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Texto: Mónica Alonso Ruiz
El nombre de “muck diving” o “buceo en el fango” se refiere a las
inmersiones que se realizan en determinadas zonas del mundo sobre un sustrato sedimentario,
en general oscuro, en zonas de poca profundidad, donde en general las
condiciones de visibilidad son malas. Además de sedimento fangoso, el sustrato
puede consistir en esqueletos de corales muertos, también llamado “cascajo”,
materiales de pesca abandonados (redes y cabos), neumáticos y basura humana.
No parece muy interesante, ¿verdad?. En realidad es un tipo de buceo que
todo aquel que lo prueba lo suele amar apasionadamente, o no lo vuelve a
practicar nunca más. Si eres fan de las criaturas raras, el muck diving te va a
encantar.
Los animales que habitan estos lugares generalmente han evolucionado a
través de técnicas de camuflaje o hacia estrategias defensivas, bien mediante
veneno, o bien con coloraciones llamativas que desaniman a los depredadores a
atacarles. El sustrato de “lodo” suele ser el hábitat de organismos juveniles,
exóticos e inusuales que hacen del fango y del detritus su casa, y aprovechan
las difíciles condiciones de visibilidad para camuflarse. La presencia de
“basura humana” en forma de objetos diversos ofrece grandes oportunidades de
refugio para los animales que habitan allí.
Sin embargo no debemos confundir muck diving con la fotografía macro.
Puedes hacer fotos macro de organismos pequeños en zonas bien iluminadas y
aireadas, y no practicar muck diving. Para esto necesitas de malas condiciones
de visibilidad y de aireación del agua, es decir, condiciones especiales y
difíciles para la vida marina, que hayan obligado a los organismos que viven en
esa zona a adaptarse al medio hostil.
Las criaturas
En medio del fondo fangoso, suelen aparecer numerosos oasis de vida, formadas
por anémonas de todos los colores,
que son el refugio de peces-payaso
de todas clases. En las anémonas pueden vivir también gambas comensales, que no aportan nada a la anémona y se benefician
de su seguridad. Lo habitual es que se puedan encontrar gambas por todos
los rincones a los que nos asomemos y la variedad de anémonas y pólipos solitarios habitando esas islas de vida es
sorprendente.
Podemos observar anguilas marinas,
generalmente enterradas en el fondo asomando su cabeza, algunas con
amenazadores dientes. Otras tienen coloraciones de advertencia, con rayas que
asemejan a las de las serpientes marinas.
Posiblemente los reyes del mundo del fango sean los caballitos de mar, que gustan de estar prendidos en cualquier
elemento del fondo, como los cabos y los neumáticos. Es sorprendente ver en
algunas de estas inmersiones más de una docena de estos animales en un espacio
reducido.
Los peces pipa son parientes
de los caballitos de mar (todos son de la familia de los signátidos), y están
también muy presentes en estas zonas. Los hay de todas las formas y colores, algunas
muy curiosas, como la de los peces pipa
fantasma, que suelen verse en parejas, muy camuflados.
Las polillas de mar son
posiblemente los animales más extraños que podemos encontrar en estos fondos.
Están relacionadas con los caballitos de mar, por su hocico alargado, aunque
estas tienen la boca por debajo, y por su esqueleto de placas externo, el cual
mudan cada cierto tiempo. Se suelen ver en parejas, a la que no suelen
abandonar nunca, y es curioso su incesante movimiento al caminar sobre las
aletas pélvicas.
Los peces rana son otros expertos
en el camuflaje y habitan cerca de esponjas, ascidias, algas y objetos
abandonados. Se mimetizan tanto con las esponjas junto a las que viven, que
adoptan la coloración y texturas de las mismas. En las zonas de muck diving es
frecuente verlos por el fondo e incluso se pueden observar ejemplares juveniles
diminutos de pocos milímetros de tamaño.
Este es también el reino de los escorpénidos
y peces demonio, que se entierran en el sustrato, por lo que no es fácil
poder observarlos con tanta variedad como en otros ambientes. Son cazadores de emboscada,
y por ello se sepultan bajo la arena al acecho de sus presas. Por eso es
peligroso posar las rodillas en el fondo de estas zonas sin antes comprobar
donde nos apoyamos.
El fango es el hogar de especies de gran valor biológico, como la sepia flamboyante, que es capaz de
andar sobre al sustrato. Es un ejemplo de coloración aposemática, avisando de
la toxicidad de su cuerpo a posibles depredadores. La verdad es que su manto
presenta un espectáculo cromático increíble cuando se la molesta con nuestra
presencia.
Destacar finalmente que una enorme y fascinante variedad de babosas marinas hacen de estas
inmersiones el paraíso para los buscadores de nudibranquios.
Precauciones y recomendaciones
Para bucear en este tipo de entornos hay que ser muy cuidadoso, pues
muchos de los animales que vemos son muy sensibles, o muy venenosos, o estamos
tan cerca del fondo que podemos levantar el sedimento y arruinar todas las
posibilidades de poder ver algo.
Por ello, recomendamos no tocar
nada. Los animales de estos ambientes suelen ser venenosos o muy sensibles
a la acción humana, y podemos arruinar su estrategia de defensa o camuflaje.
No te apoyes en el fondo. El sustrato en estos ambientes es el hogar
de muchas especies, por lo que con nuestras manos o rodillas podemos molestar a
algún inquilino, que incluso puede hacerte daño. Si tienes una varilla metálica
utilízala para estabilizarte en el fondo.
Recoge bien tus accesorios de
buceo. Un latiguillo u otro
accesorio suelto puede levantar el sedimento y estropear la visibilidad, o
engancharse en elementos del fondo, o arrasar la vida de algún organismo.
No abuses del flash. Los habitantes de este mundo oscuro no
toleran bien la luz potente por su falta de párpados protectores.
Aprende sobre las “criaturas”
de la zona. Si no las
conoces muchas de ellas pueden pasar desapercibidas.
Asegúrate de tener un buen
guía de la zona que te
muestre los secretos ocultos y que te aconseje la mejor hora del día para ver
determinados organismos.
Instrúyete antes de sumergirte en estas aguas leyendo sobre las posibles
criaturas a encontrar para sacar el máximo partido a tus inmersiones. En
ocasiones en los propios resort se dan charlas sobre biología local básica.
Las mejores zonas del mundo
La región más popular para practicar el “muck diving” es el sudeste
Asiático, conocido por su biodiversidad marina, en particular en el llamado
“Triángulo de coral”, que incluye el este de Malasia, las Islas Filipinas,
parte de Indonesia y Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomon.
Lugares como Mabul y Kapalai en Malasia, Anilao y Dumaguete en
Filipinas, el Estrecho de Lembeh en Manado, Indonesia, y Bali, son los más
conocidos.
Las personas que más disfrutan de esta modalidad de buceo suelen ser los
fotógrafos de macro, o los buceadores recolectores de imágenes de especies
raras. Las aguas calmadas y poco profundas permiten obtener grandes
oportunidades para fotografiar criaturas de lo más extraño. Si eres uno de
ellos anímate a probarlo, no te defraudará.