Texto Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista AcuSub en el número 156
Los
encuentros con tiburones son raros y excepcionales. El feeding de tiburones es
una actividad que consiste en alimentarlos para atraerlos y poder bucear con
ellos. Tanto si solo se les atrae, como si realmente se les alimenta, en
presencia de buceadores, esta actividad es controvertida, por las posibles
consecuencias de modificación de la conducta de un animal salvaje en presencia
de humanos.
El feeding, o alimentación
de tiburones para atraerlos, siempre ha sido una cuestión controvertida. Por un
lado están los operadores de buceo que comercializan estas prácticas, y que
realmente las necesitan para asegurar los encuentros con tiburones, y los
fotógrafos y adictos a la adrenalina, y por otro lado están los ciudadanos
concienciados por la conservación de los tiburones, las víctimas de ataques de
tiburón, los pescadores submarinos, etc. Es difícil asegurar cuáles de ellos
tienen razón, aunque personalmente nos inclinemos por un buceo lo menos
perturbador posible. Pero para tener más elementos de juicio empecemos por saber
las técnicas de feeding y por analizar que dicen los detractores y defensores
del mismo.
Técnicas
de atracción de tiburones
Como animales salvajes que
son, alimentar a los tiburones es peligroso y no debe hacerse más que por
profesionales adiestrados en estas actividades. No es posible eliminar cierto
riesgo de ser herido gravemente o incluso de morir en el intento. Sabiendo
esto, vamos a intentar presentar las distintas técnicas que se utilizan para
atraer a los tiburones, tanto para el buceo con ellos, como para su estudio,
fotografiado, etc.
El tipo de feeding utilizado
debe adaptarse a la especie de tiburón, y a las condiciones y experiencia del
que lo practica. No es lo mismo un tiburón blanco, superdepredador de potente
cuerpo, que una pintarroja, para la cual ni siquiera se plantea alimentarla, dado
que los encuentros con ellas son casuales y puesto que se alimenta de pequeños
organismos, pues no es tan sencillo….ni tampoco es que haya mucha demanda de
buceo con estos pequeños animalitos. Otro caso el del tiburón ballena, que se
alimenta de plancton. En Oslob, en la isla de Cebú, los pescadores han
conseguido modificar la conducta de estos animales, a base de alimentarles de
grandes masa de plancton. Así han conseguido un gran negocio pues innumerables
visitantes se sumergen cada día para nadar con grupos de varios ejemplares
juveniles, que han dejado de migrar para quedarse donde está el alimento fácil.
Hablemos pues de
alimentación de tiburones superdepredadores y pelágicos.
La técnica del “chumming”,
consiste en atraer a los tiburones sin alimentarlos. Se hace una mezcla de
sangre y pequeños desechos de pescado y se echa por la borda. Esta mezcla
excita el sentido del olfato de los tiburones, lo que les atrae hacia la fuente
del olor, pero una ver explorada la zona sin recibir recompensa el animal
continúa su ruta.
Otra técnica es sumergir una
caja de plástico agujereada en la que se introducen fragmentos de pescado. El
movimiento de la caja en el agua permite la salida del aroma de pescado que
atrae a los escualos. Una ventaja de este sistema frente al “chumming” es que
se establece un foco claro del olor y los tiburones suelen centrar su atención
en la caja, y no se centran tanto en los buceadores situados en las cercanías.
Una forma de atraer a los
tiburones hacia un barco es tirar un sedal con un pescado atado. Con esto se
consigue que los tiburones sigan al barco hasta que se coman el cebo, o mejor,
hasta que el cebo es retirado del agua justo antes de que sea alcanzado. Esto
lo usan los fotógrafos para hacer tomas de superficie del animal o bien
sumergiendo una cámara conseguir tomas muy cercanas del animal en movimiento.
Con esta técnica se ha conseguido medir la velocidad de los tiburones.
Otra forma de cebo es el uso
de un gran bloque de pescado congelado que es introducido en el agua una vez
que los buceadores están situados en el fondo en posición para visionar los
tiburones. De esta manera se evita el riesgo de la coexistencia del cebo con
los buceadores cuando éstos están descendiendo al fondo. El inconveniente de
esta forma de cebo es que se alimenta de verdad a los animales, y la
visibilidad se ve disminuida cuando el cebo se extiende por la zona según se va
descongelando.
Hay infinitas formas de
alimentar a mano a los tiburones, pero siempre son peligrosas. Generalmente el
buceador que practica el feeding lleva una cota de malla para evitar mordiscos.
Algunos ponen el cebo al final de un bastón para alejarlo de su mano, pero las
fotografías obtenidas del tiburón alimentándose son poco realistas, al aparecer
el bastón en las fotos.
Se han observado actividades
de feeding, en las que cada fotógrafo lleva su cebo y atrae al animal por su
cuenta. Esto no deja de ser muy peligroso cuando se trata de determinadas
especies.
Detractores
del feeding
La teoría más defendida es
que la alimentación de los tiburones en presencia de buceadores y/o nadadores
en snorkel, durante un periodo de tiempo conduce a que los tiburones comienzan
a asociar la presencia humana con la comida. Efectivamente, el sonido de los
motores de los barcos o del chapoteo de los humanos sirve como la campana que
llama a los tiburones a la comida. Ante este estímulo, cuando no son capaces de
encontrar su premio en forma de comida, especialmente en casos de poca
visibilidad, o en las playas donde los bañistas chapotean, pues se pueden
producir los accidentes por ataque.
En general no está permitido
alimentar a los grandes depredadores en libertad, a los osos, a los cocodrilos, o a los leones,
dado que podrían ocurrir accidentes con humanos. Entonces, ¿por qué permitir
alimentar a los tiburones?
Incluso si esta teoría no es
cierta, y no está probado que los depredadores acaben asociando al hombre con
la comida, las buenas prácticas conservacionistas de interacción con animales
salvajes se basan en la mínima perturbación de los animales en su medio.
Defensores
del feeding
No hay ninguna prueba de que
el pequeño número de tiburones en el mundo que hayan sido alimentados para su
atracción, sean los responsables de alguno de los escasos ataques que han
ocurrido.
En general los ataques son
producidos por especies que no participan en este tipo de prácticas.
La observación aérea de las
playas abarrotadas de Florida ha conseguido fotografiar tiburones en las aguas
someras, junto a los bañistas. Podría parecer que cualquiera de esos tiburones
pudieran atacar, estimulados por los movimientos y chapoteos de los bañistas.
Junto a estas playas hay muelles de pesca donde los pescadores aficionados
introducen sus cebos en el agua constantemente. Esto incluye sangre y trozos de
pescado, que se mezclan en el agua de los bañistas, en una zona de agua batida
y baja visibilidad, y sin embargo esto no supone una llamada para los tiburones
de la zona.
Los defensores del feeding
indican también que durante las actividades de feeding cada animal recibe muy
poca comida. Por lo tanto es difícil de creer que estos animales confíen en los
humanos como fuente de aprovisionamiento de alimento.
Por otro lado parece que
nunca se ha oído que un espectador de una sesión de feeding haya tenido algún
percance (o no se ha difundido). Los buceadores que acuden a este tipo de
inmersiones generalmente son ignorados por los buceadores, lo cual pudiera
demostrar que los tiburones son capaces de distinguir entre los humanos y la
comida.
Sin embargo la persona que
alimenta directamente a los tiburones, suele recibir algún que otro bocado, al
meterse en la vorágine de los tiburones luchando por el cebo. Por ello suelen
llevar cota de malla e incluso casco. El mismo riesgo corren los pescadores
submarinos, debido a los sonidos de baja frecuencia que emiten los peces
moribundos que portan.
La comparación de los
tiburones con otros depredadores terrestres, como leones o los cocodrilos no es
muy buena, dado que existe una diferencia, los carnívoros terrestres comparten
el medio con los humanos y, queramos o no podríamos estar en su dieta si se
diera el caso. Sin embargo muchos
tiburones comen peces pero no se alimentan de mamíferos. Acercarse a un
cocodrilo es peligroso siempre pues son capaces de devorar humanos si la
ocasión se presenta. Sin embargo, por ejemplo es difícil que un tiburón de
arrecife se acerque puesto que no estamos en su menú.
Otros tipos de grandes
tiburones, como los grandes blancos, sí se alimentan de mamíferos, y por ello
en las zonas donde coexisten dichos tiburones y los hombres no se realizan
estas actividades y generalmente están prohibidas. Se realiza buceo con jaula y
atracción con cebo o mediante “chumming”.
Ética
medioambiental del feeding
Se suele decir que las
inmersiones con feeding de tiburones tienen el fin principal de educar a los
buceadores y con ello proteger a los tiburones por la concienciación de los que
practican la actividad. No nos engañemos, por supuesto que siempre hay un fin
educativo, pero se trata en definitiva de un negocio.
Pero por otro lado ¿es un
negocio a criticar? Muchos profesionales del feeding son ex pescadores que han
llegado a la conclusión de que da más dinero un tiburón vivo que muerto. Y en
muchos casos las empresas de feeding simultanean la actividad con educación y
acciones conservacionistas.
Además está el otro tema de
la modificación de la conducta de los tiburones que se ceban. Por supuesto que
se modifica su conducta, pero en teoría no demasiado: los tiburones que se
ceban en este tipo de actividades aparecen muy rápido a la llamada del cebo,
pero según los operadores de este tipo de actividades, el resto del tiempo
mantienen una conducta normal.
Un segundo efecto de
modificación de conducta es que cuando un barco de palangre extiende su línea
en una zona de cebo de tiburones éstos caen con más facilidad en los anzuelos,
pudiendo quedar devastada totalmente una población entera de tiburones en una
sola tirada del palangre.
¿Y
tú qué crees?
Si tras leer estas líneas
todavía no te has posicionado de un lado o de otro, tienes que considerar un
hecho mucho más importante: los océanos se han venido esquilmando sin piedad y
numerosas especies están catalogadas según la IUCN (Organización internacional
para la Conservación de los Océanos) como amenazadas de extinción. En este caso
si una actividad como la descrita sirve para defender y conservar a los
tiburones, pues podría pensarse que los inconvenientes son pocos.
Por otro lado si se
prohibiera el feeding o el cebo de tiburones, no tendríamos muchas imágenes de
tiburones de las que utilizamos para actividades educativas.
Los expertos e
investigadores de tiburones explican que la actividad de cebo de tiburones es
criticable o no en función de cómo se plantea el buceo con cebo. En general se
posicionan en contra del feeding sin control, por el riesgo que representa. Sin
embargo se muestran favorables a disponer una caja de carnada con agujeros que
permite la dispersión de la esencia del pescado para atraer a los escualos.
Además se muestran en contra de que los buceadores toquen a los tiburones, por
los daños que pueden provocar a la piel de los escualos. Se muestran a favor de
separar las zonas de bañistas de las zonas donde se atrae con cebo a los
tiburones. Además consideran que el buceo con tiburones tiene cierto propósito
educativo, dado que la posibilidad de bucear con tiburones de manera organizada
sirve para incrementar el interés de los humanos por estas especies, y eliminar
ciertos mitos que se han creado fundamentalmente a partir del cine. Además se
recomienda contratar estas actividades con operadores que proporcionen charlas
antes y después de la inmersión, tanto para mejorar la seguridad de la
actividad (dando indicaciones de cuál es la mejor conducta), como para
concienciar a los buceadores de la necesidad de conservar las especies de
tiburones.
Pues
ya tenéis tema para pensar: ¿interactuamos y protegemos?, o bien no
interactuamos, limitando las actividades de cebo de tiburones, y protegemos
igualmente. Pues no parece haber una respuesta fácil, vistos los argumentos de
un lado y de otro.