Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista Acusub, en el número 200
Posiblemente en alguno de tus
viajes de buceo hayas tenido la oportunidad de ver, o incluso bucear en un
bosque de manglar. Desde tierra no se diferencian mucho de otros bosques, salvo porque son zonas por las que no se puede pasear porque el sustrato del bosque es
el agua.
Desde el lado del mar, son zonas oscuras, con preciosas entradas de
rayos de sol, donde habrás podido comprobar la gran biodiversidad que se puede
encontrar allí. Seguramente no les has prestado mucha atención, aunque debes
saber que los bosques de manglar son de los más importantes ecosistemas del
planeta, porque proporcionan muchas soluciones a algunos de los problemas más
acuciantes, como son el cambio climático y la contaminación.
Entre las raíces de los manglares podemos observar una gran
biodiversidad. Fuente: Gulf of California Marina Program
Hace décadas, muchos de estos
lugares, como les pasaba a muchos humedales terrestres, se consideraban
inhóspitos. Eran lugares de estancamiento, se creían insalubres, zonas poco
aprovechables para construir, para embarcar, y por ello se hacían políticas de
destrucción de manglares. Se desconocía su gran valor ecológico, social y
económico, que en la actualidad se está intentando rescatar.
Los manglares son un tipo de
ecosistema tipo humedal y costero y húmedo y son representativos de zonas
tropicales y subtropicales. Al ser ecosistemas costeros, son ecotonos, zonas de transición entre dos
ecosistemas diferentes, el terrestre y el marino, y por ello son muy dinámicos,
estando en constante evolución y cambio.
La costa es la zona donde siempre
se produce un gran intercambio de energía entre el medio marino y el terrestre.
Las olas y los temporales afectan en gran medida a todos los ecosistemas
costeros. La consecuencia de este dinamismo es que este tipo de ecosistemas
suelen tener un gran valor ecológico por su gran diversidad, debido a la
rigurosidad de las condiciones ambientales a las que viven sometidos. Las
especies que allí habitan evolucionan, se hacen resistentes, lo que provoca una
marcada selección de ellas (las que no son fuertes no se adaptan). Ello
favorece la especialización, la diferenciación y la especiación. Todo ello les
confiere una gran riqueza y originalidad, con un elevado nivel de contenido de
especies endémicas (que solo existen en este ecosistema).
Bosque de manglar en el Estuario de Salinas, Puerto Rico. Autor:
Boricuaeddie (Creative commons). Fuente: Wikipedia
Los manglares son bosques de mangle, un árbol que vive semisumergido
en las marismas litorales de algunas zonas tropicales y subtropicales, que
tiene hábitats anfibios (con características acuáticas y terrestres), y que se
suelen localizar en la zona intermareal de costas poco protegidas o en
desembocaduras de cursos de agua dulce.
El mangle es un árbol que vive a
lo largo de la costa, manteniendo su tronco y raíces en agua salada o salobre. Es
el principal protagonista de este ecosistema, proporcionado con sus frondosas
raíces sumergidas, refugio y sustrato a las especies que viven en él.
Las raíces de los manglares se sitúan en la zona intermareal y al tener
raíces aéreas, ello les permite tomar oxígeno del aire por sus raices. Foto:
Mangrove Action Project
Son árboles resistentes, que
viven en condiciones de agua muy salada y caliente. Todo ello es posible porque
tienen un sistema de filtración que mantiene niveles de sal bajos en el
interior de la planta, por tener un sistema radicular (de raíces) que consiste
en tener un sistema aéreo de raíces (fuera del agua), llamadas neumatóforos, que por un lado permite
que la planta se mantenga erguida a pesar de que el sustrato sea inestable, y
por otro permite buscar el oxígeno existente en el aire de la superficie, en
una zona donde la cantidad de oxígeno en el agua es limitada (son zonas de poca
renovación de agua y poca corriente, con cierto grado de eutrofización o falta
de oxígeno disuelto).
Los neumatóforos permiten respira al árbol por su raíz. Son raíces que
son capaces de respirar en el aire.
Fuente: Pixabay
Una adaptación curiosa que tienen
estos árboles es la reproducción en algunas de sus especies, diferente de la de
las plantas terrestres. Las semillas, antes de abandonar la planta que las ha
producido, realizan el proceso de germinación y en ese momento se llaman propágulos. Es lo que se llama
germinación vivípara. Así, cuando se desprende de la planta “madre” la semilla,
llamada hipocótilo, inicia su
crecimiento de una manera muy rápida, ya que la germinación se ha producido
antes. Además, los hipocótilos son capaces de flotar y viajar varios meses para
poder colonizar otras zonas.
Propágulos de manglar. Son sus semillas que se germina previamente a
separarse del árbol “madre”, para facilitar su crecimiento una vez que se
asientan en el sustrato. Fuente: Wildlifeofhawaii.com
Por la forma de las raíces de los
mangles, son zonas de aguas protegidas, donde suelen refugiarse los alevines de
especies pelágicas, o ser zona de cría.
Infografía de un proyecto de protección de las guarderías de tiburones martillo y puntas negras en las Reserva Marina de Galápagos, donde los manglares tienen una gran importancia. |
Se pueden encontrar básicamente
cuatro especies de mangles (aunque existen unas 70 especies): mangle blanco (Laguncularia racemosa), mangle
negro (Avicena germinans), mangle rojo (Rhizophora mangle), y mangle
gris (Conocarpus erectus).
Tipos de mangle. Fuente: Universal
Pueden encontrarse diversas especies de manglar dentro de un mismo
bosque. Y cuando esto se produce, la disposición suele ser el rojo en
profundidades mayores, luego el negro, y más hacia el interior, el blanco.
Fuente: Oceanateach
El mayor número de manglares se
encuentran en el continente americano, si bien también se pueden hallar muchos
de ellos en África, Asia y Oceanía. Indonesia es el país que tiene más
manglares, con más de 23.000 km2.
Distribución mundial de los manglares. Fuente: National Geographic
Magazine
En nuestro planeta, los manglares
ocupan una superficie total aproximada de unos 150.000 km2. Se
estima que desde el 1980 han disminuido más del 20 %.
La importancia de los manglares puede resumirse en los siguientes
aspectos:
- Producen gran cantidad de materia orgánica, como la hojarasca y otros tipos.
- Retienen los sedimentos, filtran las aguas que abastecen los mantos freáticos y retienen desechos y sustancias tóxicas que se dirigen hacia el mar.
- Desalinizan las aguas que ingresan en tierra firme, formando reservorios en las zonas interiores.
- Protegen las zonas costeras de la erosión por el agua y el viento, y retienen la arena de las playas.
- Mitigan el cambio climático al absorber gases de efecto invernadero. Se estima que absorben 5 veces más CO2 que los bosques tropicales.
- Estabilizan el clima local, son fuente de humedad ambiental y forman barreras contra los efectos de los temporales.
- Son fuente de recursos para las comunidades: zonas de pesca, caza y recolección de madera de gran calidad, muy resistente a la putrefacción.
- Son hábitat de especies migratorias, principalmente aves que pasan en los trópicos y subtrópicos la temporada invernal septentrional o meridional.
- Son hábitat de estadios juveniles de muchos peces pelágicos y litorales, moluscos, crustáceos, equinodermos, anélidos, cuyos hábitats en estadios adultos son las praderas de fanerógamas, las marismas y lagunas costeras, los arrecifes coralinos u otros, incluso de aguas dulces en el interior de los continentes. Aproximadamente el 70% de los organismos capturados en el mar, realizan parte de su ciclo de vida en una zona de manglar o laguna costera.
- Por su condición de ecotono entre los dos grandes tipos de biomasa, alojan gran cantidad de organismos terrestres y marinos.
- Poseen una productividad primaria muy alta, es decir, proporcionan nutrientes necesarios para el alimento de la parte más baja de la cadena trófica. Ello permite el desarrollo de una compleja red trófica, con lugares de anidamiento de aves, zonas de alimentación, crecimiento y protección de reptiles, peces, crustáceos, moluscos.
Beneficios de los manglares. Fuente: WWF
En este enlace puedes aprender sobre la
importancia de los manglares.
Un aspecto importante añadido de
los manglares es que contribuyen al equilibrio ecológico de los arrecifes de
coral cercanos. El arrecife coralino es muy sensible y requiere de una fuerte
iluminación y aguas muy limpias. Son las zonas de manglares cercanas las que lo
protegen capturando los sedimentos y evitando que se depositen en los arrecifes
cercanos. Cuando el manglar se destruye, los sedimentos y productos
contaminantes de la costa y de tierra se depositan en el arrecife, que ve cómo
se incrementa el crecimiento de las algas, que asfixian a los pólipos
coralinos.
Todos estos beneficios no siempre
han sido bien entendidos y nos hemos empeñado siglo tras siglo en que este
valioso ecosistema desaparezca. El 67% de los manglares se han perdido o han
sido gravemente dañados, y cada año es peor, porque se pierde aproximadamente
un 1%, por lo que este ecosistema está en grave riesgo. Se ha priorizado el
“desarrollo” costero y la acuicultura frente a la salud y la existencia de
estos ecosistemas, y esta actitud continúa hasta la actualidad, a pesar de que
se han puesto en valor sus beneficios.
Los principales problemas a los que se enfrentan los manglares son los
siguientes:
- La falta de conocimientos sobre sus recursos y beneficios, lo que les ha llevado a ser históricamente destruidos y eliminados
- La contaminación. Son especialmente sensibles a ella, debido a su falta de circulación de agua y de oxigenación
- La ocupación de su territorio y el turismo masivo, que los elimina para la edificación de instalaciones costeras
- El calentamiento global
- La sobreexplotación de sus recursos naturales
Desde hace algunos años se están
realizando numerosos estudios y trabajos para la recuperación de manglares
altamente degradados. Para ello, se repueblan las zonas afectadas con plántulas
de vivero que tienen de uno a tres años de vida. Con esta técnica se obtienen
buenos resultados y un alto nivel de supervivencia de los árboles replantados.
Para obtener buenos resultados además es necesario también recuperar la
hidrología original de la zona, lo que se traduce en unos costes elevados por
hectárea de manglar recuperado.
Restauración de manglar en Banda Aceh, Indonesia, tras el tsunami. Autor:
Marcel Marchand. Fuente: Mangrove restoration in Vietnam: Key considerations
and a practical guide
Cada especie de mangle tiene unos
requisitos ambientales determinados y se requiere que de cada zona que se va a
repoblar se conozcan la salinidad del agua y los períodos de inundación debido
a la crecida de los ríos y al efecto de las mareas. El éxito o el fracaso de la
replantación dependen de que las plantas encuentren el ambiente óptimo para su
desarrollo.
Existen más de 8 millones de
hectáreas de manglar que se han perdido, pero aproximadamente más 600.000
hectáreas se consideran recuperables, según la IUCN y The Nature Conservancy.
Otras 200.000 hectáreas más se han degradado y con unas adecuadas políticas de
restauración podrían volver a su estado anterior.
Resumen regional de áreas susceptibles de restauración de manglares en el
mundo. Fuente: Mangrove Alliance
El convenio internacional que
regula la conservación de los manglares es el Convenio de Ramsar, que pretende
la conservación y el uso racional de los humedales, tanto costeros como
terrestres. Cuando un manglar es designado como sitio Ramsar, deben tomarse
medidas a nivel nacional para su conservación, que serán supervisadas
internacionalmente por los órganos del convenio.
Una vez que ya sabes la
importancia de estos lugares, estoy segura que los mirarás con otros ojos y
sabrás apreciarlos, especialmente si tienes la oportunidad de bucear en ellos. Los
mejores lugares para bucear en manglares son:
- Hol Chan, en Belize. Es una reserva marina muy conocida que además tiene arrecife de coral y praderas submarinas. Hol Chan Cut es un lugar mágico para bucear con tiburones nodriza y pastinacas.
- Cenderawasih Bay, en PaPúa, Indonesia. En esta zona se pueden observar dugongos.
- Jardines de la Reina, en Cuba. En sus manglares se pueden observar manatíes.
- Milne Bay, en PaPua Nueva Guinea. Los delfines suelen acercarse a las zonas de manglar.
- Nusa Lembogan, en Indonesia.
Referencias:
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