Texto: Mónica Alonso Ruiz
CC Terry Goss |
Vamos a hablar hoy de un
animal emblemático, el tiburón blanco, el ser cuya mención recoge y magnifica
todos los miedos ancestrales que los humanos sufrimos desde siempre. Y es que
no es para menos, pues en tiempos recientes la industria del cine, y la
película “Tiburón” de Spielberg han alimentado grandemente nuestros miedos
hacia estos animales. Los monstruos, y especialmente los marinos han sido
siempre el objetivo de cuentos, historias y leyendas, y casi siempre ha costado
siglos cambiar la imagen de ellos.
Comencemos por describir a
este fascinante animal. Se trata de un tiburón poderoso, de forma fusiforme o
de torpedo, cuya forma hidrodinámica le permite una natación veloz. Su potente
aleta caudal, la cola, es falsamente homocerca, aunque sus dos lóbulos, superior e
inferior, son de tamaños semejantes, y presenta unas carenas laterales que dan
rigidez en al plano horizontal, lo que es fundamental para la propulsión de un
cuerpo tan grande. Cuando salta fuera del agua utiliza toda la potencia de su
cola, en lo que se considera el ataque característico de esta especie, desde
abajo hacia arriba, pudiendo describir saltos enormes con todo el cuerpo fuera
del agua, cuando se lanza a por su presa..
Sobre el tamaño de esta
especie se ha hablado mucho. La longitud máxima habitualmente considerada por
los científicos para el Carcharodon
carcharias es de aproximadamente 6 - 6.5 metros, siendo las hembras mayores
que los machos. Sin embargo se han publicado crónicas de capturas de animales
de 8 o 9 metros, las cuales son poco fiables. Lo que sí parece cierto es que el
animal más grande que se capturó en Malta en 1987, medía 7 metros. Y eso para
que veamos que aún hay quien dice que en nuestro Mar Mediterráneo no hay
tiburones: los científicos dicen que hay unas 90 especies, y el tiburón blanco
es una de ellas.
Y, ¿por qué se le llama tiburón
blanco?. Pues por el color blanco de su vientre que mostraban los especímenes
muertos en las cubiertas de los barcos, y porque los ejemplares viejos tienen
un color más claro, razón por la cual los pescadores comenzaron a llamarle
tiburón blanco. Y en la actualidad, por ser un tiburón grande y poderoso, se le
suele llamar “el gran blanco”, especialmente por parte de los anglosajones.
El nombre científico Carcharodon carcharias viene del griego
“carcharos”, que significa irregular y “odon” que significa diente. Carcharias
reitera el significado de irregular.
Este animal icónico, esta
especie tan mediática, representante típico de todas las especies de tiburones,
tiene una forma inconfundible, con su morro cónico y su gran robustez. Es un
gran superdepredador, que se alimenta de cetáceos, mamíferos marinos, focas,
peces, atunes, carroña, otros tiburones, etc. Los estudios más clásicos han
revelado que la dentición de los ejemplares más jóvenes (que miden entre 1.5 y 3
metros, que es cuando se le supone adulto) tiene formas más afiladas, más
parecidas a los dientes del marrajo, lo que evidencia una dieta a base de
peces. Los ejemplares adultos tienen los dientes triangulares que todos
conocemos, lo que evidencia una dieta más amplia, basada en mamíferos marinos y
cetáceos. Hay muchos estudios sobre la alimentación de esta especie, y
finalmente parece que la norma general es la que hemos citado, pero cada
individuo tiene sus preferencias y su propia dieta, basada fundamentalmente en
la disponibilidad de los recursos alimentarios e incluso algunos se han
aventurado a señalar, que también se basa en el propio gusto de cada individuo.
Aunque se han realizado
muchos estudios sobre el tiburón blanco, aún queda mucho por conocer de esta
especie. Ello es debido a que las densidades de población son bajas y las
probabilidades de encontrar más de un individuo en una zona son escasas, salvo
en zonas bien localizadas en el mundo, donde la presencia de su alimento
favorito, los leones marinos y las focas, permite que haya una cierta cantidad
de tiburones en una zona, y que se hayan podido hacer estudios concretos sobre
esas poblaciones.
Origen
y evolución
Parece que siempre que se habla
de la evolución de los tiburones, que aparecieron en nuestro planeta hace 400
millones de años, se cita al mítico Carcharodon
megalodon, como ancestro gigante de nuestro blanco, especialmente porque
los dientes triangulares de ambos presentaban numerosas similitudes. Sin
embargo, investigadores de la Universidad de Florida han publicado en 2009 que
el tiburón blanco evolucionó del tiburón mako de dientes anchos (Isurus hastalis) ya extinto, y no del
famoso Carcharodon megalodon, al que
se considera el pez carnívoro más grande conocido.
Se cree que el tiburón
blanco existe desde el Mioceno y los fósiles más antiguos datan de hace unos
dieciséis millones de años.
Distribución y migraciones
Es un animal solitario, de distribución en todos los mares templados del mundo, que se puede encontrar tanto en zonas costeras como oceánicas, pero siempre en la parte alta de la columna de agua. Las zonas donde se les encuentra de manera habitual son cinco:
- Islas Dyer y Seal en Ganssbai, en Sudáfrica
- Islas Neptuno en Australia del Sur
- Gran Barrera de Coral en Australia
- Islas Farallon y Año Nuevo en California. Estados Unidos
- Isla de Guadalupe en Baja California, México
Esquema de la visibilidad comparada en los diferentes lugares de buceo
con tiburón blanco
Los científicos hablan de dos
o tres poblaciones, la del sur de África, la australiana (pudiendo ser estas
dos poblaciones una sola, aunque estudios genéticos recientes apuntan hacia dos
poblaciones diferentes), y la del Pacífico.
Se cree que realizan grandes
migraciones, habiéndose estudiado, en base a muestras de ADN y etiquetas con
balizas seguidas por satélite, dos rutas migratorias fundamentales para esta
especie:
- Migración entre Australia y Sudáfrica
- Migración del Pacífico Oriental
Mapamundi no publicado de la distribución y centros de abundancia del tiburón blanco (procedente de Compagno, en preparación) fuente: FAO |
En el Mediterráneo el tiburón blanco está siempre presente, y es considerado un visitante regular, pues es especialmente avistado en el Golfo de Túnez, en Sicilia y en Malta. En 1992 se capturó en Barcelona un ejemplar de 4.75 m de longitud. Se cree que sigue la migración del atún rojo, que acude a nuestro “Mare Nostrum” a reproducirse.
El
ataque del tiburón blanco y su alimentación
CC Divediscovery |
En el Mediterráneo y en las
costas atlánticas de África y Europa no se alimentan de focas, siendo el atún
rojo su presa favorita. Podemos entender que el gran declive en las poblaciones
de atunes rojos haya llevado también a un descenso en las poblaciones de
tiburones blancos.
Frente a los que piensan que
es un animal voraz, hay que decir que no son animales que se alimenten sin
parar, en realidad comen cuando pueden. Se han hecho estudios y se conoce que
si se alimentan con 30 kg de carne de foca, tardan mes y medio en volver a
alimentarse. Así que el mito de “comedor insaciable” no es para tanto.
Posiblemente los individuos con una dieta menos calórica, a base de peces,
deban alimentarse más a menudo.
Son también oportunistas y
se alimentan de carroña a la deriva, como es el caso de ballenas muertas,
alrededor de las cuales sí se ha observado frenesí alimentario, con presencia
de varios ejemplares.
Eficacia
energética
Foto: Mónica Sagrera |
Todos son morfológicamente
hidrodinámicos y potentes y presentan una característica única, que les
convierte en eficaces depredadores: tienen una tasa metabólica muy alta y
mantienen su temperatura corporal más elevada que la del medio en el que viven:
es decir, que son endotermos o de sangre caliente. La consecuencia de esto es
su mayor rendimiento muscular, lo que les permite alcanzar las velocidades
mayores y moverse en aguas más frías. Por ello el marrajo es el tiburón más
rápido y el que salta mayor altura fuera del agua, y el tiburón salmón vive en
aguas muy frías, de aproximadamente 5ºC, donde no podría vivir cualquier otro
tiburón sin esta característica metabólica.
Como podemos ver, su gran
sofisticación en cuanto a sus características físicas les aporta ventajas como
superdepredadores, y les ensalza como animales icónicos que encarnan el prototipo
del tiburón “típico”.
Estudios
realizados y conservación
De este animal se desconoce
casi todo: no se sabe bien su esperanza de vida, aunque se cree que pudiera
vivir más de 50 años. Y claro, con este desconocimiento de edades y tallas de
madurez sexual, esperanza de vida y tasas de crecimiento, es difícil establecer
la situación de conservación de las poblaciones de tiburones blancos. No se les
ha visto aparearse nunca. Se han capturado muy pocas hembras preñadas (son ovovivíparos,
es decir, desarrollan los huevos dentro del vientre). Por toda esta carencia de
datos, a pesar de ser de los tiburones más estudiados, es imposible saber el
número de tiburones blancos que existen, aunque lo único que se sabe es que es
escaso. También se cree que el incremento de la pesca deportiva de este animal,
que ha aumentado mucho en los últimos 50
años, ha conseguido que en algunas zonas se considere a esta especie como
amenazada o en peligro de extinción.
En 1990 la Lista Roja de la IUCN incluyó por primera vez a esta especie como insuficientemente conocida, y desde 1996 se le considera como vulnerable. La pesca del este tiburón está prohibida en algunas zonas, como en Europa, California, Golfo de México, Namibia, Sudáfrica, Maldivas, Israel y parte de Australia. El Convenio CITES, que regula el comercio de las especies amenazadas, lo ha incluido en el apéndice II, prohibiendo su comercio internacional.
Es cierto que los resultados de Ocearch permiten mostrar al mundo la posición, casi en tiempo real, de algunos de los ejemplares marcados, e incluso se puede seguir por la web las rutas de estos ejemplares. Quizá en este caso se está valorando mucho el poder mediático de los “cazatiburones” en detrimento del bienestar de estos animales. El número de detractores de este denominado “circo mediático” va creciendo y posiblemente deba revisarse si la calidad o el volumen de los resultados científicos obtenidos compensa al daño que se está produciendo a cada individuo etiquetado.
Depredadores y enemigos del tiburón blanco
En el mar, la ley de que “el
pez grande se come al chico” es especialmente verdad, por lo que un tiburón de
este tamaño cuando es adulto tiene pocos depredadores. Se han conocido casos de
orcas que han conseguido matar a tiburones blancos inmaduros, pero es difícil
que una orca pueda cazar a un tiburón blanco adulto. Por ello se cree, que
aparte de sus congéneres, que puedan atacar a individuos débiles o heridos, el
tiburón blanco no tiene depredadores naturales.
Quizá sea la especie humana,
el mayor depredador de todos la que ha conseguido que las poblaciones de esta
especie estén disminuyendo, aún antes de que lleguemos a conocer realmente todo
lo relacionado con ella.
Buceo con el tiburón blanco
Foto: Amanda Brewer |
Con esta actividad
conseguimos dos cosas: por una parte le mostramos al mundo que no son animales
tremendamente peligrosos, y que la coexistencia buceador tiburón es posible, y
por otro lado hacemos que se desarrolle una industria de buceo con tiburones
que genera ingresos a las poblaciones de las zonas donde se encuentran. De esta
manera conseguimos que sea cierto y patente aquello de que “vale más un tiburón
vivo que muerto” y que se dediquen fondos para su conservación y estudio.
La presencia de zonas en el mundo de agregación de ejemplares, principalmente por la presencia abundante de alimento, permite realizar actividades de ecoturismo, mediante el buceo desde jaula para su observación. Desde estas zonas del mundo, los gobiernos de los países donde se encuentran, se ha promulgado el establecimiento de áreas protegidas y legislación para la protección es esta especie.
En Sudáfrica, se bucea con
tiburones blancos en las frías aguas de la costa atlántica. En Ciudad del Cabo
se realizan inmersiones en False Bay y en Dyer’s Island. Se realiza esnorkel en
jaula, y suele haber en general mala visibilidad, por lo que es necesario tener
suerte para poder verlos. En Gansbaai, en la costa Suroeste de Sudáfrica, se
puede bucear en el Callejón del Tiburón, junto a Dyer’s Island. Se dice que
este lugar es donde pueden observarse los tiburones blancos más grandes del
mundo y la zona es famosa por la observación de sus enormes saltos.
También desde jaula se
pueden observar tiburones blancos en el sur de Australia, en Port Lincoln,
junto a las Islas Neptuno, de mayo a octubre, cuando las crías de focas se
echan al mar. En este lugar, opera el superviviente de ataque de tiburón blanco, Rodney Fox, que es
uno de los mayores expertos en el mundo del buceo con tiburones. En sus
expediciones se dan charlas sobre la ecología del tiburón y se anima a los
participantes en la inmersión a participar en programas de investigación y a
disfrutar de la presencia de estos animales.
En la Isla de Guadalupe
(México), Reserva de la Biosfera, existe una gran visibilidad para el buceo con
los tiburones blancos. Esto ha llevado a que en los últimos años el número de
expediciones que operan en esta isla haya aumentado mucho. El buceo normalmente se hace con jaula, desde la cual
suelen permitir salir al buceador, pero sin dejarle utilizar equipo autónomo,
puesto que se utiliza el narguille desde superficie.
Últimamente están a
apareciendo vídeos de algunos valientes que están buceando sin jaula, con
equipo autónomo o en apnea, aprovechando que la buena visibilidad permite tener
relativamente controlado al animal. No suele ser una práctica que los
operadores permitan a menudo, dado que cualquier problema que ocurra puede ser
fatal para el buceador y para su negocio.
No aprobamos que se toque a los animales salvajes, pero sin duda esta es una muestra de que este animal no es tan fiero como lo pintan CC Ocean Ramsey |
Posiblemente esta “moda” de
bucear con el tiburón blanco esté ayudando mucho al estudio, conocimiento y conservación
de esta especie, por lo que desde estas páginas os animamos a practicarla, si
os podéis permitir viajar a los destinos donde se realiza.