanzaron sus objetivos para llegar a monitorizar todos los tiburones limón nacidos a Bimini desde el nacimiento hasta la edad adulta y más allá. Esta vez aplicaron  técnicas innovadoras de investigación genética sobre tiburones. El interés era comprender muchos de los rasgos de historia de vida de los tiburones limón utilizando biología reproductiva como el foco del proyecto.
Imagen: Bimini Shark Lab

En 2014 tras el etiquetado más de 3.500 tiburones limón durante los últimos 20 años y la tras la producción de un catálogo genético de todos y cada uno de ellos, han creado un pedigrí de todas las familias de tiburones limón presentes en la laguna de Bimini. Es importante señalar que mediante el uso de técnicas moleculares han sido capaces de identificar los padres de cada cría de tiburón mediante el examen de las contribuciones maternas y paternas a su genoma.
Además, con el método que utilizaron han sido capaces de obtener la huella digital genética de cada tiburón, por lo que si alguna vez se atrapa a ese ejemplar de nuevo, se podría identificarlo definitivamente sin necesidad de etiquetarlo o marcarlo. Por eso tuvieron toda a la población de tiburones limón de Bimini bajo escrutinio durante dos décadas. Han tenido una gran cantidad de hallazgos nuevos, publicaciones, tesis de posgrado y tesis fruto de este estudio. Los avances en nuestro conocimiento de la biología de tiburones limón han sido significativos y serán objeto de numerosos artículos futuros.

Regreso a los orígenes

Muchos biólogos de tiburones en el pasado creyeron que muchas especies de tiburones, como el salmón, regresaban a su lugar de nacimiento para reproducirse. Estos biólogos utilizaban estadísticas y cálculos que sugería que este comportamiento reproductivo, conocido como filopatría o homing natal, era un hecho. Sin embargo, nadie había observado realmente homing natal. Teniendo en cuenta que un tiburón limón tarda entre 12 y 15 años en alcanzar su madurez reproductiva, ¿quién iba a esperar tanto tiempo para averiguarlo? La respuesta: ¡los fanáticos de tiburones de la Estación Biológica de Campo de Bimini!
Imagen: Bimini Shark Lab

Después de esperar una docena de años, y con gran expectación, se analizó genéticamente un grupo de tiburones nacidos en 2010 para ver si alguno de sus padres había nacido en 1995 y había regresado a Bimini para dar a luz. Quedaron encantados de encontrar que varios tiburones de hecho se habían acordado de su lugar de nacimiento y volvían a dar a luz.
Pero eso no fue suficiente. Los editores de la revista a la que presentaron su trabajo querían pruebas y les pidieron capturar un tiburón limón madre y directamente identificarla como haber nacido en Bimini. Habían desarrollado técnicas para encontrar y capturar a mano (sin anzuelos ni arpones) tiburones limón adultos que entran en la laguna (esa es una hazaña que merece, sin duda otro artículo). Ello les permitió leer con éxito una marca PIT que había sido colocada bajo la piel de un solo tiburón madre hacía varios años.

Las lecciones aprendidas tras este estudio

El Dr. Gruber explica que “Hemos aprendido muchas lecciones de este estudio a largo plazo. Uno de los más importantes es que es muy fácil de conducir una población local a la extinción. Esto se puede hacer ya sea mediante la destrucción del hábitat de crianza de la población o bien matando a la población reproductora de las madres que regresan a la guardería donde nacieron, para dar a luz. Comprender a estas poblaciones locales y donde están sus hábitats más importantes es imprescindible para su conservación y para los planes de gestión, y medidas de protección especial tales como las áreas marinas protegidas, para estos depredadores de la cumbre.”

Para los que desde el otro lado del océano observamos el fabuloso estudio realizado durante tantos años, no podemos más que maravillarnos por el cuidado con el que se ha realizado. Desde el inicio de la investigación ha primado el objetivo de salvaguardar y no afectar gravemente a la guardería de tiburones en estudio, sobre la inmediatez de los resultados. No podemos valorar de igual manera otros estudios más mediáticos, que se realizan actualmente, con grandes medios económicos, y con poco cuidado en evitar el daño a la población en estudio. En la retina tenemos esas imágenes de aletas deterioradas por dispositivos satelitales tan grandes y dañinos para al animal, y que están suponiendo una gran fuente de críticas por parte de los sectores conservacionistas. Está claro que no es bueno querer obtener la trayectoria de los grandes tiburones blancos, y seguirlos mediante apps desde el móvil, a toda costa, sin tener en cuenta la cantidad de ejemplares dañados, quién sabe con qué consecuencias.

Imagen:White Shark Video


Referencias: