Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista Escápate num 31 http://www.cluboceanides.org/escapate.html
Las aguas de Sudáfrica son la
meca para la observación del tiburón blanco desde jaula. Los mejores sitios
están en las aguas frías de Seal Island (la Isla de las Focas), en False Bay en
Ciudad del Cabo, y Dyer’s Island en Gansbaai. El callejón del tiburón (Shark
Alley), junto a esta última isla, es el lugar donde se pueden observar algunos
de los tiburones blancos más grandes del mundo. Es en la propia False Bay donde
realizan los saltos más vistosos cuando atacan a las focas desde el fondo.
Localización de los principales lugares donde se realizan actividades de
avistamiento de tiburones blancos en Sudáfrica: False Bay y Gansbaai. En False
Bay, además del buceo en jaula es posible ver los saltos espectaculares. En
Gansbaai se dice que se pueden ver los tiburones más grandes.
Mapa del buceo con tiburones blancos en Dyer Island
Se organizan salidas para el
buceo en jaula o para observar los saltos. Hasta ahora el espectáculo estaba
garantizado y los encuentros eran “casi seguros”. Esto ha sido así desde hace
muchos años, pero podría dejar de serlo, porque parece que los tiburones
blancos de la zona han desaparecido.
Fuente: Dive Discovery
¿Qué ha sido de ellos?
Fue en la temporada de 2015
cuando los operadores se dieron cuenta de que los encuentros con el blanco
empezaban a ser menos numerosos. En 2017 y 2018 eran ya escasos, dado que se
pasaban semanas y meses sin ver un tiburón blanco. En 2019 no se vio ningún
tiburón blanco en la zona.
Comenzaron entonces los análisis
para saber qué estaba pasando. Tras más de 18 años de estudio del
comportamiento de los tiburones en Seal Island, el investigador Neil
Hammerschlag y el naturalista Chris Fallows, de la empresa Shark Expeditions, han
documentado cambios muy importantes en los últimos años.
El más llamativo es la presencia,
cada vez mayor, de tiburones de siete branquias (Notorynchus cepedianus), que anteriormente no se veían por los
reinos del Gran Blanco. Neil y Chris acaban de publicar un estudio sobre la
desaparición de los tiburones blancos y la aparición de los “siete branquias”.
Esta especie tan curiosa no es infrecuente en la región, pero su distribución
se reducía a las zonas costeras con grandes bosques de kelp, donde cazaban a
sus presas y se protegían del tiburón blanco.
Ataques de
tiburón blanco a focas desde inicios de siglo. Fuente: CNN
Los tiburones de siete branquias
son considerados “fósiles vivientes”, porque han evolucionado poco respecto a
sus antecesores. Su imagen recuerda a seres del Jurásico, y representan un
grupo muy diferenciado, al tener 7 hendiduras branquiales en lugar de las 5 que
tiene el resto de los tiburones actuales. Se alimentan de peces, focas y otros
tiburones, con lo que compiten de alguna forma con los tiburones blancos en la
captura de algunas presas.
Este equipo de investigadores
lleva desde el año 2000 registrados más de 6.500 avistamientos de tiburón
blanco y más de 8.000 ataques a focas. En los periodos en los que no estuvieron
presentes los tiburones blancos, en 2017 y 2018, el equipo registró en esa zona
120 avistamientos de “siete branquias”. Históricamente estos tiburones se
venían registrando en una zona más alejada de Seal Island, aunque dentro de
False Bay, a 18 km, donde un espeso bosque de kelp no permitía a los tiburones
blancos cazar en esa zona.
Los resultados del estudio
sugieren que la aparición de los “siete branquias” en Seal Island se debe a la
desaparición de sus depredadores, los tiburones blancos. Incluso se ha
documentado un caso de depredación de “siete branquias” a una foca en pleno
territorio de caza de los tiburones blancos.
¿Dónde y por qué se han ido
los tiburones blancos?
Los científicos están
desconcertados. Existen diversas teorías que responden a las preguntas
anteriores. Quizá la reducción de la población de tiburones de la zona se deba
a la sobrepesca del tiburón blanco o a su pérdida de hábitat, o a los cambios
en sus condiciones ambientales o a las condiciones de caza. Pero estas causas
no explican la ausencia en False Bay en particular, donde las condiciones para
la presencia de los tiburones blancos eran, hasta ahora, las idóneas.
Hay otra posible explicación, aún
cuestionada por los científicos. Desde 2009 ha habido un incremento en los
reportes de avistamientos de orcas en False Bay. Dos orcas, llamadas Port y
Starboard fueron vistas muy cerca de una zona donde aparecieron muertos varios
“siete branquias”. Se cree que estas dos orcas son las responsables también de
las muertes de cinco blancos que aparecieron varados en Gansbaai.
Orcas vs tiburones blancos
Siempre se ha creído que el mayor
depredador del océano era el tiburón blanco, pero varios estudios realizados
por el Monterey Bay Aquarium en las islas Farallon (California) demostraron que
las orcas pueden ser temibles enemigos para los tiburones blancos. Se ha
documentado que cuando las orcas se acercan a las islas, es imposible avistar
un tiburón blanco en la zona. En los estudios se registraron datos de etiquetas
acústicas de 165 tiburones blancos, entre 2006 y 2012, y su análisis evidenció
la desaparición de los tiburones para el resto de la temporada de alimentación
en la zona, e incluso por un periodo superior, inmediatamente después de la
presencia de las orcas.
Lo que no se sabe bien es si las
orcas atacan porque consideran a los tiburones como presas o porque son
competidores por los mamíferos marinos. Llama la atención que las orcas devoren
el enorme hígado del tiburón, tanto en California como en Sudáfrica, el cual es
una fuente enorme de calorías, al llegar a pesar casi una tonelada y suponer
casi el 25 % del peso del tiburón.
Este órgano es tan grande en el
tiburón blanco porque se nutre básicamente de la grasa de los mamíferos marinos
de los que se alimenta. El hígado de los tiburones es un elemento esencial para
su flotabilidad a la vez que proporciona un enorme almacén de energía durante
los periodos en los que no se alimentan.
Los tiburones blancos se cree que
pueden vivir hasta 70 años y pueden alcanzar longitudes de algo más de 6
metros, lo que les convierte en los peces depredadores más grandes del océano. Por
su parte, las orcas son los depredadores marinos más grandes del océano. Pueden
medir hasta 8 metros y se estima que pueden vivir hasta 100 años. A lo anterior
hay que añadir la gran inteligencia que poseen estos animales.
Tiburón
blanco que apareció muerto y sin hígado. Hennie Otto/Marine Dynamics/Dyer
Island Conservation Trust
En 2009, cuando los científicos
detectaron a un grupo de orcas en la zona, simultáneamente 17 tiburones
etiquetados fueron localizados abandonando la zona. Es un misterio cómo los
tiburones, que son animales solitarios, y que habitualmente no las detectan si
no están muy cerca, son capaces de saber, y no un único individuo, sino todos
los de la zona casi de manera simultánea que hay orcas en su entorno. Se podría
pensar que se debe a los sonidos que emiten, pero las orcas se comunican entre
sí con una frecuencia mayor que la que pueden detectar los tiburones, por lo
que podemos decir que los tiburones son “sordos” a los sonidos de las orcas.
Otras teorías
Algunos científicos no creen que
la causa sea la aparición de las orcas. Creen que los humanos tienen la culpa
de todo esto. La mayor amenaza que sufren los tiburones blancos es la pesca.
Los tiburones caen en los anzuelos del palangre que tienen como objetivo otras
especies, y sufren heridas terribles.
Los anzuelos del palangre son una amenaza para especies no objetivo. fuente: Daily Telegraph
Y no solo eso, dado que el tiburón blanco
está sometido a una protección muy grande en Sudáfrica y no se pesca de manera
deliberada, hay muchos otros tiburones que no lo están, y que también forman
parte de la dieta del blanco, por lo que su reducción supone también reducir la
fuente de alimento del blanco. De hecho, esta es la teoría que nos contó
Alessandro de Maddalena, experto en tiburones afincado en Sudáfrica, en una de
sus visitas a Madrid.
Los tiburones blancos jóvenes se
alimentan de peces, antes de tener suficiente habilidad para atacar a mamíferos
marinos. Parece ser que la reducción de los bancos pesqueros de la zona también
ha afectado mucho a la población juvenil del tiburón blanco.
Por otro lado, científicos que
estudiaron el tamaño de la población de los tiburones blancos de Sudáfrica
mediante la toma de muestras para realizar análisis genéticos, analizaron el
ADN y realizaron un conteo, llegaron a conclusiones sorprendentes. Estudios
anteriores de dicha población estimaron el número en unos pocos miles de
ejemplares. Este estudio revela que el número en 2012 era de tan solo unos
cuantos cientos de individuos.
Ello evidencia que la diversidad
genética de la población es excepcionalmente baja, lo que la hace muy
susceptible a los impactos externos, como las capturas o el cambio climático. Y,
por otro lado, estiman que un número tan bajo de ejemplares, del orden de 300,
es demasiado reducido para que una población sea viable, dado que el umbral
para la supervivencia se considera que está en el entorno de los 500 individuos.
El 89% de los ejemplares analizados estaban emparentados. Esta endogamia hace
que esta población sea muy poco capaz de adaptarse a condiciones cambiantes.
¿Hay esperanza para los
tiburones blancos de Sudáfrica?
Si realmente la causa de su
desaparición es la presencia de orcas, se pueden sacar conclusiones de experiencias
anteriores de tiburones blancos que literalmente huyeron de las orcas. Hace
unos meses se vieron blancos en Mossel Bay, a más de 350 kilómetros de Ciudad
del Cabo, que desaparecieron inmediatamente cuando llegaron las orcas, y cuando
estas se fueron, volvieron a aparecer los blancos.
Lo mismo ocurrió en la costa
de San Francisco cada vez que se fueron. Por lo tanto, existen expectativas de que vuelvan a aparecer
los blancos en la Ciudad del Cabo.
Si por el contrario son
ciertas las teorías que descartan como causa las orcas, el panorama es
desalentador.
Lo que es seguro es que el
negocio de buceo con tiburones con jaula se está resintiendo mucho. Los
operadores comienzan a promocionar el buceo con “siete branquias” en las jaulas
utilizadas para el tiburón blanco. Al parecer está dando buen resultado porque
son animales que “dan más juego” a los turistas de las jaulas, por ser más inquisitivos
e interactuar más. No será lo mismo en el futuro porque el tiburón blanco en
Sudáfrica era una fuente de atracción de visitantes enorme.
También se resiente el
ecosistema, dado que otra especie, el tiburón cobre empieza a verse en las playas,
alterándose gravemente la cadena alimenticia. Los nadadores creían que estaban “más
seguros” por la ausencia de tiburones blancos en la zona y ahora se encuentran
más tiburones, aunque diferentes. Además, se está produciendo un crecimiento
alarmante de la población de focas de False Bay y los pescadores empiezan a notar
escasez en las capturas de pescado, porque se lo comen las focas. Está claro
que la desaparición de los superdepredadores de un ecosistema altera gravemente
el equilibrio y las consecuencias son impredecibles.
Referencias:
Aquí podéis ver un vídeo, bastante sensacionalista, sobre este tema. Muestra las imágenes de los tiburones encontrados muertos sin su hígado: