lunes, 27 de mayo de 2019

¿Hemos perdido el miedo a los tiburones?


El pasado mes de noviembre circuló por las redes sociales un vídeo de unos buceadores en el Mar Rojo, con un tiburón de puntas blancas oceánico (Carcharhinus longimanus), en el cual se ve al tiburón ciertamente nervioso con uno de los buceadores, al que intenta morder sus piernas de manera reiterada. Desgraciadamente ni los buceadores ni el guía se dieron cuenta que la situación se ponía tensa y no abortaron la inmersión a tiempo. La consecuencia fue que otro buceador del grupo literalmente se “paseó” por delante de las narices del animal y le perdió de vista, con lo que recibió un mordisco en la pantorrilla. Afortunadamente el buceador fue evacuado y tras ser operado, se recuperó.

El código de conducta a seguir con los tiburones longimanus en las Islas Brothers no siempre se cumple y por ello ocurren accidentes.

Como consecuencia de este y otros incidentes con buceadores en la zona de las Islas Brothers, el Gobierno Egipcio decidió prohibir el buceo en la zona durante el mes de diciembre. Las razones que alegaba el gobierno eran la excesiva cantidad de buceadores en las inmersiones con los longimanus, y el vertido de comida desde los barcos, lo cual estaba alterando gravemente la conducta de estos animales en relación con los buceadores que les visitaban. La medida se ha prolongado hasta el mes de marzo, con la idea de que los operadores de la zona se replanteen la forma en que realizan su actividad, con el objetivo de que sea más segura y que genere menos impacto en la población de tiburones de la zona.

En el mes de enero pudimos ver en todas las televisiones a una apneista, Ocean Ramsey, nadando al lado de un gran tiburón blanco en las costas de Hawai. Imágenes y fotografías de gran belleza, que mostraban al “monstruo” de unos 6 metros junto a la nadadora. El cuento de la Bella y la Bestia en versión marina. Increíbles imágenes que nos hacían cuestionar el miedo irracional que se tiene a los tiburones desde la película “Tiburón”. Imágenes impactantes que nos mostraban la cara más amable de estos gigantes del mar. A algunos nos recordaban los esfuerzos que llevamos realizando muchos conservacionistas por eliminar el mito del “tiburón comehombres”, y mostrar al mundo que en realidad la víctima es el tiburón, dado que la mayoría de sus especies sufren un acoso insostenible que les puede llevar a la extinción.


Todo esto me hace preguntarme si no nos estamos dejando llevar por una imagen ideal del tiburón, especialmente por parte de los buceadores y nos estamos lanzando a lo loco al océano en busca de la mejor foto junto a uno de estos maravillosos seres.

Analicemos el vídeo de Ocean Ramsey nadando tranquilamente con el tiburón blanco: es una especie de las consideradas como “peligrosas” de entre las más de 500 que existen. Y lo hace sin jaula, y sin que el animal parezca afectado por su presencia. Tan peligroso es el blanco que habitualmente, por su gran potencia, envergadura y capacidad de lesionarnos o matarnos, se bucea con él desde una jaula.

Otros tiburones, como el tigre, el toro, o el “longimanus”, son también considerados como de los peligrosos o potencialmente dañinos para el buceador, y se bucea con ellos sin jaula, al ser “de menor peligrosidad” que el blanco. La otra especie potencialmente peligrosa es el marrajo, con el cual, dado lo huidizo que es, es muy difícil bucear. En cualquier caso, a veces se nos olvida que los tiburones son animales salvajes, superdepredadores cuyo comportamiento es difícil de predecir, y con los que siempre hay que tener muchas precauciones. No nos cuesta entenderlo con un oso o un león, pero sí con estos peces maravillosos que son los tiburones.
Ocean Ramsey con un tiburón tigre

Al parecer el encuentro se produjo porque había un cadáver de un cachalote, del que se estaban alimentando un par de tiburones tigre. Cuando llegó el gran blanco los tigres desaparecieron, y tras la comida se pudo nadar junto a él. Lo espectacular de este encuentro, no solo por lo difícil de que se produzca, es que el animal era de un tamaño enorme, de unos 6 m. Lo más frecuente en las zonas donde se bucea con ellos con jaula, especialmente en Guadalupe, es que sean ejemplares juveniles, de tamaños menores.

Hay que tener en cuenta que sobre el tamaño máximo del gran blanco se ha especulado y se ha exagerado mucho, especialmente cuando se trataba de capturas de pescadores en siglos anteriores. Ya se sabe que el pescador siempre exagera con el tamaño de sus presas, y por ello los tamaños de los registros de capturas antiguos se han puesto siempre en cuarentena. Los científicos nos dicen que el tamaño máximo es de 6 a 6.5 m de longitud, teniendo el tiburón más grande capturado en Malta en 1987, 7 m de longitud.

Es por tanto una buena noticia que aparezca este animal tan grande, porque eso indica que es un animal de edad avanzada y que ha sido capaz de llegar a ese tamaño y sobrevivir. La noticia que acompañaba al vídeo decía que este animal era Deep Blue, una enorme hembra que ya en 2013 nos asombró a todos cuando se paseaba por las costas de la Isla de Guadalupe. Y sin embargo los científicos dicen que no es Deep Blue, que pueden ser otras dos hembras que habían sido detectadas por Hawai en esos mismos días, llamadas Kainani y Haole Girl, junto con Deep Blue, que también estaba. La conclusión es una muy buena noticia que haya tres tiburones tan grandes por esa zona y que da igual si  es Deep Blue o no.

Estos tiburones podrían pertenecer a la población del Pacífico, de los cuales se “sabe”, pero nunca con total seguridad, que nacen en las Costas de California, viajan a Guadalupe a alimentarse de mamíferos marinos, van a una zona en el medio del Pacífico a “no se sabe qué”, probablemente a reproducirse, y pasan por las aguas de Hawai. Como vemos, su distribución y comportamiento aún es muy desconocido y nunca se les ha visto copulando.

Otra cosa singular es que el animal junto al que nada Ocean es una hembra y parece preñada, debido a lo abultado de su vientre y a las heridas en sus hendiduras branquiales, posiblemente consecuencia de una cópula más o menos reciente. El abultamiento de su vientre también se podría explicar porque se acaba de alimentar, considerando que los grandes blancos comen hasta hartarse cuando encuentran comida, y luego pueden pasar hasta un mes sin volver a hacerlo.

Lo que es claro es que esas preciosas imágenes desmitifican al tiburón “comehombres” y nos dan idea de que este animal no es tan fiero como nos lo han puesto en las películas.

Como contraste a este bonito mensaje debemos destacar aquí la polémica que se ha levantado, especialmente cuando se ve a Ocean tocando al animal, incluso apoyándose en sus aletas, pareciendo que es el tiburón el que la lleva. Esta conducta es contraria al criterio general  de que no hay que tocar nada de la vida marina cuando nos sumergimos, para reducir la perturbación que indudablemente producimos en un medio que no es el nuestro.

La versión de Ocean Ramsey debe ser escuchada también: “Esperé con calma, pacientemente, observando cómo ascendía hacia el cadáver del cachalote y también muy despacio hacia mí, pasando lo suficientemente cerca como para que yo pusiera mi mano suavemente con el fin de mantener la distancia con ella a su paso. Sé que algunas personas critican que se les toque, pero algunos no se dan cuenta de que algunos tiburones buscan el contacto; se alejó escoltada por dos delfines de diente rugoso que nadaban junto a ella hacia uno de nuestros barcos de Ocean Diving Shark Research (…). Me gustaría que más personas pudieran tener la oportunidad de conectar con los tiburones en su medio, porque entonces entenderían que acariciarlos o empujarlos para mantener una distancia no es lastimarlos (porque si no les gustara seguro que lo expresarían). Es la práctica cruel de capturar tiburones para cortarles sus aletas (con lo que mueren lentamente) para hacer sopa, lo que realmente les daña”

Además, en algunas escenas se ve a más personas en el agua, nadando en las cercanías. La propia Ocean Ramsey declaró que no eran profesionales de los tiburones y que incluso tuvo que “apartar” al tiburón para que no se acercara a ellos. Ocean recalca que su conducta solo debe ser realizada para concienciar sobre la conservación de estos animales y solo por “profesionales” como ella. “En mi defensa puedo decir que desanimo a que las personas se metan deliberadamente en el agua con tiburones blancos o tigre o toro, incluso los tiburones más pequeños son depredadores capaces que requieren de respeto. Sin embargo no son los monstruos que nos muestran los medios de comunicación. Según mi experiencia, este es el tiburón blanco más manso que tenido el privilegio y el honor de conocer, durante los más de 15 años de trabajo con tiburones, siempre considerando como fundamental la seguridad y la investigación”, nos dice Ocean.

El resultado de este encuentro fue que tal como apareció este tiburón, se fue, y aunque fueron varios barcos a la zona al día siguiente, con la idea de nadar con él, ello no fue posible.

Mi reflexión sobre todo esto es doble. Por un lado, y de cara al público en general, no buceador y ajeno al medio marino, estas imágenes hacen mucho bien y nos ayudan a que futuras campañas de protección tengan más éxito, porque la imagen que se tiene del tiburón es mucho más cercana a la realidad. Pero por otro lado, de cara a los buceadores, cada vez más sedientos de experiencias nuevas, la imagen que se nos transmite es de que es muy fácil lo que ella hace, y que todos podremos hacerlo algún día. Como nos podemos imaginar, ni es fácil ni seguro, ni posiblemente lo podremos hacer nunca.

Los foros tiburoneros y los ambientes científicos han calificado a Ocean Ramsey de tener un afán de protagonismo muy grande y de que ha puesto por delante su imagen frente a la conservación del gran blanco. Es muy posible que si se ven muchos por la zona, alguien tenga la idea de montar un negocio de nadar con ellos, y se acaben yendo.

Lo que sí es cierto es que entre los buceadores hay mucho afán de practicar nuestro maravilloso deporte en todas las zonas del mundo y con todos los animales del océano, por grandes o peligrosos que sean. Realmente sí hemos perdido gran parte del miedo…De momento ya no permiten bucear en las Islas Brothers, y van a seguir utilizando las jaulas en Guadalupe. Tomemos nota y seamos sensatos en nuestras interacciones con estos maravillosos animales.

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