Este artículo se publicó en la Revista Acusub, en su número 180 http://acusub.com/?p=2772
Texto: Mónica Alonso Ruiz
En los últimos meses mi
curiosidad por las orcas me ha llevado a investigar la vida de alguna de las que desgraciadamente han pasado una parte de
su vida en cautividad. Hablar de las orcas en libertad en artículos anteriores
me ha hecho interesarme por estos animales con nombre propio que ahora os
presento.
Lolita
Lolita es una orca de 6 m de
longitud y 3 toneladas de peso que vive en el acuario de Miami desde agosto de 1970.
Fue capturada cuando tenía aproximadamente 5 años y aún vivía con su madre, en
las aguas de Puget Sound, Washington, junto con 7 jóvenes orcas que vivían en
un grupo de casi 80 ejemplares. Se vendió por un precio de 20.000 $ al Acuario
de Miami. Esta instalación es propiedad de Parques Reunidos, con sede en
Madrid.
Lolita en su tanque en el acuario de Miami. Foto: Orca Network
Al llegar allí pudo compartir
espacio con otra orca macho que se llamaba Hugo, el cual había sido capturado
dos años antes. Ambos animales vivieron juntos durante 10 años en una piscina
llamada el Whale Bowl (la vasija de las ballenas). Aunque copulaban no tuvieron
descendencia. Hugo murió en 1980, presuntamente por golpear repetidamente su
cabeza contra el muro de la piscina, en lo que se denomina conducta estereotípica,
habitual de los animales cautivos. Desde entonces Lolita vive sola junto con un
par de delfines sin más ocupación que dar vueltas a la piscina y hacer un par
de numeritos circenses al día. El acuario vende la idea al mundo de que su
labor con las orcas es educativa, con el objetivo de mostrarlas al mundo y
contribuir a su conservación. Lo que el público no sabe es lo desgraciado que
es este animal desde hace casi 50 años, pues es la orca que más años lleva en
cautividad.
Lolita en el acuario de Miami, realizando su numerito
diario
para entretener
a los turistas. Foto: Leonardo da Silva
Lolita vive en la piscina de
orcas más pequeña de Estados Unidos, que mide 80 x 35 pies (24 x 10 m) y 6 m de
profundidad. Según el Acta de Bienestar Animal (AWA Animal Welfare Act), la ley
federal estadounidense que regula el trato animal para investigación,
exhibición y transporte, las dimensiones mínimas de la piscina deberían ser de
al menos 48 pies (14 m) en cualquier dirección, lo cual se incumple de manera sangrante.
Incluso las dimensiones mínimas nos parecen ridículas en comparación con el
tamaño del animal, especialmente si se tiene en cuenta las distancias de varios
cientos de km que estos animales pueden recorrer día a día en libertad. Se ha
solicitado reiteradamente que no se renueve la licencia de apertura del acuario
por no cumplir la legislación AWA en cuanto a dimensiones mínimas, pero sin
éxito.
Las dimensiones del tanque de Lolita no cumplen las prescripciones de la AWA (Animal Wellfare Act) de Estados Unidos. Fotos: Capturas de pantalla del vídeo A day in the life of Lolita, the performing orca, de Orca Network
Hace unos años, conservacionistas
liderados por la organización Orca Network hicieron una propuesta de santuario
para que este animal pudiera pasar sus últimos años en semicautividad en una
bahía del oeste de Estados Unidos, en una zona cercana a la de su población
nativa, sin las estrecheces del Whale Bowl y sin tener que hacer un par de
numeritos circenses al día. El argumento que propusieron al dueño fue que si
llevaba más de 40 años dando mucho dinero al acuario, quizá sería justo darle
un merecido descanso en un lugar digno, ya que este animal es inviable para ser
liberado totalmente, dada su edad y la dilatada vida en cautiverio.
El santuario propuesto para Lolita se situó en Tanaka Bay, al Oeste de Estados Unidos, muy cerca de donde era originaria Lolita. Fotos: Capturas de pantalla del vídeo A day in the life of Lolita, the performing orca, de Orca Network
En septiembre de 2017 el huracán
Irma azotó las costas de Florida y evacuaron a todos los animales del acuario
salvo Lolita, que fue abandonada a su suerte. Las imágenes de este animal nadando
solo y sin atención durante días circularon por todas las redes sociales, y
seguramente removieron muchas conciencias en contra de este brutal cautiverio. En
respuesta a estas peticiones el gerente del acuario Andrew Hertz dijo que “sería imprudente y cruel poner en peligro la
salud y seguridad de Lolita al sacarla de su casa de 47 años. El acuario de
Miami no está dispuesto a experimentar con su vida para apaciguar unas cuantas
protestas, dado que estas personas nunca estarían satisfechas con el cuidado
que recibe…”. El alcalde de Miami se hizo eco de estas protestas y se ha
iniciado un procedimiento de solicitud de petición de soluciones para mejorar
la vida de este animal, y en particular su liberación en el santuario previsto.
Veremos en qué queda todo esto y si finalmente esta orca, la que más tiempo
lleva en cautividad, puede pasar sus últimos años en un lugar más digno, aunque
no sea en libertad total.
Solicitud del Alcalde de Miami al director de Parques Reunidos, empresa
española, para que libere a la orca Lolita.
Keiko
La orca Keiko fue el animal que
se utilizó para el rodaje la película Liberad
a Willy. Esta orca macho fue capturada en 1979 cerca de Islandia, cuando
tenía aproximadamente 2 años y aún era una pequeña cría que dependía de su
madre para sobrevivir. Tras su captura se la trasladó a un acuario islandés y
en 1982 se vendió al parque de Marineland en Ontario, Canada, donde se la
adiestró para sus actuaciones públicas. En 1985 se vendió al parque de Reino
Aventura de Ciudad de México. La operación de su venta por 350.000 $ al acuario
mexicano estuvo envuelta en polémica dado que pudo ser un caso de tráfico
ilegal de fauna silvestre, al cruzar de manera clandestina los Estados Unidos.
Apareció en varias telenovelas y
en algunas películas mexicanas y en 1992 rodó su primera película de Hollywood Liberad a Willy, que tuvo dos secuelas.
Tras la película, en la cual se liberaba a este animal de su cautividad, se
dieron a conocer sus precarias condiciones de vida, en un tanque de algo más de
6 m de profundidad, tan escaso para un animal de más de 7 m de longitud. Sufría
de constantes problemas de salud, lesiones dérmicas y virales, escoriaciones en
aletas pectorales y caudal y gran desgaste de sus dientes por su costumbre de morder
el borde de la piscina donde vivía. También sufría del colapso de la aleta
dorsal, tan típico en los machos cautivos.
En 1994 se fundó la Free Willy
Keiko Foundation (Fundación para liberar a Keiko-Willy), participada por la
Warner Bros, productora de sus películas, por sus entrenadores, el millonario
Craig McCaw y la organización Earth Island Institute. Tras la presión mediática
Reino Aventura cedió y donó la orca a la fundación. En un primer paso se la
trasladó al Oregon Coast Aquarium, donde se construyó una piscina inmensa de
agua salada equipada con rocas. Por primera vez desde que fue capturado el animal
pudo nadar en agua salada. Sus lesiones cutáneas mejoraron mucho y aumentó
mucho de peso, puesto que cuando llegó tenía mucho retraso en su desarrollo. Al
cabo de un año comenzaron su alimentación a base de peces vivos. En 1998 se la
transportó a aguas de Islandia, donde se habilitó un recinto dentro de una
bahía donde se continuó con su adiestramiento para la libertad.
Fuente: Wikipedia
El proceso fue accidentado debido
a la mala salud del animal y se retrasó su puesta en libertad, que finalmente
tuvo lugar en julio de 2002, tras 23 años de cautiverio, a pesar de las dudas
que se plantearon sobre su capacidad de vivir en libertad. Al haberse capturado
siendo muy pequeño no había aprendido a comunicarse con otras orcas y aún
estaba por debajo del peso normal de un macho de su edad. Del lugar donde se la
liberó Keiko se trasladó junto a otros grupos de orcas, a las que seguía en la
distancia pero sin mezclarse con ellas, a las costas de Noruega, donde se quedó
en una zona costera en la que interactuaba continuamente con los humanos. Para
evitar esa situación de constante interacción, se la trasladó a la Bahía de
Taknes en Noruega, una zona poco poblada, en un régimen de semilibertad. En
2003, algo más de un año después de su liberación, murió de una neumonía.
Fuente: Wikipedia.
Sin duda este pobre animal no
estaba preparado para la vida libre y las secuelas del cautiverio, que habían mermado
su salud y desarrollo, acabaron con su vida. Su controvertida liberación ha
servido por un lado a los delfinarios para justificar su tesis de que es
imposible reintegrar animales cautivos a la vida en libertad, y por otro a
conservacionistas y biólogos para reflexionar sobre que es preciso establecer
muy bien las condiciones de los animales candidatos a la libertad, puesto que muchos
de ellos nunca podrán ser libres del todo. Tan solo aquellos que aún sean
jóvenes y hayan permanecido poco tiempo en cautividad serán capaces de volver a
la libertad. El resto tan solo pueden aspirar a un retiro en zonas confinadas
fuera ya de la esclavitud de la vida del delfinario.
Morgan
En junio de 2010, en el mar de
Walden, en Holanda, se encontró una cría hembra de orca desorientada, de unos
18 a 24 meses de edad, a la que se llamó Morgan. Mostraba un penoso estado, con
claros signos de desnutrición. Se trasladó al centro de recuperación de
mamíferos marinos de Harderwijk. En muy poco tiempo el animal presentó esperanzadores
signos de recuperación y se comenzó a pensar en devolverla al mar. Se investigó
la procedencia de la orca, dado que en la zona donde se la encontraron no es
habitual ver este tipo de animales. Sin conclusiones claras sobre su
procedencia, se consultó a expertos de todo el mundo y se decidió que este
animal no puedía volver al mar.
El centro donde se recuperaba no
tenía instalaciones adecuadas para un animal tan grande y se propuso buscarle
un nuevo hogar. Las autoridades holandesas deciden que debe ser trasladada al Loro
Parque, en Tenerife, uno de los dos delfinarios con orcas en Europa. Se emite
un permiso CITES de traslado puesto que esta especie tiene una prohibición de
comercio y traslado internacional bajo este convenio. Activistas
internacionales recurren a los tribunales holandeses, con la bióloga Ingrid
Visser a la cabeza. El juez decide que Morgan sea trasladada a Tenerife en
noviembre de 2011.
Las instalaciones del centro de recuperación de animales marinos de Harderwijk no eran adecuadas para alojar a un animal de este tamaño. Captura de pantalla de vídeo de Youtube
El proceso judicial de
interminables recursos continúa aún y en enero de 2018 habrá otra vista del
caso, basada en que el permiso CITES de traslado se otorgó exclusivamente para
que el animal se utilizara exclusivamente para investigación científica y ello
no se ha cumplido puesto que en Tenerife se integró en un grupo de orcas que se
utilizan para uso comercial y de espectáculo.
Morgan se encontró en Tenerife
uno de los grupos de orcas más problemáticos de todos los cautivos, habiéndose
producido graves accidentes con sus entrenadores por la actitud agresiva de
estos animales. En 2009 el macho Keto atacó a su entrenador Alexis Martínez,
provocando su muerte. Este comportamiento contrasta enormemente con su actitud
natural en libertad, donde nunca ha habido accidentes de orcas con humanos.
Morgan llegó a Tenerife siendo un
animal inmaduro y enseguida se pudo observar que además era sorda, lo que le
impide comunicarse con el resto, y se apunta que quizá este hecho fue el
causante de su separación y pérdida de su grupo familiar. Las orcas de
Tenerife, todas nacidas en cautividad y por tanto sin conductas sociales
aprendidas de otros animales en libertad, son agresivas con su nuevo compañero.
Morgan pasa el 75% de su tiempo en la piscina médica. Cuando no está allí es
acosada diariamente por uno de los machos del grupo, Keto, a pesar de la corta
edad de Morgan. En todo este tiempo el equipo de Ingrid Visser y la Free Morgan
Foundation lleva denunciando el mal estado de este animal, el cual ha comenzado
a tener comportamientos violentos en contra de una cría de orca del grupo
llamada Adan. La Free Morgan Foundation propone un proceso de reintroducción de
Morgan a sus aguas natales, mediante un santuario donde pueda vivir en
semilibertad. A los miembros de la Free Morgan Foundation se les ha vedado el
acceso al parque tinerfeño.
Esquema de los daños que presenta la orca Morgan presentados en las denuncias de Free Morgan Foundation
El pasado 8 de noviembre,
SeaWorld, el dueño de las orcas de Loro Parque, que desde hace tiempo ha
decidido suspender los programas de cría en cautividad como consecuencia de la
presión mediática en contra, decide que se desvincula de las orcas de Tenerife.
Al parecer el parque tinerfeño pretende mantener su programa de cría en cautividad,
evidenciando un grave desacuerdo en la gestión de sus 6 orcas.
Menos de un mes después de que
SeaWorld tomara su decisión se ha conocido que la orca Morgan está embarazada.
La joven orca tiene 11 años de edad, y está aparentemente en el inicio de su
madurez sexual. Definitivamente, e independientemente de lo que decida el juez
sobre ella, la pesadilla para este animal continúa.
Existen aproximadamente unas 60
orcas cautivas en todo el mundo, de las cuales muchas de ellas han nacido en
cautividad y es imposible devolverlas al océano. El resto se merecen una vida
mejor que la que reciben en sus delfinarios.
Quizá algunas de ellas aún sean recuperables para santuarios marinos,
pero lo que claramente no se puede mantener es la política de reproducción en
cautividad, ni tampoco la de adquisición de nuevos ejemplares desde el océano.
En determinados países se está optando por legislar en contra de la
reproducción de cetáceos cautivos con la idea de ir reduciendo el número de ellos.
En otros países, por el contrario, se está realizando una política expansiva de
los delfinarios, con la presencia creciente de orcas.
Si tenéis interés en el tema, podeís ver este vídeo:
Y este: