Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo fue publicado en la revista AcuSub num 221 https://acusub.com/?p=3691
En el artículo anterior describíamos la
problemática del tiburón martillo en la Isla del Coco y presentábamos a Randall
Arauz, uno de los más relevantes científicos locales sobre este tema, el cual
nos daba algunas claves de su declive en la zona. En este artículo se detalla
la investigación que sobre los tiburones martillo se lleva a cabo en la isla
por parte de los científicos de su equipo y las labores de conservación
llevadas a cabo y propuestas.
El tiburón martillo común o pez martillo
común (Sphyrna lewini), también llamado “scalloped”, pertenece a la
familia Sphyrnidae o tiburones martillo y se encuentra en peligro crítico de extinción según la Unión
Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El tiburón martillo común o scalloped (Sphyrna lewini). Fuente: PROPUESTA PARA INCLUIR EN LOS APÉNDICES DE
LA CONVENCIÓN SOBRE LA CONSERVACIÓN DE LAS ESPECIES MIGRATORIAS DE ANIMALES
SILVESTRES (CMS)
Se llama
“Triángulo de los tiburones” a la zona marina comprendida entre la Isla del
Coco, Mapelo en Colombia y Galápagos en Ecuador, y en ellas se han implantado algunas
políticas para protegerlos de la sobrepesca.
Imagen de comparativa de las zonas de
protección de la Isla del Coco, Galápagos y Malpelo. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla
del Coco” para Pelagios Kakunjá
Randall explica que: “con el objetivo de aumentar la zona protegida
de no pesca (de la isla) insistimos en nuestras investigaciones, con
diferentes métodos, la telemetría acústica y satelital, los análisis
genéticos junto con los isótopos estables. Todas estas investigaciones nos
dan mucha información valiosa que los científicos juntamos como si fuera un
rompecabezas y nos permiten establecer las políticas de conservación más
eficaces.”
Hablaremos fundamentalmente
sobre la telemetría acústica y de los análisis genéticos, aunque también se
realizan investigaciones que utilizan telemetría satelital e isótopos estables.
Investigaciones llevadas a cabo en la Isla del Coco. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Transmisores acústicos, telemetría acústica.
Los transmisores acústicos se colocan a los
animales en la isla mediante dardos, generalmente mediante una “pértiga hawaiana”.
Emiten señales acústicas imperceptibles para el oído humano y para la mayor
parte de los animales, que se recogen en un receptor o hidrófono, cuando entran
en un radio de acción de unos 500 metros del mismo. Se instalan estos
receptores por todo el parque, lo que permite a los científicos realizar
estudios de ausencia o presencia, tanto en la isla como en los sitios de
agregación de estos animales, y en sitios donde piensan que son corredores
migratorios.
Los transmisores acústicos que se utilizan en la Isla del Coco. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
El equipo comenzó este tipo de investigaciones
en 2005, y hasta diciembre de 2019 se habían realizado a la isla 44
expediciones, con casi 240 tiburones marcados.
Las expediciones a la isla. Detalle del marcaje con hawaiana. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Tiburón martillo con etiqueta
acústica. Fuente: Captura
de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
En este tiempo se ha podido ver que al
atardecer o al anochecer los animales se dispersan, por lo que piensan que el
fenómeno de la congregación en la isla es totalmente diurno. Se cree que
durante la noche se alejan de la isla, unos 20 o 30 kilómetros, para
alimentarse de calamares. Desde el punto de vista estacional, se congregan más
de junio a septiembre. Los científicos tienen en cuenta que esto pudiera estar
cambiando con los años, por causa del calentamiento global, tanto los puntos de
agregación como los meses en los que lo hacen.
Los tiburones se agregan de día en las horas centrales. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Los tiburones se agregan en determinadas zonas. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Los martillos suelen estar en los sitios de
agregación durante minutos, aunque algunos ejemplares pueden pasar más tiempo,
hasta tres horas, dependiendo la zona. Si es un canal se quedan más tiempo y es
habitual que vayan de un lugar de agregación a otro.
Gráfico de duración de las visitas. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
A veces son fieles a una zona durante
varios años y luego desaparecen. Se ha visto que algunos viajaron a Galápagos,
algunos incluso a gran velocidad, tardando tan solo 21 días. Parece que siguen
la cordillera sumergida de Cocos y siguen el triángulo de los tiburones:
Malpelo, Cocos y Galápagos. Algunos marcados en Galápagos y Malpelo han
aparecido en Cocos. Estudios dicen que su sistema magnético permite a la
especie orientarse en estas cordilleras, por su contenido en hierro.
Gráfico de un tiburón captado que desapareció de la zona y fue captado en otro lugar de la misma (De Alcyone a Roca Sucia). Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Algunos
tiburones desaparecen de algunos lugares de la isla y vuelven a aparecer.
Fuente: Captura de pantalla
del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Tiburones que migran de una isla a otra. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Desafortunadamente los transmisores
acústicos que se les ponen a los tiburones duran como máximo 2 años, porque se
desprenden del animal, por lo que es preciso seguir marcando continuamente animales
para continuar las investigaciones, con el coste que ello supone. En Galápagos
han logrado capturar los tiburones e insertarles internamente estos
transmisores, requiriendo pescadores especializados que los capturen. Aquí en
Cocos todavía no, y por eso deben aumentar mucho las operaciones de marcaje,
porque se desprenden los dispositivos.
Cada dispositivo colocado cuesta alrededor
de 400 dólares, los receptores cuestan unos 1800 dólares y hay que marcar
cientos de animales a través de los años. Son proyectos muy caros y cada
expedición puede costar unos 70.000 dólares. Por eso cada vez recurren a
turistas que viajan con ellos y ayudan a costear estas expediciones. Es una
especie proyecto de “ciencia ciudadana” que involucra a la ciudadanía en la
investigación científica. Hay países, como Ecuador, que no lo consienten, pero
aquí sí, mientras los ciudadanos no toquen ni manipulen a los ejemplares.
Plataformas para poder acceder a los estudios científicos y a la “Ciencia Ciudadana”. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Al parecer los tiburones usan Cocos como trampolín
para ir a las zonas costeras cuando comienza la estación lluviosa. Aún está por
confirmar esta afirmación.
Gráfico donde los científicos han representado las diferentes opciones de movimiento a partir de los diferentes sistemas de seguimiento. En color clarito, el desplazamiento hasta las zonas costeras, aún sin identificar. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Ampliación
del área de protección de la Isla. Pequeños avances.
Randall
nos enseña un esquema de las zonas de protección de la isla. En un principio no
se podía pescar en la zona circular, con un radio de 12 millas, que son 2000
kilómetros cuadrados.
Área marina de manejo de la Isla. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Posteriormente se inició la ampliación de
la zona de protección al rectángulo verde inferior, donde se sitúan algunos
montes submarinos, como los de las Gemelas, con una superficie de algo menos de
10.000 km cuadrados, y a la ceja verde norte, que es una extensión de la zona
de no pesca en unas 8 millas. Luego ha quedado el rectángulo amarillo como zona
especial de pesca con “artes sostenibles” de palangre, con líneas más cortas, y
el uso de anzuelos circulares para evitar la captura de tortugas. Esto último
se decidió como finalización de un proceso largo de debate, en el que se
permitió una serie de concesiones al sector pesquero, tan potente en la zona.
Randall nos explica que esa “pesca sostenible” en realidad no lo es tanto.
Negociación
con el sector pesquero. Uso de anzuelos circulares en el palangre
Este es un tema que se está comentando
mucho desde 2015 y 2016, años en los que se han publicado algunos estudios. Ya
hace muchos años que la Comisión Interamericana del Atún le lleva diciendo a
los pescadores de la región que usen anzuelos circulares para evitar capturar
tortugas.
La realidad es que el anzuelo circular
número 14 es el que se usa en la zona. Algo menor que con el que se hicieron
los estudios, el número 18.
El anzuelo circular evita la captura de tortugas. Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Se ha aprendido que el tamaño del anzuelo
sí importa y que los anzuelos circulares son eficaces para reducir la
probabilidad de capturar tortugas cuando el tamaño de los mismos es grande. En la
isla, donde se usa el anzuelo más pequeño para capturar dorado, el usar
anzuelos circulares grandes, reduce la captura de tortugas, pero aumenta
significativamente la captura del tiburón sedoso y martillo, otra especie
protegida por Cites.
Todo esto demuestra que el uso de anzuelos
es complicado y requiere de análisis detallado en cada zona con objeto de
reducir algunas capturas que interesan en la zona.
Estudio origen de los anzuelos circulares. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Los anzuelos más grandes capturan menos tortugas, pero más tiburones. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Para ello, nos comenta Randall, “lo
más importante es la pesca ecosistémica, considerando todo el conjunto, es
decir que con el tipo de anzuelo y otras medidas se realiza la protección del
mismo, olvidando las políticas basadas únicamente en una o dos especies. No se trata de mejorar alguna
de ellas, sino mejorarlas todas, lo cual solo se produciría reduciendo el
esfuerzo pesquero.”
Los
montes submarinos de la Isla de Coco. Corredores biológicos y protección
ecosistémica
Como hemos dicho
antes, la isla es un volcán que se eleva sobre el fondo oceánico. En las zonas
colindantes a la isla se han identificado al menos cuatro montes submarinos con
profundidades menores de los 180 metros.
Algunos gozan de
protección, como Las Gemelas, pero muchos más de camino a Galápagos siguen sin
ningún tipo de medida de conservación, a pesar de ser lugar de agregación de
los martillos de la zona y a donde se producen migraciones importantes.
Fenómeno “Hotspot in a hotspot”: algunos tiburones migran dentro de las reservas. Sin embargo, otros van a otros puntos entre áreas protegidas distintas. Estudio en el que se analizaba la migración de los tiburones entre la isla y los montes submarinos del Parque, Las Gemelas. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Se colocó un receptor en uno de los montes
submarinos del parque. Fuente: Captura de pantalla del vídeo
“Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Randall insiste:
“no vamos a salvar a los tiburones
martillo si no protegemos también todos estos montes, porque son lugares de
agregación tan importantes como los de la isla. Con esta especie en peligro crítico de extinción, no podemos
permitirnos el lujo de que las flotas industriales costarricenses sigan
pescando esta especie en estas zonas. Aunque se ha prohibido su exportación,
desembarcan sus aletas, cuyo comercio ilegal se mezcla con el comercio legal de
especies no amenazadas, debido a la dificultad de conocer el origen de los
tiburones a partir de las mismas, una vez se han separado del cuerpo”.
Lo que siempre
recalca Randall es que “eventualmente lo
primero hay que hay que hacer es reducir el esfuerzo pesquero, aumentando la
zona de protección de la isla a todos estos islotes y a toda zona de migración
y de agregación, considerando la mejor información científica que tenemos, y
entonces el plan de manejo debe reformarse para evitar estas capturas. Costa
Rica se está quedando rezagada, en comparación con otros países de la zona. La
zona amarilla debería ser de protección absoluta, sin pesca, y en segunda fase,
aumentar mucho la zona de montes submarinos analizando las migraciones entre
áreas protegidas.”
Como ya
explicábamos en un artículo anterior, el Acuerdo de San José, firmado entre
varios países de la zona pedía que el esfuerzo científico de identificación de
las zonas más productivas del océano fuera determinante, y va dando sus frutos:
desde 2004 se lleva hablando de la migravía entre Cocos y Galápagos, para
empezar a analizar qué tipo de protecciones se deben tomar en ella. También se
está hablando de otro corredor migratorio entre Malpelo y Cohiba. Los
conservacionistas deben pues presionar a las autoridades para que den los pasos
necesarios en materializar las medidas de protección atendiendo a los
científicos.
Migravías Cocos-Galápagos y Cohiba-Malpelo. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Falta mucho por
hacer en cuanto a investigación científica, aunque se ha avanzado mucho
analizando los montes submarinos entre Cocos y Galápagos. La organización Mission
Blue ha nombrado la Migravía Cocos-Galápagos “hope spot”, en un intento de que
la sociedad civil empuje en la toma de decisiones y se produzca realmente la
protección entre ambos países que hasta ahora no se ha producido.
Las herramientas genéticas
La genética,
dentro de los sistemas de investigación, sirve a los científicos para ayudarles
en aquellos corredores migratorios que aún no están establecidos. Los
científicos conocen bien las migraciones entre islas, pero se cree que los
tiburones martillo de las islas deben estar viajando a la costa continental, a
los manglares, a dar a luz a sus crías.
Se han marcado
muchos tiburones, y se han puesto receptores acústicos en algunas zonas, pero
realmente se desconocen las zonas de manglar a proteger donde se desplazan para
dar a luz a sus crías. Actualmente los científicos de Randall están trabajando
en una investigación genética con biólogos latinos de la zona para saber cuáles
son los manglares más importantes a proteger. Se toman muestras genéticas de
los tiburones de la Isla del Coco y también de los tiburones que van a esos
manglares, lo que puede ayudar a establecer la política pesquera de esas zonas.
Randall insiste
en que “no podemos realizar políticas de
protección de una sola especie, y por ello lo mejor que podemos hacer es dejar
de pensar en un problema de tiburones, o de tortugas, debiendo solucionar el
problema con soluciones ecosistémicas, reduciendo el esfuerzo pesquero en
general. Reducir la mortalidad por la pesca mejoraría no solo el estatus de los
mamíferos marinos, sino incluso el de de las aves marinas.”
Las políticas antifinning o aleteo de
tiburones en Costa Rica y en el mundo.
Randall se queja de que las autoridades
costarricenses no están haciendo mucho por erradicar esta práctica, el
“finning” o aleteo, que consiste en capturar al tiburón y tirarlo al mar sin
aletas, que es lo que se vende internacionalmente y con gran precio.
En 2001 Costa Rica fue el primer país en
promulgar que los tiburones había de desembarcarlos enteros con sus aletas,
para no desaprovechar el recurso. Eso duró hasta 2003, cuando el gobierno, por
presión del sector pesquero, cambió la política a la anterior, aún usada en
Europa. Se estableció que el peso de las aletas debía ser de un 5% respecto del
peso del cuerpo, como en Europa. Lo que no se tuvo en cuenta es que allí los
tiburones son más pequeños que en el Pacífico. Se demostró que los tiburones de
esa zona en Costa Rica tenían aletas mayores, en una proporción mayor al 5%, lo
que provocaba que el exceso, hasta el 12,5% real, fuera vendido en el mercado
internacional de aletas.
En 2005 los grupos conservacionistas lograron
que se descargara el tiburón con toda la aleta adherida. Se aplicaba mal la ley
y se adherían las aletas con gomas o amarradas artificialmente. En 2006 ya por
fin la ley incluye que la aleta debe ser adherida al cuerpo de forma natural.
Actualmente se han dado cuenta que la buena
aplicación de esta ley antifinning es un avance, pero lo que hay que perseguir
es la sobrepesca del tiburón porque se ha llegado demasiado lejos y la especie
corre serio peligro. Recordemos que CITES dice que la principal especie cuyas
aletas se venden internacionalmente es el tiburón martillo.
Randall concluye “Las autoridades
costarricenses no son capaces de mejorar esta situación, por todo lo que hemos
visto en este artículo, dejando que el sector pesquero dirija su política, no
dejando ampliar las zonas protegidas de no pesca. Sin embargo, hay pruebas
internacionales de que ampliar las zonas de no pesca mejora los estados de los
stocks de pesca en zonas aledañas.”
CITES nos dice en 2019 que el tiburón martillo es el que más se vende por sus aletas. Fuente: CITES
Y nosotros, ¿Qué podemos hacer?
Randall insiste
cuando se le pregunta sobre lo que pueden hacer las personas de a pie: “Recuerden lo que les dije sobre el consumo
doméstico. Es muy importante para la conservación del tiburón martillo, que se deje
de comer su carne en toda la región latinoamericana.”
Hace unos años
hicieron una campaña con celebridades costarricenses, desde presentadores de
televisión a luchadores de lucha libre, tan famosos en esa zona. Se trató de
involucrar a la población civil para que ayude en la conservación del tiburón
martillo, dejando de comer su carne, y cuando se accede a zonas donde se
consume, hacer un escándalo de ello.
Tomemos nota,
actualmente en España la industria pesquera nos incita a comer carne de tiburón
para justificar las enormes cantidades que se capturan por sus aletas, poniendo
a la venta y dando valor a la misma.
YO NO COMO TIBURÓN
Campaña, yo no como tiburón. Fuente: Captura de pantalla del vídeo “Los tiburones en la isla del Coco” para Pelagios Kakunjá
Imagen de la campaña para reducir el comercio de carne de tiburón en Latinoamérica. Fuente: Costa Rica necesita tiburones vivos.
Campaña “Los Tiburones son Vida Silvestre” llevada a cabo por la Asociación CREMA. La campaña de conseguir que el martillo sea vida silvestre consigue que se apliquen las leyes de protección en lugar de las leyes de pesca de Costa Rica.
A esta posibilidad
los buceadores tenemos otra medida adicional que añadir, dando valor a los
tiburones vivos, buceando con ellos cuando se tiene la oportunidad. Los
numerosos negocios de buceo en la zona pueden dar trabajo e ingresos a los
pescadores cuando se les pide que dejen de pescar tiburones. Ya lo han hecho en
otras zonas, como en Playa del Carmen, México.
YO NO COMO TIBURÓN Y BUCEO CON ELLOS EN CUANTO PUEDO.
Referencias:
https://es.wikipedia.org/wiki/Isla_del_Coco
https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_nacional_Isla_del_Coco
https://www.cocosisland.org/isla-del-coco-tiburones/
https://www.cocosisland.org/isla-del-coco-plan-general-de-manejo/
https://www.cocosisland.org/isla-del-coco-biodiversidad-especies-endemicas/
https://www.cms.int/sites/default/files/document/CMS_Sharks_MOS2_Doc_8_2_8_S.pdf
https://www.facebook.com/randall.arauz?sk=about§ion=overview&lst=100000117687797%3A1278938645%3A1600513248
http://migramar.org/hi/es/arauz/
https://www.bigfish.mx/360/El-pez-dorado-una-gran-presa-de-mar-20170529-0003.html
ttps://www.miteco.gob.es/es/biodiversidad/temas/conservacion-de-especies/convenios-internacionales/ce-cites-dictamen-extraccion-no-perjudicial.aspx
https://www.youtube.com/watch?v=_gZvmr3aX_U
https://www.cocosisland.org/isla-del-coco-tiburones/
https://www.youtube.com/watch?v=1suU8yRVwEI
https://www.youtube.com/watch?v=0q7zKHdN53I
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