lunes, 26 de octubre de 2020

EL TIBURÓN BLANCO DE GUADALUPE: LOS ESTUDIOS DE COMPORTAMIENTO

Mauricio Hoyos. Fuente: Facebook

El Doctor Mauricio Hoyos Padilla es posiblemente el investigador de tiburones mexicano más conocido internacionalmente. Es un gran experto en estudios de comportamiento del tiburón blanco en aguas mexicanas. El pasado 12 de abril de 2020 pudimos asistir virtualmente a su charla “El tiburón blanco en México”, incluida dentro del ciclo “Los tiburones y las áreas marinas protegidas”, programado por  Pelagios Kakunjá, organización a la que pertenece.

El tiburón blanco, Carcharodon carcharias, es uno de los depredadores más perfectos que existen en el planeta. Es un animal majestuoso, muy hidrodinámico, con morro puntiagudo, que tiene su parte inferior de color blanco. Es precisamente ese color de su vientre el que ha servido para darle su nombre común. Su parte superior es oscura y ello le sirve de camuflaje, mimetizándose con las aguas oscuras del fondo cuando se le observa desde arriba.

En el artículo anterior detallábamos la parte de biología del tiburón blanco y el comienzo de las investigaciones de Mauricio en la Isla de Guadalupe. En este segundo artículo hablaremos de los estudios de comportamiento de la especie realizados en la isla.

Estudio de ejemplares jóvenes y adultos utilizando submarinos. Hipótesis de ataques profundos a elefantes marinos

Guadalupe es una isla muy alejada del continente, de naturaleza volcánica, por lo que muy cerca de la costa se pueden encontrar grandes profundidades. Los primeros estudios que realizó Mauricio sobre los tiburones blancos en la isla mostraban diferencias de localización entre los ejemplares jóvenes, que se encontraban en aguas más someras, y los ejemplares adultos, que se situaban más lejos a 200/300 metros de la costa, donde las aguas son más profundas. La segregación entre ambos grupos era tan grande que parecía que fueran dos especies diferentes.  


El ambiente en el que se mueven los tiburones adultos. Fuente: El Gran tiburón blanco. Mauricio Hoyos

El ambiente en el que se mueven los tiburones juveniles. Fuente: El Gran tiburón blanco. Mauricio Hoyos

La hipótesis de Mauricio para explicar la diferencia de distribución y comportamiento entre los juveniles y adultos en la isla, es que los tiburones adultos se sitúan en aguas profundas enfrente de las colonias de elefantes marinos, aprovechándose de la buena visibilidad para acecharlos cuando se sumergen y capturarlos.

Para estudiar este comportamiento tan diferente entre adultos y juveniles y comprobar su teoría, primeramente se trató de analizar qué presas potenciales podían tener en estas dos zonas diferenciadas. Para ello en 2008 se llevaron dos submarinos a la isla. El primer submarino podía sumergirse hasta profundidades de 150 m, y tenía capacidad para dos personas. El segundo bajaba hasta 455 m y alojaba hasta 3 personas.


El submarino Ocean Pearl permitió a Mauricio investigar las presas potenciales de los tiburones juveniles. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



Con el submarino más grande se pudo bajar a mayor profundidad y así poder observar las presas potenciales y el ambiente en el que se mueven los tiburones adultos. Fuente: Triump Seamagine

Con el submarino más pequeño se bajó a poca profundidad, en las zonas donde se mueven los juveniles,  y se pudieron encontrar muchas de sus presas potenciales. Macarela, pez luna, sardinas, atún aleta amarilla, raya murciélago, pez escorpión, lenguado, parecen presas muy adecuadas para ellos porque estos juveniles tienen una gran habilidad para capturar estas presas rápidas, como el atún.


Las presas potenciales de los juveniles. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El estudio del seguimiento de los adultos fue más complejo, debido al mayor rango de profundidades en las que se mueven. Como resultado del análisis de las etiquetas que les pusieron, se hizo una gráfica de profundidad de individuos monitorizados. En muchas de ellas se puede ver que el animal se sumerge hasta 200/300 m, y por ahí se mueve a lo largo de la costa y cuando sube a superficie lo hace justo enfrente de las colonias de los elefantes marinos. Esto confirmaba su hipótesis de que se desplazan en profundidad y suben a la superficie en las zonas donde habitan los elefantes marinos.


Esquema en planta y alzado de los movimientos de un tiburón adulto. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Con el segundo submarino investigaron en profundidad para ver cuáles eran sus presas potenciales. A 150 m, donde todavía hay luz, pudieron ver a los tiburones “patrullando” por las zonas de inmersión de los elefantes marinos; a 300/400 m, donde está totalmente oscuro y la temperatura ronda los 9ºC, pudieron ver pulpos, rayas y quimeras, pero también elefantes marinos; a 350 m encendieron las luces y pudieron ver una enorme hembra en el talud, que no habían podido ver en la oscuridad, por mostrar su dorso oscuro. Parecía estar al acecho en el fondo.


Zonas de estudio con el submarino profundo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Mauricio se planteó entonces la hipótesis de que realmente no capturan a los elefantes marinos de abajo para arriba cuando éstos están en superficie, como lo hacen en otras partes del mundo. En Guadalupe la secuencia parecía ser diferente, les esperan al acecho en el fondo, ocultos si son observados desde arriba, y atacan cuando los elefantes marinos se sumergen para alimentarse. Cuando les muerden, les quitan la parte inferior del cuerpo o la cabeza, y luego suben a la superficie siguiendo al cadáver, que flota, para acabárselo de comer en superficie.

Esta nueva hipótesis de ataques en aguas profundas resultó novedosa para la comunidad científica y la presentó en un congreso en Hawaii, donde un productor de Discovery Channel la escuchó y se interesó por ella.

Estudios de 2013 con Discovery Channel

Para tratar de confirmar esta novedosa teoría, en 2013 un equipo de Discovery Channel acudió a la isla y llevó una especie de torpedo llamado AUV (Automatic Underwater Vehicle). Se colocaba al tiburón una marca llamada transductor que emitía una señal, y el AUV le seguía durante un periodo de hasta 3,5 horas. El torpedo medía la topografía, velocidad, temperatura, y con sus seis cámaras mostraba las imágenes de la dirección centro, arriba, abajo, ambos laterales, y detrás del animal.



El sistema de torpedo AUV. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El torpedo AUV tiene seis cámaras. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En algunos casos vieron que ocurría algo muy llamativo. Las imágenes del AUV mostraban que los animales monitorizados daban mordiscos a la cámara del torpedo, a gran profundidad, posiblemente porque pensaban que era una presa potencial, alargada y móvil. En total se produjeron 9 ataques a la cámara por parte de distintos animales. El equipo de Discovery estaba muy preocupado porque el dispositivo costaba mucho dinero, alrededor de un millón de dólares, pero Mauricio estaba feliz porque su hipótesis de ataque profundo parecía confirmarse. Los tiburones estaban atacando en profundidad a cualquier cosa móvil parecida a su presa favorita, lo que demostraba que es en esta zona profunda donde realizan sus ataques a los elefantes marinos.

Los tiburones mordían la parte móvil del torpedo, lo que demostraba la hipótesis de ataques profundos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Los tiburones parecían atraídos por la parte móvil del torpedo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Mauricio posa junto al torpedo, que ha sido mordido por los tiburones, feliz porque su teoría de ataques profundos se confirmaba. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Los tiburones atacan en profundidad a los elefantes marinos, quitándoles la parte inferior del cuerpo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Mauricio resume: “El ataque al elefante marino la realiza en profundidad, le quita la parte inferior del cuerpo, porque es con lo que se mueve, el cadáver sube a superficie porque tiene mucha grasa y allí el tiburón se alimenta del resto del cuerpo”.

Esta predación ocurre a finales de noviembre y en diciembre, cuando regresan todos los elefantes marinos de su migración desde Alaska a Guadalupe. “En esa época, desde el barco se ven muchas gaviotas,  aletas de tiburones, colas, sangre en el agua, tiburones con el elefante en la boca… es un espectáculo  impresionante”.

Una vez en superficie, el tiburón se acaba de comer el resto del cuerpo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Es frecuente ver cadáveres de elefantes marinos mordidos, en la superficie, en las épocas de depredación. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Afortunadamente esta situación se produce fuera de la zona de operación de las actividades de ecoturismo, muy lejos de la costa y fuera de la temporada en la que estas actividades se realizan, de julio a noviembre.

En relación a su alimentación, existe la falsa idea, proveniente de la película Tiburón, de que el tiburón blanco es un depredador insaciable y no puede parar de comer. Para tratar de conocer realmente cuánto come y qué periodo de tiempo puede estar el animal sin alimentarse, se hizo un estudio en el que se dieron 30 kg de foca a un ejemplar con el que se introdujo una marca de temperatura en el estómago. De esta manera, fue posible registrar todo el proceso de alimentación, detectando momento en el que engulle, que es cuando entra agua fría al estómago y luego el periodo de digestión de lo que ha comido porque aumenta de nuevo la temperatura, así como los periodos de ayuno, donde se mantiene constante.

En ese experimento se constató que pueden aguantar hasta 18 días sin comer, lo que demuestra que no es cierto que sean insaciables. Lo que sí es verdad es que ingieren todo lo que pueden cuando tienen la oportunidad, y son tan voraces que se comen medio elefante marino en 20 minutos.

Competencia ente individuos por los elefantes marinos

Los tiburones blancos suelen ser animales solitarios, pero es precisamente durante ese periodo de predación profunda a elefantes marinos cuando se pueden ver varios tiburones juntos. En esas circunstancias se han podido observar conductas exageradas de intimidación para evitar luchas entre ellos. Estos animales saben que tienen una mandíbula muy fuerte, con muchos dientes, que les puede producir daños fatales si pierden la pelea. Realizan lo que se llama “desplante”, un comportamiento exagerado de amenaza para amedrentar al rival, del mismo modo como cuando los gatos se encorvan o cuando los perros te enseñan los colmillos cuando no quieren que te acerques.

Los distintos tipos de comportamientos observados en Guadalupe han sido:

  • Confrontación, de frente, a ver quién se quita primero
  • Nado paralelo, a continuación del anterior. Se trata de un tipo de marcaje, para ver quién es más grande, que es el que gana y se queda con la presa. Se dice entonces que se respeta la jerarquía de tamaños.
  • Bajar las aletas pectorales para mostrar descontento de la presencia del oponente
  • Gaping o bostezo, abriendo la boca y manteniéndola para mostrar los dientes
  • Coleteo o tail slaping. Golpean al otro tiburón cercano a su presa, para alejarlos. A veces lo hacen con la embarcación de los científicos, si se ven amenazados por ella.
  • Saltos fuera del agua. Es un salto muy distinto al vertical al que hemos visto en Gaansbai, en Sudáfrica, donde suben casi verticalmente, de abajo para arriba, para capturar la presa. En Guadalupe sacan cuerpo completo pero no tan vertical, para poder caer con fuerza con toda su panza, hacer mucho ruido y marcar la presa como suya.
  • Sacudida de cabeza. Con la boca abierta mostrando sus dientes, es una variante del gaping o bostezo y se ha grabado muy pocas veces.

Las actitudes de confrontación y nado paralelo son habituales en situaciones de competencia entre individuos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


EL gaping o bostezo, abriendo la boca para mostrar los dientes es una actitud de amenaza. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Los movimientos de golpeo con la cola sirven para amedrentar al competidor en la lucha por el elefante marino. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



En ocasiones, por la excitación de la lucha por el alimento, llegan a golpear a la embarcación. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Los saltos fuera del agua pretenden intimidar al contrario. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Con la boca abierta y mostrando sus dientes se intimida al contrario. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Algunos ejemplares muestran heridas terribles por la lucha entre individuos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Las heridas por confrontación entre individuos se suelen producir en la cabeza y la zona branquial. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Si no se respeta la jerarquía, por tamaños o por actitud (gana el más agresivo, aunque no sea el más grande), se produce la confrontación y se muerden en la cabeza, en las branquias, donde son muy vulnerables, en las aletas pectorales o en la cola.  

Se ha filmado muy pocas veces un tiburón mordiendo a otro, pero habitualmente se ven muchos ejemplares mordidos, especialmente en las branquias. Mauricio explica que “es de destacar que los tiburones tienen un poder de cicatrización impresionante, especialmente en el cuerpo, pero no en las aletas pectorales o en la cola. Se han visto heridas terribles en la zona branquial que al cabo de un año casi ni se les notan”.

Expedición de 2015 con Discovery Channel


En 2015, en una nueva expedición con Discovery Channel se utilizó un nuevo dispositivo de torpedo. Fuente:  canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En 2015, realizaron otra expedición con Discovery Channel, utilizando otro vehículo subacuático AUV, capaz de sumergirse más profundo, y en ella descubrieron dos conductas impresionantes, que nunca se habían filmado:
  • Tiburones ahorrando energía: suben a superficie y se dejan caer hacia el fondo sin moverse, ni siquiera la cola, y cuando tocan el fondo vuelven a subir, repitiéndose el proceso. Este patrón se había intuido con los movimientos detectados a partir de los datos de las marcas, en las gráficas. Desde ese momento se pudo comprobar con imágenes.
  • Tiburones durmiendo: se van a la parte sur de la bahía, donde las corrientes son muy fuertes. Para ello se colocan frente a la corriente, abren la boca, y se quedan nadando despacio para no moverse de donde están, pero sí para poder respirar.



Tiburones ahorrando energía. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



Tiburones durmiendo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Extracción de biopsias
Como complemento a los estudios anteriores el equipo recoge biopsias de tejido de los animales que se capturan para ponerles marcas, o utiliza la lanza hawaiana para obtenerlas a distancia. El objetivo es hacer estudios de presencia de contaminantes en sus tejidos.


Recogida de biopsias con pértiga hawaiana. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Los resultados han mostrado una gran cantidad de PCB’s (1) y organoclorados (2). Lo llamativo es que todos los detectados en el tiburón blanco los tiene también su presa, el elefante marino, por lo que piensan que los obtiene de ella.

El ecoturismo de avistamiento de tiburones desde jaula

Existen varias empresas mexicanas y norteamericanas dedicadas al avistamiento de tiburones blancos desde jaula que realizan expediciones desde la ciudad de Ensenada. Para llegar allí se vuela a Tijuana y luego se viaja por carretera hasta el embarque.

La expedición suele durar cinco días, rara vez siete. Son 24 horas de viaje de ida a la isla, tres días de estancia a bordo y un día de vuelta. En los días de estancia en la isla se realiza la actividad de avistamiento con jaula. Las hay de dos tipos, las de superficie y las de profundidad, y están continuamente funcionando desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

Mauricio recomienda mucho esta actividad porque la visibilidad es enorme y se han llegado a ver hasta 33 tiburones en un solo día. Es el único sitio en el mundo que se pueden ver tiburones blancos lejos de la costa. Para él es el mejor lugar del mundo para observar al tiburón blanco.

Comportamiento respecto a barcos de ecoturismo

Existe una cierta preocupación sobre si las actividades de avistamiento de tiburones desde jaula pueden estar afectando a su conducta. Para analizarlo, también realizan una serie de estudios específicos. 

Con ese objetivo, a algunos ejemplares les colocan marcas (que miden temperatura y profundidad) y también cámaras (que miden profundidad, velocidad y longitud del animal) que se les quedan un par de días, mostrando su comportamiento tanto cuando están los barcos de avistamiento con jaula como cuando no están. Además les colocan unas marcas para medir cuantas veces mueven la cola, para saber al gasto energético cuando están cerca de las jaulas.


Otro sistema de monitorización de los tiburones es la colocación de cámaras en la aleta dorsal, que se desprenden al cabo de un tiempo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En el futuro próximo quieren sacarles muestras de tejido para saber si las hormonas del estrés se disparan o no con la presencia de los barcos, de la misma forma a como lo están haciendo ahora en Revillagigedo con las mantas.

Mauricio cree que “el ecoturismo es positivo para la conservación de la especie, porque las empresas y los turistas son un ojo extra cuidando a los  tiburones para evitar actividades ilegales de pesca. También ayuda a que la gente vea cara a cara a este animal. Una vez que lo hacen, se vuelven defensores y amantes de esta especie tan majestuosa, y para ellos ya no es el asesino de la película.”

A raíz de ciertos accidentes recientes que han ocurrido con ejemplares que por su menor tamaño, consiguieron entrar en las jaulas de avistamiento, que les provocó graves heridas, Mauricio explica que están trabajando junto con la CONANP, en la realización de una actualización del Manual de buenas prácticas para la observación del tiburón blanco. También han colaborado en la redacción del PACE (Programa de Acción para la Conservación de Especies), el cual es una es una estrategia integral de conservación que incluye la participación de todos los actores involucrados, planteando estrategias a corto, medio y largo plazo.

El manual de buenas prácticas obliga a no alimentar a los tiburones, y por ello la carnada que se utiliza para atraerlos debe estar desprovista de tejido en lo posible. Mauricio cree que “no parece que les esté cambiando el patrón de comportamiento natural, porque se han visto tiburones que en un momento están en la carnada de los barcos e inmediatamente se van a la costa y se alimentan de elefantes marinos.”

Se han realizado estudios de capacidad de carga para establecer el número de embarcaciones máximo razonable para no dañar a los animales. Por ello hay un límite de ocho barcos operando a la vez en la parte noroeste de la isla.

Estudio de movilidad. Receptores de marcas electroacústicas.

Se observan en la isla cada vez animales más pequeños, por lo que se cree que es una zona de crianza secundaria, donde se alimentan de manera segura una vez que abandonan las zonas de crianza de la costa continental. Para ver dónde se van cuando abandonan Isla Guadalupe a los juveniles les colocan marcas satelitales tipo pop up, (que miden profundidad, temperatura, posición etc), que se recogen cuando se desprenden del animal y salen a la superficie.


El uso de marcas satelitales tipo POP UP (que se despegan del animal y salen a superficie), permite conocer los movimientos del animal, midiendo profundidad, temperatura, presión…Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Para analizar el movimiento local de los tiburones de cualquier edad en el tiempo que están en la isla el equipo ha colocado receptores de marcas electroacústicas alrededor de toda ella. El objetivo es conocer sus patrones de movimiento en las aguas locales de la isla. Se instalan a profundidad de aproximadamente 20 m y se sacan cada año para ver la información recogida en ellos, procedentes de los emisores insertados bajo la piel de determinados ejemplares, cuando pasan a una distancia de 300 m del receptor. De esta manera se sabe cuántas veces un individuo ha sido registrado en tal o cual receptor, para estimar sus puntos preferidos de la isla.


Los sistemas de teledetección acústicos consisten en un dispositivo colocado en el animal que emite unos pulsos que son recibidos por hidrófonos situados en determinados puntos de la isla. Cuando el animal pasa cerca, los pulsos son captados y registrados. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



Los sistemas de receptores acústicos o hidrófonos utilizados en Guadalupe son los mismos que se utilizan en otras zonas del Pacífico. De esta manera, se puede detectar si un animal marcado en Guadalupe acude a otras zonas con estos dispositivos instalados. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Lo interesante de este sistema es que lo utilizan investigadores de diversas partes del Océano Pacífico y pueden leer las marcas electroacústicas (emisores) de los ejemplares marcados en Guadalupe. Se han detectado tiburones marcados en esta isla en otras zonas como Hawaii, California y Oregón. También se tienen registros de tiburones de California que vienen a Guadalupe y de tiburones de Guadalupe que se han ido a California.

Esta información nos dice que la población del tiburón blanco del Pacífico es una sola, y que los individuos se mueven por todas las zonas en las que hay receptores. Este hecho es muy importante para establecer medidas para su protección. La conclusión es que, dado el enorme rango de movimiento de este animal, no se pueden realizar protecciones locales, sino a nivel internacional.

Campañas de concienciación

En México se están realizando campañas de concienciación para proteger al tiburón blanco. Son de vital importancia porque se están capturando juveniles, aunque esté totalmente prohibido.

En este sentido, y sabiendo que los niños son los mejores receptores para hacer concienciación, se ha editado un cómic, que tiene como protagonista a un superhéroe llamado Amaukua, que es un biólogo marino que protege a los tiburones, no solo los blancos de Guadalupe sino los toro de Playa del Carmen y los de Revilagigedo.



El cómic de Amaukua, biólogo marino que protege a los tiburones. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Se cree que la población del Pacífico/California es de unos 2000 ejemplares, según un estudio reciente. La pena es que se capturan muchos ejemplares, a pesar de que está prohibida su pesca. El problema es que las capturas ilegales no se registran, por la prohibición, pero siguen existiendo debido a que los productos del tiburón blanco son muy valiosos en el mercado negro.



Desgraciadamente se capturan muchos ejemplares ilegalmente, por el alto valor en el mercado negro de sus aletas o su mandíbula. La pesca deportiva también captura ilegalmente ejemplares. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Conclusiones

Pelagios Kakunjá, la organización a la que pertenece Mauricio permite el trabajo de voluntariado científico y la realización de estudios de postgrado. En su web se puede ver la información de los estudios realizados, artículos y publicaciones de divulgación.

Las líneas prioritarias de trabajo de investigación futuro, con la vista puesta en mejorar las acciones de conservación, se centrarán en profundizar en el análisis sobre el comportamiento de la especie, sus movimientos, las migraciones que realiza, así como en la localización de áreas de crianza, no solo en Bahía Sebastián Vizcaíno, sino también en otros posibles lugares en el Golfo de California.

Los mexicanos son afortunados de tener los mejores sitios para ver tiburones en el mundo. En playa del Carmen se pueden ver tiburones toro, tiburón ballena en Cancún, se puede viajar a Revilagigedo para ver más de diez especies de tiburones, y Guadalupe es el lugar estrella para observar al gran blanco.



Cartel para promocionar los tiburones como patrimonio de los mexicanos.

Felicitamos a Mauricio por el enorme trabajo de investigación, y también de divulgación, que ha realizado sobre el tiburón blanco. Solo se protege lo que se conoce, y estamos seguros de que, a gracias a él, muchas personas han dejado de ver a esta especie como un monstruo “comehombres” y han descubierto el majestuoso animal que no deja de sorprender a quien lo conoce.

Gracias por tu labor.

(1)     El Policloruro de bifenilo (PCB) está considerado según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano. La legislación actual limita el uso de estos compuestos, por ejemplo dentro de la UE su uso sólo se permite dentro de los “sistemas cerrados”. Su fabricación está prohibida desde 1977 en Estados Unidos y desde 1983 en Alemania. Actualmente su uso está prohibido en casi todo el mundo.
(2)     Algunos tipos de compuestos organoclorados tienen una toxicidad significativa en plantas o animales, incluyendo los seres humanos. Las dioxinas se producen cuando la materia orgánica se quema en presencia de cloro, y algunos insecticidas como el DDT son contaminantes orgánicos persistentes (COP), que suponen un peligro cuando se liberan en el medio ambiente. Por ejemplo, el DDT, que fue ampliamente usado para controlar plagas de insectos a mediados del siglo XX, también se acumula en las cadenas alimentarias, y causa problemas reproductivos (como adelgazamiento de la cáscara de huevo) en determinadas especies de aves.

viernes, 9 de octubre de 2020

EL TIBURÓN BLANCO DE GUADALUPE


Este artículo se publicó en la revista Acusub, en el número 209
www.acusub.net

Texto: Mónica Alonso Ruiz

El Doctor Mauricio Hoyos Padilla es posiblemente el investigador mexicano de tiburones más conocido internacionalmente. Es un gran experto en estudios de comportamiento del tiburón blanco en aguas mexicanas. El pasado 12 de abril de 2020 pudimos asistir virtualmente a su charla “El tiburón blanco en México”, incluida dentro del ciclo “Los tiburones y las áreas marinas protegidas”, programado por  Pelagios Kakunjá, organización a la que pertenece.

En dicha charla primeramente hizo una breve introducción de la biología del tiburón blanco y finalmente nos detalló los resultados de las investigaciones realizadas sobre este escualo en la Isla de Guadalupe, Área Protegida y Reserva de la Biosfera. Vamos a relatar aquí algunas de las facetas más interesantes que nos contó Mauricio durante la misma. En este primer artículo se incluye la parte de biología del tiburón y el comienzo de las investigaciones. En un segundo artículo se tratará la parte de los estudios de comportamiento realizados.

Mauricio Hoyos en Guadalupe. Fuente: Facebook

La portada del webbinar El Tiburón Blanco en México. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Superdepredador perfecto

En 1975 algunos pudimos ver la película “Tiburón”, en la que se nos presentaba un tiburón blanco sobredimensionado de 11 metros, el cual estaba obsesionado con atacar a los humanos. Desde entonces, a partir de esta película, la gente identifica al tiburón blanco como un asesino en serie de humanos. Nada más alejado de la realidad.

La película “Tiburón” de Steven Spielberg, marcó a toda una generación, alimentando el falso mito del tiburón “comehombres”. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El tiburón blanco, Carcharodon carcharias, lleva viviendo en nuestras aguas desde hace 11 millones de años. Es uno de los depredadores más perfectos que existen en el planeta. Es un animal majestuoso, muy hidrodinámico, con morro puntiagudo, que tiene su parte inferior de color blanco. Es precisamente ese color de su vientre el que ha servido para darle su nombre común. Su parte superior es oscura y ello le sirve como camuflaje, mimetizándose con las aguas oscuras del fondo cuando se le observa desde arriba.

La silueta del tiburón blanco es inconfundible. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El tiburón blanco está protegido en México. Fuente: Semarnat

Su gran potencia depredadora se la debe, sobre todo, a su particular mandíbula, que puede ejercer una presión de hasta 2 toneladas, con la que es capaz de arrancar la cabeza a un elefante marino. Tiene varias hileras de dientes y cuando se cae uno surge otro que está situado detrás y sustituye al anterior. Cuando tiene menos de 3 metros de longitud sus dientes son puntiagudos, porque captura peces y otros tiburones, pero cuando supera los 3 metros, los dientes de arriba pasan a ser triangulares y aserrados, porque pasan a alimentarse también de mamíferos marinos.

Los dientes del tiburón blanco son más triangulares cuando se hace adulto. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
 
 
El tiburón blanco repone continuamente sus dientes, que se mueven hacia adelante cuando se pierde alguno. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Todo en este animal está diseñado a la perfección para la caza de sus presas. Sus arcos branquiales, al final de la cabeza, son grandes porque tiene un alto requerimiento de oxígeno. Su potente cola es homocerca, con lóbulo superior e inferior muy similares. Tiene una quilla en su base, donde se anclan todos los músculos de la misma, que le ayudan a propulsar su potente natación. Su primera aleta dorsal, la más famosa, le permite estabilizarse, y sus aletas pectorales le ayudan a maniobrar.

Partes del tiburón. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Reproducción muy desconocida

Las aletas pélvicas son  muy importantes para la identificación de machos y hembras. Los machos tienen dos apéndices en su extremo, los gonopterigios o claspers, que son sus órganos reproductivos, que utiliza para fecundar a la hembra. Al copular, el macho agarra con su mandíbula a la hembra por su aleta pectoral, la voltea y esta entra en inmovilidad tónica, se deja de mover y baja su metabolismo, lo que facilita la introducción de uno de los gonopterigios en su cloaca.  

Mauricio nos enseña una foto de un tiburón blanco con los gonopterigios abiertos. “Es la única que tenemos en la que se aprecia esta disposición. En Revilagiggedo, donde también estudiamos otros tiburones, hemos observado el cortejo de otras especies, como el sedoso, el tiburón de galápagos y el puntas blancas de arrecife. Cuando el macho trata de morder la aleta pectoral, previamente mueve los gonopterigios de forma circular, lo que explica su disposición en esa foto del tiburón blanco de Guadalupe”.

Tiburón macho con los gonopterigios abiertos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

“En la isla hemos detectado hembras con mordidas en aletas y branquias, pero no sabemos si allí se produce cortejo y reproducción. De hecho, en realidad nadie sabe donde copulan. Por ello, llevamos siempre preparadas hasta seis cámaras en nuestra lancha, por si lo pudiésemos grabar en caso de que se produjese la cópula cuando estamos en la zona. Sería un documento inédito y de hecho, la BBC ofrece fondos para investigación durante dos años, a cambio de ese documento. Sería interesantísimo ver la cópula del tiburón blanco, aunque pensamos que sea muy parecida a la de otras especies de tiburones que sí hemos observado”.

La reproducción en el tiburón blanco. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Tras la fertilización de la hembra y finalizado el periodo de gestación, nacen las crías en un número de hasta 15, las cuales pueden tener entre 1,2 y 1,4 metros de longitud. El periodo de gestación es muy desconocido, y se cree que dura más de 12 meses.

La hembra gestante genera huevos sin fertilizar y los embriones que primero se desarrollan se alimentan de ellos, se cree que durante dos tercios de su embarazo. El embrión genera una gran panza, porque se alimenta de la mayor cantidad de huevos posible, para poder sobrevivir en el último tercio del embarazo, cuando la hembra deja de producir estos huevos. Se han capturado muy pocas hembras embarazadas, todas ellas en Japón, por lo que el estudio de la gestación de esta especie aún está muy poco avanzado.

Mauricio explica que “lo que sí se sabe es que no se produce canibalismo intrauterino entre los embriones. Tan solo se conocen dos especies en las que ello ocurre, el tigre de arena (Carcharias taurus) y el mako o marrajo de aleta corta (Isurus oxyrhinchus). Estas especies tienen dos úteros y en cada uno de ellos se desarrollan varios embriones. El que se desarrolla más rápido en cada útero mata al resto y se alimenta de ellos, teniendo como resultado final el nacimiento de dos crías bastante grandes en relación con el tamaño del animal adulto”.

Cuando nacen las crías, las hembras no las cuidan, y permanecen en unas zonas llamadas áreas de crianza, que son de aguas someras, donde hay mucho alimento y pocos depredadores. Las madres abandonan la zona tras el alumbramiento. Pasa mucho tiempo hasta que los juveniles alcanzan una talla considerable, aprenden a cazar bien y pueden salir del abrigo de esas zonas.

En el Pacífico Este estas áreas de crianza parece que se distribuyen por California, Baja California y Baja California Sur, cerca de la costa. En la Bahía Sebastián Vizcaíno se están realizando investigaciones desde hace varios años, porque allí se han encontrado individuos muy pequeños. En 2018, el equipo de Mauricio realizó una expedición donde capturaron 11 animales, reportando tamaños desde pequeños, de más o menos un año de edad, hasta juveniles de 3 m.

Supersentidos para cazar


Secuencia de aplicación de los sentidos para percibir a la presa. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

¿Cómo encuentran los tiburones su alimento? Gracias a que tienen su supersentidos. El  oído, escucha a mucha distancia frecuencias muy bajas, recibiendo la señal en dos poros endolinfáticos muy pequeños situados en la parte de arriba de la cabeza.

A continuación, una vez que se acerca a la fuente de sonido, actúa su olfato, detectando las sustancias disueltas en el agua que entra por sus narinas, situadas en el morro. Es de destacar que el cerebro del tiburón blanco posee dos lóbulos específicos para este sentido, que ocupan casi el 20 % del mismo, por lo que se cree que tiene el mejor sentido del olfato de todos los tiburones.

Inmediatamente después actúa la vista y contrariamente a lo que habitualmente se cree, estos animales ven muy bien mediante unos hermosos ojos azules, muy diferentes de los ojos negros sin vida que se describían en la película:

“¿Sabes lo más llamativo del tiburón? Sus ojos negros sin vida, como los del un muñeco. Cuando se te acerca, no parece que esté vivo…”
Y’know the thing about a shark, he’s got… lifeless eyes, black eyes, like a doll’s eyes. When he comes at ya, doesn’t seem to be livin…

El ojo del tiburón blanco es menos inanimado de los que se cree. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

La creencia de que tienen mala vista es debida a que cuando la presa está ya muy cerca ponen el ojo en blanco, dándolo la vuelta y dejando de ver, por lo que se quedan ciegos durante unos segundos. Esto lo hacen para protección del ojo frente a las heridas que les pueden provocar los dientes de los lobos de California. Muestran la esclerótica, en una imagen que les hace parecer más terroríficos.   
Para atraer a los tiburones en las operaciones de avistamiento con jaula en Guadalupe, se echa carnada y cuando el animal la ataca tan de cerca, pone el ojo en blanco. El tiburón no sabe si la carnada está viva o muerta, y por ello siempre protege su ojo. A veces el animal ha llegado a chocar con la jaula, al no verla durante unos instantes.

Al girar su ojo en el ataque contra la presa, el animal queda literalmente ciego. Hace un tiempo hubo un accidente en una de las jaulas, donde el animal quedó encajado en una de los huecos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Como todos los peces, también tienen el sistema de la línea lateral, que detecta si un pez se mueve cerca de él, mediante un canal que tiene en los lados que permite percibir vibraciones en el agua.

Finalmente hay que destacar el sistema de la electrorrecepción, que es uno de los favoritos de Mauricio. “Si miramos a un tiburón de frente, podemos observar que tiene una serie de poros en el morro, llamados ámpulas (ampollas) de Lorenzini, el cual les ayuda para varias cosas, detectando la electricidad de sus presas, la temperatura del agua, la salinidad, y el campo magnético de la tierra. De hecho, la segunda migración más larga de un animal marino la llevó a cabo un tiburón blanco desde Sudáfrica a Australia, con 11.100 km de ida y otros tantos de vuelta: se estima que el tiburón conoce donde está el norte magnético, gracias a este sistema”.


El viaje más largo registrado en un tiburón blanco. Desde Sudáfrica hasta Australia. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Distribución mundial. La Isla de Guadalupe

El tiburón blanco se distribuye por todos los océanos, entre los 60º norte y los 60º sur. En el pasado se le podía ver habitualmente en California, Chile, Sudáfrica, Australia, Nueva Zelanda y Japón, donde se han capturado hembras embarazadas, así como en el Mediterráneo.  En México, hasta antes del año 2000, teníamos muy poca información de la existencia de esta especie y solo se tenían registros de animales muertos. Además se desconocía todo sobre su comportamiento y distribución en esta zona. Se tenían registros en el Golfo de California, en las islas de Cedros y San Benito, pero a partir de entonces se sabe que el mejor lugar para ver tiburones blancos en todo el mundo es Isla Guadalupe, especialmente por la gran transparencia de sus aguas.

El tiburón blanco es muy cosmopolita, estando tan solo ausente de las zonas polares. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

La isla de Guadalupe está situada a 230 km de la Península de Baja California. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

La isla de Guadalupe se sitúa en medio del Pacífico y tiene 32 k m de largo y 11 km de ancho. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Esta isla se sitúa en el Pacífico mexicano, a 230 km al oeste de Baja California. Es bastante grande, y tiene 11 km de ancho y 32 km de largo. Desde 2005 es una Área Natural Protegida (ANP), bajo la categoría de Reserva de la Biosfera, bajo el amparo de la CONANP (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México).

Se tienen registros de tiburones blancos en otras zonas del país, en Isla Mujeres, en Veracruz, en todo el Golfo de California y hasta en Nayarit existe un registro. En teoría se pueden mover por donde quieren, pero su presencia se debe a que se encuentren sus presas, las focas, y por eso se agregan en Guadalupe. El equipo de Mauricio tiene un proyecto de análisis de la presencia de esta especie en la isla de Cedros y en la de San Benito, más cercanas a Baja California, para tratar de analizar si se pueden avistar regularmente allí.

Registros de tiburón blanco en la zona. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Investigaciones previas sobre la población y las migraciones del tiburón blanco del Pacífico

Hace ya muchos años los científicos norteamericanos comenzaron a colocar un tipo de marcas satelitales, de tipo POP UP, que almacenan la información de la temperatura, profundidad y localización del animal. Aproximadamente a los 12 meses (u otro periodo menor) la marca se desprende y puede salir a superficie, porque tiene un pequeño flotador. Con su antena, la marca envía la señal de esos parámetros vía satélite, y se puede estimar todo lo que hizo el animal durante ese periodo en que la llevó adherida. Del resultado de esos análisis se han aprendido cosas muy interesantes respecto a las migraciones que realiza el tiburón blanco en el Pacífico.

El marcaje satelital es una de las herramientas más importantes para conocer el comportamiento migratorio de los tiburones. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En Isla Guadalupe se colocaron también este tipo de marcas a los tiburones que llegan allí, y cuando se analizaron los resultados, se vio que estos ejemplares en su migración pueden llegar hasta Hawaii, pasando y permaneciendo cierto tiempo en un lugar intermedio en medio de la nada.

Lo curioso es que otros investigadores norteamericanos colocaron el mismo tipo de marcas en ejemplares de California, y encontraron un patrón muy similar, llegan hasta Hawaii y anteriormente a este sitio intermedio, donde pueden permanecer hasta un máximo de 140 días, y al que desde entonces se conoce como “el CAFÉ de los tiburones blancos”.

El Café de los tiburones blancos es una zona en medio del Pacífico donde los tiburones blancos, en su migración hacia Hawaii, se detienen durante periodos largos. Aún no se sabe qué hacen en esa zona. Fuente: El Gran Tiburón Blanco. Mauricio Hoyos.

En realidad aún se desconoce la razón de por qué se quedan en esa zona durante periodos tan largos. Se han planteado muchas hipótesis: que vayan ahí para alimentarse, por reproducción, etc. Lo más interesante de todo ello es que se quedan mucho tiempo en este lugar y también el hecho de que coincide tanto para el caso de tiburones etiquetados en California como para los de Guadalupe, por lo que se cree que se trata de la misma población.

La migración del tiburón blanco en el Pacífico Norte se realiza entre Hawaii y las costas de California. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Michael Doemaier hizo una investigación para National Geografic para intentar conocer mejor la razón por la cual paran tanto tiempo en el CAFÉ, localizando una hembra marcada. El problema de esta zona es que es un área enorme, del tamaño de Texas, en medio de la nada, lo que dificulta el análisis. Lo que sí se vio allí fue que los animales suben y bajan repetidamente de la superficie a 900 m de profundidad, en lo que se denomina comportamiento tipo “yo-yo”.

Pero, ¿por qué se van de California donde tiene cuatro especies de focas para alimentarse, o de Guadalupe, donde hay tres? Existe la hipótesis de que en esa zona buscan un tipo de presa específica, como pudieran ser los calamares, los cuales realizan este tipo de migraciones verticales diarias similares a las registradas para el tiburón blanco. En ese tipo de presa el animal al parecer consigue un tipo de ácidos grasos que ayudan en el desarrollo de los embriones.

Sin embargo, de momento tan solo son conjeturas sin demostrar. Recientemente el Salvador Jorgensen, del Monterey Bay Aquarium, ha realizado una expedición de la que en breve se publicarán conclusiones.

Las presas del tiburón en Guadalupe

Cuando inició sus estudios sobre este animal, Mauricio lo que quería saber era por qué los blancos pasaban gran cantidad de tiempo en aguas mexicanas de Guadalupe, y pudo comprobar que el factor  alimentación es muy importante en este hecho.

En ciertos sitios, como en las Islas Farallon, en California, se ha explicado la presencia de tiburón blanco por encontrarse allí sus presas, los elefantes marinos. Asimismo, en Guadalupe ocurre que las tres especies de focas que allí se hallan tienen mordiscos de tiburones, por lo que también es claramente un lugar de alimentación.

Las focas de la isla de Guadalupe presentan a menudo, marcas de dientes de tiburón. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

A veces los elefantes marinos presentan heridas muy grandes, de las que se recuperan si no les afecta a órganos vitales. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Los lobos marinos de California (Zalopus californianus) son muy inteligentes y hábiles, porque se aprovechan de la gran visibilidad de más de 30 metros que hay en la zona para salvarse de muchos de sus ataques. En ocasiones, viendo cómo se comportan, parece que se burlaran de los tiburones blancos: se les ha visto cómo parece que juegan a tocarles la cola. Esto no lo harían en California o en Sudáfrica donde hay mucha peor visibilidad.

Otra presa del tiburón blanco es el lobo fino de Guadalupe (Arctocephalus townsendi), del cual llama la atención de los científicos el hecho de que siempre se encuentren cadáveres decapitados. No parece que al tiburón blanco le guste el resto del cuerpo y por eso no se lo come.

Su presa preferencial es el elefante marino del norte (Mirounga angustirostris), posiblemente por su gran capa de grasa, que le proporciona mucha energía al tiburón.

Como curiosidad, nos explica Mauricio que se encontraron cicatrices circulares en elefantes marinos en la isla. También en los delfines, los peces, y hasta en el propio tiburón blanco. Realizaron un proyecto de investigación y encontraron al culpable, el tiburón sacabocados, comegalletas (cookiecutter) o cigarro (Isistius brasiliensis).

Es un animal pequeño, de 42 cm, pero con gran tamaño de sus dientes en proporción a su cuerpo. Este animalito vive en las profundidades, donde está oscuro, y es capaz de general luz. De esta forma atrae la atención de sus enormes presas y cuando se acercan, las muerde. Sin duda es el tiburón más peligroso de Isla Guadalupe.

Los cetáceos de la zona a veces presentan marcas circulares debidas al tiburón cigarro. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El propio tiburón blanco presenta en algunos casos, mordeduras del tiburón cigarro. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Este es el terrorífico tiburón cigarro (Isistius brasiliensis), el tiburón más peligroso de todos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


El tiburón cigarro. Fuente: El Gran tiburón blanco. Mauricio Hoyos

Toma de fotografías de los ejemplares. Fotoidentificación

Uno de los trabajos de investigación que se realizan en Guadalupe es sacar fotografías a los tiburones, lo que sirve para estudiar varias cosas:

  •    El tamaño. Se pensaba que la máxima talla de esta especie era de 6 m, lo cual estaba documentado por una hembra capturada en Cuba, pero en noviembre de 2013 se pudo ver una hembra enorme en Guadalupe, Deep blue, que actualmente se considera la más grande del mundo. Mauricio explica que utilizando un dron cuando este animal se acercó a la lancha del equipo, se pudo estimar su tamaño, del orden de 6,5 m. 
  •          El sexo. Por la presencia o ausencia de sus órganos genitales. 
  •       Fotoidentificación de individuos. Se trata de analizar la pigmentación en diferentes partes del cuerpo y si tiene alguna característica específica con el objetivo de identificar los individuos y realizar censos de población.

Del análisis de las técnicas de fotoidentificación que realiza Michael Domeier, a partir de las fotos realizadas por los turistas que participan en las actividades de observación desde jaulas, se ha obtenido un censo de 200/300 ejemplares en la isla desde 1999. El equipo de Mauricio analiza cuáles se repiten cada año, por lo que creen que tienen un censo más ajustado de 70/80 ejemplares que son habituales de la isla. “Cada año se registran nuevos ejemplares, muchos juveniles, por lo que creemos que la población está creciendo”, explica Mauricio.



Las actividades de avistamiento están reguladas en la Isla de Guadalupe y sirven para fotoidentificar a individuos. Fuente: Semarnat

En relación con las marcas distintivas de los individuos. Mauricio nos enseña un animal, que se ha registrado varios años en Guadalupe, y que tiene un tumor grande en el lateral de su cabeza.

Muchos piensan que los tiburones no tienen cáncer y este es un ejemplo de que sí lo padecen. Una de las veces que lo vimos, lo atrajimos a la embarcación y se tomó la muestra, a la que se hizo un análisis histológico. El tumor resultó ser una neoplasia, una masa anormal de tejido. Existen 22 especies de tiburones a los que se ha registrado la presencia de cáncer”.

A la hora de identificar individuos Mauricio explica también que “cada individuo identificado tiene una personalidad o modo de comportamiento diferente”. De hecho reconocen a algunos individuos por cómo se comportan: hay algunos que siempre son muy agresivos, otros que son más cautos, o más tranquilos.

Colocación de marcas para seguimiento de ejemplares

La colocación de cámaras en la aleta dorsal y marcas ultrasónicas que emiten un pulso que envía información de temperatura y profundidad es otro aspecto de los trabajos de investigación que se llevan a cabo en la isla.

Para poner la marca se utiliza una hawaiana para pesca deportiva. “Buceando nos acercamos lo suficiente y les disparamos en la base de la aleta dorsal. La señal la captamos en una embarcación con un receptor portátil y seguimos al tiburón en periodos de 24 h.”

Mediante estas técnicas se han aprendido cosas muy interesantes respecto al comportamiento de juveniles y adultos: los juveniles se quedan cerca de la costa la mayor parte del tiempo, en profundidades inferiores a 50 m. Más alejados de la costa se mueven los adultos, a 200 o 300 m. Atendiendo a esta diferencia de comportamiento podría incluso decirse que actúan como si fueran dos especies distintas.
 
Fuente: El Gran tiburón blanco. Mauricio Hoyos

Guadalupe es una isla muy alejada, de naturaleza volcánica, por lo que muy cerca de la costa se pueden  encontrar grandes profundidades. La hipótesis de Mauricio para explicar lo anterior es que los tiburones adultos  se sitúan en aguas profundas enfrente de las colonias de elefantes marinos, aprovechándose de la buena visibilidad para acecharlos cuando se sumergen y capturarlos.


Sin duda esta primera parte de la charla nos ha servido a muchos de nosotros para admirar mucho más a este maravilloso animal. Seguramente alguno tenga incluso ganas de ir a verlo en persona, a las aguas de Guadalupe, uno de los mejores lugares del mundo para observar a este imponente animal en su medio.

No os perdáis la segunda parte de este artículo en la que describiremos en primer lugar cómo contrastaron la teoría de Mauricio sobre el comportamiento de los ejemplares adultos que cazan elefantes marinos, así como el resto de los estudios que ha realizado su equipo sobre el comportamiento de esta especie en aguas de Guadalupe.

El vídeo de la charla: