Estamos
contentos. En las redes sociales se estaba pidiendo apoyo para animar a
las autoridades de los países adheridos a CITES votaran a favor de la inclusión
de cinco especies de tiburones y de las rayas en el Apéndice II de CITES, para
poder restringir su comercio y así dotarles de protección. Pues bien, a pesar
de la tenaz resistencia de China y de Japón, se ha conseguido en marzo que las
votaciones tuvieran resultado positivo. Los foros de tiburones en Facebook
arden de alegría y celebraciones. Gracias a todos se ha conseguido.
Cinco especies de tiburones
(tres especies de martillos, el jaquetón oceánico y el cailón o marrajo
sardinero), objeto de gran comercio, así como las mantas y una especie de pez
sierra se incluyeron en las listas de los apéndices de CITES, tras las
conclusiones de la reunión llevada a cabo en Bangkok, Tailandia, del 3 al 16 de
marzo. Los delegados de 177 países consideraron 70 propuestas, que afectaban a
más de 300 especies animales, no solo tiburones.
“Estamos orgullosos de los
buceadores” publica Project Aware en su web (http://www.projectaware.org/update/we-did-it-celebrating-historic-decisions-sharks-and-rays).
Ania Budziak, Directora
Asociada de Ciencia y Política del Project Aware indica que “(…) este es un
logro significativo e histórico para todas las especies marinas en general,
especialmente las mantas, que eran por primera vez propuestas (…). Los
tiburones martillo, situados entre los más amenazados y habitualmente más
capturados en pesca ilegal, por el valor alto de sus aletas, recibieron una
sorprendente mayoría a favor”.
Desde 2010, cuando ocho
especies de tiburones fueron rechazadas para incluirse en las listas de CITES,
la comunidad de buceadores se unió a los defensores de los tiburones, por todo
el mundo, y han hecho numerosas campañas. Muchos españoles también lo hicieron,
mediante las recogidas de firmas, las cuales incluimos en el número anterior de
la revista.
Ahora lo próximo, en el
largo camino en la protección de estas especies de tiburones y mantas, es
trabajar para establecer las obligaciones que la inclusión en las listas
impone, especialmente en el control aduanero del comercio internacional. ¿Serán
China y Japón, contrarias a la inclusión, capaces de establecer los controles
para regular su comercio?.
Según publica Oceana, los
países tienen 18 meses para establecer procesos de seguimiento y cumplimiento,
y para asegurar que pueden identificar las especies incluidas en las listas. La
experiencia en casos como este para otros animales nos dice que esto no es
siempre efectivo. (http://oceana.org/es/eu/blog/2013/03/finalmente-cites-regulara-el-comercio-de-tiburones-y-mantas-amenazados).
En cualquier caso estamos
contentos, una decisión que en 2010 fue imposible de tomar, y con las fuertes
maniobras oscuras de Japón en cuanto a obligar a votaciones secretas y a
coacciones a países poco desarrollados para votar en contra, no ha podido
vencer la fuerte presión mundia.
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