martes, 30 de agosto de 2016

CRIATURAS DE ANILAO (I) (FILIPINAS)

Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista Acusub en su número 161
www.acusub.net



Volver a bucear en Filipinas es, de nuevo, un placer. He disfrutado mucho en la búsqueda de nuevas o ya conocidas "critters" o bichitos extraños, que con ayuda de mis conocimientos de biología marina, y mi nueva super linterna me ha sido más sencillo poder localizarlos, unas veces practicando el "muck diving", y otras simplemente rebuscando en el arrecife de coral. Os voy a mostrar a continuación algunas de las criaturas más llamativas y extravagantes, para que las disfrutéis como yo lo he hecho con ellas.
Luis Abad y Mónica Alonso
Foto: Mónica Sagrera

La sepia flamboyante o extravagante (Metasepia pfefferi)

Un animalito curioso, del que, vista su extraña apariencia, nadie diría que es una sepia. No es especialmente grande, alcanzando un máximo de 8 cm, pero en cuanto la ves te llama la atención, por sus protuberancias en su manto y sus colores llamativos, rojizos e iridiscentes y cambiantes continuamente. 
Foto: Luis Abad
Los cambios de color de su piel los consigue gracias a tres tipos de estructuras de su piel, denominadas cromatóforos, leucóforos y iridóforos, que le permiten reflejar una gran variedad de colores y cambiar las texturas de su piel. Su conducta cambiando los colores es una señal de su toxicidad: estos patrones de coloración de aviso, son muy frecuentes en el arrecife de coral, donde muchos de los organismos que viven en él o son venenosos, o juegan a parecerlo.

La coloración habitual es marrón oscura, y con un tono rosáceo brillante en la parte delantera de sus tentáculos, en forma de pala y muy diferentes a los de las sepias que vemos habitualmente. Cuando se la perturba, y los buceadores parece que lo hacemos, y mucho, cambia su coloración muy rápidamente, hacie el negro, marrón oscuro, blanco, con manchas amarillas en el borde el manto, brazos y ojos.

Es un animal muy tóxico, tanto como el pulpo de aros azules. Su carne es la que es tóxica y puede ser que su mordedura y tinta posean esta toxina. Se sabe aún muy poco sobre la misma.

No es una gran nadadora, por lo que es habitual encontrarla por el fondo, “caminando” con sus extraños tentáculos. Son fundamentalmente diurnos, y como el resto de cefalópodos (sepias, calamares, pulpos…) son animales muy inteligentes, siendo capaces de aprender y recordar conductas.

Bucear en Anilao tiene como aliciente encontrarnos con este animalito, frecuente en inmersiones poco profundas en fondos arenosos y de fango en el Indopacífico..



Foto: Luis Abad

Gusanos planos vs nudibranquios

Algunos animalitos pequeños y de colores llamativos parecen nudibranquios pero no lo son. Suelen ser gusanos planos o planarias. Pertenecen a la clase de los turbelarios, que es la única clase de los gusanos del filo Platelmintos que presentan vida libre, pues el resto son parásitos.
Foto: Luis Abad
Por su nombre (planarias) podemos deducir cuál es la característica que los distingue de los nudibranquios: son muy planos, tienen un espesor uniforme y muy pequeño.
Y además, no tienen rinóforos (los cuernecitos de los nudis), ni branquias (aunque no todos los nudis las tienen en forma de penacho) y respiran por difusión a través de su tegumento (su tejido externo).

La mayoría de los turbelarios miden entre 2 y 4 cm, aunque el tamaño varía entre 1 y 6 cm. En su zona ventral tienen cilios (una especie de pelillos) y los terrestres (también los hay) secretan moco para la adhesión al sustrato. Como los nudibranquios son hermafroditas simultáneos. A pesar de ser hermafroditas, no se autofecundan: la cópula es mutua y conduce a un intercambio de esperma que se almacena en una bolsa llamada copulatriz.



Foto: Luis Abad
Foto: Luis Abad
Son carnívoros o necrófagos, comen crustáceos pequeños, gusanos e insectos, y también materia muerta. Su sistema digestivo no tiene ano y poseen una faringe musculosa utilizada a la vez para la ingestión y la evacuación de los alimentos, y los desechos de su metabolismo los expulsan por su tegumento o tejido exterior.

La espectacular coloración de las planarias que pude observar en Anilao, posiblemente responda a que pretendan dar la sensación de ser tóxicos, aunque no me ha sido posible saber si lo son o no. En cualquier caso, son un grupo más de animales para “coleccionar” cuando uno se sumerge en las aguas someras del arrecife de coral y de las zonas arenosas y fangosas aledañas.

Arañas marinas


¿Sabes lo que es una araña marina? Pues son unos bichitos que realmente parecen arañas, con cuerpo pequeño y patas delgadas y relativamente grandes, pero no son cangrejos (crustáceos). Los crustáceos (langostas, camarones, cangrejos…) tienen siempre 5 pares de patas, mientras que las arañas marinas tienen, como las terrestres (aunque es solo la apariencia la que las relaciona con ellas), 4 pares de patas.

Foto: Luis Abad
Son artrópodos, filo en el que se incluyen los insectos, los arácnidos y los crustáceos, entre otros, y se incluyen dentro de una clase denominada picnogónidos. Como ya hemos dicho, tienen 8 patas y son de tamaño muy pequeño, hasta 2,5 cm. Las especies abisales (de las grandes profundidades marinas) tienen tamaños mucho mayores, pudiendo llegar a medir hasta 50 cm.

Son depredadores que usan su probóscide para picar a animales a lis que sorben sus jugos, como hacen las arañas. También son saprófagos, es decir, que se alimentan de residuos. Se alimentan de animales bentónicos (del fondo) como las anémonas de mar.

Pues ya sabes, a fijarse toca....y si ves una araña.....pues no es un arácnido ni un cangrejo, es un picnogónido o araña de mar, como el de la foto. (1 cm)


Caballito de mar hembra
Foto: Luis Abad

Para distinguir el sexo de los caballitos no hay más que fijarse en su vientre, y en la mayoría de los casos acertaremos.

Si tiene abultada la parte superior, es hembra, y si tiene la inferior es macho.
Son las hembras las que generan ovocitos en su vientre y los pasan al vientre de los machos, los cuales fecundan los huevos y los portan en una bolsa exterior de su vientre hasta que los huevos eclosionan y al salir los pequeños caballitos parece que el macho está dando a luz.







El maestro del camuflaje

Aquí tenemos a este pez singular Rhinopias frondosa, un escorpénido especialista en mimetismo. Toda una inmersión buscándolo en medio de un montón de basura proveniente de un poblado cercano y al final lo encontramos. No es fácil de encontrar, dado que aunque pude tener gran tamaño, hasta 23 cm, su coloración y los numerosos apéndices de su piel le permiten camuflarse muy bien.
Foto: Luis Abad


Fijaos en la mancha blanca bajo el ojo, que distrae la atención y en el primer vistazo el ojo queda oculto. 
Sin duda una maniobra de distracción que hace que un depredador no centre su atención en las zonas vitales.
Como todos los escorpénidos, es un cazador nocturno, que utiliza la técnica de emboscada: mimetismo más inmovilidad prologada, con gran velocidad de apertura de su boca para literalmente engullir a su presa.

No posee valor comercial, pero es muy requerido y se abonan importantes sumas de dinero para exhibirlo en acuarios. Los Rhinopias son conocidos por mudar su piel para librarse de las algas, parásitos y organismos incrustantes que se suelen situar en su piel.

No son grandes nadadores, como el resto de escorpénidos, y se mueven “caminando” sobre sus aletas pectorales y pélvicas, que han modificado para poder moverse de este modo.
Foto: Diveivanov.com
He podido encontrar una foto en la web en la que se le ve bostezando, una conducta curiosa que realizan los peces que cazan al acecho y que pasan mucho tiempo inmóviles.
Quizá hagan esto para desentumecer los músculos.

Como el resto de escorpénidos, los Rhinopias son altamente venenosos, especialmente las espinas de sus aletas dorsales, que pueden causar intenso dolor y fuertes reacciones alérgicas si la es pina atraviesa nuestra piel.

Un animalito singular como este bien vale una inmersión.

¿Conoces el pez mandarín?
Sin duda es uno de los pececillos más llamativos del arrecife de coral, con su colorido llamativo. Se le llama mandarín por la similitud de su librea (el colorido de su piel) con las túnicas de los oficiales imperiales chinos.
Foto: Luis Abad
Pertenecen a la familia de los Callionymidae o dragoncillos (aunque su apariencia a mí me parece muy distinta). Tienen pequeño tamaño (aprox 6 cm) y son terriblemente inquietos. Tiene ojos grandes para poder cazar en condiciones de poca luz.
Por el día se les ve en solitario y por la noche es cuando aparecen en parejas.

El apareamiento de estos pececillos es sin duda uno de los espectáculos que atrae más a buceadores y fotógrafos. El macho y la hembra se elevan juntos hasta 1 metro por encima del arrecife, el macho expulsa su esperma y la hembra suelta una nube de huevos.

Mientras tanto numerosos buceadores y fotógrafos utilizan el momento para activar sus flashes e inmortalizar la escena.Parece que, aunque no nos permiten usar luces que no sean rojas en los momentos previos al apareamiento, pues justo en el momento de la fertilización los flashes se activan sin parar y la pareja de peces se convierte en estrella de la noche.

Desconozco si los flashazos afectan a los protagonistas o no. Hay mucho que reflexionar sobre este tipo de comportamiento de nosotros los buceadores, que a veces convertimos la naturaleza en una especie de circo.

Mientras tanto, disfrutemos de las imágenes que Luis Abad pudo tomar de los mandarines en los instantes mágicos de su reproducción.
Foto: Luis Abad


Podría seguir hablando de muchas más criaturas marinas realmente llamativas y con sustanciosas características curiosas, pero quizá deba dejarlo para otros artículos. Mientras tanto, si sois amantes de la biología marina, los “bichitos” curiosos, la fotografía macro o el “muck diving” pues no podéis dejar de visitar las aguas de Anilao, en Filipinas.








domingo, 10 de julio de 2016

Mareas: El mar que va y viene

Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo fue publicado en la revista AcuSub, en su número 157 www.acusub.com

Mi primer contacto con el mar fue muy tarde, con siete años. Fuimos a Cantabria, a la Playa de Soto de la Marina. Recuerdo unas olas impresionantes, y unas preciosas charquitas de agua caldeada por el sol donde nos bañábamos los niños. Pero lo que más recuerdo fue que al cabo de unas horas de disfrutar de una mañana ventosa de mar, jugando en la arena,  tuvimos que irnos de la playa porque el mar subía y lo inundaba todo: la playa desparecía. Esta fue mi primera experiencia mágica con el fenómeno de las mareas. Nuestro país tiene muchos kilómetros de costa, muchos de ellos sin marea, y por ello el fenómeno de las mareas no es tan conocido para todos, especialmente los que somos y vivimos en el interior.

Playa del Soto de la Marina
Cantabria
Ya en el colegio, te explican bien el fenómeno, y acabas por entenderlo. Si no vives al borde del mar, pues es un fenómeno más, que ves cuando estás de vacaciones, pero si vives al borde del mar, en zonas donde hay mucha carrera de marea, como en el Cantábrico, pues te das cuenta de que toda la vida está condicionada por el fenómeno: para empezar, en determinadas zonas rocosas donde desaparecen las playas en marea alta, como no consideres cómo está la marea cuando planees tu visita a la playa, pues puedes llevarte un chasco importante: puede que no haya playa que disfrutar cuando llegues.

Miramos el nivel del mar: y sube y baja una y otra vez: es la mareaAl nivel máximo de oscilación, la marea alta, se le conoce también como pleamar, y al nivel mínimo, la marea baja, como bajamar. Y a la diferencia entre el nivel máximo y el mínimo se le denomina carrera de marea.

Parece un ciclo regular, pero, ¿baja y sube lo mismo cada día? A lo largo de un mes uno puede darse cuenta de que no es así: hay veces en que el nivel del mar baja mucho y otras no tanto. Por lo tanto, simplemente con mirar al mar nos damos cuenta de que no es un ciclo regular, hay algo más.

Marea astronómica

Probablemente a todos nos hayan explicado que el fenómeno de las mareas se produce por la influencia de la gravedad de la Luna, y eso es parcialmente verdad. Imagina la Tierra rodeada de una capa fina de agua y la Luna en su órbita alrededor de la Tierra. Se produce una modificación del espesor de la capa de agua, un abultamiento, alineado con el eje Tierra-Luna.

También hay un abultamiento en el lado opuesto de la Tierra alineado con la luna. La Tierra da una vuelta a sí misma cada 24 horas, por lo que cada 24 horas cada punto de la Tierra pasa por este abultamiento dos veces, una en el lado de la Luna, y otra en el lado opuesto. Y esto es lo que da lugar a dos mareas altas que se producen a lo largo del día.
Fuente: Universidad de Indiana
Pero eso no es todo. La Luna no es el único cuerpo que provoca ascensos y descensos del nivel del mar. Por ejemplo el Sol, que también provoca fuerza gravitatoria sobre la Luna. Pero el Sol está mucho más lejos de la Tierra que la Luna, pero también es mucho más grande, por lo que también influye. Esto se traduce en que la fuerza gravitacional sobre el agua del mar es del orden de la mitad que la de la Luna. Como la Tierra gira alrededor del Sol cada año y la Luna alrededor de la Tierra una vez al mes, la combinación de estos dos efectos, provocando ambos abultamientos en la capa de agua, es lo que nos da la variación anual de las mareas. A todo este fenómeno de ascenso y descenso del nivel del mar producido por los movimientos gravitacionales del sistema tierra-luna-sol se le denomina marea astronómica.


Mareas vivas y mareas muertas

Cuando el abombamiento producido por el Sol y el de la Luna se alinean, se provocan las mareas altas más grandes, es lo que se denomina marea viva (spring tide). Alrededor de 7 días después, el abombamiento causado por la fuerza gravitacional de la Luna y el del Sol forman 90º. Prácticamente se anulan ambos efectos, por lo que se obtiene la marea alta más baja, la marea muerta (neap tide).





En otros 7 días se vuelven a alinear, por lo que de nuevo se obtiene la marea viva, y en otros 7 días de nuevo la marea muerta. Y así sucesivamente.



Pero aún hay más, y explicado de una manera simplificada, sin entrar en detalles sobre ángulos entre los planos de las órbitas de la Tierra y de la Luna, hay dos momentos del año en los que el sol está más cerca de la Tierra, los equinoccios, y por ello el efecto anterior de mareas vivas y muertas experimenta dos máximos anuales. Son las denominadas mareas equinocciales que se producen en primavera y otoño.




El ciclo se complica

Ahora vamos a considerar que la Tierra no está totalmente cubierta de agua, existen los continentes. Por ello los abombamientos de la capa de agua no se alinean exactamente con la Luna y el Sol: se deforman y se ven afectados por la presencia de los continentes.

Otra cuestión interesante sobre las mareas es que no solo varían por la afección del Sol: el eje de la Tierra respecto al plano del Ecuador va cambiando su ángulo ligeramente, y el eje de la Luna también. Es lo que se llama declinación, y ello afecta también cíclicamente al ciclo teórico de las mareas, a lo largo de la semana, el mes, el año y en periodos más largos.

El fenómeno de las mareas es impresionante, y se produce en todo el mundo de manera diferente. En algunos lugares del mundo hay dos mareas al día, pero en otros solo hay un ciclo.

Las mareas meteorológicas


Cuando se producen cambios bruscos de presión atmosférica o grandes vientos de temporal, el nivel del mar también sufre un incremento en su nivel. Este fenómeno es de suma importancia en costas sin mareas astronómicas apreciables, como es el caso de nuestro Mare Nostrum. El ascenso, o descenso, del nivel del mar puede llegar a ser de 25 cm si el agente que lo genera es el viento, y hasta 20 cm si es consecuencia de variaciones barométricas o de presión.

Los efectos de las mareas astronómicas y los de las meteorológicas se suman, o restan, provocando variaciones locales y temporales a todo el ciclo.

Las grandes mareas en el mundo


La Bahía de Fundy, en Canada, es famosa por tener las carreras de marea más grandes del mundo, con medias de 17 metros en algunos puntos y un máximo registrado en 1869 de 21,6 metros. El fenómeno se explica porque el período del oleaje para ir de un extremo a otro de la bahía es de 12,4 horas, lo mismo que una marea, de modo que ambas causas entran en resonancia y amplían su efecto. Además, la bahía se estrecha gradualmente de modo que la masa de agua gana altura para compensar la disminución de anchura.

Hay una leyenda micmac, el pueblo indígena local, que dice que las mareas de su bahía están causadas por una ballena gigante que agita el agua. Con o sin leyendas, el fenómeno de las mareas en esta zona es impresionante, y se han construido instalaciones de energía maremotriz, que consiste en el aprovechamiento de la variación de altura del nivel del mar.

En Francia también hay lugares de grandes mareas, todos conocemos el Mont Sant Michelle, y en la zona de La Rance, la carrera de marea es de 8,2 m de media, y también se ha instalado una planta de energía maremotriz. Hay más lugares de grandes mareas en el mundo, fundamentalmente en zonas de bahías y estrechamientos, y en casi todos ellos se han instalado, o se prevén, plantas de generación eléctrica.



Los efectos de las mareas en los seres vivos

Lo que es realmente interesante es como algunas especies de animales han adaptado su ritmo o estilo de vida a las variaciones de la marea. Algunos animales modifican su época de reproducción y de alimentación a los ciclos de las mareas y hay animales que se han adaptado a aprovechar la desprotección de otros durante la marea baja. No digamos ya cómo les afecta a los animales que viven en la zona intermareal, como los bivalvos que viven enterrados.

Las mareas son una fuente de energía para los organismos que viven en la franja intermareal: el vaivén diario de las masas de agua aporta grandes cantidades de alimento, y un gran movimiento tanto de nutrientes como de sedimento, que son aprovechados por seres vivos. Por ello, estos seres tienen que vivir entre las duras condiciones de la marea baja y las ventajosas de la marea alta. Con la marea alta llegan los nutrientes, las algas microscópicas y el zooplancton, como recurso alimenticio. En la marea baja llegan los embates de las olas, las altas temperaturas, la desecación y la prolongada exposición a los rayos del sol.


El equilibrio entre las ventajas e inconvenientes de vivir en la zona intermareal no debe ser tan imposible, dado que es precisamente en la zona intermareal donde se acumulan grandes masas de seres vivos, a pesar de las dificultades de la vida allí.

miércoles, 1 de junio de 2016

Los mapas del fondo marino: descubriendo un nuevo mundo

Texto: Mónica Alonso Ruiz

Los científicos nos cuentan que tan solo el 15 % de la superficie de los océanos está cartografiada. Esto es muy poco, si tenemos en cuenta que la superficie terrestre aérea (emergida) está prácticamente cartografiada al 100 %. Considerando que la superficie de los océanos representa un 70.8 % de la superficie total del planeta, nos damos cuenta de que el océano, y especialmente el océano profundo, más inaccesible, está prácticamente inexplorado.

Barcos de investigación oceanográfica de la NOAA 
Fairweather y Rainier.
Foto: NOAA
Vamos a analizar en este artículo cómo se realizan las labores de cartografiado del océano, y cómo, según se va avanzando se descubren más y más nuevos elementos nuevos que conforman el relieve submarino, nuevas montañas inexploradas, nuevas simas desconocidas: posiblemente se trate de la operación exploratoria más ambiciosa de nuestros días. Y es que resulta que sabemos más de Marte que del fondo del mar: la desaparición del vuelo MH370 de Malaysian Airlines a principios de 2014 ha aumentado la conciencia global sobre el escaso conocimiento de las profundidades del océano.

Las primeras exploraciones cartográficas del océano, como la expedición Challenger (véase mi artículo La Expedición Challenger: Pioneros en el estudio de las profundidades marinas), utilizaban sondas de cuerda con un peso en el fondo. Con esa primitiva herramienta consiguieron localizar la fosa de las Marianas, con tan solo 360 sondeos de profundidad realizados. Hoy en día se tienen herramientas mucho mejores, se utilizan satélites y estaciones de medida desde boyas o desde barco, y se tiene una idea más completa del fondo marino de la que se tenía en el siglo XIX, pero los resultados no son proporcionalmente mejores a los medios de los que se dispone.

Las expediciones cartográficas son caras, dado que requieren de barcos y sumergibles especializados, y necesitan de una cuidada planificación, para lograr el máximo en términos de información, en el menor tiempo posible. Y para que ello ocurra, los científicos tienen que tener una idea previa de los elementos orográficos con los que se van a encontrar. Los mapas detallados del fondo marino son escasos, salvo para zonas someras y cercanas a la costa. La utilización de sumergibles operados por control remoto (ROV’s), o el uso de sumergibles operados por humanos sin una idea clara de lo que uno se puede encontrar ahí abajo puede llevar a pérdidas de equipo o de vidas humanas. Empezamos a entender ahora la ardua tarea a la que se enfrentan las expediciones cartográficas.

Los sistemas de sonar

Como acabamos de citar, en la actualidad ya no se utilizan las antiguas sondas de cuerda, pero el sistema es similar: ahora se envía abajo, desde un barco, una señal de sonar o pulso, se mide el tiempo en que la señal tarda en llegar al fondo y volver a la superficie, y como consecuencia, se obtiene la profundidad del punto estudiado. Se utilizan múltiples puntos de señal, que viajan al fondo a diferentes ángulos desde el barco. Y cada uno de esos pulsos, conocido el ángulo y el tiempo en bajar y subir, nos permite conocer la profundidad de los puntos donde la señal toca fondo. Una vez obtenido el resultado del haz de pulsos, se mueve el barco hacia adelante, y se va haciendo un barrido de una determinada zona del fondo marino. Son las denominadas ecosondas y se realizan barridos de línea, o de un solo haz (single-beam echo-sounder) o multihaz (multi-beam echo-sounder). Las ecosondas pueden ser de alta frecuencia o de baja frecuencia: las primeras son más adecuadas para fondos poco profundos, pues al no penetrar la onda en el subsuelo, refleja rápidamente.  Las ecosondas de baja frecuencia permiten un rango de profundidad mayor, e incluso penetrar en el subsuelo, por lo que se utilizan para profundidades mayores o pare detectar tipos de materiales en el subsuelo. 

Los barcos desde los que se envían las señales pueden estar a 3000 o 4000 metros sobre el fondo marino, y las señales que se envían, cada una con su ángulo, sólo pueden obtener una determinada resolución, menor cuanta mayor sea la profundidad. Por lo general, todo lo que esté a una profundidad marina de hasta 200 metros se puede calcular mejor y obtener una aceptable resolución.

Foto: British Anctartic Survey

Para mejorar la resolución solo es posible que las señales de sonar se envíen desde vehículos situados a profundidad, como los antes mencionados ROVs o los sumergibles tripulados.

Un sistema de sonar en abanico
CC File Upload Bot (Magnus Manske)
Con estos sistemas en abanico desde barco se ha cartografiado un 15 % de la superficie de los océanos, lo que equivale a la superficie de África, pero cuando nos referimos a alta resolución, la cobertura de cartografía es ínfima, comparativamente del orden del tamaño de la Isla de Tasmania, dado que requiere de un esfuerzo mucho mayor, y que se lleva realizando tan solo en la última década.

En la inmensidad de las extensiones oceánicas, los encargados de realizar esas mediciones son, como hemos citado ya, en primera línea, los navíos de exploración que se dedican en sus misiones científicas a registrar en una carta náutica los datos de un área determinada. La calidad de los datos de la cartografía originada en zonas y rutas navegables es mucho mejor, dado que las compañías de transporte necesitan mejores datos. Y también lo es la de áreas bajas. 

Los nuevos sistemas

El sonar de barrido lateral es un sistema tipo ecosonda que se viene utilizando mucho para el análisis detallado de algunas zonas del océano, pues es capaz de realizar levantamientos de arqueología marina, y junto con la toma de muestras del fondo puede permitir determinar la distribución de los materiales y texturas del fondo marino. Se suele utilizar para detectar obstáculos en el suelo marino que puedan ser un riesgo para la navegación. También se utilizan para investigar las condiciones de las tuberías y cables submarinos. Se trata de arrastrar un “towfish” (una especie de torpedo submarino) remolcado por el barco que emite un haz lateral en ambos lados, cubriendo una gran superficie bajo el mismo. Quizá hayáis oído hablar de este sistema en documentales de televisión americanos, donde utilizando esta tecnología, realizan levantamientos del lecho marino en zonas singulares, y haciéndonos viajar virtualmente al fondo marino.

Fuente: ABC Cultura

Los nuevos sistemas de cartografía, utilizando ROVs, combinan también el uso de GPS, el sonar lateral y los sistemas de reflexión sísmica, que envían otro tipo de señal diferente a la del sonar.

Sistema de reflexión sísmica desde barco, utilizando hidrófonos de superficie
CC MWhit
Los ordenadores, cada vez más potentes, combinan los datos recibidos y son capaces de realizar modelos 3D de la superficie del fondo marino.

Modelo 3D del fondo marino
Foto del vídeo “Modern mapping” del Curso “Exploring the Oceans” de la Universidad de Southampton


Un pecio en la Bahía de Kachemak, Alaska, encontrado por un sonar de abanico en 2008.
Foto: NOAA
De vez en cuando leemos en la prensa que se ha editado un nuevo mapa del fondo marino con datos de satélite, revelando miles de montañas inexploradas, y ya se nos explica el uso de otros sistemas, como el del análisis gravitatorio.

La fuerza de la gravedad refleja la topografía y la tectónica del fondo del mar”, dice David Sandwell, un geofísico de la Institución Scripps de Oceanografía de la Universidad de California, San Diego, que ha dirigido un estudio cuyos resultados salieron a la luz en 2014. Estos estudios complementan los datos obtenidos por los métodos anteriores, aunque en la actualidad no se obtiene una alta resolución, pero permiten mejorar la calidad de la documentación previa que permite el desarrollo de nuevas expediciones cartográficas. También sirven de base para los mapas oceánicos de Google.

El nuevo mapa del fondo marino refleja nuevos detalles, como terremotos (puntos rojos), los valles submarinos y las fallas.
Foto Institución Scripps. Universidad de California
Sorpresas submarinas

La fosa de las Marianas, al este de Japón, de casi 11 kilómetros de profundidad, es considerada el punto de mayor profundidad de todos los océanos del planeta. Podríamos preguntarnos si, dado el escaso conocimiento del fondo marino, podría ser que un territorio menos explorado que ese nos depare una sorpresa, es decir, que exista un lugar aún más profundo. Sin embargo los expertos dudan de que abismos como ese hayan pasado desapercibidos a los nuevos sistemas.


Lo que sí nos dicen los expertos es que el fondo marino está en cambio continuo, por causa de los movimientos sísmicos o la tectónica de placas. Un movimiento tectónico puede producir desplazamientos en cuestión de minutos, e incluso de segundos. Si recordamos las consecuencias del tsunami que se produjo en Indonesia hace algunos años, allí la placa submarina se elevó unos metros en pocos segundos.

En el Mediterráneo se observa una fuerte actividad volcánica, en el Vesubio, en el Estrómboli y también en el Etna. Allí se registra una gran actividad volcánica y, naturalmente, también una fuerte modificación del suelo marino, algo que los científicos italianos se ocupan de medir con exactitud. Por encima de una burbuja de magma las placas submarinas se elevan y descienden, y así lo hacen también las masas terrestres circundantes. Por lo demás, también existen modificaciones cuando un volcán entra en erupción y provoca el deslizamiento de toneladas de roca hacia el mar, como sucedió en 2008 con el Estrómboli.

Recolección internacional de datos

En algunos países es obligación de los directores de todas las misiones de investigación entregar datos acerca de la profundidad marina, registrados por sondas acústicas multihaz y archivados en ordenadores, a ciertas agencias nacionales encargadas de proporcionar cartas náuticas, como por ejemplo la central de la Oficina Federal de Navegación Marina e Hidrografía en Alemania. Allí se evalúan esos datos, se los procesa, y se los publica y archiva para el caso de que exista interés en elaborar con ellos cartografías calibradas que se publican luego de manera oficial. Por ejemplo, en el Báltico, existe un proyecto denominado FAMOS (Finalising Surveys for the Baltic Motorways of the Sea), que pretende mejorar la seguridad en la navegación en ese mar poco profundo. En él participan las agencias de Suecia, Finlandia, Estonia, Lituania, Alemania y Dinamarca.



Pero, ¿para qué necesitamos cartografiar el fondo marino?

El afán aventurero y exploratorio quedó aparcado en el siglo XIX, y en la actualidad el hombre solo explora bien para asegurar las rutas de transporte, o bien empujado por la búsqueda de nuevos recursos. El océano profundo está lleno de nuevos recursos, tanto biológicos como minerales, y son las grandes empresas mineras las que, desafortunadamente en muchos casos están financiando las expediciones que llevan a cabo los gobiernos o las universidades.

Referencias: