martes, 3 de diciembre de 2024

Lo que nos dejan las olas en las playas

 

Texto: Mónica Alonso Ruiz

Las playas son vastos arenales donde pasear y disfrutar de las costa. Lugares fascinantes donde la tierra se encuentra con el mar, crean paisajes únicos y ecosistemas diversos. Son el borde de la tierra, y para muchos han sido el fin del mundo. También han sido el escenario donde la humanidad ha dejado y dejará su huella, y lugares por donde han llegado las invasiones y el comercio. Otras han simbolizado el fin del mundo, el “Finis Terrae”, antes de que se produjeran los grandes descubrimientos que nos ofrecieron otros continentes y que nos enseñaron que nuestro planeta no tiene fin.

Maravillosa playa de Nosi Iranja en Madagascar. Autor: Mónica Alonso

Las playas mediterráneas fueron el acceso por donde entró la cultura a la península ibérica, cuando por ellas llegaron los fenicios, los cartagineses y los romanos. Y cuando la potencia de nuestras ciudades comerciales se desarrolló, las playas permitieron la conexión con otros reinos, así como la entrada de productos exóticos y personas diferentes. Por ellas nos llegó nuestra esencia mediterránea, dando paso a la marea cultural y de desarrollo humano proveniente del Mare Nostrum.

También han sido y son en buena parte del mundo el dominio de los pescadores. De hecho, hace no tanto que en nuestro litoral los barcos descansaban en la arena, esperando el próximo viaje, el próximo desafío. Pero esa imagen bucólica de barcas varadas en la arena quedó atrás.

Las playas son también lugares donde los pescadores depositan sus barcas. Foto: Mónica Alonso

En algunos lugares del mundo los pescadores aún utilizan las playas como lugar para fondear sus barcas de pesca. Nosi Iranja, Madagascar. Foto: Mónica Alonso

Hoy en día son el principal reclamo para los visitantes que cada año llegan a nuestras costas. Forman parte de nuestro gran patrimonio natural nacional, la joya de la corona que posibilita que el turismo sea una de las actividades más importantes de nuestro país.

Las playas suelen ser lugares bulliciosos, llenos de personas. Fuente: Traveler.es

Lejos de esa imagen bulliciosa veraniega, nuestros arenales costeros a menudo nos muestran la cara más salvaje del océano, donde las olas rompen y nos traen todo aquello que Poseidón no quiere y decide devolvernos. El océano nos trae la arena que forma las playas, proveniente de la erosión de costas y fondos, pero también nos trae restos de naufragios, y animales moribundos, que llegan exhaustos, muchas veces para morir allí.

La playa como lugar de dominio público en España

Se denomina playa a la ribera del mar o de un río grande, formada por arenales que forman una superficie casi plana. España tiene casi 8.000 kilómetros de costa, de los cuales el 24 % son playas marinas. Son lugares de depósito de materiales, acumulaciones de arena, gravas o cantos, y están situadas en el borde entre la tierra firme y el mar.

Probablemente, lo más maravilloso de las playas de nuestro país es que son un bien de todos porque forman parte del dominio público marítimo-terrestre estatal, de acuerdo con la Ley de Costas y con la Constitución Española.

En su artículo 132.2, nuestra Constitución establece que son bienes de dominio público estatal (bienes de todos los españoles) la zona marítimo-terrestre, las playas, el mar territorial y los recursos naturales de la zona económica y de la plataforma continental.

La Ley de Costas define el dominio público marítimo-terrestre de una manera más completa, al detallar todos los elementos que lo componen. En este concepto se incluye no solo los elementos más evidentes como las playas o zonas de depósito de materiales sueltos, tales como arenas, gravas y guijarros, sino también aquello que no es tan evidente que pertenezca al puro arenal, como los escarpes (escalones costeros, como los acantilados), bermas (la parte más elevada de la playa, casi horizontal) y dunas. Y se define el borde de ese dominio público en el límite que resulte necesario para garantizar la estabilidad de la playa y la defensa de la costa. Es decir, público es todo aquello que contribuya a la estabilidad de la costa.

Esquema de las partes de una playa. Autor: Olga Arriaga. Creative Commons. Fuente: Junta de Andalucía

Es conveniente destacar que, aunque sistemáticamente ocupadas por el creciente desarrollo urbanístico de la costa y su actividad constructora asociada, las dunas son algo esencial en las playas porque constituyen el lugar donde el viento deposita las arenas y permite regenerar la playa. Además, son hábitats para ecosistemas costeros de gran valor ecológico. Y por ello legalmente son de todos, aunque han sido poco respetadas en las últimas décadas en nuestro país.

Funciones de la playa. Fuente: directrices sobre actuaciones en playas. Ministerio de Medio Ambiente (actualmente MITECO)

Los primeros usos de las playas

Las playas fueron los primeros lugares por los que históricamente se accedía al mar desde la costa, los primeros puertos naturales. Por eso, a falta de muelles, las que gozaban de cierto abrigo natural frente al oleaje, generalmente en una bahía, eran idóneas para poder varar pequeñas embarcaciones. Con ellas se accedía a los barcos más grandes, que quedaban fondeados en medio de la bahía donde las aguas son más profundas.  

Desde la antigüedad el mar ha ayudado mucho a hacer de las zonas costeras lugares abiertos al mundo, facilitando la mezcla de pueblos y culturas. Así ocurría en Barcelona en tiempos del gran comercio mediterráneo. Desde el siglo XIII y hasta bien entrado el siglo XV, cuando comenzó a construirse el dique que delimitó la primera dársena, las embarcaciones amarraban en la playa.

Era la época de los Consulados del mar, unas organizaciones mercantiles propias del Reino de Aragón que regían el comercio en las ciudades que gozaban del privilegio de tenerlo. Precisamente en esa época, la playa de Barcelona era uno de los lugares más importantes de la ciudad, pues por allí llegaba su principal fuente de riqueza y el comercio con otras ciudades.

La playa de Barcelona es uno solo de los ejemplos de tantas playas de ciudades costeras mediterráneas que en el pasado nacieron y crecieron precisamente alrededor de ellas. En la actualidad, cualquier ciudad costera que se precie tiene su propia playa, que es lugar de reunión y que le proporciona valor, aunque sea turístico.

Vista del puerto de Barcelona con la montaña de Montjuic al fondo (1850), grabado de Alfred Guesdon. En el centro se ve el Pla de Palau, con la Lonja en la parte superior de la plaza, el Palacio del Virrey a la derecha, la Aduana en la parte inferior y el Portal del Mar a la izquierda, dando acceso al puerto y el barrio de La Barceloneta. Fuente: Wikipedia

 Las playas como depósito de todo aquello que es arrastrado por el mar

Las playas se forman porque que son lugares donde se depositan los materiales que llegan arrastrados por las corrientes y son arrojados por las olas cuando rompen en la costa.

Dicho de otro modo, la fuerza del mar erosiona zonas abruptas, como acantilados, bajos o arrecifes. Las corrientes marinas transportan las partículas arrancadas, bien en suspensión o por arrastre por el fondo. Y cuando la orografía de la costa reduce su velocidad permitiendo el depósito de materiales, se forman zonas arenosas, generalmente en forma de playas de pendiente suave.

Pero las corrientes no solo arrastran partículas arenosas, y por eso, en una playa se deposita de todo, basura, restos de naufragios, y animales varados.

Un ejemplo de aquello que aparece en las playas son las algas y las hojas muertas de las praderas marinas como Posidonia oceánica. Estas se mezclan con la arena, formando una amalgama más resistente frente a los temporales que la arena suelta, ayudando a la consolidación del arenal.

Pero también a las playas suelen llegar tanto animales marinos pequeños, como los que forman el plancton, o animales grandes que estén enfermos o que tengan su capacidad de movimiento reducida.

Varamientos

La palabra varamiento se refiere en general a los encallamientos de cetáceos en la arena de la playa o en la orilla del mar, que puede producirse tanto para individuos sanos como heridos o muertos. Esta situación es a menudo fatal para los cetáceos cuando llegan vivos, porque muchas veces se deshidratan al estar expuestos al aire o al sol, y porque se puede producir el colapso de sus cuerpos por peso propio al estar diseñados para flotar en el agua en vez de apoyados en la superficie del arenal.  

Varamiento de un delfín. Fuente: Gaceta Náutica. Autor: Juan Poyatos

También se aplica la palabra varamiento para cuando tiburones atrapados por las redes de pesca, son liberados vivos o muertos y encallan en las playas. En España a veces se han visto cañabotas varadas en playas mediterráneas. Son tiburones de profundidad de grandes dimensiones (hasta 5-6 m de longitud) que caen accidentalmente en aparejos de pesca de arrastre y luego son liberados moribundos o ya muertos.

También se pueden avistar en la orilla tintoreras, uno de los tiburones más típicos (que no frecuente) de nuestras costas. Suelen estar desorientadas, agotadas o enfermas, y muchas de ellas acaban varando en la arena.

Necropsia de una tintorera. Fuente: Cram

En el Cantábrico, en determinadas épocas del año es posible encontrar incluso focas varadas en algunas playas. Son visitantes inusuales, en ocasiones cachorros que se han separado accidentalmente de sus madres, y que llegan arrastrados por las corrientes y temporales. Heridos, desorientados y exhaustos. 

Cría de foca gris varada en Avilés. Fuente: La Voz de Asturias. Autor: Fran, vicepresidente de la asociación de vecinos Laviana Gozon

Lo que sí es muy frecuente, y muy molesto, por sus “picaduras”, es el arrastre y encallamiento de medusas. Como son animales planctónicos, sin posibilidad de gran movimiento propio, llegan movidas por las corrientes y el oleaje. 

Un ejemplo de este tipo de arrastres planctónicos del que tuve noticia hace unos meses fue el encallamiento de camarones en una playa de Almería. Se trataba de “eufasiácidos”, parientes del krill planctónico que habían sido arrastrados por las corrientes y depositados por el oleaje durante un temporal. 

Hace unas semanas apareció varada una mantarraya de 3 metros en la playa de Calafell, Tarragona. En este caso esta situación le provocó un gran estrés al animal, lo que hizo que diera a luz una cría de 1 metro de envergadura, que se fue nadando nada más nacer, en cuanto alguien la puso en el agua. Posteriormente también se llevó a la madre al agua y se consiguió que volviera a su medio y se fuera nadando, tras comprobar que su estado era bueno. 

Cómo actuar en caso de varamiento

Cuando seamos los primeros en ver un animal varado, lo más importante es conocer los protocolos a seguir para su asistencia y evaluación, para evitar hacer más daño al animal que el que le ha provocado el varamiento. No debemos olvidar que la causa de esa situación suele ser debida a que el animal está herido o enfermo, porque no es habitual que un animal sano quede atrapado en la arena.

En primer lugar, es preciso dar aviso para que se pueda activar la Red de Varamientos local, que suele estar compuesta por equipos especializados que se encargan de evaluar y asistir a los animales marinos en esta situación. Lo mejor es, o llamar al 112 y que ellos avisen a la Red de Varamientos, o, si disponemos del número, llamarles directamente.

Debemos tratar de evitar heroicidades y no aplicar medidas por iniciativa propia que puedan empeorar la situación, como, por ejemplo, devolver el animal al mar sin evaluar su estado. Podemos hacerle más daño y conseguir que muera igualmente. No debemos olvidar que con la actuación de personal con conocimientos sobre varamientos, las posibilidades de ayudar realmente al animal son mayores que si actuamos sin conocimiento.

Si el animal varado está muerto, los expertos pueden evaluar la situación y tomar medidas para la correcta eliminación del cadáver, evitando que se descomponga en la orilla. Además, se puede plantear la posibilidad de hacerle una necropsia para conocer la causa de la muerte.

Si el animal está vivo, los expertos deben evaluar el estado del animal para así poder tomar decisiones sobre una posible atención de urgencia o incluso, si el tamaño del animal lo permite, un traslado a un lugar donde le puedan recuperar.

Poster con instrucciones sobre varamientos. Fuente: almeriaisdifferent.com

Lo que es esencial en estos casos es que se deben seguir siempre unas normas básicas de seguridad y asepsia, para evitar riesgos para los rescatadores y posibles contaminaciones. También se debe limitar el acceso de los curiosos al lugar. No sería la primera vez que algún valiente se haya llevado un golpe o un mordisco del animal que trata de devolver al mar. Además, muchos de los animales varados están enfermos y podrían trasladarnos bacterias y virus que pueden provocarnos molestias o enfermedades.

¿Por qué varan los cetáceos?

Los humanos tenemos una cierta empatía por los cetáceos, quizá porque son animales que frecuentemente interactúan con nosotros. Por ello, ver uno varado en la playa nos suele producir tristeza y habitualmente nos preguntamos la razón por la cual un animal inteligente acaba varando y muere en la playa.

La topografía costera y las mareas pueden ser las causantes de algunos varamientos, que se repiten sistemáticamente en algunas zonas. Algunas regiones, como el Farewell Spit en Nueva Zelanda, las costas del mar del Norte y Cape Cod en Estados Unidos, carecen de la profundidad suficiente para que las ballenas se orienten en óptimas condiciones. Su capacidad de ecolocalización está diseñada para aguas profundas, por lo que pueden quedar atrapadas en aguas someras durante los ciclos de marea. 

También puede ocurrir que el animal haya quedado atrapado en la arena por una bajada de marea rápida que le haya pillado desprevenido, pero no suele ser lo habitual. Lo normal es que esté enfermo, herido, senil o sea incapaz de alimentarse, como por ejemplo por tener el estómago lleno de plásticos o porque algún aparejo de pesca abandonado y enredado en su cuerpo no le permite comer normalmente. En ocasiones, problemas como un parto difícil o desnutrición también pueden llevar al varamiento. 

Los ataques de depredadores (grandes tiburones u orcas), o el pánico al escapar de ellos también pueden ser factores que provoquen el varamiento.

Un ejemplo similar es el varamiento de zifios (cetáceos odontocetos o ballenas picudas) por causa del ruido marino provocado por los sónares de barcos realizando maniobras militares, lo que les provoca pánico y reacciones descontroladas de huida. A veces mueren por embolismos al ascender demasiado rápido desde grandes profundidades cuando les perturba un ruido atronador.

A veces se producen varamientos masivos de grupos enteros de animales, como calderones o falsas orcas. Ello es debido a que, como son especies muy sociables, cuando el líder de la familia o manada tiene una enfermedad, o se desorienta y encalla en la playa, y el resto de los individuos del grupo le siguen irremediablemente.

El manejo de este tipo de situaciones de varamiento masivo requiere, por parte de los equipos de salvamento, una gran coordinación, conocimiento y cooperación interdisciplinar. Aun así, las garantías de éxito no son muy grandes.

Varamiento masivos de cetáceos en Australia. Fuente: nauticalnewstoday.com

Conocer la formación de las playas, su valor histórico, o como escenario de importantes eventos de nuestra civilización, además del valor turístico, nos ayudará a valorar un bien que es de todos.

Además, ser lugar de varamientos de animales marinos puede exacerbar vuestra curiosidad por las criaturas que viven en el mar, tal y como les ocurría a los primeros naturalistas, que no tenían la suerte de poder sumergirse con ellos, como lo hacemos ahora los buzos.

Referencias:

https://www.ign.es/recursos-educativos/relieve-costa/index.html#:~:text=Espa%C3%B1a%20posee%20aproximadamente%208.000%20kil%C3%B3metros,en%20accidentes%20costeros%20de%20Europa.

Ley de Costas: https://www.boe.es/buscar/pdf/1988/BOE-A-1988-18762-consolidado.pdf

https://www.senado.es/web/expedientdocblobservlet?legis=14&id=180816#:~:text=RESPUESTA%3A-,La%20Constituci%C3%B3n%2C%20en%20su%20art%C3%ADculo%20132.2%2C%20establece%20que%20son%20bienes,y%20de%20la%20plataforma%20continental.

https://www.barcelona.cat/es/que-hacer-en-bcn/banos-y-playas/historia-de-las-playas 

https://prosertek.com/es/blog/puertos-maritimos-cambiado/ 

https://repositorio.comillas.edu/rest/bitstreams/146540/retrieve#:~:text=Los%20puertos%20surgen%20como%20punto,la%20invenci%C3%B3n%20de%20la%20rueda. 

Un poco de historia sobre los orígenes del Port de Barcelona. – barcelona i la mar

https://es.wikipedia.org/wiki/Varamientos_(cet%C3%A1ceos)

https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/biodiversidad-marina/bm_hayem_em_mm_protocolo_nacional_cetaceos_tcm30-549104.pdf

https://ballenas.org.ar/conservacion/por-que-varan-los-cetaceos/

https://www.cimformacion.com/blog/veterinaria/que-hacer-ante-el-varamiento-de-un-cetaceo/

https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/biodiversidad-marina/bm_hayem_em_mm_protocolo_nacional_cetaceos_tcm30-549104.pdf

 

 

RAYAS QUE PARECEN TIBURONES

  Texto: Mónica Alonso Ruiz

¿Sabías que existen rayas que se parecen a los tiburones por su forma alargada?

Las rayas rhino o de nariz puntiaguda son las incluidas dentro del orden Rhinopristiformes (“Rhinos” significa nariz y “pristis” significa pez sierra en griego) comprenden 68 especies distribuidas en cinco familias. En ellas se incluyen los peces sierra (Pristidae), los peces cuña (Rhinidae), los peces guitarra gigantes (Glaucostegidae), los peces guitarra (Rhinobatidae) y las rayas banyo (Trygonorrhinidae).  

La literatura científica es escasa porque aún son animales muy desconocidos para los científicos. De hecho, su clasificación taxonómica se acaba de actualizar debido a que las especies se parecen mucho, lo que provoca problemas de identificación. Además, el término coloquial rayas rhino se refiere en muchos casos solo a dos de sus familias, los peces cuña y tiburones guitarra gigantes, que son los más parecidos entre sí.  

Los peces sierra tienen una especie de espada dentada en el frente de su hocico, que utilizan para golpear y desgarrar a sus presas. Las rayas banyo y los peces guitarra (gigantes o no) tienen formas corporales que recuerdan a esos instrumentos musicales. Los peces cuña tienen la parte delantera de su cuerpo muy plana (aunque sea más o menos puntiaguda) y su espesor va creciendo hacia su parte central, de forma parecida a las cuñas que se utilizan para sujetar las puertas, pero con grandes aletas dorsales y cola. 

 

El pez sierra. Fuente: Universidad de Costa Rica. Autor: Rafael Espinoza 

 

El pez sierra. Fuente: Selección del poster “Rayas rhino en los tratados internacionales”. Autor: Marc Dando 

Raya banyo (Trygonorrhina fasciata). Fuente: Wikipedia (Reef life Survey). Autor: Rick Stuart-Smith 


Raya banyo. Fuente: https://marinewise.com.au/shark-and-ray-species/southern-fiddler-ray/ 

Pez guitarra (Rhinobatos rhinobatos). Fuente: Wikipedia. Autor: Johan Fredrikson 

Pez guitarra. Fuente: Selección del poster “Rayas rhino en los tratados internacionales”. Autor: Marc Dando 

 

Pez guitarra gigante (Glaucostegus typus). Fuente: Wikipedia. Autor: Anne Hogget 

Pez guitarra gigante. Fuente: Selección del poster “Rayas rhino en los tratados internacionales”. Autor: Marc Dando   


Los peces cuña tienen dos morfologías típicas 

Fuente: Wedgefishes and giant guitarfishes. A guide to species identification. 2019. Rima Jabado et Al.  

Autor: Arriba: Elke Bojanowski. Red Sea Sharks. Abajo: Andy Murch 

 

La raya “bowmouth”. Fuente: Selección del poster “Rayas rhino en los tratados internacionales”. Autor: Marc Dando 

Son peces que se pueden encontrar en aguas tropicales o templadas en todo el mundo, aunque muchas especies pueden encontrarse tan solo en muy determinadas zonas. Por ejemplo, la raya falso tiburón (Rhynchorhina mauritaniensis), descubierta en 2016, solo se la ha encontrado en la costa de Mauritania.  


La raya falso tiburón fue descrita científicamente en 2016. Fuente: Rhynchorhina mauritaniensis, a new genus and species of wedgefish from the eastern central Atlantic (Elasmobranchii: Batoidea: Rhinidae) Autor: Bernard Seret 

Tener el cuerpo alargado y aplanado les permite vivir en el fondo marino. Por ello suelen encontrarse en zonas arenosas cercanas a la costa, donde encuentran su alimento, e incluso en estuarios, pudiendo recorrer grandes distancias río arriba. Algunas especies incluso pueden vivir en ríos y lagos. 

Las rayas rhino pueden medir desde 60/70 cm hasta 7 metros, como el pez sierra verde (Pristis zijsron). Son carnívoros y su alimentación es muy variada, pero consta fundamentalmente de pequeños crustáceos y peces, así como de organismos que viven en la arena o en el fango 

Son peces costeros que suelen vivir en zonas en las que la presión pesquera es muy grande (en zonas de plataforma continental). Por eso se las captura accidental o intencionadamente utilizando diferentes artes de pesca, como redes, arrastre, palangre, etc.  Su carne se consume en algunas zonas y es muy llamativo saber que sus aletas son muy valoradas en el mercado asiático, debido a su alto contenido en “ceratotrichia”, un material esponjoso amarillo (fibras de cartílago) muy valorado para hacer sopa. Tan alta es su calidad y textura, que estas aletas tienen una denominación propia,Qun chi” (que significa las reinas de las aletas en cantonés), y su precio puede alcanzar casi 1000€ el kilo en Hong Kong. Otro atractivo que también los hace muy valiosos es el relleno gelatinoso de sus hocicos, que se considera un manjar en determinadas cocinas asiáticas. 

Las especies crecen lentamente, maduran sexualmente muy tarde y son poco fecundas, y por eso resultan ser muy susceptibles a la sobreexplotación comercial. El resultado es que, salvo las rayas banyo, las otras cuatro familias están consideradas como las especies de rayas y tiburones más amenazadas de extinción, estando catalogadas casi todas sus especies como Críticamente Amenazadas. Es llamativo que no existan apenas programas de gestión de sus poblaciones en todo el mundo, a pesar de su desesperada situación de conservación. 

Las rayas rhino (Peces cuña y peces guitarra gigantes) son el grupo de peces más amenazado. Fuente: IUCN Shark Specialist Group 


 Rayas Rhino en los tratados internacionales. Fuente: CMS Rhino Rays - Listed on international treaties (Poster 2022) 

También llama la atención que tener una forma rara o llamativa haga que se sobrepesquen más, ya sea por pesca accidental o porque sean trofeos muy valorados. Por ejemplo, el pez sierra peine (Pristis pectinata) se captura accidentalmente porque su sierra se enreda en las redes de pesca. Un caso extremo, y muy habitual, es cuando se enreda en las redes de arrastre que se usan para capturar gambas.  

Además, también son objetivo de los pescadores, porque su “rostro”, el morro que tienen en forma de sierra se vende muy bien como trofeo o para uso decorativo. ¿Quién no ha visto alguna vez el rostro dentado de un pez sierra expuesto en tiendas o restaurantes de todo el mundo? De hecho, se han producido extinciones en zonas locales adonde antes era frecuente encontrar peces sierra, y por ello en muchos sitios se les llama “Ghosts from the coast (los fantasmas de la costa). 

Otro ejemplo de pesca objetivo. La raya bowmouth (Rhina ancylostomus) es un pez enorme, que puede llegar a medir 3 metros. Posiblemente la conozcáis porque es habitual verla en fotos de buceadores tomadas en Maldivas. Tiene unas crestas espinosas sobre su cabeza y dorso. Se ha sabido que estas espinas se venden en internet a compradores que creen que estas tienen propiedades mágicas y para utilizarlas como amuletos.  

La raya bowmouth (Rhina ancylostomus) es un pez que de vez en cuando pueden apreciar los buceadores de Maldivas. Fuente: StopFinning EU Spain. Autor: Eric de Vicente 

Anillos con espinas de raya bowmouth en una tienda cerca de la costa de Krabi, Tailandia. Según una investigación reciente, desde hace más de una década el comercio on line de anillos y otros artículos de joyería se ha desarrollado.  

Fuente: National Geographic, “The shark ray is vanishing from our oceans—and being made into jewelry Kimberly Riskas 


  Crestas espinosas secas de raya bowmouth a la venta en una tienda de recuerdos de Kawthaung, Myanmar, uno de los siete puestos comerciales oficiales de la frontera tailandesa. Las protuberancias óseas de estos peces cada vez más raros se utilizan para fabricar joyas, especialmente populares en Tailandia. (“La joyería acelera la extinción del tiburón raya | National Geographic”) Fuente: National Geographic, “The shark ray is vanishing from our oceans—and being made into jewelry” Kimberly Riskas 


Afortunadamente existen algunas medidas que se pueden tomar para proteger a estos animales en las zonas donde conviven con pescadores 

Los expertos dicen que la forma de reducir la captura accidental es cambiar los aparejos de pesca. Por ejemplo, en el caso de las redes de enmalle es suficiente con que la red no llegue hasta el fondo, dejando que estos animales puedan moverse sin quedar enganchados. En otros casos se está probando el uso de luces que iluminan las redes, lo que reduce la captura accidental de especies no objetivo. También se están probando dispositivos que generan impulsos eléctricos subacuáticos para espantar a estas rayas. 

Otra estrategia, complicada de llevar a cabo, es educar a los pescadores para que sepan manejar y soltar a estos animales cuando caen accidentalmente en sus aparejos de pesca, para garantizar su supervivencia. Esta también es una forma de colaboración entre el sector pesquero y el científico, porque comunicar estas capturas (y su suelta) permite ayudar a los científicos al conocimiento de la distribución y abundancia de las diferentes especies. 

Para evitar la pesca objetivo, lo mejor es educar a los posibles compradores, llamando la atención sobre los perjuicios de fomentar la captura de peces amenazados simplemente por conseguir un objeto decorativo. 

Referencias: 

Rayas rhino:  

Pez sierra: 

Peces cuña y guitarra gigantes: 

Rayas banyo 

Conservación:  

Internet trade of a previously unknown wildlife product from a critically endangered marine fish. (“Internet trade of a previously unknown wildlife product from a ...”) Jennifer M. Pytka et Al, 2023: https://conbio.onlinelibrary.wiley.com/doi/full/10.1111/csp2.12896