martes, 3 de septiembre de 2019

La triste actualidad de las belugas




Este artículo se publicó en la revista AcuSub en su número 197 http://acusub.com/?p=3476
Texto: Mónica Alonso Ruiz

Hoy queremos hablar de un cetáceo emblemático, por la coloración blanca de su piel tan llamativa, por su aparentemente “sonriente” rostro, y por ser un animal inquieto, curioso y que interactúa fácilmente con los humanos. Este animal recientemente ha estado de actualidad, teniendo en cuenta la cantidad de noticias relacionadas con él que hemos podido ver en los medios, muchas de ellas no demasiado positivas. Es por ello que no me he podido resistir a investigar y hablaros de este precioso animal.


La beluga (Delphinapterus leucas) es un cetáceo odontoceto, es decir, de los que tienen dientes, como los delfines o el cachalote, y por ello no se trata de una ballena, a pesar de que comúnmente se le suele llamar ballena blanca.

Vive en las regiones del Ártico y Subártico y por ello posee una serie de adaptaciones, como el color blanco en los adultos, que les hace confundirse con el hielo, y la ausencia de aleta dorsal, que les permite la natación muy superficial bajo la capa de hielo. Tiene un enorme melón, mayor que el de los delfines, y que le sirve para su sistema de ecolocalización.


Distribución de la beluga. Fuente: Inside Climate News

Mapa de distribución y poblaciones de la beluga en el Ártico

Fuente: wikipedia

Es un animal sociable que habitualmente vive en grupos pequeños, de unos 10 individuos, aunque en la época veraniega se producen grandes agregaciones en zonas de estuarios y de aguas poco profundas. Realizan migraciones, desde las márgenes del hielo, donde pasan el invierno, hasta las zonas costeras más cálidas, donde se desplazan en verano.

Se trata de uno de los cetáceos odontocetos más vocales, es decir, de los que emite más sonidos, fundamentalmente para funciones de reproducción, ecolocalización y comunicación. Tiene un gran repertorio vocal, del cual los científicos distinguen hasta 11 tipos de sonidos, tales como cacareos, silbidos, trinos, graznidos, etc. Es por ello que se les conoce como los “canarios del mar”.
El origen de la palabra beluga es ruso y pude traducirse más o menos como “la más blanca”, y proviene de “Biel”, que significa blanco en ruso, y de “yra” que es un aumentativo.

Actualmente existen aproximadamente unas 150.000 belugas en el mundo, en el Ártico, en costas de América del Norte, Rusia y Groenlandia. Han sido objeto de caza durante muchos siglos, pero en la actualidad tan solo se permite su caza para alimentación de las poblaciones Inuit. Sus depredadores naturales son los osos polares y las orcas. Desde 2008 está catalogada en la Lista Roja de la IUCN como especie de baja preocupación, sin conocer bien cuáles son las tendencias de sus poblaciones. La población de la ensenada de Cook, en Alaska, está clasificada como en peligro crítico.



La cara “simpática” de las belugas las hace “ideales” para la cautividad

Grabado antiguo de la captura de belugas

Tienen una cara simpática, como los delfines, y por ello son ideales para la cautividad, dado que son juguetones y muy curiosos con los humanos. Se llevan capturando para el negocio de la cautividad desde 1861, cuando P. T. Barnum, en su lucha con algunos colegas por mostrar al público todo tipo de animales, anunció su nueva exhibición en el museo de Nueva York: dos belugas vivas que murieron un día o dos después de llegar a dicho museo. Era el principio de un ambicioso negocio. Un siglo y medio más tarde, según datos de 2015, 57 acuarios de todo el mundo acogían unos 235 ejemplares, de las que 47 habían nacido en cautiverio. Posiblemente, y debido al reciente crecimiento exponencial de este tipo de negocios en China, las cifras pueden ser aún mayores en estos momentos.


Cartel de The American Museum, donde P. T. Barnum mostró las dos primeras belugas vivas.

Anuncio en la prensa donde se muestran animales exóticos, como el hipopótamo o la beluga
Dibujo de una representación con belugas en una exhibición pública

A continuación, vamos a contar algunos aspectos del presente y pasado de las belugas, comenzando por las primeras leyendas sobre este animal.

Leyendas sobre belugas

La leyenda más antigua es la de la historia de una joven del ártico que sale de su aldea para recoger huevos y regresa llevando el cráneo de ballena en su cabeza. El espíritu de la ballena dentro del cráneo la hace ir hacia el mar, donde éste se transforma en una beluga llamada Keiko, que se casa con la joven. Ella retorna al pueblo, donde da a luz a una cría de beluga. Cuando el bebe-beluga es demasiado grande para vivir en la casa, la madre lo lleva al océano, donde años después es capturado y matado por cazadores. La familia de la joven madre, enfadada con el asesinato de su hijo entra en guerra contra el clan de los cazadores, y así es como comienzan las guerras entre los humanos.

Ya en tiempos más recientes una leyenda medieval cristiana habla de un caballo blanco al que se obliga a llevar la piedra angular del monasterio local cruzando las aguas heladas del Mar Blanco, hacia la isla de Solovetsky para fundar una nueva capilla. El hielo se rompe y el caballo se ahoga. Pero el Arcángel San Miguel encuentra la piedra y la lleva a su destino. Y así entonces el caballo renace como la primera de las belugas.
En 1704 el monje alemán Adam de Bremen viajó al Ártico y escribió sobre la relación de los locales con las belugas: “Todas las gentes de los países del norte son cristianos, salvo los que migran a lo largo de la costa cerca del Polo. Se dice que tienen una gran sabiduría y usan la magia para comunicarse entré sí incluso cundo están lejos unos de otros. Además, cantan canciones para convencer a las ballenas blancas para que se acerquen a la costa. “

Una de las primeras representaciones gráficas de belugas en un grabado.

Los cuentos sobre belugas se remontan a miles de años. Una talla en piedra de hace 6000 años en el noroeste de Rusia nos muestra a una mujer, puede que una chamana, comunicándose con una beluga.


Petroglifo, talla en piedra en la que se representa a una mujer comunicándose con una beluga

En la actualidad muchos científicos creen que las belugas serán el primer eslabón para poder establecer una comunicación real con los cetáceos, dado lo locuaces que parecen. Algunos de ellos llevan trabajando años con ellas y las observan desde una torre en la costa norte de Rusia, en un lugar donde estos animales se reúnen para comer. Explican que llegan en grupos de entre 5 y 15 animales, siempre precedidas por un individuo explorador, el cual señala al resto del grupo si hay peces y si los humanos están o no molestando en la zona.

Quizá la leyenda más popular en la actualidad es la apariencia de “sirena” que tienen las belugas, debido a unas fotografías en las que parece que bajo el manto de gruesa piel del animal se adivinan unas “piernas” humanas, lo cual no deja de ser curioso, cuando las sirenas no tienen piernas. Los científicos una y otra vez repiten que aquello que parecen extremidades internas es la propia grasa del animal, que ocupa el 40 % de su masa, y en particular unas acumulaciones adicionales de grasa que tienen en sus flancos, y que les permiten vivir en las bajas temperaturas del Ártico.


Esta imagen ha recorrido todas las redes sociales. La apariencia de “piernas” bajo el manto de su piel ha excitado la imaginación de algunos, que han llegado a ver en la imagen, una sirena.

La cárcel de ballenas rusa

Hace muy poco tiempo escribíamos también en este blog, sobre el hallazgo de una zona llamada “Base de adaptación” en la Bahía de Srednaya, cerca de Vladivostok, donde once orcas y casi 100 belugas se almacenaban ilegalmente tras ser capturadas en el mar de Ojostk, para su venta a acuarios chinos. El Gobierno Ruso paralizó la operación de estas empresas que se dedicaban a este negocio, al incumplir las leyes rusas.


La cárcel de orcas y belugas en Rusia

La realidad es que, tras varios meses desde su descubrimiento en agosto de 2018, las autoridades rusas aún no saben muy bien qué hacer con estos animales. Han decido liberarlos, tras la presión de los conservacionistas, pero aún no saben cómo. El pasado mes de abril el equipo de Jean Michele Cousteau, invitado por las autoridades rusas, visitó las instalaciones en las que se encuentran hacinados estos animales, para evaluar las posibilidades de liberación, y declaró que aún era factible su liberación, dado que el poco tiempo pasado en cautividad aún no era demasiado para impedirles sobrevivir en libertad.

Las autoridades rusas el pasado 15 de mayo declararon que iban a liberar a todos los cetáceos este verano, en la propia bahía de Srednaya. Inmediatamente los grupos conservacionistas y el propio Jean Michel Cousteau declararon que no liberar a los animales en la misma zona en la que fueron capturados podía tener muchos inconvenientes, que se queden muy cerca de donde actualmente viven y son alimentados, que no encuentren a su población de origen, o al menos una que les acoja. Esta acción sería un riesgo de que la liberación se convierta en una falsa liberación, donde los animales se queden en la zona, o un circo mediático y sean una atracción turística dada la facilidad que tienen en la actualidad para interactuar con los humanos.

Desde finales de julio se han venido liberando algunos animales en el Mar de Ojostk, donde fueron capturados. No ha trascendido mucha información y lo único que se sabe es que se han liberado belugas en grupos pequeños y que algunas han sido etiquetadas para su seguimiento. No sabemos cómo se va a resolver el futuro de las belugas que quedan, y si las liberadas podrán sobrevivir, pero la verdad es que es un problema muy serio para las autoridades rusas.

A fecha de septiembre de 2019 casi 70 belugas quedan aún por liberar y el Gobierno Ruso sabe que no les da tiempo a liberarlas antes de que comience la etapa invernal. Será otro invierno de cautividad para estos animales.


La beluga solitaria de las costas de Noruega

Unas semanas atrás la prensa de todo el mundo se hizo eco del hallazgo de una beluga solitaria en las costas de Noruega, en la localidad de Hammerfest. Era un animal muy amistoso con los humanos y tenía un arnés del que fue liberada.


La beluga encontrada en Noruega tenía un arnés, del que fue liberada

Las autoridades noruegas han barajado dos hipótesis sobre la procedencia del animal. Por un lado, que fuera una beluga “militar”, es decir, que formara parte de los animales entrenados por el ejército ruso para operaciones militares. La segunda hipótesis es que proviniera de una instalación para niños enfermos rusos, en la que se bañan e interactúan con estos animales supuestamente para mejorar de sus enfermedades. Se trata al fin y al cabo de dos formas de cautiverio posibles de las que este animal haya podido escapar.

La cuestión ahora es que el animal se queda en la zona e interactúa con los turistas que van a verla. De hecho, se ha difundido un vídeo en el que se la ve recuperando un móvil de un turista, que había caído al agua, con lo que su presencia se está convirtiendo, una vez más, en un circo mediático. Las autoridades no tienen un lugar para llevarla, dado que en Noruega no hay delfinarios, por lo que se están planteando “devolverla” a Rusia.

Mientras se analiza qué es lo mejor para el animal, se ha dado permiso por parte de las autoridades de pesca noruegas, en vista de su mal estado de nutrición, para que se la pueda alimentar, no se sabe si por parte de la comunidad o de las autoridades locales, que ya le han puesto el nombre de Hvaldimir. Este es el primer paso para el reconocimiento de que éste es un animal no del todo salvaje, por la aparente incapacidad de alimentarse y valerse por sí mismo.

Santuario de belugas en Islandia

En abril de 2018, gracias a una generosa donación de Merlin Entertainments, la organización Sea Life Trust, creada por la cadena mundial de acuarios Sea Life, junto con Whale and Dolphin Conservation, comenzaron la construcción de un santuario de belugas en las Islas Vestmannaeyjar, en la Bahía de Klettsvik, en las costas de Islandia. Es una iniciativa pionera en el mundo, que servirá para dar un hogar a dos belugas cautivas hembras llamada Little White y Little Grey, provenientes del Chang Feng Ocean Park, en Shanghai.

Situación del santuario de belugas en Islandia

Con una superficie de 32.000 m2 y una media de 10 metros de profundidad, les permitirá tener un retiro digno a estos dos animales de 12 años de edad que fueron capturados de muy jóvenes. Allí se construirán las instalaciones terrestres para el seguimiento y control de los animales, así como un centro de visitantes y de educación.

 
La zona donde se situará el santuario

La idea es crear un precedente en la liberación de mamíferos marinos cautivos, demostrando que es factible el uso de santuarios para dar una vida mejor a los animales que no es posible ya liberar en la naturaleza, obteniendo así una solución al problema de qué hacer con los animales cautivos que se encuentran en los delfinarios.

El proyecto es también controvertido, dado que algunos activistas piensan que este tipo de santuarios no dejan de ser también lugares de cautividad. El tiempo nos dirá si esta solución, que a priori es la más aplaudida por todos, permite realmente dar un lugar más digno a aquellos animales cuya liberación total no es posible.


Little gray y Little white son las belugas procedentes de Shanghai, que van a ser llevadas al santuario de Islandia. Fuente: SeaLife Trust

Las belugas del acuario de Vancouver

En 2018 el Acuario de Vancouver anunció que en adelante no iba a tener cetáceos en cautividad, justo cuando en Canada se está en proceso de aprobación de una ley que prohibirá la cautividad de cetáceos. Esta instalación, que es conocida porque fue el primer lugar donde se tuvo una orca cautiva, y lo es también por la alta mortandad de los cetáceos que alberga.
El pasado mes de mayo se conoció que la instalación de Marineland Niagara ha solicitado permiso para trasladar siete belugas fuera de sus instalaciones. Dos de ellas, las pertenecientes al Acuario de Vancouver, y a cargo de Marineland, se enviarán a l’Oceanografic en Valencia, que es uno de los centros del que es copropietario el Acuario. En l’Oceanografic ya viven tres belugas, una pareja, Yulca y Kairo, con su cría de dos años, Kylu.

Es de destacar que en l’Oceanografic ya se ha denunciado por parte de conservacionistas españoles la penosa vida en cautividad de estos animales. La hembra que vivía allí desde la construcción del centro fue inseminada y en 2006 se supo que su bebé, el primero que nació en cautividad en Europa, no salió adelante por la imposibilidad de su madre de amamantarla. También existe un macho en esta instalación, del cual se difundieron unas imágenes terribles de la terrible depresión que sufría este animal, por causa de la falta de adaptación a la cautividad.

No es de extrañar que estos animales no se adapten tan bien a la cautividad como nos hacen creer. A los problemas de la cautividad en sí, y su falta de espacio y de relación social con otros individuos, se suma en este caso el hecho de que simular las condiciones del ártico no es tan fácil. Se simula la temperatura del agua y la falta de luz, pero no se simulan las estaciones del ártico, un verano corto con mucha luz y un invierno largo con poca.

Una beluga en el Támesis

En septiembre de 2018 se pudo ver una beluga en la desembocadura del rio Támesis, a la altura de Gravesend. Se la ha visto regularmente en la zona, alimentándose. Ha suscitado tal revuelo mediático, que incluso se le ha puesto un nombre: Benny. Las autoridades estaban preocupadas por el hecho de que estuviera sola, alejada de su grupo, y dudaban de que pudiera sobrevivir en esas condiciones. En el mes de noviembre anularon unos fuegos artificiales, simplemente por el hecho de que pudieran afectar al animal.


Benny, la beluga del Támesis. Foto: Rob Powell

La beluga del Támesis ha llamado la atención de numerosos curiosos

En mayo de este año los expertos locales en cetáceos concluyeron que el animal ha dejado definitivamente la zona, sin saber qué ha sido de él.

Es indudable que las belugas están de actualidad, y no precisamente por historias felices. Su cara “sonriente” nos oculta la terrible realidad que está sufriendo esta especie.

 Referencias: