domingo, 8 de septiembre de 2024

Oslob: buceo irresponsable con tiburones ballena

Texto: Mónica Alonso Ruiz 

En artículos anteriores hemos hablado de que el buceo o el nado con tiburones ballena puede ser una alternativa a su captura y sobrepesca, porque permite proporcionar un trabajo a los que anteriormente les cazaban. Pero ¿qué ocurre si una actividad inicialmente planteada como solución de conservación de la especie se convierte en un circo donde lo que menos importa es el bienestar de los animales a los que se pretende salvar?

Es entonces cuando se plantean algunas cuestiones éticas. ¿Es buena la interacción de los humanos con los animales? ¿la actividad es sostenible? ¿qué impacto tiene darles de comer? ¿superan los beneficios a los aspectos negativos?

Invasión de turistas para observar al tiburón ballena.

Desde 2011 en las Filipinas, en el sur de la isla de Cebú, en la ciudad de Oslob, en la localidad de Tan-awan, el turismo de tiburones ballena es un gran negocio en auge. Pagando 42 dólares (21 para los filipinos) los visitantes que quieran observar, nadar y sacarse fotos junto a los peces más grandes del mundo son bienvenidos. Con más de 500.000 visitas en 2018, y unos ingresos estimados de 10 millones de dólares, actualmente es la actividad de este tipo más grande del mundo.


Mapa de Filipinas (a), la isla de Cebú (b), Oslob y la localidad de Tan-awan (c), y la zona de actividad. Fuente: In-water observations highlight the effects of provisioning on whale shark behaviour at the world's largest whale shark tourism destination. 2020. Christine Legaspi et Al.

En Filipinas existen otros lugares en los que se puede nadar con tiburón ballena en la época del año en las que éste pasa por la zona. Allí, como en el resto del mundo, se aplican normas que tratan de hacer que la interacción sea lo más respetuosa posible.

Sin embargo, en Oslob los tiburones ballena no acuden de forma natural porque, para atraerlos se les da de comer, lanzando importantes cantidades de gambas descongeladas desde las embarcaciones. Los locales llaman a esta mezcla alimenticia “uyap”, y pueden provenir de poblaciones de hasta cientos de kilómetros de distancia.

Fuente: viajarporfilipinas.com

Muchos animales llegan nada más empezar a lanzarlas porque han aprendido que allí se obtiene comida fácil. Con esta práctica se garantiza que los tiburones aparezcan siempre y se acerquen mucho. La zona donde se realiza la actividad tiene profundidad reducida y cualquiera puede meterse en el agua usando gafas y tubo de buceo, y también con chalecos salvavidas.

Lo llaman observación, pero en realidad es un verdadero “circo”: algunos ejemplares nadan muy despacio, asomando levemente su boca, y otros se quedan en posición vertical, engullendo las gambas que les echan.

Todos los turistas, más de mil cada día, quieren su foto con el tiburón ballena. Es muy frecuente ver a muchos de ellos en el agua de espaldas a los tiburones, colgando de los estabilizadores laterales de la embarcación. Mientras tanto, el alguien les saca fotos con sus teléfonos móviles, con los tiburones como telón de fondo.


Fuente: Sugbo.ph

Fuente: viajarporfilipinas.com

Aunque a los turistas se les dice que no se les puede tocar, subirse a ellos, que deben mantenerse a dos metros de distancia como mínimo, y no usar el flash, se han hecho estudios que indican que más del 95 por ciento de los que nadan con los tiburones se acercan demasiado o los tocan, a menudo sin querer, a causa del barullo de bañistas y tiburones en el agua.

Fuente: Sugbo.ph

Ya no es legal capturar tiburones ballena en Filipinas

Afortunadamente ya no se permite la captura de esta especie, fundamentalmente porque los tiburones ballena están incluidos en la categoría de amenazados de extinción a nivel mundial y sus poblaciones en la región de las Filipinas han descendido mucho. Antes de 1998, que fue cuando obtuvieron protección legal en Filipinas, cada año se capturaban y masacraban cientos de tiburones ballena por su carne y sus aletas.

A pesar de ello todavía se practica la caza furtiva en la zona, como en muchas partes del mundo, porque la demanda y los mercados de tiburón ballena siguen existiendo. Se puede llegar a pagar miles de euros por un solo ejemplar, porque sus aletas se cotizan mucho, se consume su carne y su aceite se usa en la industria alimentaria y farmacéutica. Su piel se utiliza en marroquinería.

Ahora eso parece que se acabó, y con el inicio de las prácticas de avistamiento se pensó que la conservación de la especie posiblemente mejoraría mucho. Sin embargo, aunque no se capturen tiburones ballena, se les explota como “animales de feria”, en una actividad que dista mucho de ser respetuosa con ellos, y se les provocan impactos mucho más graves de lo que pensamos.

Efectos perniciosos de la actividad

En todo el mundo la observación de tiburones es cada vez más importante, aunque lo habitual en el caso de otras especies, y en otros países, es emplear cebo (y en algunos casos sangre de pescado) para atraerlos. Habitualmente el cebo es una porción muy pequeña de alimento, para que los animales no dejen de buscar alimento de forma natural. En el caso de la observación del tiburón ballena, en ningún lugar del mundo se les alimenta para atraerlos, ya que esta especie no come peces grandes ni mamíferos marinos, y no se siente atraída por la sangre de pescado.

En general se pretende que esto sea un turismo ecológico, pero a veces, como en este caso, parece que se modifica mucho la conducta de los tiburones, dándoles comida fácil para que no se vayan. 

Para que un turismo sea ecológico, respetuoso y sostenible debe introducir a los humanos en el medio de los animales a observar, acudiendo a las zonas donde viven, pasan o se alimentan, con mucho cuidado de no perturbar su actividad. Se trata de afectar poco a los ecosistemas y a los animales observados y tiene una clara vocación de concienciar a la población como punto de partida para realizar medidas de conservación.

Los científicos están preocupados porque alimentar a animales salvajes durante largos periodos de tiempo y crear situaciones de mucho contacto con los humanos puede provocarles no solo daños psicológicos, sino modificaciones conductuales.

Aunque apenas se ha comenzado a investigar los efectos de esta actividad, ya se van obteniendo resultados. Y se van confirmando las intuiciones previas de que estos no podían ser muy buenos. De hecho, se ha comprobado que estos ejemplares modifican su conducta, se vuelven confiados y no evitan la presencia del hombre, lo que les vuelve totalmente vulnerables. Además, algunos estudios alertan de que existe una sobrepoblación de tiburones en la zona, pues en circunstancias naturales no habría tantos y aconsejan una regulación urgente de estas actividades.

Tampoco se cree que esto sea bueno para la especie o al menos para la población de tiburones ballena de Filipinas. De los 650 ejemplares ballena identificados en Filipinas, aproximadamente un 25% han sido detectados en Oslob. La conclusión es que la población la que allí está expuesta a estas potenciales amenazas para su supervivencia es una proporción muy significativa de la población que pasa por Filipinas.

Además, las gambas que les dan de comer no son un alimento variado, como el plancton y los organismos pequeños que consumen naturalmente, porque son tan solo unas pocas especies. Además, los tiburones ballena asocian los barcos con comida fácil, y eso les pone en peligro. Muchos ejemplares tienen cortes en su cuerpo provocados por las hélices de las embarcaciones. Además, acercarse tanto a los barcos supone ponerse en el punto de mira para pescadores de tiburones en zonas del mundo donde no están protegidos, o donde se practica la caza furtiva.

Los tiburones ballena sufren enfermedades cutáneas graves e infecciones de los cortes que se les producen por causa de bacterias presentes naturalmente en el cuerpo humano y de otros productos que usamos para nuestra piel, como cremas solares, a las que se exponen todos los días.

Fuente: viajarporfilipinas.com

Fuente: viajarporfilipinas.com

El uso intensivo de una zona de aguas someras para una actividad diaria multitudinaria provoca que la calidad de las aguas deje mucho que desear, y afecte, no solo a la salud de los animales, sino a la de los humanos.

La mayoría de los ejemplares, generalmente machos jóvenes, están de paso en Oslob durante un tiempo, y posteriormente migran a otros lugares. Pero algunos parece que ya no lo hacen y se convierten en residentes permanentes, lo que permite que la actividad pueda realizarse durante todo el año.

Hacer que ejemplares de una especie migratoria se queden permanentemente en una zona por causas no naturales podría tener efectos en sus patrones de interacción social, en su reproducción (por problemas de endogamia, al no relacionarse con individuos diferentes), en definitiva, en su ciclo vital.

¿Quién se beneficia?

Existen indudables beneficios de esta actividad, porque es verdad que estos tiburones no mueren para que sus aletas y su carne se consuma. Es una forma de salvarles la vida.

Además, es posible que se reduzca la presión pesquera en la zona, pues muchos pescadores ya no se dedican a esa actividad, y trabajan en alimentar a los tiburones y transportar a los turistas. La economía de la zona ha mejorado mucho alrededor de este negocio, y la prosperidad, en forma de hoteles, alojamientos y restaurantes, se puede apreciar a simple vista.

Muchos de ellos no pescan porque se dedican a proporcionar la enorme cantidad de gambas necesarias. Sin embargo, capturar gambas o importarlas de otros lugares no muy sostenible para preservar los recursos del mar.

Reflexiones

Filipinas es un país firmante del Convenio sobre Especies Migratorias (CMS) y se alinea con los documentos de la convención, uno de los cuales indica que alimentar al tiburón ballena es una práctica no sostenible para un animal salvaje y las actividades turísticas con este animal deben ser reguladas.

Afortunadamente, parece que la cordura se va imponiendo y los pescadores locales temen que el gobierno filipino tome cartas en el asunto y prohíba la actividad. Además, cada vez es más fácil encontrar artículos de viajes que no recomiendan esta actividad. 

Me ha llamado la atención este texto en uno de ellos:

Imagínate el fotón y la posterior lluvia de “likes” en tus redes sociales: tú junto al pez más grande del mundo. ¡Qué increíble, ¿no?!

Imagínate, además, que a consecuencia de ello estuvieras poniendo en grave peligro la vida de este animal que ya se encuentra en peligro de extinción.

Cortes, golpes, infecciones, desnutrición, modificación de su ciclo migratorio y reproductivo.

¿Tu foto vale tanto como todo eso? ¿Quieres ser parte del problema?

No podemos estar más de acuerdo. No se pueden fomentar actividades irresponsables con los animales del océano. Si vas a Filipinas y pasas por Oslob, no realices esta actividad.

Fuente: viajarporfilipinas.com

Otros lugares más sostenibles para nadar con tiburones ballena. Fuente: viajarporfilipinas.com

Referencias:

https://www.nationalgeographic.es/animales/2018/08/el-caotico-mundo-del-turismo-para-ver-tiburones-ballena

https://www.viajarporfilipinas.com/tiburon-ballena-oslob-filipinas/

https://www.mochilaalparaiso.com/no-hacer-filipinas-tiburones-oslob/

https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsos.200392

https://www.cms.int/sites/default/files/document/cms_cop12_ca.12.7_whale%20shark_e.pdf

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5627090/

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4671167/

https://peerj.com/preprints/69/

https://www.nature.com/articles/s41598-020-73416-2

https://sugbo.ph/2022/whale-shark-oslob-cebu-guide/

 

 

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