Hay un tiburón que siempre me ha
fascinado, y eso que tiene todas las cualidades para no ser llamativo, por ser
de aguas muy frías y profundas, muy poco conocido, lento en su natación, y por
haber pocas noticias sobre él. Os presento al tiburón de Groenlandia, un pez
que nunca veréis en inmersión y que ha sido hasta hace poco un gran desconocido
para todos… hasta hace unas semanas, cuando una prestigiosa revista de ciencia
ha divulgado que este tiburón es el vertebrado más longevo, y que puede tener una
vida de hasta casi 400 años.
Así que me he animado a recopilar
toda la información que tenía sobre este animal, que había ido guardando desde
hace tiempo, y añadiendo la nueva de los nuevos artículos, para contaros todo
lo que me ha parecido más interesante sobre él, con la idea de darlo a conocer,
y, cómo no, ayudar a protegerlo, pues es de sobra sabido que las especies más
longevas son también las más sensibles a la acción humana, y por tanto las que
más hay que proteger.
Aquí podemos observar el tamaño de este
enorme animal
Fuente: Vistalamar.es
Comenzamos con el nombre
científico Somniosus microcephalus,
que ya es significativo: dormilón y con la cabeza pequeña. Y es que su
apariencia es de por sí extraña, muy diferente a la de otros tiburones conocidos:
su piel es de color grisáceo y poco lustrosa, a diferencia de otros tiburones
más emblemáticos, cuya piel gris o azulada tiene el brillo metálico tan llamativo.
Es un pez enorme, de hasta unos 6-7 m (aunque ya sabemos que el afán de
alardear de los humanos en cuanto a los tamaños de los peces ha llevado a dotar
al gran blanco de dimensiones aún mayores). Tiene una cabeza pequeña y
redondeada, con aletas dorsales y pectorales reducidas, ojos redondos y
pequeños, y su movimiento natatorio es lento y parco en movimientos, por lo que
se justifica el apelativo de dormilón. Vamos que no parece un tiburón, al menos
de los típicos, y uno no se anima a curiosear sobre un bicho tan feo.
Pero no nos desanimemos porque lo
más espectacular llega después. Este gigante de los mares árticos presenta
tamaños habituales de 2.5 a 5 m y un peso de unos 400 kg: recordemos que los
tiburones pesan poco, por su esqueleto cartilaginoso, y por ello 400 kg nos
pueden parecer poco para un bicho de 5 m, si lo comparamos con el peso de los
animales terrestres. Los machos suelen ser más pequeños que las hembras, hecho
frecuente entre los peces.
Entre los familiares de esta
especie se encuentra el Somniosus
pacificus, el tiburón dormilón del Pacífico, que sí suele ser más habitual
que tenga 7 m, y que es el más grande de todos los dormilones. Nuestro invitado
de hoy vive, como hemos dicho, en aguas del Atlántico Norte y del Ártico, con
un rango de distribución no muy grande. Algunas fuentes dicen que es una
especie característica del abismo polar (me muero de la risa con la palabra
abismo), y que puede vivir hasta en
profundidades de 2000 m. Ahora ya voy animándome, pues estas profundidades ya
son palabras mayores.
Este animal se cree que es un
poderoso depredador marino que come peces y calamares, y mamíferos marinos como
focas y morsas. Del examen de su estómago los científicos han encontrado restos
de caribúes, caballos, e incluso partes de un oso polar y trozos de ballena. Y
eso, ¿cómo es posible?. Pues resulta que a pesar de su lentitud, razonable para
un animal de aguas tan frías, es capaz de realizar grandes cambios bruscos de
velocidad, lo cual le permite poder cazar focas, morsas o los rápidos
calamares. Es ahora cuando vemos más similitudes con el rey de los mares, el
gran blanco, pues coinciden en alimentarse de mamíferos marinos. Y sobre lo de
los mamíferos no marinos, digamos que este animal, como todos los animales del
ártico, es carroñero, y come todo lo que pilla, aunque sea un cadáver de un
caballo.
El tiburón de Groenlandia en aguas árticas
Fuente: Doug Perrine
Siempre que se habla de un
tiburón, debemos mencionar su dentadura y su boca, y de nuevo nos llevamos una
sorpresa, pues no nos encontramos los grandes dientes que esperábamos, ni la
enorme mandíbula desencajable del tiburón blanco. Tiene dientes afilados en la
parte superior, y aserrados y más anchos en la inferior. Esto es perfecto para
su carácter carroñero, los dientes superiores sujetan y los inferiores permiten
cortar agitando su cabeza. Según los científicos este animal se atreve con
todo, vivo o muerto, y se han visto belugas y leones marinos con marcas grandes
de presuntos mordiscos de este animal. Se nota que la vida es dura en los mares
árticos.
Según el experto en tiburones de
la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration) Greg Skomal “he estado en el agua con tiburones de
Groenlandia y casi parecían inanimados. Son increíblemente dóciles y no parece
que tengan esa capacidad de acelerar para capturar un león marino. Y sin
embargo hay que considerar que los leones marinos pueden dormir en el agua,
flotando con sus cabezas fuera, para evitar a los osos polares. Y eso les hace
vulnerables a estos tiburones.” Vamos, que son unos “bichos” bien hábiles.
El tiburón de Groenlandia tiene un aspecto
muy diferente a otros tipos de tiburones
Fuente:
Greg Skomal
Si analizamos las palabras del
biólogo Peter Bushnell, de la Universidad de Indiana, para él las focas no
necesariamente tienen que estar dormidas para que este tiburón las cace. “Teniendo en cuenta la presencia de tanto
pescado en sus estómagos y la total ausencia de lodo, que es lo que esperas de
un animal carroñero que come del fondo, no tengo dudas de que es un depredador
activo. Cuando el hielo cubre las aguas, las focas o leones marinos entran y
salen por agujeros en el hielo para pescar, y esta conducta la pueden estar
explotando los tiburones de Groenlandia….tengo la impresión de que pueden
merodear lentamente bajo el hielo alrededor de los agujeros, y esperar días
enteros a que entre una foca al agua. Así un animal letárgico puede capturar a
un animal tan rápido como el león marino…” Y finalmente Peter concluye: “no sabemos cómo de grandes son sus crías al
nacer, ni dónde lo hacen…es patético lo poco que sabemos de estas criaturas”
Pero, ¿qué es lo que hace a estos
animales realmente increíbles?. Es que son ciegos la mayoría de ellos. En su
ojo suelen tener un copépodo parásito, que les va comiendo literalmente el
globo ocular, por lo que su visión es muy pobre, pero claramente lo compensan
con un gran olfato, el gran sentido de los tiburones, que les permite localizar
la carroña, en un mar con poco alimento, como es el ártico. El copépodo
parásito, es bioluminiscente, y por ello se cree que en realidad, además de
dejarle ciego para toda la eternidad de su vida, les ayuda a atraer presas en
las aguas profundas oscuras. Talento parece que no les falta, y posiblemente
por ello pueden sobrevivir durante tantos años.
El parásito que suele habitar en sus ojos
les deja ciegos
Fuente: Greg Skomal
Pues a pesar de su aparente poco
atractivo a mí ya me fascina este raro tiburón, por la cantidad de curiosidades
y habilidades de un animal que vive en un medio tan difícil como es el ártico
profundo. Y hablando del océano profundo, de lo que no tienen dudas los
científicos, es que es un animal bien adaptado a las aguas profundas. Y es que
como dice Toño Maño en su blog Tiburones en Galicia (os lo recomiendo) “este tiburón tiene un magnífico
anticongelante”, acumulando urea y un compuesto llamado óxido de trimetilamina en sus tejidos, producto del
metabolismo de las proteínas. Este compuesto tiene dos funciones, por un lado
permite controlar la presión osmótica del animal, y teniendo un nivel salino
inferior al gran nivel de las aguas árticas, le ayuda a flotar mejor, y por
otro a evitar los efectos de las bajas temperaturas en sus fluidos internos. Es
curioso, que este compuesto se encuentra en muchos animales marinos, pero no en
tan grande concentración como en este tiburón. Por eso su carne desprende ese
olor nauseabundo, y se habla de su toxicidad.
Y hablando de su carne “tóxica”,
resulta que en Islandia hay una delicia de plato a base de carne de este
animal. Por lo que dicen el sabor no es muy bueno y hay que acostumbrarse, como
parece ser habitual en la gastronomía de las tierras en las que la vida es
extrema, como en los polos. Su nombre es hákarl, y se hace a base de carne de
tiburón peregrino y de Groenlandia. Sin preparar la carne es tóxica y para ser
comestible requiere de un proceso largo de elaboración, destoxificación
mediante fermentación. Se sirve cortado en cubitos de uno o dos centímetros, y
se sirve con un aguardiente típico. Recomiendan que uno se tape la nariz al
acercarlo a la boca. Vamos, un placer….
La carne cruda de este animal se
sabe que es tóxica porque cuando se la daban a los perros sin procesar (pobres
bichos), sufrían convulsiones, ahogo y diarrea explosiva. Y yo me pregunto cómo
llegaron a poner a punto la técnica de la destoxificación de la carne: a base
de prueba y error, supongo… Los islandeses tienen gran experiencia en esto,
pues tienen otros platos similares.
La carne del tiburón de Groenlandia es un
“manjar” en Islandia
Fuente: Andrew Gimmer
Según un reciente estudio de la
Universidad de Copenhague, realizado entre 2010 y 2013, y publicado en 2016,
los tiburones de Groenlandia son los vertebrados más longevos del mundo, con
una esperanza de vida de casi 400 años, aunque el estudio indica que su ciclo
de vida pudiera llegar incluso hasta los 500 años. Hasta este estudio, se
pensaba que el vertebrado más longevo era la ballena de Groenlandia, curioso
vecino de este tiburón, que vive en las mismas aguas. En el estudio se habla de
su lento crecimiento, de un centímetro por año, y que alcanzan la madurez sexual
a los 150 años. Parece que los investigadores relacionan este crecimiento tan
lento con la característica vida tan lenta de las aguas árticas.
El hallazgo se consiguió a partir
del análisis del carbono 14 en los ojos de varios ejemplares capturados accidentalmente,
cuyos resultados de datación se contrastaron con los restos de las pruebas
nucleares de 1950 en estos animales. Los dos tiburones más grandes del estudio
tenían unos 5 m de longitud y edades cercanas a 350-400 años, según los
investigadores.
Investigadores canadienses y de
Groenlandia, así como estadounidenses, están haciendo varios estudios sobre
esta especie, que encuentran en sus aguas y en el estuario del río San Lorenzo.
Estudian su comportamiento observando especímenes vivos bajo el agua, mediante
equipos de buceo, vídeo y telemetría (etiquetas satelitales). En España se han
registrado capturas accidentales en Galicia, así que no esperéis encontrároslo
mientras buceáis.
Y como esto de que animales
longevos malos son de proteger, pues vamos a finalizar explorando un poco el
estado de conservación de esta especie. Según la lista roja de la IUCN, la
especie está calificada como casi amenazada (2006), y se tienen pocos datos. Lo
que dice la IUCN en el último informe de este animal es muy elocuente de lo
vulnerable que es: “Aparentemente es un
animal de larga vida con limitada productividad. Se ha capturado históricamente
en Noruega y Groenlandia, por su enorme hígado, con capturas de hasta 32.000
ejemplares por año en 1910 en Groenlandia. Estas pesquerías posiblemente han
debido de tener un gran impacto en la especie, pero es aún desconocido el nivel
de declive de la misma. Actualmente, se captura accidentalmente en arrastreros,
y en pesca artesanal en el Ártico. Su dinámica poblacional y biología no son
bien conocidas pero su gran tamaño y crecimiento lento sugieren que es una
especie vulnerable a la presión pesquera.”
Espero que hayáis disfrutado
leyendo estas cosas sobre este raro animal, al menos tanto como lo he hecho yo,
y confío en que entre todas estas curiosidades haya un huequecito en vuestra
mente para recordar un animal vulnerable y singular como este, al que
seguiremos la pista.
Referencias: