Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en el número 163 de la Revista Acusub
http://acusub.com/?p=2215
Las primeras preguntas que te
hace cualquiera cuando le hablas sobre tiburones es ¿dónde suelen moverse?,
¿se acercan a la playa?, ¿en España hay tiburones? Resulta que esas son las cuestiones sobre las
que llevan estudiando los biólogos desde que conocen de la existencia de estos
animales. Sabemos que hay más de 500 especies de tiburones, y que en un grupo
tan grande, hay tiburones migratorios y hay otros que se limitan a moverse
localmente en determinadas zonas. ¿Dónde están y cómo se distribuyen en el
océano? Pues en realidad es muy desconocido, especialmente para algunas
especies.http://acusub.com/?p=2215
Rango geográfico o de distribución de una especie
Se pueden encontrar tiburones en
todos los océanos del mundo, pero no se pueden encontrar todas las especies en
todos los lugares donde hay tiburones. Algunas especies tienen distribuciones
muy globales, mientras que otras se localizan en zonas muy concretas. Los biólogos llaman rango geográfico o de
distribución a la zona donde se puede encontrar a esta especie. Ello significa
que en esa zona las condiciones, temperatura del agua, profundidad, existencia
de comida, etc, son las adecuadas para el desarrollo de esa especie. Es en ese
rango geográfico donde pueden encontrarse los diferentes individuos de la
especie.
Se sabe también que la
distribución de una especie puede sufrir variaciones por efecto de los
movimientos migratorios, por ejemplo en respuesta a variación de la
disponibilidad del alimento de la misma. El estudio detallado de la
distribución de los distintos individuos dentro del rango de geográfico de una
especie es todo un reto, en realidad es una especialización de los biólogos de
tiburones, y estudia los patrones de conducta y los asocia a sus sistemas
sensoriales, reproducción y ecología. Fascinante, ¿no? Tenemos unos océanos
“llenos” de tiburones y todo un mundo por descubrir sobre ellos, porque….todo
esto está aún por investigar en su mayor parte. Y sin embargo se saben muchas
cosas. ¡¡Descubrámoslas!!
Para ilustrar todo esto de los
rangos geográficos, podemos comparar los mapas de los rangos de distribución de
dos especies muy diferentes, como uno de los peces sierra (Pristis pectinata) y el tiburón blanco (Carcharodon carcharias), y veremos que son muy diferentes:
El pez sierra Pristis
pectinata
Rango geográfico de distribución del pez sierra
Pristis pectinata
Fuente: Kaschner,
K., J. Rius-Barile, K. Kesner-Reyes, C. Garilao, S.O. Kullander, T. Rees, and
R. Froese. 2013. AquaMaps: Predicted range maps for aquatic species. World wide
web electronic publication, www.aquamaps.org, Version
08/2013.
El tiburón blanco Carcharodon
carcharias
CC Pterantula Whiteshark-TGoss5b
Rango geográfico del tiburón blanco
Fuente: Kaschner,
K., J. Rius-Barile, K. Kesner-Reyes, C. Garilao, S.O. Kullander, T. Rees, and
R. Froese. 2013. AquaMaps: Predicted range maps for aquatic species. World wide
web electronic publication, www.aquamaps.org, Version
08/2013.
Rango geográfico del tiburón blanco
Fuente: Kaschner,
K., J. Rius-Barile, K. Kesner-Reyes, C. Garilao, S.O. Kullander, T. Rees, and
R. Froese. 2013. AquaMaps: Predicted range maps for aquatic species. World wide
web electronic publication, www.aquamaps.org, Version
08/2013.
Como podemos ver la distribución
del pez sierra se limita al Océano Atlántico, en las zonas costeras de África,
Norte América y Sudamérica. Como contraste, la distribución del tiburón blanco
es mucho más global, en casi todos los océanos del mundo. Es el ejemplo de una
especie de rango muy localizado frente a una especie de las más cosmopolitas
del océano.
Además, con el estudio a lo largo
de los años, los científicos han descubierto, que, por efecto de las amenazas
que se ciernen sobre estos animales, los rangos de distribución de ciertas
especies hace 50 años son diferentes que los actuales. Para muestra lo tenemos
muy cerca en el caso de nuestro querido angelote (Squatina squatina), cuya distribución ha pasado de cubrir todas las
zonas costeras del Atlántico Norte y Mediterráneo en el pasado, a reducirse tan
solo a la zona de Canarias en la actualidad.
Para los curiosos: se pueden
consultar los mapas de rangos geográficos de todas las especies en Fishbase.org.
Tras el rastro de los tiburones
Como podemos observar, la
realización de mapas de distribución de las diferentes especies de tiburones es
una herramienta de gran ayuda para entender dónde y cómo vive una determinada
especie. Y sin embargo estos mapas no nos muestran información detallada sobre
sus migraciones y los movimientos particulares de un determinado individuo: a
dónde va y con qué velocidad. Para esto es preciso realizar estudios mediante
el uso de etiquetas electrónicas implantadas en los tiburones, que permiten el
seguimiento de algunos individuos. Con esta información se pueden establecer
patrones migratorios o de conducta, para toda una población, o para toda la
especie.
Actualmente existen sistemas de
rastreo de tiburones que proporcionan datos en tiempo real, que incluso se
trasladan a tweets del propio perfil de twitter del tiburón etiquetado, por lo que el público en
general puede hacer su propio seguimiento de un determinado individuo. Alguna
vez hemos hablado de OCEARCH, esta organización que se dedica al marcado de
tiburones, con gran despliegue mediático, y sobre la que se vierten muchas
críticas, por los daños sufridos durante la captura y etiquetado de los
tiburones, especialmente los grandes tiburones. OCEARCH tiene, además de
documentales de amplia repercusión mediática, una web en la que se puede hacer el
seguimiento en tiempo real de los individuos etiquetados.
En youtube tenéis un vídeo de una entrevista que se le
hace al Dr. Gregory Skomal, Director de Programas y Biólogo Senior en el
Departamento de Pesca de Massachusetts. El Dr. Skomal lleva etiquetando
tiburones en Nueva Inglaterra durante décadas y en el video habla de las
diferentes tecnologías de etiquetado y de cómo están ayudando a revelar los
secretos del comportamiento de algunos tiburones, y de su biología.
El Dr. Skomal nos explica que
“estamos muy interesados en los movimientos de los tiburones porque nos dan una
gran idea de su hábitat, de adonde van, su ecología, y de cómo interactúan con
su entorno. Y esas son cuestiones críticas que necesitamos resolver para
establecer políticas de gestión de las poblaciones” Explica que “la tecnología
ha evolucionado mucho en las últimas décadas. Ahora incluso ya ponemos poniendo
pequeños ordenadores a los animales, para hacer el seguimiento, y monitorizamos
sus movimientos tanto en la escala espacial como en la temporal”.
El Dr. Greg Skomal con una de sus etiquetas
Explica que la tecnología de
etiquetado de tiburones de hace 30 años era muy sencilla, tanto como que
consistía en poner una marca en un tiburón y dejarle libre. Cuando un pescador
se cruzaba en su camino y recapturaba el ejemplar, si había suerte, se
reportaba el dato de la etiqueta del animal capturado. En ese caso se tenían
dos puntos de datos: el lugar y la fecha cuando se etiquetó el animal, y el lugar
y fecha de cuando se le capturó. Y si había mucha suerte, y se etiquetaban
suficientes ejemplares, y se recogían muchos datos de su captura, se podía
comenzar a encajar alguna de las piezas del puzle del mapa de distribución y de
los posibles movimientos de la especie. Lo que ocurría es que para muchas
especies de animales, todo esto no era suficiente para poder construir el mapa
tridimensional espacio-tiempo de la especie.
Greg Skomal completa su relato
indicando que a lo largo de las dos últimas décadas, ya se ha podido contar con
la tecnología de seguimiento por satélite. Ello es porque se han conseguido
sistemas de batería y componentes electrónicos más pequeños, que les permiten
obtener una importante cantidad de datos en unas etiquetas mucho más complejas.
Nos detalla que una etiqueta que le gusta mucho es la etiqueta archivo, que
básicamente recoge información de profundidad, temperatura, así como niveles de
luz, mientras está adherida al animal. Y la que más le gusta de las etiquetas
archivo es la etiqueta satelital que sale a la superficie (etiqueta pop up), es
decir, que se despega programadamente del animal al cabo de un año: se coloca
en el tiburón, recoge toda la información y cuando se despega y sale a la
superficie, transmite todos los datos al satélite, y se los enváin directamente
a él. Y con esos datos puede realizar un análisis retrospectivo tridimensional
(espacio-tiempo) en un periodo amplio de tiempo de un año.
El Dr Skomal etiquetando a un tiburón blanco en la costa de Cape Cod
Explica que mucho de lo que saben
sobre los tiburones blancos etiquetados cuando salían de Cape Cod (la costa de
Massachussets), se debe a esta tecnología. También se ha usado en otras
especies, como tintoreras, marrajos, tiburones zorro y otros tipos de peces,
como marlines y peces espada. Para él es emocionante, pues se ha pasado de
tener dos puntos de datos a poder recrear la trayectoria completa del animal,
no solo la horizontal, sino también la vertical. Con este sistema ellos pueden
saber lo que el individuo ha hecho cada día. En algunos casos los tiburones bajan
a unas profundidades que no podían imaginar. Esta tecnología de etiquetado les
permite conocer una gran parte de la historia natural de la población del
tiburón blanco que ellos estudian: los tiburones salen de Cape Cod, y algunos
de ellos simplemente van hacia Florida y vuelven, pero hay otra parte de la
población que viaja hacia el centro del Atlántico, e incluso lo cruza, y cuando
están por allí, bajan a profundidades de 1000 metros cada día, moviéndose en un
rango de temperaturas muy grande, desde la superficie caliente hacia las aguas
frías profundas.
Para Greg Skomal esta conducta es
llamativa, pues no sabían nada de ella hasta ahora. Lo que también le llama la
atención, por ejemplo, es la gran expectación para el público en general, que
tiene la web de Ocearch, organización con la que han desarrollado una nueva
etiqueta satelital que envía datos cuando el animal está en superficie, pasando
a tener una etiqueta que les permite tener datos en tiempo real, eso sí, solo
cuando el animal están en superficie. Y por eso esta etiqueta debe ponerse en
la parte alta de la aleta dorsal.
Explica que el impacto mediático
de este estudio con OCEARCH ha sido enorme, y se puede seguir en la web los
movimientos de los ejemplares etiquetados: cada vez que el animal sale a la
superficie transmite al satélite, el cual calcula la posición, la pone en la
web y ya es accesible al público. Estos tiburones, cada uno con su cuenta de
twiter, tienen caso 80.000 seguidores.
Un momento de captura de un blanco
Foto: OCEARCH
También nos habla de los
inconvenientes de este etiquetado y que en el proyecto con OCEARCH utilizan los
dos tipos de sistemas. Explica que en los mapas de OCEARCH, lo que se ve en la
web no es exactamente la trayectoria del animal, sino las líneas de unión entre
dos puntos consecutivos en los que el animal emerge. Y también explica que el
sistema de geoposicionamiento no es tan preciso como el sistema GPS, pues tiene
un error mayor, que puede ser de hasta varias millas. Por eso algunas
localizaciones muy cercanas a la costa realmente no lo son tanto, dado que los
tiburones blancos realmente no se suelen acercar tanto. Explica que este
trabajo con OCEARCH da una idea de dónde van los tiburones, pero no de lo que
realmente hacen.
Seguimiento por satélite de tiburones
foto: OCEARCH
Greg destaca del trabajo realizado durante todos estos años, y la cantidad de cosas nuevas que se han aprendido de muchos tiburones, especialmente de los tiburones blancos. Y, claro, tienen planes para intentar saber más. Para él, el siguiente gran paso, sobre el que están trabajando, es el uso de tecnología que permita filmar a estos animales.
Finalmente, antes de pasar a
otros proyectos de etiquetado, quería llamar la atención sobre la polémica
desatada sobre el trabajo mediático de OCEARCH, al que se les acusa de poco
cuidado y que las técnicas de captura de estos grandes animales son muy
agresivas, y que algunos ejemplares mueren tras el etiquetado. Además se han
podido ver aletas muy necrosadas como consecuencia del deterioro del enorme
sistema de anclaje de la etiqueta satelital. Se les acusa de supeditar el éxito
mediático al de la propia vida de los animales etiquetados. Desconocemos
realmente si los daños de los que se les acusa son tan enormes, pero la
cuestión es que sí nos preocupa que un proyecto con tan grandes medios
económicos pueda no tener suficiente base de respeto hacia los animales
estudiados.
Etiquetando tiburones en Bimini
En otros lugares del mundo
también se realizan labores de etiquetado de tiburones, ya lo vimos en el
artículo que publicamos sobre el tiburón ballena. Hace ya muchos años, cuando
comencé a interesarme por los tiburones, pude ver en algunos documentales los
trabajos del Dr. Gruber sobre la visión de los tiburones limón. Samuel Gruber
es un científico norteamericano que dirige la Estación de Campo de Bimini, en
Bahamas, donde lleva trabajando sobre tiburones limón desde su fundación en
1990. A finales de 2014 se publicaron resultados del estudio realizado con
etiquetado de tiburones limón en la laguna de la isla de Bimini.
Tiburón limón
foto: Terry Gross
El estudio comenzó con un simple
proyecto de etiquetado y catalogación de tiburones limón jóvenes en la laguna,
que parecía ser una zona de cría o guardería. La elección de tipo de etiqueta
fue muy importante al principio, explica el Dr. Gruber, pues se sabía que la
etiqueta dardo de la NOAA (Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de
Estados Unidos) había matado al menos al 10 % de los tiburones jóvenes
etiquetados, y demás afectaba gravemente al crecimiento de los que sobrevivían.
Uno de sus estudiantes había hecho un estudio sobre el desprendimiento de ese
tipo de etiquetas y concluyó que la etiqueta se desprendía en el 90 % de los
casos.
Finalmente, en 1988 encontraron
una etiqueta con una tasa de pérdida muy baja y que no tenía efectos nocivos
sobre los pequeños tiburones. Se llamaba etiqueta pasiva con traspondedor
integrado (PIT) y consistía en una cápsula de vidrio de tamaño el de un grano
de arroz, que se inyectaba bajo la piel en la base de la aleta dorsal y quedaba
allí de por vida. No necesitaba fuente de alimentación, al ser un sistema
pasivo: cuando el cuerpo del tiburón se escaneaba con un pequeño lector de
mano, las microodas excitan el PIT y se muestra su número de código de barras,
como un escáner de supermercado.
Este sistema conlleva la
necesidad de recapturar siempre al tiburón para recoger los datos de la
etiqueta. Es un caso de etiqueta sencilla y de solo dos puntos de datos, en el
momento de la implantación y suelta, y en el momento o los momentos de
recaptura. Este sistema es muy adecuado y sencillo para el estudio local de la
población de tiburones limón que entran y salen de la laguna de Bimini, con
propósitos reproductores, cuando no se trata de saber más cosas sobre la
conducta de los tiburones cuando salen de la laguna.
Tras un largo recorrido y
numerosos vaivenes del proyecto, y más de 20 años de trabajo de la Estación de
Bimini sobre tiburones limón, con técnicas de etiquetado pasivo con PIT, y con
análisis genéticos de muestras de los tiburones capturados, y tras 3.500
tiburones etiquetados, han llegado a obtener un catálogo genético de toda la
población de Bimini, y han establecido patrones de conducta, como constatar que muchos de los tiburones que se
etiquetaron tras casi 20 años eran descendientes de algunos ejemplares
etiquetados al inicio del estudio. Ello les llevó a concluir que realmente
Bimini es una estación de guardería y reproducción y que los tiburones vuelven
a su lugar de nacimiento a reproducirse.
Es fascinante conocer los
trabajos del Dr. Gruber y de la Estación de Campo de Bimini, donde en la
actualidad se realizan tesis doctorales y estudios sobre todo tipo de
tiburones, los tigres y martillos entre ellos, con todo tipo de etiquetas y
técnicas. Es, podríamos decirlo así, la meca del estudio de tiburones mediante
etiquetado.
Tiburones blancos en la Isla de Guadalupe
Hace un tiempo tuvimos conocimiento de los trabajos de el Dr. Mauricio Hoyos, científico mejicano,
dedicado al estudio de los tiburones. Y recibimos una publicación
suya sobre etiquetado y comportamiento de tiburones blancos en la Isla de
Guadalupe, Méjico. En los años 2006 y 2007 hicieron un trabajo de etiquetado en
cinco tiburones blancos con transmisores acústicos ultrasónicos que se
colocaban al animal desde la embarcación mediante un dardo a la musculatura
dorsal del mismo. El transmisor tenía sensores de temperatura y presión (para
identificar la profundidad), con una vida de 10 días.
Dr. Mauricio Hoyos
foto: página de facebook de M. Hoyos
Otro sensor adicional de
temperatura se introducía en el estómago del animal, habiéndolo introducido
previamente en un trozo de pescado que se le ofrecía al animal. Con este sensor,
cuando el animal se ha alimentado de elefantes marinos, la temperatura ascendía
significativamente. La señal de ambos transmisores se recibía desde hidrófonos
colocados en el lateral del barco. Cuando el barco está cerca de uno de los
ejemplares etiquetados, recibe las señales de sus transmisores, registrando los
datos recibidos y la posición del barco.
Durante varias expediciones a la
isla, en años posteriores, realizaron otro trabajo de marcado de tiburones
utilizando transmisores de mayor duración (1364 días) a 60 ejemplares en la
isla. Los emisores eran parecidos a los del trabajo anterior, colocados
mediante arpón desde barco o mediante buzo apneista, y eran también de
ultrasonidos. Los receptores se colocaron fijos a lo largo de la costa de la isla,
cerca de las colonias de pinnípedos (elefantes marinos).
El trabajo consistía en etiquetar
no solo individuos adultos sino también individuos jóvenes, para intentar
descifrar diferencias de comportamiento entre juveniles y adultos en su paso
migratorio estacional por la isla. Como resumen de conclusiones del trabajo,
diremos que los juveniles de tiburón blanco que van a la Isla de Guadalupe,
desde las zonas de guardería de tierra firme, una vez que alcanzan una longitud
de 1,80 m y se suelen quedar en la isla durante unos 14 meses, desde donde
comienzan su primera migración oceánica cuando son subadultos, y volviendo a
sus zonas de guardería y a Guadalupe entes de alcanzar su madurez sexual.
Cuando están en Guadalupe se mantienen cerca de la costa y en zonas someras
para evitar a los adultos, alimentándose de peces y calamares.
Hace ya un tiempo, en el
facebook de Mauricio se anunció la temporada de etiquetado de tiburones
toro en Quintana Roo, Méjico. Será sin duda otro trabajo interesante de este
científico, del que estaremos atentos.
Etiquetado de tiburones ángel
Poco a poco vamos conociendo
lugares en el mundo donde se realizan estudios de etiquetado de tiburones, y
los logros que, al cabo de los años, se van obteniendo. En nuestro país,
tenemos el tiburón ángel, en Canarias, reducto de supervivencia de una especie
antaño con un gran rango de distribución, como hemos relatado al inicio de este
artículo. Es emocionante saber que ya se están haciendo algunos trabajos de
estudio de esta especie críticamente amenazada.
Tiburón ángel
foto: Michael Scholl
El etiquetado de tiburones ángel
se está realizando en las islas Canarias por el equipo de Eva Meyers, de Angel
Shark Project. Dado que se trata de un tiburón bentónico el etiquetado se
realiza mediante inmersiones subacuáticas. Eva Meyers cuenta que “la dificultad
no es tanto en capturar al animal, sino en sujetarlo bajo el agua”. Después de
una investigación al respecto, decidieron que tenían que inventar algo
diferente a lo utilizado hasta la fecha en etiquetado de tiburones. Inventaron
lo que denominaron “la jaula”, un dispositivo artesanal de tubos y redes que
permite sujetar y manejar al animal sin hacerle daño. Con este dispositivo, en
menos de un minuto, pueden medir, determinar el sexo y etiquetar al animal sin
sacarlo de su entorno natural. También le sacan una muestra para análisis
genético, el cual creen que servirá para darles información de los movimientos
y conectividad de los individuos que viven en las Islas Canarias. Les colocan
también una etiqueta muy ligera en una aleta.
Foto: Eva Mayers
Según Eva Meyers “En julio de
2016 ya llevaban etiquetados 35 tiburones ángel en Gran Canaria, Lanzarote y la
Graciosa. Las etiquetas tienen diferente color para cada isla y un código para
cada ejemplar. Ya se han registrado avistamientos de tiburones etiquetados y
ello se nos ha reportado, para incluirlo en nuestra base de datos.”
foto: Michael Scholl
Deseamos a este proyecto una larga
vida y grandes resultados, y que las autoridades españolas se decidan a
proporcionar medios suficientes a estas iniciativas tan serias para una especie
tan amenazada, el tesoro nacional en lo que a tiburones respecta. Desde estas
páginas intentaremos al menos poner en conocimiento del público todo lo que se
vaya publicando sobre este estudio.
Hemos hablado de tiburones que se
mueven por el océano, y os hemos contado varios estudios de etiquetado que
conocemos. Hay muchos más en todo el mundo, tan interesantes como los que
acabamos de describir. Sabemos que con este tipo de estudios cada vez se avanza
un pasito más hacia el conocimiento de las más de 500 especies de tiburones, al
menos en lo que se refiere a dónde están y dónde van. Espero haberos picado un
poco la curiosidad para conocer más sobre estas técnicas y sobre los propios
tiburones.
Enlaces de interés:
https://animalbiotelemetry.biomedcentral.com/articles/10.1186/s40317-016-0106-7