domingo, 9 de marzo de 2025

Medusas en la costa: belleza y peligro en las playas

 

Fuente: Medusas.org


Texto: Mónica Alonso Ruiz

Habitualmente pensamos que las playas son vastos arenales donde pasear y disfrutar de la costa. Hoy en día son el principal reclamo para los visitantes que cada año llegan a nuestro país. Forman parte de nuestro gran patrimonio natural nacional, la joya de la corona que posibilita que el turismo sea una de las actividades más importantes de nuestra economía.

Lejos de esa imagen bulliciosa veraniega, nuestros arenales costeros a menudo nos muestran la cara más salvaje del océano, donde las olas rompen y nos traen todo aquello que Poseidón no quiere y decide devolvernos. El océano nos da la arena que forma las playas, proveniente de la erosión de costas y fondos, pero también nos trae restos de naufragios, y animales moribundos, que acaban varando.

Y nos trae medusas, muchas medusas... especialmente después de una tormenta o en ciertas épocas del año. 

Medusas en la costa del Mar Menor, en la playa de los Urrutias. Fuente: La Verdad

Encontrar medusas en la playa puede ser algo fascinante, aunque solo para curiosos y aficionados a la vida marina. Sin embargo, la mayoría de las veces es un poco inquietante, especialmente para las madres de los niños que juegan en la arena despreocupados del peligro que representan, porque estas criaturas marinas, con sus cuerpos gelatinosos y tentáculos largos, son tanto hermosas como peligrosas.

Las medusas juegan un papel crucial en el ecosistema marino, sirviendo como alimento para diversas especies y ayudando a mantener el equilibrio en el océano. Sin embargo, su presencia en las playas puede ser un recordatorio de los cambios en el medio ambiente, como el aumento de la temperatura del agua y la contaminación.

Los “booms” de medusas

En muchos mares del mundo se ha observado un aumento de las agrupaciones masivas de medusas, en tal medida que, en algunos países como Australia se las considera una plaga, e incluso existen programas gubernamentales para intentar controlar el número de ejemplares. Claro que allí la picadura de algunas medusas es mortal.

En ocasiones la proliferación de medusas en zonas costeras locales se ha convertido en un problema para la pesca y también de salud pública, debido a que se alimentan de peces pequeños, reduciendo el alimento de otros peces comerciales de mayor tamaño, y porque su picadura puede causar la muerte de seres humanos.

Puede ocurrir que la aparición de medusas en la playa se deba a que el número de ejemplares haya crecido de modo explosivo, por el aumento de nutrientes en el agua (nitrógeno y fósforo) causado por la contaminación por exceso de fertilizantes o aguas del saneamiento, por ejemplo.


Concentración masiva de medusas huevo frito (Cotylorhiza tuberculata) en el Mar Menor. Fuente: ElDiario.es Autor: Isabel Rubio

A veces este crecimiento del número de medusas se debe a que sus depredadores, generalmente las tortugas, son más escasos. Otra causa puede ser el incremento de la temperatura del agua, que acelera el ciclo vital de estos animales, que se reproducen muy rápido.

Aunque las razones de estos “florecimientos” no se conocen del todo, los científicos siempre citan la sobrepesca, la eliminación de sus depredadores naturales, el cambio climático global, la eutrofización (exceso de nutrientes en el agua), el uso generalizado de diques para evitar la erosión costera que modifican la dinámica litoral, y la gran cantidad de puertos turísticos, que constituyen un hábitat ideal para la etapa de pólipo de las medusas en sus primeros años de vida.

Los datos que maneja la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) indican que las medusas ya son abundantes en casi todos los océanos del planeta, y ello puede tener un grave y decisivo impacto sobre las poblaciones de peces.

Sin embargo, no todo es negativo en la proliferación de medusas en nuestros mares, pues esta misma organización aconseja el uso de las medusas en el desarrollo de nuevos alimentos y productos médicos.


Informe de la FAO donde se indica el uso de medusas como opción alimentaria

Las medusas son invertebrados marinos y “pican”

Las medusas son animales marinos que tienen muchos nombres: aguamalas, malaguas, aguavivas, aguacuajito, aguacuajada, cuajo del mar o lágrimas de mar. Pertenecen al filo de los cnidarios (pólipos, medusas y corales) y se caracterizan por tener cnidocitos, unas células urticantes, cuya misión es la defensa contra los depredadores, así como también el ataque para capturar pequeñas presas que se les acerquen.

Son invertebrados que forman parte del plancton pelágico, es decir, que viven en la columna de agua y se mueven a merced de las corrientes. Tienen un cuerpo gelatinoso, con forma de campana o umbrela, de la que cuelga un manubrio tubular, con la boca en el extremo inferior, a veces prolongado por largos tentáculos, que suelen tener cnidocitos.


Partes de una medusa. Fuente: Ecología verde

Las medusas y los cnidocitos. Autor: Juan Junoy

Su ciclo de vida es muy rápido, y por eso crecen muy deprisa, maduran en pocos meses y mueren poco después de reproducirse.

Lo que suele ocurrir cuando se encuentran muchas medusas en la orilla y en la playa en periodo estival es que muchas personas sean atendidas por picaduras. Ello es debido a que, aunque algunas son inofensivas, otras pueden causar picaduras dolorosas. Por eso, si ves una medusa en la playa, lo mejor es admirarla (si eres, como yo, de los que te gustan estos animales), y hacerlo desde una distancia segura. Y, sobre todo, evitar tocarla, incluso si parece estar muerta, ya que sus tentáculos pueden seguir siendo peligrosos.

En ningún caso se debe tratar de enterrarla en la arena, para evitar que otras personas la toquen accidentalmente. Lo mejor es que sean los operarios municipales las que retiren sus cuerpos, manipulándolas con protección adecuada.

Las medusas en nuestras aguas

Existen muchas especies de medusas que nos podemos encontrar en las playas españolas. La medusa común, Aurelia aurita, es transparente con tinte azul y pude medir hasta 25 cm. Esta especie puede producir ligeras descargas punzantes inofensivas para los humanos. Por otro lado, podemos encontrarnos con la medusa radiada, Chrysaora hysoscella, que puede medir hasta 30 cm y que nos puede provocar quemaduras y ronchas.


Medusa común, Aurelia aurita. Fuente: Wikipedia. Autor: Vanmaend


Medusa radiada, Chrysaora hysoscella. Fuente: Wikipedia. Autor: Steve Daniels

La medusa huevo frito, Cotylorhiza tuberculata, para mí una de las más bonitas, puede medir hasta 15 cm y su picadura tiene muy poco efecto en humanos. Sin embargo, el terror de los bañistas es la medusa luminiscente, Pelagia noctiluca, una medusa muy pequeña, de unos 5-6 cm de tamaño en su umbrela y con largos tentáculos transparentes. Tiene un precioso color violeta rosáceo y su picadura es muy dolorosa.

Medusa huevo frito, Cotylorhiza tuberculata. Fuente: Wikipedia. Autor: Antonio Sontuoso


Medusa luminiscente, Pelagia noctiluca. Fuente: Wikipedia. Autor: Roberto

La carabela portuguesa, Physalia physalis, no es realmente una medusa, sino un organismo colonial de color azul, con una parte flotante con forma de botella de unos 15 a 30 cm, y unos tentáculos que pueden llegar a medir hasta 50 m.  Su picadura es muy dolorosa y peligrosa.


Carabela portuguesa, Physalia physalys. Fuente: Wikipedia. Autor: Islands in the Sea 2002 NOAA/OER

Qué hacer ante la picadura de una medusa

Las picaduras de medusas provocadas por las especies habituales en nuestras costas no suelen ser muy graves, salvo si se trata de la carabela portuguesa, o si tenemos alergia a su picadura. 


Cartel sobre picaduras de medusa: Servicio andaluz de salud

Lo normal, en el caso de la picadura de la medusa luminiscente, la más habitual, es sentir un gran calambre, como una descarga eléctrica o latigazo. A continuación, se suele sentir picor o escozor, dolor o inflamación, e incluso, en muy pocas ocasiones, sentir nauseas o vómitos. Lo normal es sentir dolor durante un periodo entre 30 y 60 minutos y que pudiera durar hasta 6 horas. 

Las medusas “pican” por contacto, aun estando muertas, porque las células urticantes nos lanzan sus dardos venenosos simplemente por tocarlas. Por eso lo ideal es manipularlas con guantes o con herramientas como palas o redes.

Lo mejor es lavar inmediatamente la zona afectada o con restos de medusa con agua salada y no frotarla. Es preciso retirar restos de tentáculos, para evitar que nos sigan picando, y lo mejor es que lo haga un profesional con pinzas y guantes.

Para combatir el dolor y la inflamación suele ayudar la aplicación de hielo de forma indirecta y/o usar un antiinflamatorio si el dolor es agudo. A veces, el médico pude indicar el uso de corticoides para parar un proceso alérgico agudo. La recomendación de los sanitarios es no aplicar remedios caseros como urea o vinagre, no porque no sean efectivos, sino porque se puede provocar la inflamación o infección de la zona. 

En los días posteriores es preciso proteger del sol la zona afectada y en 2 o 3 días suelen desaparecer los síntomas. En ocasiones, si las lesiones son importantes pueden quedarnos cicatrices. 

Las medusas se pueden usar como alimento

Otro aspecto interesante de estos animales es que se pueden usar para el consumo humano. Por eso la captura de algunas medusas ha crecido mucho en los últimos años debido a que forman proliferaciones muy grandes en algunas zonas.

La medusa seca es considerada un manjar en muchas ciudades asiáticas. Los países con mayor demanda de medusas para su consumo humano son Japón, Indonesia, China, Corea y Malasia.

Aunque algunas fuentes indican que se consumen unas 50 especies, hay diez especies que son las más habituales. La mayoría de las medusas comestibles son las más grandes, las que tienen un cuerpo más rígido y una umbrela más gruesa.


Medusa comestible preparada con aceite de sésamo y salsa de chile. Holly Cheng - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4981461

El proceso para hacerlas comestibles es semi-deshidratarlas e incluye el tratamiento con sal común y alumbre (sulfato).

Las medusas están formadas por un gran porcentaje de agua, cercano al 90 %, no aportan grasas, su contenido en proteínas es muy reducido y son ricas en colágeno, por lo tienen propiedades beneficiosas para la piel y articulaciones. Además, muchas especies tienen microalgas, ricas en pigmentos y compuestos con propiedades antioxidantes.

Se cree que el consumo humano de medusas es una opción interesante, en lo relativo a sostenibilidad, como medio de obtención de proteínas, al reducir la presión pesquera sobre otras especies (nos estaríamos comiendo aquello que se convierte en una plaga).

La escritora Rosa Montero ya ha utilizado esta idea en las novelas de Bruna Husky, una detective replicante. Ambientadas en Madrid en 2110, los humanos comen carne de medusa procesada, porque ya no quedan alimentos suficientes para toda la humanidad y las medusas se han convertido en la fuente principal. Preparadas con diferentes sabores, las personas la aceptan mejor que la otra posible fuente de alimentación que queda en el planeta: los insectos.

Esto está dejando de ser ciencia ficción y actualmente existen investigaciones como el estudio ”GoJelly” financiado por la Comisión Europea, en marcha desde 2018 a 2021, y que ha estudiado el potencial de estos animales como nuevos alimentos, con el objetivo de diversificar nuestras fuentes de nutrición futuras.

Propiedades nutricionales de las medusas. Fuente: “Medusas como fuente de productos naturales y sustancias bioactivas”. Mayra Pamela Becerra-Amezcua et Al. 2016

El uso de las medusas en medicina

Las medusas pueden ser también utilizadas en farmacia y medicina. Tradicionalmente, se han usado en los países asiáticos para tratar enfermedades como hipertensión, úlceras, enfermedades digestivas, tratamientos contra la fatiga, pérdida de peso y tratamientos para la piel, así como para mejorar la memoria, además de combatir el declive cognitivo relacionado con la edad.

Actualmente, la investigación sobre las propiedades de estos animales no para de crecer. Se usan en terapias contra el cáncer, enfermedades vasculares y enfermedades infecciosas como el SIDA. Tanto las venenosas, como las comestibles producen sustancias bioactivas aprovechables para estos usos.

Investigación sobre compuestos bioactivos de medusas. Principales países en donde se lleva a cabo investigación sobre compuestos de medusas. Fuente: “Medusas como fuente de productos naturales y sustancias bioactivas”. Mayra Pamela Becerra-Amezcua et Al. 2016

Recuerda...

Encontrar una medusa en la playa es como descubrir un secreto del océano. Es como si este quisiera mostrarnos sus habitantes más extraños.

Su presencia, con su forma etérea y sus tentáculos flotantes, evoca una mezcla de asombro y respeto. Es un recordatorio de la belleza y la fragilidad de la vida marina. Al verla, uno no puede evitar sentir una conexión profunda con el mar, una sensación de estar frente a algo antiguo y misterioso. Sin embargo, también hay una advertencia silenciosa en su presencia, una llamada a cuidar y proteger nuestros océanos para que estas criaturas fascinantes sigan siendo parte de nuestro mundo.

Referencias:

 

https://www.miteco.gob.es/es/costas/campanas/campana-medusas/recomendaciones.html

https://www.carm.es/web/pagina?IDCONTENIDO=119377&IDTIPO=10&RASTRO=c$m122,70

Medusozoa - Wikipedia, la enciclopedia libre

Redalyc.Medusas como fuente de productos naturales y sustancias bioactivas

Medusa - Características, hábitat, alimentación, reproducción

https://mefics.org/es/medusas-un-nuevo-alimento-sostenible-nutritivo-y-ostras-para-el-mundo-occidental/

https://www.bing.com/search?q=propiedades+nutricionales+de+las+medusas+como+alimento&toWww=1&redig=26D262047C7F4B44BDBA03489FA40B4A

https://www.webconsultas.com/dieta-y-nutricion/dieta-equilibrada/la-fao-aconseja-utilizar-las-medusas-como-alimento-11591

https://acontecimiento.com/gastronomia-y-cocina/medusas-y-la-alimentacion/

https://openknowledge.fao.org/items/45ad5b86-4013-4a53-be29-62761baff1d8

 

RECUPERANDO EL MAR MENOR

 Texto: Mónica Alonso Ruiz

Recuperando el Mar Menor

En uno de los rincones de la costa murciana, al abrigo del Cabo de Palos, donde el sol nos muestra sus primeros rayos al amanecer, se extiende el Mar Menor, lugar de vacaciones, enclave natural, pero también lugar convulso, pues la calidad de sus aguas ha sido motivo de debate, especialmente por la mortalidad de peces ocurrida en los últimos años.

El Mar Menor visto desde el aire. Fuente: IAGUA.es

El Mar Menor, con su barra arenosa, la Manga. Fuente: Google

Uno de los últimos episodios de esta naturaleza tuvo lugar el pasado 26 de agosto de 2024 cuando en las playas de Los Urrutias, localidad costera de Cartagena a orillas del Mar Menor, aparecieron llenas de medusas “huevo frito” (Cotylorhiza tuberculata). Este precioso animal de especto gelatinoso, aunque poco peligroso para los humanos, tuvo alarmada a toda la población en pleno final de la temporada turística, a pesar de que los operarios municipales retiraban estos invertebrados de la orilla utilizando capazos para permitir el disfrute turístico de la playa.

Los expertos que investigan la salud de esta laguna salada, y pese a las molestias que podía producir a los turistas, explicaban que la presencia de medusas era buena noticia para el Mar Menor, porque estas contribuyen a frenar la eutrofización de la laguna.

El fenómeno de la eutrofización

La eutrofización es una situación que se produce en masas de agua estancadas o que presentan poca renovación y movimiento de sus aguas, como lagos, lagunas, embalses, zonas pantanosas o de aguas someras, marismas, estuarios y zonas costeras abrigadas, así como las aguas de los puertos, por la cual se produce un incremento de sustancias nutritivas, que provoca un exceso de fitoplancton, dando lugar a lo que se llama también “sopa verde”.

Esta situación, suele conducir a episodios de falta de oxígeno (anoxia) que provocan muertes masivas de peces e invertebrados. Es llamativo saber que el exceso de fitoplancton, la parte vegetal del plancton con capacidad de generar oxígeno en el agua, es el que curiosamente puede provocar una anoxia en este tipo de masas de agua tan sensibles.

¿Por qué ocurre este fenómeno contradictorio? Porque el fitoplancton es la base de la alimentación de la cadena alimentaria y si crece mucho, también crece el volumen de organismos que se alimentan de él. Por eso, que haya mucho fitoplancton supone que se genere mucha biomasa, a base de microorganismos que se lo comen y descomponen toda la materia orgánica disuelta en al agua. Este proceso metabólico consume mucho oxígeno, en mayor medida que la producción de oxígeno del fitoplancton.

¿Cómo se producen estos episodios tan repentinos de anoxia? El fitoplancton tiene una capacidad de multiplicación rapidísima cuando tiene mucho alimento, debido su ciclo de vida tan corto. Por eso se producen los “booms” de algas verdes (también llamados florecimientos). El agua se vuelve de color verdoso, pero en 1 o 2 días el color se torna marrón, cuando el fitoplancton (las algas microscópicas) agota los nutrientes y comienza a morir. La descomposición de estos microorganismos por parte de otros lleva al agotamiento del oxígeno, y como consecuencia a la muerte masiva de peces y otros organismos.

Se produce lo que se llama “una zona muerta”, donde por falta de oxígeno, y por la gran cantidad de materia en descomposición en la superficie, los rayos solares no permiten el paso de la luz para que organismos situados en el fondo, como por ejemplo las praderas marinas, puedan realizar la fotosíntesis y generar más oxígeno.

Efectos de la eutrofización sobre la vida béntónica marina {© Hans Hillewaert, dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2200804}. Modificada por Mónica Alonso Ruiz

Generalmente la principal causa de eutrofización de lagunas y embalses es la acción humana, que produce tanto aguas residuales poco o insuficientemente tratadas, como excesos de fertilizantes en la agricultura. Estos efluentes (aguas procedentes de estas fuentes) llenan las aguas del alimento del fitoplancton, los nutrientes, fundamentalmente nitrógeno y fósforo.

Sin embargo, los científicos nos explican que la vida es capaz de desarrollarse incluso en lugares que, por causas naturales o artificiales, tienen condiciones complicadas para el desarrollo de la vida, por falta de oxígeno. En ellas es posible encontrar ecosistemas acuáticos y suele haber también aves acuáticas que viven o pasan temporadas en su migración. Ejemplos de ello son la Albufera de Valencia, las Marismas del Guadalquivir, el Mar Menor, etc.

Y por esa razón las zonas pantanosas y marismas, también llamadas humedales, que en el pasado se trataban de eliminar, porque se decía que eran insalubres, en la actualidad se las califica como zonas naturales de gran valor, porque son ecosistemas acuáticos “diferentes”, con multitud de organismos vivos resistentes a las duras condiciones de vida que allí se producen.

El problema surge cuando en esas aguas naturalmente eutrofizadas, que presentan un equilibrio precario para la continuidad de la vida en ellas, sufren un incremento masivo de nutrientes, por condiciones meteorológicas adversas o por causa de la acción humana. En estos casos, el ecosistema se desestabiliza y se producen anoxias y zonas muertas.

Las medusas como agentes amortiguadores de la eutrofización

Las medusas son molestas tanto para el baño como para los pescadores, especialmente si se producen concentraciones elevadas (en agosto de 2024 se llegaron a contabilizar 140 individuos por cada 10 m3 en el Mar Menor).

Tienen un ciclo de vida muy explosivo, porque en un año cada individuo puede generar millones de descendientes. Por ello los científicos explican que contribuyen a la estabilización del ecosistema porque son grandes consumidores de fitoplancton y pueden ayudar a reducir la explosividad de estos “booms” verdes.

El Mar Menor

Nuestro Mar Menor, la albufera española de mayor extensión, la laguna hipersalina más grande de Europa, lo tiene todo para sufrir tales colapsos. Está formado por una acumulación de agua salobre, separada del mar por una lengua o cordón de arena (La Manga), pero en comunicación con el mar por cinco puntos llamados golas. 


El Mar menor es una albufera separada del Mediterráneo por una lengua de arena, la Manga del Mar Menor. Fuente: Google maps y Wikipedia

El aporte de agua dulce de la laguna (proveniente de tierra) se produce fundamentalmente por la Rambla del Albujón, aunque hay otras menores, y por la conexión con los acuíferos que conectan con ella. Durante décadas, a través de esta rambla han accedido al Mar Menor aguas de los excedentes de riego cargadas de nutrientes del Campo de Cartagena, así como las aguas provenientes de las lluvias torrenciales que se producen periódicamente en la zona.

Rambla del Albujón y la cuenca que vierte al Mar Menor a través de ella. Fuente: MODELIZACIÓN HIDROLÓGICA DISTRIBUIDA DE LA CUENCA DE LA RAMBLA DEL ALBUJÓN MEDIANTE EL USO DE DATOS DE TELEDETECCIÓN. Universidad Católica de Murcia. 2019

Hasta el año 2014 descargaban también en la laguna los efluentes (las aguas de salida) de la depuradora de Los Alcázares (desde ese año ya no se vierten aguas de esta depuradora ni de ninguna), así como vertidos, muchas veces ilegales, de aguas provenientes de desaladoras.

Todas estas aportaciones de agua dulce, junto con el aporte de agua salada que se realiza desde el Mar Mediterráneo a través de las cinco golas de comunicación, da como resultado una masa de agua salobre en la laguna, intermedia entre el agua salada del mar y el agua duce de tierra, y cuyas condiciones de salinidad varían estacionalmente.

En definitiva, las aguas del Mar Menor tienen diferentes orígenes, algunos de ellos no bien identificados, siendo una laguna costera de aguas ligeramente salobres y sensibles a la eutrofización por la poca renovación de agua que presenta.  Unas características únicas que condicionan en gran medida la vida que en ella se desarrolla. 

Este maravilloso lugar posee grandes valores medioambientales que le hacen contar con numerosas figuras de protección administrativa, como por ejemplo su inclusión en la lista Ramsar, que protege los humedales más importantes del mundo. 

Figuras de protección de la zona del Mar Menor. Fuente: Canal Mar Menor.

Las figuras de protección tratan de preservar la gran biodiversidad y calidad ambiental existente, al tener sus fondos cubiertos de praderas marinas, como la Cymodocea nodosa.

Es la pradera marina que ocupa su fondo la que ha permitido una gran estabilidad biológica en todo ese periodo hasta antes de la crisis actual. Ello es porque una de las funciones más importantes que realiza es la producción de oxígeno necesario para la vida. Además, absorbe nutrientes (nitratos y fosfatos) y retiene partículas en suspensión, lo que contribuye a la transparencia del agua. Por si esto fuera poco, sirve de guardería a los juveniles de peces y otras especies, y como soporte a moluscos, ascidias, epífitos, etc. Muchas especies la utilizan para alimentarse, refugiarse de los predadores o reproducirse, a lo largo de su ciclo de vida o parte de éste.

Como todos sabemos, la zona también es un importante destino turístico de sol y playa. Para que nos hagamos una idea, en 2019, el Mar Menor ofertaba casi la mitad de las plazas hoteleras de la región de Murcia, situándose la mayoría de ellas, en torno al 60 %, precisamente en la barra arenosa, la Manga del Mar Menor. Es llamativo el grado de ocupación urbanístico de la barra arenosa, que ha pasado de ser a mediados de los años 50 un lugar con grandes valores naturales, a un espacio totalmente urbano, eliminando cualquier posibilidad de supervivencia de los ecosistemas que allí se desarrollaban.

La Manga del Mar Menor antes y después de la urbanización. Fuente: escualaarquitectura.es

Mapa turístico del Mar Menor y La Manga. Fuente: Murcia turística

La zona costera interior adyacente es una de las extensiones agrícolas murcianas de mayor relevancia, el Campo de Cartagena.

Las crisis del Mar Menor de los últimos años

Durante décadas, se han ido produciendo grandes aportes de nutrientes (fundamentalmente nitratos, pero también fosfato y amonio) y de materia orgánica que han desestabilizado el sistema químico y biológico de sus aguas, pasando a tener un estado eutrófico inestable, al sobrepasarse en gran medida la capacidad autorreguladora que tenía anteriormente.

Los científicos consideran que hasta 2015 el sistema era más o menos estable, aunque en la década de 2000 ya se observaban algunos picos en la concentración de nutrientes que alertaban del riesgo de eutrofización, especialmente en la zona de influencia de la Rambla del Albujón.

A finales de 2015 y en el verano de 2016 se produjo la primera gran crisis ecológica en la laguna. Un crecimiento inusual de fitoplancton hizo que las aguas se volvieran turbias y de color verde, la luz dejó de llegar el fondo, y, como consecuencia, el 85% de la pradera marina del fondo despareció, con todos los organismos que en ella habitaban.

Aparte del valor ecológico de la pradera marina y sus habitantes se perdió una de sus mejores herramientas para combatir y revertir cualquier episodio de eutrofización. Además, en el fondo yermo sin vegetación se depositan los nutrientes, que se eliminan con mayor dificultad.

Evolución de la superficie ocupada por praderas marina en el Mar Menor entre 2014 y 2019. Fuente: Belando et al (2019). IEO

Comunidad de Cymodocea nodosa y Caulerpa prolifera a 5 m de profundidad en 2014 (izquierda) y aspecto del mismo sitio durante el muestreo de 2016. Fuente: Belando et al (2019), IEO.

En 2018 los niveles de nutrientes disminuyeron mucho, la transparencia de las aguas se recuperó y algunos pensaron que la laguna no solo había superado la crisis, sino que estaba recuperando su equilibrio. Sin embargo, los científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO), las universidades de Murcia y Alicante, entre otros organismos, siguieron defendiendo que la laguna había sufrido graves daños (especialmente por la pérdida de la vegetación del fondo) y una grave alteración del ecosistema.

En agosto de 2019 la situación empeoró, y se produjo otra gran crisis tras la DANA de septiembre de ese año. Las graves lluvias provocaron arrastres de agua, que se mezcló con la capa superficial de la laguna, entrando grandes cantidades de nitrógeno, fósforo, materia orgánica y sedimentos procedentes del Campo de Cartagena y no dejando que las capas inferiores pudieran mezclarse con esta capa superficial. La capa profunda quedó atrapada debajo, dejó de recibir los rayos de sol y se produjo una enorme anoxia. Como consecuencia, aparecieron animales muertos por toda la laguna.

Peces muertos en el Mar Menor. Fuente: MITECO

Una vez más, en primavera y otoño de 2021 se produjo nuevamente la elevación de la concentración de los nutrientes en las aguas de la laguna, y se volvieron a producir mortandades masivas de peces.

Y así sucesivamente, y a pesar del aparente “buen aspecto” que habitualmente tienen las aguas de la laguna, se prevé que las crisis ecológicas van a seguir sucediéndose periódicamente, salvo que se tomen medidas drásticas para resolver el problema.

La sopa verde del Mar Menor cuando ocurre un episodio de eutrofización. Fuente: MITECO

Causas de la crisis ecológica del Mar Menor

El Mar Menor lleva décadas sufriendo agresiones que se han ido acumulando, desde la actividad minera hasta la llegada del turismo en los años 70 y la urbanización sin control de la Manga, así como el gran desarrollo agrícola de la zona. Además, la escorrentía o infiltración en el terreno de aguas procedentes de antiguas zonas mineras no restauradas provocan la llegada de sedimentos y metales pesados a la laguna.

Los vertidos localizados en determinados puntos provenientes de alcantarillados, depuradoras, granjas de ganado, balsas de purines, salmueras procedentes de desaladoras, etc. se han ido controlando y combatiendo a lo largo de los años. Un ejemplo, en 1994 se dieron permisos para instalar desaladoras de aguas provenientes de acuíferos salobres para paliar una de las peores sequías del siglo. Como resultado, se instalaron desaladoras y los vertidos de salmueras se evacuaron a la laguna, lo que contribuyó gravemente a su degradación. Afortunadamente, estas prácticas tan dañinas, promovidas por la administración, cesaron.

Por eso los estudios realizados en 2015 indicaban que, a pesar de que se habían controlado muchos de los vertidos, el principal origen de la contaminación de la laguna entraba en ella superficialmente o por filtración de los acuíferos contaminados, y se originaba en el exceso de fertilizantes químicos añadidos al riego de los cultivos de la zona.

En definitiva, la profunda degradación que sufre la laguna desde hace décadas, y que se ha agravado alarmantemente desde las primeras crisis de 2015, ha sido causada por el proceso continuado de eutrofización debido al exceso de nutrientes, fenómeno que se agrava en situaciones de tormentas o DANAs.

La eutrofización se ha convertido en el estado crónico de la laguna, ha degradado gravemente sus ecosistemas y valores naturales, lo cual no permite su recuperación. El ecosistema lagunar del Mar Menor ha perdido su capacidad de regulación y por eso periódicamente diferentes perturbaciones meteorológicas producen serios episodios agudos de mortandad.

¿Tiene solución el Mar Menor?

Considerando todos los factores que actualmente están contribuyendo al desastre ambiental de la laguna, dado que ya no sería sencillo desocupar la zona y convertirla en un parque natural, los científicos creen que su recuperación será un proceso largo y complejo, que requeriría la unión de esfuerzos de todos los colectivos, comenzando por los de la Administración. Aparte de requerir la eliminación de todas las entradas de nutrientes, la liberación de los que ya se han depositado en el fondo durará mucho tiempo.

Se recomiendan medidas para atajar el problema desde el origen, mejorando las técnicas de fertilización agrícola para evitar excesos de fertilización que pasen al suelo y a sus acuíferos, recuperando ambiental y funcionalmente cauces y red hidrológica de la cuenca del Mar Menor, reduciendo los riesgos de erosión de los terrenos utilizando cubiertas vegetales protectoras, así como la recuperación de los humedales periféricos de la laguna e incluso la construcción de humedales nuevos capaces de retener y depurar las aguas que circulan por la superficie de los terrenos cuando llueve (escorrentía).

Desde algunos sectores se ha planteado ampliar los canales de la laguna con el mar abierto y así permitir una mayor renovación de agua. Sin embargo, esto cambiaría su salinidad y modificaría su naturaleza y convirtiéndola en algo muy diferente a lo que es actualmente. Lo razonables es que la laguna continúe siendo una zona de gran valor ambiental, con una gran biodiversidad adaptada a esa circunstancia, aunque sensible a la eutrofización por su baja renovación de agua.

¿Cuál es el papel de la legislación y las instituciones en la crisis?

La legislación y las instituciones han jugado un papel crucial en la crisis del Mar Menor, tanto en su origen como en la falta de soluciones.

La legislación europea sobre depuración y aguas residuales denomina "zonas sensibles" a las áreas acuáticas con poca renovación natural de agua, más propensas a la eutrofización. En ellas, la normativa impone un tratamiento más riguroso de las aguas residuales para eliminar los nutrientes. A pesar de serle aplicable esta legislación, el Mar Menor ha sufrido décadas de agresiones.

La falta de control y la desidia de las autoridades en detectar el problema ambiental también han contribuido a la crisis. A pesar de los esfuerzos para controlar ciertas agresiones, las provenientes de la agricultura no se han controlado adecuadamente, especialmente en episodios de grandes lluvias.

Actualmente, existe un debate sobre las medidas a tomar. Algunos defienden limitar el desarrollo turístico, mientras que otros abogan por controlar ciertas agresiones procedentes de las explotaciones agrícolas. La falta de acuerdo entre las autoridades ambientales ha dificultado la toma de medidas efectivas.

De momento, y aunque se ha avanzado mucho en tratar de solucionar los problemas, unos por otros “la casa sigue sin barrer”. De hecho, son conocidas las luchas entre el gobierno regional, con competencias en medio ambiente, y el gobierno central, con competencias en materia de costas y aguas.

En resumen, la legislación y las instituciones han fallado en prevenir la crisis del Mar Menor. La falta de control, la desidia de las autoridades y la falta de entendimiento sobre las medidas a tomar han agravado la situación.

Personalidad jurídica única

Los ciudadanos locales se han hartado de ver que el Mar Menor se muere poco a poco. Por eso en 2022 le fue reconocida su propia personalidad jurídica gracias a la Iniciativa Legislativa Popular (ILP), que un grupo de juristas, especialistas en medio ambiente y activistas lanzaron desde la Universidad de Murcia con el apoyo de más de quinientas mil firmas.

Miembros de la ILP para dotar al Mar Menor de personalidad jurídica se manifiestan en Madrid. Fuente RTVE

Que un bien tenga personalidad jurídica quiere decir que tiene derechos que proteger equivalente a los de los ciudadanos, si bien este reconocimiento inédito en el mundo, aunque bien intencionado, tiene dudosa eficacia legal.

De hecho, la ILP que reconoce la personalidad jurídica del Mar Menor es un paso importante, pero no se trata tan solo de reconocer derechos, sino de aplicar medidas más contundentes para proteger este ecosistema único.

En realidad, no debería hacer falta que el Mar Menor vea reconocidos sus derechos ambientales, porque, la Constitución Española ya los contempla diciendo que son los poderes públicos los que deben garantizar un medio ambiente adecuado, tomando las medidas necesarias para protegerlo. Sin embargo, este reconocimiento es una llamada de atención de los ciudadanos hacia las administraciones, recordando que no se está haciendo lo suficiente.

Los técnicos especialistas en aguas y medio ambiente con los que hemos podido contactar nos han trasladado que el problema del Mar Menor es complicado y de difícil solución, pero reconocen que se ha avanzado mucho a pesar de todo, porque se han destinado muchos esfuerzos para tratar de conocer desde el lado de la ciencia la realidad ecológica de este lugar tan singular y sensible, y aplicado muchos fondos para tratar de paliar esta situación.

Por parte de los ciudadanos, solo nos queda mantener los deseos de recuperación, seguir presionando para que las autoridades perseveren  en la aplicación de las mejores medidas para revertir esta situación. Y que se pongan de acuerdo entre ellas.

Querido Mar Menor,

Te enviamos nuestros más sinceros deseos de recuperación y revitalización. Sabemos que has pasado por momentos difíciles, pero estamos comprometidos en trabajar juntos para restaurar tu esplendor y belleza. Que las aguas vuelvan a brillar con vida y tus ecosistemas prosperen una vez más. Nuestro amor y respeto por ti nos impulsan a protegerte y cuidarte, para que futuras generaciones puedan disfrutar de tus maravillas.

Con esperanza,

Los ciudadanos que te queremos

Referencias:

Medusas en los Urrutias: https://www.elespanol.com/enclave-ods/historias/20240826/banco-medusas-huevo-frito-invade-playa-mar-menor-cerca-ejemplares-metro-cubico/881162087_0.html

Eutrofización: https://es.wikipedia.org/wiki/Eutrofizaci%C3%B3n

https://triplenlace.com/2012/09/27/eutrofizacion-causas-y-efectos/

Fitoplancton: Fitoplancton - Wikipedia, la enciclopedia libre

Zonas sensibles: https://www.miteco.gob.es/es/cartografia-y-sig/ide/descargas/agua/zonas-sensibles-q2021.html

https://www.chebro.es/eu/web/guest/zonas-sensibles-y-vulnerables

https://www.miteco.gob.es/es/cartografia-y-sig/ide/descargas/agua/zonas-sensibles-inter2019.html

Mar Menor: https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_Menor

https://es.wikipedia.org/wiki/Albufera

https://canalmarmenor.carm.es/wp-content/uploads/2020/07/SWAT_ALBUJON_SEPTIEMBRE2019.pdf

https://canalmarmenor.carm.es/el-mar-menor/sobre-el-mar-menor/

https://marmenormarmayor.es/El-blog-de-Isabel/Entries/2023/5/esas-desconocidas-las-praderas-marinas-del-mar-menor.html

https://www.ieo.es/es/mar-menor

INFORME DE SÍNTESIS SOBRE EL ESTADO ACTUAL DEL MAR MENOR Y SUS CAUSAS EN RELACIÓN A LOS CONTENIDOS DE NUTRIENTES. IEO. Noviembre de 2019

https://www.ieo.es/documents/10640/7708614/1_Informe+sobre+la+evolucion+del+Mar+Menor+y+sus+causas_noviembre+2019+final+B.pdf/564902d9-d41e-4e45-b730-9e561411c977

https://www.rtve.es/noticias/20210824/esta-pasando-mar-menor/2163403.shtml