miércoles, 21 de febrero de 2024

TAXONOMÍA O EL ARTE DE CLASIFICAR LOS SERES VIVOS


Texto: Mónica Alonso Ruiz

Todos creemos saber qué es un ser vivo. Intuimos que un animal y un vegetal lo son, y una piedra no. Sin embargo, a veces no lo tenemos tan claro. El entorno subacuático es un ejemplo de medio en el que, por ejemplo, distinguir animales de algas o plantas es complicado, o si algo está vivo o no. Es frecuente encontrar seres/cosas que no sabemos qué son, vegetales, animales, esqueletos de organismos, conchas...Allí siempre tenemos más dudas. El océano es más extraño para nosotros, porque no es nuestro medio y tiene mayor diversidad de organismos que la parte terrestre de nuestro planeta.

Parece que tampoco los antiguos lo tenían tan claro, ni siquiera en el medio terrestre, y dedicaron mucho esfuerzo intentar resolverlo.

 ¿Qué es un ser vivo?

Lo primero de todo es plantearnos si algo está vivo o no. No es tan sencillo: podemos pensar que lo vivo se mueve, y lo “no vivo” no lo hace, pero este criterio no parece acertado: las plantas y los hongos aparentemente no se mueven y están vivos.

Eso es porque no nos basta con considerar solamente el movimiento (un avión se mueve y no es un ser vivo) o el aspecto (si crece o no, por ejemplo). Puesto que los seres vivos presentan una gran diversidad de colores, formas y tamaños, para clasificar un “algo” como “vivo” es preciso utilizar los criterios que emplean los científicos, además de realizar algunas observaciones y pruebas.

Todos los seres vivos se alimentan, incorporando a sus organismos ciertos elementos del ambiente en el que viven. Dentro de su cuerpo, esos elementos o sustancias se transforman y utilizan para realizar todas las funciones vitales. Como resultado de esas transformaciones, es necesario eliminar materiales de desecho, que se expulsa al medio en el que se vive.

Todos respiran, la mayoría de ellos tomando oxígeno del medio en el que viven, realizando un intercambio de gases. Tomamos oxígeno y liberamos dióxido de carbono. Los que vivimos fuera del agua, respiramos el aire que nos rodea, y los que viven sumergidos obtienen el oxígeno disuelto en el agua. Los anfibios y los cetáceos viven en el agua y respiran aire, por lo que deben salir a la superficie a respirar. 

Respirar es también una forma de alimentarse. Se trata de obtener un elemento del medio ambiente, el oxígeno, para producir energía para el metabolismo, que es el conjunto de procesos en los que se transforma y aprovecha la energía para realizar diversas funciones. Si un organismo deja de respirar, muere porque se le acaba la fuente de energía, imprescindible para seguir viviendo.

La frontera entre alimentarse y respirar ya no es tan clara en algunos organismos, como acabamos de ver. pues ambos procesos sirven para obtener la energía necesaria para realizar todas las actividades vitales.

Además, los seres vivos perciben de alguna forma los cambios que se producen a su alrededor. Pueden percibir los cambios de temperatura o de la luz del entorno (sentir el frío o el calor, o ver como lo hacemos nosotros), pero también los cambios de presión (la línea lateral de los peces) o eléctricos/electromagnéticos (las ampollas de Lorenzini en los tiburones). Los cambios actúan como estímulos para los seres vivos, provocando alguna respuesta, ya sea un movimiento, cambio de color, emisión de sustancias, etc.

Todos ellos se reproducen, generando nuevos individuos parecidos a ellos. La reproducción puede ser sexual, uniendo dos individuos de distinto sexo, o asexual, originándose nuevos individuos a partir de un solo progenitor.

Resumiendo lo anterior, todos los seres vivos cumplen un ciclo vital, es decir, nacen, crecen, se desarrollan, se reproducen y mueren a lo largo de su vida. Se transforman en cada etapa.

El ciclo vital. Elaboración propia.

Al nacer, la mayoría de los individuos de las diferentes especies poseen características muy diferentes a las que van teniendo según crecen. Se puede decir que el crecimiento es el aumento del tamaño corporal y el desarrollo es el conjunto de cambios que experimenta un organismo desde el nacimiento hasta el estado adulto. Muchos seres vivos crecen hasta alcanzar un cierto tamaño y luego ya no, pues utilizan la energía anteriormente utilizada para el crecimiento para reproducirse. Otros, como las plantas, crecen de manera ininterrumpida durante toda su vida.

Clasificando los seres vivos. Los orígenes de la taxonomía

Una vez que ya sabemos qué es un ser vivo, el problema no está resuelto, pues es preciso saber qué tipo de ser vivo es. Y eso sigue siendo muy complicado.

Existe una gran biodiversidad (diversidad de seres vivos) en el planeta, más de 7,7 millones de especies de animales y unas 300.000 especies de plantas, junto con cientos de miles de otros tipos de organismos, muchos de ellos aún sin descubrir y catalogar. Para poder estudiar esta ingente cantidad es preciso clasificarlos, ordenarlos, agruparlos y ponerles nombre.

Pero ¿cómo se clasifican los seres vivos? En realidad, llevamos siglos haciéndolo, eligiendo características comunes para incluirlos en grupos de organismos similares. A lo largo de la historia los científicos de todo el mundo se han ido poniendo de acuerdo para hacerlo, y eso les ha permitido identificar cada organismo en cualquier lugar del planeta, facilitando así la comunicación entre los especialistas que los estudian.

Sin embargo, la clasificación de los seres vivos es algo dinámico que va cambiando con el tiempo, debido a que, según se van estudiando y aprendiendo sus características, se proponen nuevas formas de ordenar los organismos.

Aristóteles fue uno de los pioneros, hace 2.400 años. Organizaba los organismos del mundo natural (incluyendo en él organismos no vivos) en tres reinos: reino mineral, reino vegetal y reino animal. Para separar el reino animal del vegetal consideraba que los animales se desplazaban y las plantas no. Sus ideas eran bastante intuitivas y todavía encajan muy bien en nuestra forma de pensar.

Aristóteles. Fuente: Wikipedia. Domino público

El padre de la ciencia de clasificar los seres vivos fue el científico sueco Linneo, uno de los principales naturalistas del s. XVIII. Según él, cada especie (Conjunto de seres semejantes entre sí por tener una o varias características comunes) debe ser identificada con una serie de dos nombres, denominados “género” y “especie” (como un nombre y apellido), que debe escribirse en latín.

Por ejemplo, Homo sapiens es la identificación del ser humano actual, donde “Homo” es el género y “sapiens” es el nombre de la especie. Existen otras especies de “Homo”, como los extintos Homo erectus, que tenía características diferentes a los humanos actuales, o el Homo neanderthalensis.

Este sistema de denominación es lo que se llama fórmula binomial (dos palabras), que actualmente define los nombres científicos de los seres vivos.

Carlos Linneo. Fuente: Wikipedia. Dominio público

El nombre científico debe escribirse en cursiva, con mayúscula la primera letra del género (A veces se pone entre paréntesis o subrayado, en ausencia de la cursiva). El nombre de la especie en latín es único para todos los científicos y en todos los idiomas, a diferencia de los nombres comunes, que, por ser diferentes en cada lugar del mundo, pueden ser equívocos y dar lugar a “malentendidos”.

Con Linneo se considera que comenzó oficialmente la taxonomía moderna, la primera clasificación formal biológica. Actualmente se define la taxonomía como la ciencia (una rama de la biología) que estudia los principios, métodos y fines de la clasificación de los seres vivos.

Según ella los seres vivos se clasifican en grupos que incluyen organismos semejantes entre sí, que se denomina categoría taxonómica. Género y especie son dos de ellas, englobando el género a diferentes especies similares entre sí.

Así, poco a poco, se van obteniendo las diferentes categorías taxonómicas, de forma jerárquica y ramificada. Normalmente se suele empezar a dividir la categoría superior, el dominio, en varios reinos diferentes. Cada reino se divide en filos, clases, órdenes, familias, géneros y especies, pudiendo haber categorías intermedias como, por ejemplo, subfilos o superclases.


Las diferentes categorías taxonómicas. Fuente: Wikipedia

 

Taxonomía de una orca. Con este ejemplo entendemos que el nombre científico es inequívoco, mientras que los nombres comunes, como ballena asesina (killer whale) u orca dan lugar a equívocos sobre esta especie. Fuente: Descubriendogalápagos.com Autor: Lisa Brown

Cómo incluir un organismo en una categoría taxonómica linneana

De acuerdo con lo anterior, cuando un científico descubre una especie nueva, y toda la comunidad científica la aprueba, la nombra usando ese sistema y la clasifica en el esquema anterior. Puede ocurrir, y de hecho es frecuente, que el nombre científico cambie con el tiempo, cuando otro investigador, o él mismo, estudia más a fondo el organismo y la comunidad científica acuerda clasificarlo de forma diferente.

El autor debe publicar el nombre de la especie en su denominación binomial en una revista científica. Este nombre debe estar en latín, y va asociado a una categoría taxonómica. También debe añadir una descripción de la nueva especie.

Los 5 reinos de los seres vivos

Aunque el título de este apartado parezca el nombre de un episodio de “Juego de Tronos”, la palabra reino tiene un gran significado en cuanto a la manera de organizar a los seres vivos en la historia. Sin embargo, veremos la cantidad de idas y venidas que han tenido estas agrupaciones. Casi tan complicadas como las de la serie de televisión.

En biología, el reino es la categoría taxonómica por antonomasia. Históricamente, desde Aristóteles, los primeros reinos utilizados para clasificar la naturaleza fueron el animal, el vegetal y el mineral, pero, posteriormente se hizo popular el sistema de los cinco reinos de la vida (Animalia, Plantae, Fungi, Protista y Monera), clasificados más por su apariencia externa (aunque sea microscópica) que por su verdadera relación evolutiva.

Los cinco reinos tradicionalmente se agrupaban en dos grupos superiores: el dominio Prokaryota (material genético no rodeado de una membrana), con un único reino, el Monera (organismos microscópicos formados por una sola célula sin núcleo y que carecen de membrana), y el dominio Eukarya (material genético rodeado de una membrana), que incluye a los reinos Fungi (hongos), Animalia (animales), Plantae (plantas) y Protista (el resto).

Los 5 reinos tradicionales. Fuente: elaboración propia


Los 5 reinos de los seres vivos. Fuente: Iberdrola

Para que nos sea más llevadera toda esta diversidad de nombres raros, pongamos un ejemplo de cada reino dentro del mundo del océano.

Comencemos con lo más sencillo, un pez, una medusa o un pólipo son animales, y la pradera de posidonia (Posidonia oceánica) está formada por plantas.

Y ahora viene lo más complicado. Los hongos oceánicos son poco conocidos, porque suelen ser microscópicos y los menos explorados del planeta. Protistas en los océanos hay muchos, porque es el medio en el que las algas son muy abundantes. Del reino monera, podemos citar a las bacterias, los organismos más abundantes del planeta, la mayoría de las cuales forman parte del plancton. Estas últimas son imprescindibles para el reciclaje de los elementos y dependen de ellas muchos ciclos bioquímicos que se producen en el océano.

Los conocimientos que van apareciendo sobre los seres vivos van complicando la clasificación según avanzamos en el tiempo. Por eso existen clasificaciones más actuales en las que el reino protista lo dividen en dos y los cinco reinos pasan a ser seis. Incluso actualmente, parece que está muy extendido distinguir tres dominios, Bacteria (o Eubacteria), Archaea y Eukarya, este último dividido a su vez en cuatro reinos (Fungi, Animalia, Plantae y Protista). La cosa se complica.

Las arqueas forman el nuevo dominio en aparecer en las últimas clasificaciones, y son organismos microscópicos muy numerosos, que podrían formar hasta el 20 % de la biomasa del planeta. Anteriormente eran llamadas arqueobacterias, y son similares a las bacterias, pero no suelen formar esporas, muchas producen metano y muchas pueden vivir en ambientes extremos. Son especialmente numerosas en los océanos, formando parte del plancton. Un ejemplo de presencia de ellas son los charcos amarillos de algunas salinas (en Fuencaliente, Islas Canarias), a los que da color la arquea Halobacteriom salinarium.

La nueva clasificación actual. Fuente: Elaboración propia 

Complicado, ¿eh? Mucho. La clasificación de los seres vivos nunca ha sido sencilla, y el escenario es cada vez más complejo, porque va evolucionado muy rápidamente.

Clasificación linneana y cladista

Actualmente la taxonomía linneana o clásica (también llamada moderna) está siendo superada por el uso de la filogenética, mediante análisis moleculares de secuencias de ADN, ARN y proteínas. Ello ha conducido a una nueva clasificación, mucho más compleja, que tiene en cuenta la historia evolutiva de los seres vivos, en lugar de las características externas de los organismos.

La filogenética molecular es la técnica principal usada por los biólogos evolutivos para establecer las relaciones entre los seres vivos, y por tanto establecer nuevos criterios de clasificación de ellos.

Para entenderlo mejor, mientras que la clasificación anterior era consecuencia de criterios de identificación fundamentalmente basados en características externas (macroscópicas o microscópicas), la clasificación nueva debe reflejar el principio darwiniano del antecesor común.

Por eso, desde 1960 taxonomía cladista fue desarrollándose, creando taxones en un árbol filogenético. Aún está en desarrollo, porque la genética sigue analizando más y más organismos, y de momento sigue utilizando algunas categorías taxonómicas linneanas.

Clasificación cladística de los seres vivos, que parte de un ancestro común llamado LUCA (Last Universal Common Ancestor). Fuente: Wikipedia

La evolución según los cladistas, con los 5 reinos clásicos. Fuente: dciencia.es

Esta nueva corriente clasificatoria actual ha significado una revolución y ha supuesto numerosos cambios en nombres científicos. Por eso los apasionados de los moluscos y babosas marinas (los nudibranquios) nos hemos vuelto locos con los cambios, tanto de clasificación como de nombres científicos.

Espero que este artículo no os haya resultado muy complicado de entender y os haya resuelto algunas dudas, si habéis llegado a leer hasta aquí. Este texto simplemente responde a la curiosidad de intentar saber cómo se ordenan y clasifican los seres vivos. No intenta ser un memorándum estricto de la taxonomía. Solo espero que os dé una idea de qué es cada cosa viva, que no os suenen tan raros algunos términos que utilizan los científicos. Tratamos de hablar con propiedad y utilizar determinados conceptos, como los nombres científicos, de una manera acertada.

Referencias:

https://www.uaeh.edu.mx/docencia/P_Presentaciones/prepa3/caracteristica_seres_vivos.pdf

https://www.significados.com/respiracion/#:~:text=La%20respiraci%C3%B3n%20es%20una%20funci%C3%B3n,organismo%20deja%20de%20respirar%2C%20muere.

https://www.buenosaires.gob.ar/sites/gcaba/files/naturales._los_seres_vivos._clasificacion_y_formas_de_desarrollo._paginas_para_el_alumno.pdf

https://www.eltiempo.es/noticias/cuantos-animales-hay-en-la-tierra

https://journals.plos.org/plosbiology/article?id=10.1371/journal.pbio.1001127

https://www.visionlearning.com/es/library/Biologia/2/Taxonoma/70#:~:text=La%20taxonom%C3%ADa%20moderna%20comenz%C3%B3%20oficialmente,y%20nombrar%20plantas%20y%20animales.

https://www.areaciencias.com/biologia/taxonomia-clasificacion-de-los-seres-vivos/

https://es.wikipedia.org/wiki/Clasificaci%C3%B3n_biol%C3%B3gica

https://www.ecologiaverde.com/clasificacion-de-los-peces-2246.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Tax%C3%B3n

https://www.iberdrola.com/sostenibilidad/clasificacion-reinos-biologicos-seres-vivos#:~:text=Los%20seres%20vivos%20se%20dividen,%2C%20fungi%2C%20protoctista%20y%20monera.

https://es.wikipedia.org/wiki/Reino_(biolog%C3%ADa)

https://www.diferenciador.com/arqueas-y-bacterias/

https://www.diferenciador.com/reinos-de-la-naturaleza/

https://www.betelgeux.es/blog/2018/02/26/las-arqueas-todo-un-mundo-microbiologico-por-descubrir/

https://en.wikipedia.org/wiki/Halobacterium_salinarum

Delfines liberados en Bali: la segunda oportunidad de Rambo



Texto: Mónica Alonso Ruiz

En un artículo anterior contábamos que en septiembre de 2022 liberaron tres delfines cautivos en Indonesia. Actualizamos la noticia: casi un año después, Rambo, el último delfín que no había decidido alejarse y aún seguía viviendo en las inmediaciones de la zona de liberación, por fin ha decidido marcharse.

Liberar delfines que han sufrido cautiverio no es sencillo, pues las probabilidades de supervivencia en libertad son inciertas. Incluso se da el caso de animales cuya liberación a la naturaleza es imposible, porque no han podido recibir la educación social transmitida por sus familiares para poder sobrevivir en condiciones de libertad. Para esos animales, las posibilidades de supervivencia una vez liberados son casi nulas, y por ello no se intenta.

Dolphin Project es una organización pionera en rescatar, rehabilitar y liberar delfines que han sufrido cautividad. La fundó Rick O’Barry, el entrenador de los delfines que encarnaron al delfín Flipper en las películas. Lleva más de 40 años analizando las posibilidades de liberación de cada uno de los animales cautivos que llegan a sus manos, liberando a muchos de ellos y ha conseguido fundar un centro de rehabilitación de delfines cautivos en Indonesia.

El 3 de septiembre de 2022 se abrieron las puertas del Centro de Liberación, Rehabilitación y Retiro “Umah Lumba” (el primer centro permanente de rehabilitación para delfines liberados), situado en la Bahía de Banyuwedang, en el Oeste de Bali.

El Centro de Rehabilitación, Liberación y Retiro Umah Lumba, situado en la bahía de Banyuwedang, Bali Occidental (Indonesia), es el primer y único centro permanente de rehabilitación, liberación y retiro de delfines anteriormente cautivos. Fuente: Dolphin Project

 

Umah Lumba se sitúa en la isla de Bali, Indonesia. Fuente: Google Maps

Tras tres largos años de preparación Rocky, Rambo y Johnny, así se llamaban los tres delfines, fueron liberados. Afortunadamente para ellos, quedaban atrás sus vidas anteriores de cautiverio y de deterioro.

Cuando se trata de liberar delfines siempre se tienen en cuenta las graves alteraciones en su capacidad para recuperar la vida en la naturaleza. Por ello, la idea de su liberación suele contemplar que los animales puedan irse, o volver en cualquier momento a las inmediaciones o a las propias instalaciones, si así lo consideran.

En las semanas que siguieron a la liberación, dos de los tres delfines, Johnny y Rambo, se quedaron por la zona, y se mantuvieron en las aguas abrigadas y cercanas de la bahía. Se les veía activos, moviéndose y explorando la costa cercana, pero sin alejarse demasiado.

Umah Lumba se sitúa al norte de la isla de Bali. Fuente: Google Maps

Rocky, el tercer delfín liberado, se había separado de ellos, abandonando Bali y viajando a más de 1200 kilómetros de la parte sur de Java. Los sistemas de seguimiento indicaban que se había unido a un grupo de delfines.

Dos meses después del día de su liberación, en noviembre de 2022, Johnny, el delfín de mayor edad de los tres, murió en el centro de Umah Lumba, donde había decidido volver. La necropsia indicó que tenía una infección respiratoria grave que había acabado con su vida. Se estimó entonces que el animal tenía más de 40 años.

Con Johnny de vuelta en el centro, Rambo se mantuvo cerca, adaptándose a la libertad, pero viviendo solo. El equipo de vigilancia le mantenía controlado continuamente. Se encontraba bien físicamente, con buena salud y mucha energía. En junio de 2023 se le observó nadando junto a un grupo de delfines, aunque posteriormente se le volvió a ver solo. Pero en julio se le vio ya fuera de la bahía y nadando con otro grupo de delfines. No se le ha vuelto a ver de nuevo, por lo que se cree que se ha ido definitivamente.

Rastreo diario de los delfines, llevado a cabo por el equipo de vigilancia del centro. Fuente: Dolphin Project

"Este trabajo de liberación pionero aún está en pañales, y todos hemos aprendido mucho durante el viaje. Este modelo concreto, el Centro Umah Lumba, y el protocolo que estamos desarrollando pueden aplicarse en cualquier lugar donde haya cooperación gubernamental. Y eso es lo más emocionante". 

Ric O'Barry, Fundador/Director de Dolphin Project.

El equipo del centro es optimista con Rambo. Creen que ya es totalmente libre y que por fin se ha integrado en un grupo. Ha tenido muchas oportunidades de socializar, porque en la zona se han visto muchos más grupos de delfines salvajes que anteriormente. Seguirán vigilando por si Rambo decide volver.

"Ha sido una experiencia increíble ver a los delfines liberados, lejos de las horribles instalaciones en las que tanto sufrieron, verlos prosperando, felices y sanos, y readaptándose a su existencia, a su aire. Rambo siempre fue el más cuidadoso. Se tomó su tiempo para familiarizarse con la libertad e independencia. Que se fuera de esta forma, junto a otros delfines mulares…no podría ser mejor".

 Femke den Haas, Directora de la Campaña de Indonesia, Dolphin Project

Estamos felices de que la aventura de la liberación de los tres delfines haya tenido éxito, y que los dos que han sobrevivido viven libres. Que Rambo no se alejara del centro de rehabilitación daba la sensación de que no se había tenido éxito, pero ahora la satisfacción es total. ¡Suerte!

Rambo en el centro Umah Lumba. Fuente: Dolphin Project

 

Referencias:

UMAH LUMBA REHABILITATION, RELEASE AND RETIREMENT CENTER: https://www.dolphinproject.com/campaigns/indonesia-campaign/bali-sanctuary/


RAMBO DEPARTS FROM THE UMAH LUMBA CENTER: https://www.dolphinproject.com/blog/rambo-departs-from-the-umah-lumba-center/


Releasing captive dolphins: Releasing Captive Dolphins | Dolphin Project

 

 

 

 









miércoles, 4 de octubre de 2023

Los productos del tiburón, el cartílago, las mandíbulas y los dientes

Este es el cuarto artículo de la serie productos del tiburón, que surgió por la necesidad de describir el interés que actualmente tenemos los humanos en pescar tiburones, unos animales sobre los que a priori no se les supone gran interés pesquero. Sin embargo, su sobrepesca está llevando a muchas especies a la extinción.

Hoy os hablamos de cartílago de tiburón, tristemente famoso por su aplicación a problemas articulares, y de las mandíbulas y dientes, que cierran la lista de razones por las que se siguen capturando estos animales. Existen más productos del tiburón, como las harinas con las que se alimenta a otros peces y a nuestras mascotas, de los que hablaremos en el futuro.

Cartílago de tiburón

El cartílago es un tipo de tejido presente en las superficies óseas que forman las articulaciones de la mayoría de los animales vertebrados. Al ser menos rígido que el hueso es capaz de soportar y distribuir grandes las cargas transmitidas en las articulaciones, y proporciona un movimiento suave de deslizamiento debido a su bajo coeficiente de rozamiento. También se encuentra en otras partes del cuerpo que no tienen hueso, como la nariz, la tráquea y las orejas.

En los condrictios (tiburones, rayas y quimeras) este tejido es lo suficientemente fuerte para darles soporte sin necesidad de tejido óseo. Algunos investigadores indican que su cartílago tiene diferente composición al de los peces óseos y otros vertebrados.

Tener cartílago en lugar de hueso presenta algunas ventajas porque es menos denso y más elástico, lo que hace que las especies que lo poseen sean más maniobrables.

Esqueleto de tiburón. Fuente: Marinemadness.blog 

En la mayoría de los casos, les ayuda a poder desplazarse con mayor facilidad permitiéndoles realizar movimientos rápidos. Esto sumado a la posesión de un cerebro desarrollado, conectado a órganos sensoriales eficientes, los ha llevado a ser grandes depredadores de los océanos.

Desde los años 70 la industria farmacéutica utiliza sulfato de condroitina, obtenido del cartílago animal como complemento alimenticio para la prevención y control de artritis. Por lo general, se fabrica a partir de fuentes animales, como cartílago de tiburón y vaca, aunque también se puede fabricar en laboratorio.

Sin embargo, la ciencia cuestiona su función sobre la salud de las articulaciones humanas. Se usa habitualmente vía oral, junto con otros ingredientes indicados para la artritis, porque podría retrasar la degradación de los cartílagos humanos, e incluso se usa para las cataratas. No existen evidencias científicas concluyentes que respalden esos usos y falta mucha información fiable sobre el efecto regenerante sobre las células. Al tratarse de un complemento alimenticio y no un medicamento, no se exigen pruebas de su eficacia a los fabricantes.

Además, el cartílago bovino (vacuno) y el de tiburón se han investigado para el tratamiento de personas con cáncer, psoriasis y otras afecciones. Dado que en la naturaleza se observan muy pocos ejemplares de condrictios (tiburones y rayas) que padezcan cáncer se ha dado por hecho de que ayudaban a curar el cáncer a pesar de que los estudios científicos no lo han confirmado de manera concluyente. En la actualidad, el Instituto Nacional del Cáncer indica expresamente que “no es posible recomendar el uso de cartílago (bovino [vacuno] o tiburón) como tratamiento para personas con cáncer”.

Existen en el mercado pastillas de cartílago de tiburón para curar enfermedades articulares o cáncer de perros y mascotas. Sin saber a ciencia cierta si son efectivas, es mejor no consumirlas.


Pastillas de cartílago de tiburón. Fuente: herbolariogeoherbal.com

Mandíbulas y dientes

En general, casi todos los tiburones son carnívoros (salvo los filtradores), porque se alimentan de otros animales. Su mandíbula debe ser potente y flexible porque necesitan agarrar y sujetar a la presa, para a continuación rasgarla y desgarrarla. Igualmente, deben tirar de ella hacia la boca para tragársela sin masticar.


Mandíbulas de Mako. Fuente: Wikiwand

Una de las diferencias principales de los tiburones con el resto de los peces es su dentición. Los dientes no se insertan rígidamente en las mandíbulas, sino que lo hacen en una capa de tejido que las recubre. Esta forma flexible de inserción en la mandíbula, unido a que ésta es de cartílago, menos rígida que las de los peces óseos, es una gran mejora adaptativa de estas especies, porque les permite agarrar, desgarrar y tragar de manera muy efectiva.


Dientes de mako. Fuente: Wikiwand

En el proceso de mordida y engullida los tiburones pierden fácilmente sus dientes, pero pueden reponerlos continuamente, lo que les permite siempre tenerlos en perfecto estado de uso. Se estima que en general los tiburones podrían generar unos 20.000 dientes a lo largo de toda vida.


Imagen de primera línea de dientes funcional y resto en espera. Foto: Submon (Alex Bartolí) 

Los dientes se generan en la parte interior de la mandíbula, tumbados sobre ella, y van creciendo por filas (pueden tener entre 5 y 15 filas, aunque sólo entre 1 y 3 son funcionales, dependiendo de las especies). Se mueven hacia delante como si se tratara de una cinta transportadora. Cuando llegan a su posición delantera, rompen la fina piel que los protege y se colocan en una de las nuevas hileras funcionales de dientes, elevados sobre la mandíbula.

Algunos de los que pierden caen, pero otros los reabsorbe el animal y en algunas especies incluso se los tragan para reaprovechar las sustancias minerales que les permiten crear dientes nuevos.

Los dientes están compuestos de dentina recubierta de esmalte (como los nuestros), por lo que los fósiles de los tiburones suelen tener más o menos intactos los dientes, no así el esqueleto cartilaginoso, que se degrada más fácilmente.

Como curiosidad, podemos decir que, evolutivamente, los tiburones y las rayas han desarrollado una gran diversidad morfológica en sus dientes. Tanto es así, que sirven para poder identificar las diferentes especies.


Diversidad de dientes en diferentes especies. Fuente: Vistaalmar.es

Sus mandíbulas son muy demandadas como elementos de decoración, especialmente para pescadores porque cuando se limpian, son un gran indicador del tamaño y poder de estos magníficos animales. Algunas tienen más de 2 metros de ancho, y por pequeñas que sean demuestran la “fiereza” del animal al que pertenecieron.

Para preparar la mandíbula para exponerla, se retira de la cabeza del tiburón y se limpia de toda carne y sangre. Se empapa en una solución oxidante durante 12 horas, lo que la blanquea y elimina cualquier aceite y suciedad, y se vuelve a eliminar cualquier resto de carne. Luego se deja secar, evitando el sol directo, que hace que amarillee. Para evitar que huela con el tiempo, a veces se mete en salmuera. Y finalmente se barniza, aunque en algunos casos no.

Los dientes son elementos relativamente sencillos de conseguir si buceamos con tiburones, y no es preciso sacrificar al animal para conseguirlos. Es muy habitual fabricar colgantes con ellos, por lo impresionantes que son.


Colgante de diente de tiburón. Fuente: Etsy.com

Como hemos indicado anteriormente, los dientes suelen resistir el paso del tiempo cuando el animal muere, por lo que es habitual encontrar fósiles de dientes de tiburones extintos en el mercado.

Fósil de diente de tiburón. Fuente: fosileros.blogspot.com

Dado que la variedad de formas y estados de preservación puede ser muy grande, existen diferentes métodos para conservar dientes de tiburón. Los dientes fósiles suelen presentar diferentes colores, en función de los minerales presentes en los sedimentos en los que se han depositado. Los que se caen de los animales vivos, suelen ser blancos y brillantes.

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Hace unos años, la creencia de que el cartílago de tiburón se consideraba un remedio para el cáncer hizo que muchos tiburones fueran masacrados, aunque actualmente “esta moda” parece haber pasado. En cuanto a los dientes de tiburón, la imagen que se tenía del tiburón como depredador macabro y monstruo marino hacía que coleccionar sus mandíbulas o sus dientes fueran una muestra del “poder” del hombre contra la bestia. Afortunadamente la percepción que el humano tiene sobre el escualo va cambiando, y tanto tomar cartílago de tiburón, como coleccionar dientes y mandíbulas de tiburón ya no son tan habituales, al menos de manera generalizada.

Referencias:

Cartílago de tiburón:

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/25600427/

https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/pro/cartilago-pdq#section/all

https://www.decaninos.com/cartilago-tiburon-perros/

http://www.mokamelshenasi.ir/files/molecules/Parts%20of%20PDR/Shark%20Cartilage.pdf

Shark cartilage in the water. Jonathan Waxman https://www.bmj.com/content/333/7578/1129.1.full

Shark cartilage and cancer. Mario Bédard https://www.proquest.com/openview/e9b6f41f380a143faf89a9367b73c0c6/1?pq-origsite=gscholar&cbl=28466

Mandíbulas y dientes:

https://www.submon.org/es/habias-visto-dientes-de-tiburon-tan-cerca/

https://www.instructables.com/Preserving-Shark-Jaws/

https://www.floridamuseum.ufl.edu/discover-fish/sharks/fossil/shark-teeth/

https://sharkjawcleaning.com/

https://www.alimente.elconfidencial.com/consumo/2021-09-21/cartilago-tiburon-propiedades_1801218/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17268105/

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/33133677/

(“Modelling tooth–prey interactions in sharks: the importance of dynamic ...”) Katherine A. Corn, Stacy C. Farina, Jeffrey Brash, and Adam P. Summers https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5108942/