Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista Escápate: http://issuu.com/oceanides/docs/escapate-15-2015
Dice la leyenda de la mitología griega que Medusa era una mujer mortal, hermosa y tentadora de la cual quedó prendado Poseidón, el dios del mar. Atenea, diosa de la pureza y castidad la castiga haciendo de su larga cabellera un mar de serpientes, y hace que convierta en piedra a todo aquel que la mira los ojos. Enviado por Atenea, Perseo la decapita y desde entonces la cabeza de medusa es la imagen del escudo de Atenea como advertencia para los humanos.
Este artículo se publicó en la Revista Escápate: http://issuu.com/oceanides/docs/escapate-15-2015
Dice la leyenda de la mitología griega que Medusa era una mujer mortal, hermosa y tentadora de la cual quedó prendado Poseidón, el dios del mar. Atenea, diosa de la pureza y castidad la castiga haciendo de su larga cabellera un mar de serpientes, y hace que convierta en piedra a todo aquel que la mira los ojos. Enviado por Atenea, Perseo la decapita y desde entonces la cabeza de medusa es la imagen del escudo de Atenea como advertencia para los humanos.
El mundo marino, con sus
animales insólitos, que han excitado la imaginación del hombre desde el inicio
de los tiempos, es una fuente de mitos y leyendas. Las medusas, extraños
animales formados fundamentalmente por agua, y con la capacidad de ser
urticantes cuando se las toca, con su forma singular, gelatinosa y sus
múltiples brazos, son posiblemente los seres más temidos y despreciados por el
hombre.
CC Josuevg |
En primer lugar vamos a
hablar de un aspecto curioso y a la vez complicado y sofisticado dentro de la
vida animal. El concepto de medusa no es taxonómico (es decir, no es
exactamente un grupo animal), sino que es un concepto morfológico, dado que
algunos cnidarios pueden tener alternancia de generaciones, con pólipos sésiles
(fijados al sustrato) que se reproducen asexualmente (por gemación, por
ejemplo), y medusas pelágicas que se reproducen sexualmente. Las medusas tienen
gónadas (órganos sexuales) y forman gametos, que se unen formando un zigoto,
que da lugar a una larva (plánula). Esta larva se fija al fondo marino y crece
hasta formar un pólipo. El pólipo, por estrangulamiento origina unas
estructuras giratorias, y se tienen vida libre en la masa de agua, y se
convierten en otra larva llamada ephyra, que da lugar a otra medusa.
En este link, puedes ver la
secuencia del ciclo pólipo-medusa animado:
Si te ha parecido complejo
el ciclo pólipo-medusa, pues éste se complica un poco más cuando los biólogos
nos explican que se encuentran en la Naturaleza organismos que solo son una de
las dos fases y otros que pasan por las dos. En definitiva, que una medusa no
es un grupo taxonómico, sino una fase de un ciclo, aunque el ciclo puede ser
que esté limitado a la fase medusa. ¿Quién iba a pensar que estos animales
aparentemente sencillitos, en realidad son tan complejos?
Lo que sí conocemos muy bien los buzos, es cómo son las medusas, con su forma de campana o sombrilla, y que se mueven en la columna de agua por contracciones de su cuerpo, tomando agua en su cavidad gastrovascular y expulsándola a modo de propulsor. De la umbrela (la campana), en su parte inferior, donde está la boca, cuelga el denominado manubrio o parte tentacular, con filamentos de hasta varios metros de longitud en algunas especies, que es la que posee los cnidocitos urticantes. Por ello, si alguna vez tenemos que tocar una medusa, lo mejor es hacerlo por la parte superior de la umbrela, pues es donde existe un menor número de cnidocitos.
Lo que sí conocemos muy bien los buzos, es cómo son las medusas, con su forma de campana o sombrilla, y que se mueven en la columna de agua por contracciones de su cuerpo, tomando agua en su cavidad gastrovascular y expulsándola a modo de propulsor. De la umbrela (la campana), en su parte inferior, donde está la boca, cuelga el denominado manubrio o parte tentacular, con filamentos de hasta varios metros de longitud en algunas especies, que es la que posee los cnidocitos urticantes. Por ello, si alguna vez tenemos que tocar una medusa, lo mejor es hacerlo por la parte superior de la umbrela, pues es donde existe un menor número de cnidocitos.
En algunos lugares la presencia de medusas está indicada. CC Tydenet |
La toxicidad de las medusas
depende de la especie, y también de la especie receptora de la picadura, por lo
que algunas medusas pueden no afectarnos a los humanos, pero sí a sus
depredadores o a sus presas. La medusa más venenosa es la avispa de mar o
medusa de caja (Chironex fleckeri),
que es capaz de matar a las personas por su contacto. Está considerado el
animal más venenoso del planeta y afortunadamente se la encuentra
fundamentalmente en aguas australianas. Sus larguísimos tentáculos
transparentes pueden provocar la muerte de la persona afectada. Son muchas las
playas australianas que avisan del peligro e incluso se suelen cerrar algunas
de ellas cuando su presencia es elevada.
Las medusas viven en aguas
abiertas, y cada vez son más frecuentes en las costas mediterráneas y
atlánticas, fundamentalmente por el aumento de capturas de su principal
depredador, la tortuga. En algunas épocas del año, en primavera y verano, son
arrastradas hacia las costas, especialmente tras los temporales de levante.
En las costas españolas se
pueden encontrar cinco especies de medusa y una de sinóforo (un macroorganismo
colonial, formado por varios organismos que también pertenece al grupo de los
cnidarios), la Carabela Portuguesa o Physalia
physalis. Las cinco medusas más comunes son Pelagia noctiluca, Chrysaora
hysoscella, Rhizostoma pulmo, Carybdea marsupialis y Cotylorhiza tuberculata. Esta última se la conoce
comúnmente como huevo frito, y apenas causa problemas en los humanos.
Para los buceadores los
accidentes más frecuentes con este tipo de organismos se producen al contactar
accidentalmente con ellos con las manos o con la cara (no cubiertos por el
neopreno), al descender o ascender a la superficie.
El contacto con las medusas
causa lesiones cutáneas que pueden durar días o meses, con formación de
eritema, edema, reacciones de urticaria y dolor intenso. La primera sensación
es similar al dolor causado por la quemadura de un cigarrillo. Posteriormente
comienza la erupción cutánea y ocasionalmente se pueden producir calambres, nauseas
y vómitos. Lo normal es que los síntomas vayan desapareciendo espontáneamente
en pocos días, aunque el dolor puede ser prolongado.
Las lesiones cutáneas de la
Carabela Portuguesa son más intensas y dolorosas que las del resto de medusas.
Tras la picadura de cualquier medusa hay que seguir los siguientes pasos:
Tras la picadura de cualquier medusa hay que seguir los siguientes pasos:
- Salir del agua y apartar de la piel los restos visibles de tentáculos, a poder ser con pinzas o guantes, evitando frotarse la piel.
- No lavarse con agua dulce, ya que el cambio osmótico hace que se disparen más cnidocistos y el daño sea mayor. Se aconseja lavar la zona con agua de mar.
- No secarse la piel con toallas ni con arena.
- Si es posible aplicarse vinagre, para reducir la virulencia de la picadura, ya que el vinagre desactiva los cnidocistos.
- Es bueno aplicar compresas frías durante 5 a 15 minutos, pero evitando el contacto con el agua dulce. Es útil una bolsa de hielo, pero sin contacto del hielo con la piel. El frío desactiva la toxina y evita que pase al torrente sanguíneo. Nunca aplicar compresas calientes ni productos que aumenten la temperatura local.
Con estas medidas, si se
aplican rápidamente, antes de una hora del contacto con el animal, se pueden
solucionar más del 90 % de los casos. Si las molestias continúan y si se
producen temblores, nauseas, mareos o dolor intenso, lo mejor es acudir al
médico para iniciar un tratamiento con antihistamínicos, y si la erupción es
intensa, con cremas corticoides.
Chrysaora hysoscella.
Menos frecuente que P. Noctiluca y de similar peligrosidad.
También llamado acalefo
radiado o aguamar.
Tamaño medio, con umbrela de hasta 30 cm de diámetro.
CC Luis Abad
|
Para prevenir todo esto,
antes de lanzarse al mar para la inmersión es preciso observar la superficie,
para advertir la presencia de medusas, y lo mismo al salir del agua. Ni que
decir tiene que el uso de traje completo y guantes evitan muchos accidentes.
Para evitar el contacto con la cara lo mejor es estar muy atento.
Pelagia noctiluca CC Luis Abad |
El problema es que la
proliferación de medusas en las costas generalmente denota un desequilibrio
trófico, porque sus depredadores han disminuido. El atún, el pez espada, el pez
luna, las tortugas, ingieren grandes cantidades de medusas, y la disminución de
sus poblaciones ha provocado el crecimiento general de las medusas en el
océano, las cuales además, al disminuir la cantidad de peces que se alimentan
de plancton, tienen más alimento a su disposición. El aporte de nutrientes al
mar por el vertido de aguas residuales provoca también un gran crecimiento del
plancton, potenciando también el alimento disponible. Además el incremento de
la temperatura de nuestras aguas acelera el proceso biológico de las medusas,
la disminución del caudal de los ríos, que no aportan agua dulce a las zonas
costeras, que creaba un cinturón costero de agua poco salina que alejaba a las
medusas de la costa, también contribuye a su presencia costera.
Las medusas son, sin duda,
unos animales fascinantes, que han sido capaces de sobrevivir en condiciones
complicadas y adversas a lo largo de la historia de nuestro planeta. Son unos
simples invertebrados sin cerebro que constituyen plagas por proliferación en
las costas. Estas proliferaciones de individuos en nuestras costas, como
acabamos de ver, son siempre indicadores de que algo va mal en nuestro océano.
¿Está el futuro de los océanos en manos de las medusas? ¿Será el océano futuro
el reino de las medusas? ¿La leyenda de la medusa como símbolo de algo dañino
es un aviso que nos envía Poseidon y debemos escucharle y reaccionar?