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martes, 3 de diciembre de 2024

Lo que nos dejan las olas en las playas

 

Texto: Mónica Alonso Ruiz

Las playas son vastos arenales donde pasear y disfrutar de las costa. Lugares fascinantes donde la tierra se encuentra con el mar, crean paisajes únicos y ecosistemas diversos. Son el borde de la tierra, y para muchos han sido el fin del mundo. También han sido el escenario donde la humanidad ha dejado y dejará su huella, y lugares por donde han llegado las invasiones y el comercio. Otras han simbolizado el fin del mundo, el “Finis Terrae”, antes de que se produjeran los grandes descubrimientos que nos ofrecieron otros continentes y que nos enseñaron que nuestro planeta no tiene fin.

Maravillosa playa de Nosi Iranja en Madagascar. Autor: Mónica Alonso

Las playas mediterráneas fueron el acceso por donde entró la cultura a la península ibérica, cuando por ellas llegaron los fenicios, los cartagineses y los romanos. Y cuando la potencia de nuestras ciudades comerciales se desarrolló, las playas permitieron la conexión con otros reinos, así como la entrada de productos exóticos y personas diferentes. Por ellas nos llegó nuestra esencia mediterránea, dando paso a la marea cultural y de desarrollo humano proveniente del Mare Nostrum.

También han sido y son en buena parte del mundo el dominio de los pescadores. De hecho, hace no tanto que en nuestro litoral los barcos descansaban en la arena, esperando el próximo viaje, el próximo desafío. Pero esa imagen bucólica de barcas varadas en la arena quedó atrás.

Las playas son también lugares donde los pescadores depositan sus barcas. Foto: Mónica Alonso

En algunos lugares del mundo los pescadores aún utilizan las playas como lugar para fondear sus barcas de pesca. Nosi Iranja, Madagascar. Foto: Mónica Alonso

Hoy en día son el principal reclamo para los visitantes que cada año llegan a nuestras costas. Forman parte de nuestro gran patrimonio natural nacional, la joya de la corona que posibilita que el turismo sea una de las actividades más importantes de nuestro país.

Las playas suelen ser lugares bulliciosos, llenos de personas. Fuente: Traveler.es

Lejos de esa imagen bulliciosa veraniega, nuestros arenales costeros a menudo nos muestran la cara más salvaje del océano, donde las olas rompen y nos traen todo aquello que Poseidón no quiere y decide devolvernos. El océano nos trae la arena que forma las playas, proveniente de la erosión de costas y fondos, pero también nos trae restos de naufragios, y animales moribundos, que llegan exhaustos, muchas veces para morir allí.

La playa como lugar de dominio público en España

Se denomina playa a la ribera del mar o de un río grande, formada por arenales que forman una superficie casi plana. España tiene casi 8.000 kilómetros de costa, de los cuales el 24 % son playas marinas. Son lugares de depósito de materiales, acumulaciones de arena, gravas o cantos, y están situadas en el borde entre la tierra firme y el mar.

Probablemente, lo más maravilloso de las playas de nuestro país es que son un bien de todos porque forman parte del dominio público marítimo-terrestre estatal, de acuerdo con la Ley de Costas y con la Constitución Española.

En su artículo 132.2, nuestra Constitución establece que son bienes de dominio público estatal (bienes de todos los españoles) la zona marítimo-terrestre, las playas, el mar territorial y los recursos naturales de la zona económica y de la plataforma continental.

La Ley de Costas define el dominio público marítimo-terrestre de una manera más completa, al detallar todos los elementos que lo componen. En este concepto se incluye no solo los elementos más evidentes como las playas o zonas de depósito de materiales sueltos, tales como arenas, gravas y guijarros, sino también aquello que no es tan evidente que pertenezca al puro arenal, como los escarpes (escalones costeros, como los acantilados), bermas (la parte más elevada de la playa, casi horizontal) y dunas. Y se define el borde de ese dominio público en el límite que resulte necesario para garantizar la estabilidad de la playa y la defensa de la costa. Es decir, público es todo aquello que contribuya a la estabilidad de la costa.

Esquema de las partes de una playa. Autor: Olga Arriaga. Creative Commons. Fuente: Junta de Andalucía

Es conveniente destacar que, aunque sistemáticamente ocupadas por el creciente desarrollo urbanístico de la costa y su actividad constructora asociada, las dunas son algo esencial en las playas porque constituyen el lugar donde el viento deposita las arenas y permite regenerar la playa. Además, son hábitats para ecosistemas costeros de gran valor ecológico. Y por ello legalmente son de todos, aunque han sido poco respetadas en las últimas décadas en nuestro país.

Funciones de la playa. Fuente: directrices sobre actuaciones en playas. Ministerio de Medio Ambiente (actualmente MITECO)

Los primeros usos de las playas

Las playas fueron los primeros lugares por los que históricamente se accedía al mar desde la costa, los primeros puertos naturales. Por eso, a falta de muelles, las que gozaban de cierto abrigo natural frente al oleaje, generalmente en una bahía, eran idóneas para poder varar pequeñas embarcaciones. Con ellas se accedía a los barcos más grandes, que quedaban fondeados en medio de la bahía donde las aguas son más profundas.  

Desde la antigüedad el mar ha ayudado mucho a hacer de las zonas costeras lugares abiertos al mundo, facilitando la mezcla de pueblos y culturas. Así ocurría en Barcelona en tiempos del gran comercio mediterráneo. Desde el siglo XIII y hasta bien entrado el siglo XV, cuando comenzó a construirse el dique que delimitó la primera dársena, las embarcaciones amarraban en la playa.

Era la época de los Consulados del mar, unas organizaciones mercantiles propias del Reino de Aragón que regían el comercio en las ciudades que gozaban del privilegio de tenerlo. Precisamente en esa época, la playa de Barcelona era uno de los lugares más importantes de la ciudad, pues por allí llegaba su principal fuente de riqueza y el comercio con otras ciudades.

La playa de Barcelona es uno solo de los ejemplos de tantas playas de ciudades costeras mediterráneas que en el pasado nacieron y crecieron precisamente alrededor de ellas. En la actualidad, cualquier ciudad costera que se precie tiene su propia playa, que es lugar de reunión y que le proporciona valor, aunque sea turístico.

Vista del puerto de Barcelona con la montaña de Montjuic al fondo (1850), grabado de Alfred Guesdon. En el centro se ve el Pla de Palau, con la Lonja en la parte superior de la plaza, el Palacio del Virrey a la derecha, la Aduana en la parte inferior y el Portal del Mar a la izquierda, dando acceso al puerto y el barrio de La Barceloneta. Fuente: Wikipedia

 Las playas como depósito de todo aquello que es arrastrado por el mar

Las playas se forman porque que son lugares donde se depositan los materiales que llegan arrastrados por las corrientes y son arrojados por las olas cuando rompen en la costa.

Dicho de otro modo, la fuerza del mar erosiona zonas abruptas, como acantilados, bajos o arrecifes. Las corrientes marinas transportan las partículas arrancadas, bien en suspensión o por arrastre por el fondo. Y cuando la orografía de la costa reduce su velocidad permitiendo el depósito de materiales, se forman zonas arenosas, generalmente en forma de playas de pendiente suave.

Pero las corrientes no solo arrastran partículas arenosas, y por eso, en una playa se deposita de todo, basura, restos de naufragios, y animales varados.

Un ejemplo de aquello que aparece en las playas son las algas y las hojas muertas de las praderas marinas como Posidonia oceánica. Estas se mezclan con la arena, formando una amalgama más resistente frente a los temporales que la arena suelta, ayudando a la consolidación del arenal.

Pero también a las playas suelen llegar tanto animales marinos pequeños, como los que forman el plancton, o animales grandes que estén enfermos o que tengan su capacidad de movimiento reducida.

Varamientos

La palabra varamiento se refiere en general a los encallamientos de cetáceos en la arena de la playa o en la orilla del mar, que puede producirse tanto para individuos sanos como heridos o muertos. Esta situación es a menudo fatal para los cetáceos cuando llegan vivos, porque muchas veces se deshidratan al estar expuestos al aire o al sol, y porque se puede producir el colapso de sus cuerpos por peso propio al estar diseñados para flotar en el agua en vez de apoyados en la superficie del arenal.  

Varamiento de un delfín. Fuente: Gaceta Náutica. Autor: Juan Poyatos

También se aplica la palabra varamiento para cuando tiburones atrapados por las redes de pesca, son liberados vivos o muertos y encallan en las playas. En España a veces se han visto cañabotas varadas en playas mediterráneas. Son tiburones de profundidad de grandes dimensiones (hasta 5-6 m de longitud) que caen accidentalmente en aparejos de pesca de arrastre y luego son liberados moribundos o ya muertos.

También se pueden avistar en la orilla tintoreras, uno de los tiburones más típicos (que no frecuente) de nuestras costas. Suelen estar desorientadas, agotadas o enfermas, y muchas de ellas acaban varando en la arena.

Necropsia de una tintorera. Fuente: Cram

En el Cantábrico, en determinadas épocas del año es posible encontrar incluso focas varadas en algunas playas. Son visitantes inusuales, en ocasiones cachorros que se han separado accidentalmente de sus madres, y que llegan arrastrados por las corrientes y temporales. Heridos, desorientados y exhaustos. 

Cría de foca gris varada en Avilés. Fuente: La Voz de Asturias. Autor: Fran, vicepresidente de la asociación de vecinos Laviana Gozon

Lo que sí es muy frecuente, y muy molesto, por sus “picaduras”, es el arrastre y encallamiento de medusas. Como son animales planctónicos, sin posibilidad de gran movimiento propio, llegan movidas por las corrientes y el oleaje. 

Un ejemplo de este tipo de arrastres planctónicos del que tuve noticia hace unos meses fue el encallamiento de camarones en una playa de Almería. Se trataba de “eufasiácidos”, parientes del krill planctónico que habían sido arrastrados por las corrientes y depositados por el oleaje durante un temporal. 

Hace unas semanas apareció varada una mantarraya de 3 metros en la playa de Calafell, Tarragona. En este caso esta situación le provocó un gran estrés al animal, lo que hizo que diera a luz una cría de 1 metro de envergadura, que se fue nadando nada más nacer, en cuanto alguien la puso en el agua. Posteriormente también se llevó a la madre al agua y se consiguió que volviera a su medio y se fuera nadando, tras comprobar que su estado era bueno. 

Cómo actuar en caso de varamiento

Cuando seamos los primeros en ver un animal varado, lo más importante es conocer los protocolos a seguir para su asistencia y evaluación, para evitar hacer más daño al animal que el que le ha provocado el varamiento. No debemos olvidar que la causa de esa situación suele ser debida a que el animal está herido o enfermo, porque no es habitual que un animal sano quede atrapado en la arena.

En primer lugar, es preciso dar aviso para que se pueda activar la Red de Varamientos local, que suele estar compuesta por equipos especializados que se encargan de evaluar y asistir a los animales marinos en esta situación. Lo mejor es, o llamar al 112 y que ellos avisen a la Red de Varamientos, o, si disponemos del número, llamarles directamente.

Debemos tratar de evitar heroicidades y no aplicar medidas por iniciativa propia que puedan empeorar la situación, como, por ejemplo, devolver el animal al mar sin evaluar su estado. Podemos hacerle más daño y conseguir que muera igualmente. No debemos olvidar que con la actuación de personal con conocimientos sobre varamientos, las posibilidades de ayudar realmente al animal son mayores que si actuamos sin conocimiento.

Si el animal varado está muerto, los expertos pueden evaluar la situación y tomar medidas para la correcta eliminación del cadáver, evitando que se descomponga en la orilla. Además, se puede plantear la posibilidad de hacerle una necropsia para conocer la causa de la muerte.

Si el animal está vivo, los expertos deben evaluar el estado del animal para así poder tomar decisiones sobre una posible atención de urgencia o incluso, si el tamaño del animal lo permite, un traslado a un lugar donde le puedan recuperar.

Poster con instrucciones sobre varamientos. Fuente: almeriaisdifferent.com

Lo que es esencial en estos casos es que se deben seguir siempre unas normas básicas de seguridad y asepsia, para evitar riesgos para los rescatadores y posibles contaminaciones. También se debe limitar el acceso de los curiosos al lugar. No sería la primera vez que algún valiente se haya llevado un golpe o un mordisco del animal que trata de devolver al mar. Además, muchos de los animales varados están enfermos y podrían trasladarnos bacterias y virus que pueden provocarnos molestias o enfermedades.

¿Por qué varan los cetáceos?

Los humanos tenemos una cierta empatía por los cetáceos, quizá porque son animales que frecuentemente interactúan con nosotros. Por ello, ver uno varado en la playa nos suele producir tristeza y habitualmente nos preguntamos la razón por la cual un animal inteligente acaba varando y muere en la playa.

La topografía costera y las mareas pueden ser las causantes de algunos varamientos, que se repiten sistemáticamente en algunas zonas. Algunas regiones, como el Farewell Spit en Nueva Zelanda, las costas del mar del Norte y Cape Cod en Estados Unidos, carecen de la profundidad suficiente para que las ballenas se orienten en óptimas condiciones. Su capacidad de ecolocalización está diseñada para aguas profundas, por lo que pueden quedar atrapadas en aguas someras durante los ciclos de marea. 

También puede ocurrir que el animal haya quedado atrapado en la arena por una bajada de marea rápida que le haya pillado desprevenido, pero no suele ser lo habitual. Lo normal es que esté enfermo, herido, senil o sea incapaz de alimentarse, como por ejemplo por tener el estómago lleno de plásticos o porque algún aparejo de pesca abandonado y enredado en su cuerpo no le permite comer normalmente. En ocasiones, problemas como un parto difícil o desnutrición también pueden llevar al varamiento. 

Los ataques de depredadores (grandes tiburones u orcas), o el pánico al escapar de ellos también pueden ser factores que provoquen el varamiento.

Un ejemplo similar es el varamiento de zifios (cetáceos odontocetos o ballenas picudas) por causa del ruido marino provocado por los sónares de barcos realizando maniobras militares, lo que les provoca pánico y reacciones descontroladas de huida. A veces mueren por embolismos al ascender demasiado rápido desde grandes profundidades cuando les perturba un ruido atronador.

A veces se producen varamientos masivos de grupos enteros de animales, como calderones o falsas orcas. Ello es debido a que, como son especies muy sociables, cuando el líder de la familia o manada tiene una enfermedad, o se desorienta y encalla en la playa, y el resto de los individuos del grupo le siguen irremediablemente.

El manejo de este tipo de situaciones de varamiento masivo requiere, por parte de los equipos de salvamento, una gran coordinación, conocimiento y cooperación interdisciplinar. Aun así, las garantías de éxito no son muy grandes.

Varamiento masivos de cetáceos en Australia. Fuente: nauticalnewstoday.com

Conocer la formación de las playas, su valor histórico, o como escenario de importantes eventos de nuestra civilización, además del valor turístico, nos ayudará a valorar un bien que es de todos.

Además, ser lugar de varamientos de animales marinos puede exacerbar vuestra curiosidad por las criaturas que viven en el mar, tal y como les ocurría a los primeros naturalistas, que no tenían la suerte de poder sumergirse con ellos, como lo hacemos ahora los buzos.

Referencias:

https://www.ign.es/recursos-educativos/relieve-costa/index.html#:~:text=Espa%C3%B1a%20posee%20aproximadamente%208.000%20kil%C3%B3metros,en%20accidentes%20costeros%20de%20Europa.

Ley de Costas: https://www.boe.es/buscar/pdf/1988/BOE-A-1988-18762-consolidado.pdf

https://www.senado.es/web/expedientdocblobservlet?legis=14&id=180816#:~:text=RESPUESTA%3A-,La%20Constituci%C3%B3n%2C%20en%20su%20art%C3%ADculo%20132.2%2C%20establece%20que%20son%20bienes,y%20de%20la%20plataforma%20continental.

https://www.barcelona.cat/es/que-hacer-en-bcn/banos-y-playas/historia-de-las-playas 

https://prosertek.com/es/blog/puertos-maritimos-cambiado/ 

https://repositorio.comillas.edu/rest/bitstreams/146540/retrieve#:~:text=Los%20puertos%20surgen%20como%20punto,la%20invenci%C3%B3n%20de%20la%20rueda. 

Un poco de historia sobre los orígenes del Port de Barcelona. – barcelona i la mar

https://es.wikipedia.org/wiki/Varamientos_(cet%C3%A1ceos)

https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/biodiversidad-marina/bm_hayem_em_mm_protocolo_nacional_cetaceos_tcm30-549104.pdf

https://ballenas.org.ar/conservacion/por-que-varan-los-cetaceos/

https://www.cimformacion.com/blog/veterinaria/que-hacer-ante-el-varamiento-de-un-cetaceo/

https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/biodiversidad/temas/biodiversidad-marina/bm_hayem_em_mm_protocolo_nacional_cetaceos_tcm30-549104.pdf

 

 

miércoles, 30 de diciembre de 2020

DELFINES ROBÓTICOS: ¿ALTERNATIVA AL CAUTIVERIO?




DELFINES ROBÓTICOS: ¿ALTERNATIVA AL CAUTIVERIO?
Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publico en la revista Escápate, en el numero 36 http://www.cluboceanides.org/recursos/escapate-36-2020.pdf



Hace un tiempo pudimos ver en algunos periódicos una noticia de que se había diseñado un delfín robótico con el objetivo de sustituir a los que viven en cautiverio en los delfinarios. Se podía ver un vídeo del delfín en una piscina, interactuando con un entrenador y con varias personas en el agua, del mismo modo a como si se tratara de una actividad comercial de nado con delfines. Hay que decir también que el realismo del robot es impresionante, que está muy bien logrado, y salvo para el ojo experto, cualquiera de nosotros diríamos que es un delfín vivo.


El realismo del delfín es impresionante. Fuente: Captura de Pantalla del vídeo de Edge Innovations


 Juegos del delfín robótico en piscina. Fuente: Captura de Pantalla del vídeo de Edge Innovations


El prototipo ha sido creado por EDGE INNOVATIONS, una empresa americana especializada en efectos especiales para películas y espectáculos.

La razón para justificar su creación que figuraba en los artículos, se expresaba en la siguiente frase: “Forzar a los animales a vivir en zoos o en acuarios en cautividad y fuera de su hábitat está siendo una actividad poco aplaudida por los humanos. Y se está pensando utilizar a estos animales robóticos para evitar usar animales vivos”. Definitivamente los delfinarios y los zoos empiezan a tener mala imagen.

Se ha creado este animal piloto para un delfinario de China, precisamente donde menos mala imagen tienen estas instalaciones y donde hay más delfinarios en el mundo, cada vez más. Se ha llegado a decir que la situación de parón de actividades provocado por el confinamiento por el Covid 19 no ha permitido a alguna de estas instalaciones poder obtener delfines del medio natural y han pensado en sustituirlos por robots.

Una nadadora realiza una actividad con el delfín robótico. Fuente: Captura de Pantalla del vídeo de Edge Innovations

Los delfines mueren mucho en cautividad y su tasa de subsistencia para los que nacen allí es bastante baja, por lo que estas instalaciones pagan mucho dinero a las empresas y a los países que se dedican a su captura. Esta se lleva a cabo a base de acciones sangrientas en las que se masacra a una gran cantidad de individuos de una manada para capturar a los más jóvenes. Lo hemos visto cada año en Taiji, en Japón o en Rusia, donde hace un tiempo salió a la luz la captura y posterior liberación por causa de la presión social de un grupo de 10 orcas y más de 100 belugas que habían sido capturadas para su venta en delfinarios chinos.

El robot pesa unos 250 kg, su batería dura unas 10 horas, y se mueve por control remoto a distancia. Además puede sobrevivir más de 10 años en un ambiente de agua salada. Llama la atención esta última característica, porque muchos de los delfinarios tienen tanques de agua no salada, lo que ha venido provocando a los animales que viven en ella graves problemas dermatológicos y de salud en general.

Para los creadores de este prototipo esto es un “sueño hecho realidad”, porque según ellos, les importa la preservación de los animales marinos. Y literalmente dicen que “les permite reimaginar el potencial de entretenimiento, educación y negocios” de estas instalaciones.

Precisamente estas tres palabras: ENTRETENIMIENTO, EDUCACIÓN Y NEGOCIOS, son las claves para entender la actividad de estas instalaciones con animales.

ENTRETENIMIENTO

Quizá uno de los fenómenos sociológicos más estudiado sea el modelo de entretenimiento de la población que vive en las ciudades. El derecho al ocio y a tener una serie de “servicios de entretenimiento a disposición del ciudadano” son elementos cada vez más a tener en cuenta en el diseño de nuestras ciudades. Todo espectáculo novedoso y llamativo es bienvenido. Las nuevas urbes construyen edificios cada vez más llamativos, y también grandes instalaciones comerciales y de ocio que incluyen cada vez más la presencia de un gran acuario o de una instalación con animales cautivos.

La cuestión es: ¿es necesario que los humanos nos entretengamos a costa de los animales? ¿Necesitamos animales actuando como monos de feria? Son preguntas que nos deberíamos hacer cuando analizamos nuestro modelo de ocio urbano. ¿Por qué requerimos de la vida natural para satisfacer las carencias de nuestra vida urbana? Y lo que es peor ¿debemos hacer daño a la vida natural para satisfacer ese capricho?

EDUCACIÓN

Todas las instalaciones de delfinarios supuestamente realizan labores de educación ambiental. Cierto es que muchas de ellas dedican mucho dinero a la investigación de la vida natural, que a la larga puede ayudar en las labores de conservación y a la concienciación de la sociedad en la necesidad de preservar los valores naturales. Pero, ¿esta “educación” debe realizarse a costa de hacer un daño irreparable a los animales que se arrancan de manera cruel de la naturaleza?

Cierto es que, presumiblemente ayudan a acercar a los animales salvajes a los niños que viven en las ciudades y que realizan tareas de concienciación para proteger las especies y la naturaleza. Pero, ¿no sería mejor realizar actividades en el campo con los niños, en los ecosistemas naturales más cercanos a cada ciudad? ¿Es preciso traernos el arrecife de coral a la ciudad cuando dicho ecosistema lo tenemos a miles de kilómetros de distancia? Precisamente para poder apreciar la naturaleza más lejana a nuestra cuidad tenemos los documentales, que realizan una labor educativa impresionante y menos dañina.

NEGOCIO

Mantener entretenida a la gente que vive en las ciudades es una gran fuente de negocio. Los parques marinos, acuarios y delfinarios producen grandes ingresos a las multinacionales que los gestionan. Y sin embargo los delfinarios en Europa y en otros países están viendo cómo descienden sus ingresos, o cómo muchos países prohíben incluso su actividad.

Recientemente pasó por mis manos un informe de Animal World Protection, llamado “Behind the smile, the multibillion dollar dolphin entertaining industry” (Detrás de la sonrisa, la industria multibillonaria del entretenimiento). En este informe se recopilaban datos de este tipo de instalaciones por todo el mundo, a fecha de 2018.

Según el mismo, existen 355 instalaciones de uso público (las hay privadas también, pero quedan fuera del estudio), en 58 países, y de ellas 336 exhiben delfines. Aproximadamente hay 3603 cetáceos en cautividad, y el 80% son delfines, la mayoría de ellos delfines mulares (como el de la película de Flipper).
El mapa de la miseria. Número de delfines cautivos por países. Fuente: “Behind the smile, the multibillion dollar dolphin entertaining industry” Animal World Protection.

De los 3603 cetáceos identificados en esas instalaciones 3029 son delfines. Fuente: “Behind the smile, the multibillion dollar dolphin entertaining industry” Animal World Protection.




El 60% de los delfines cautivos se concentran en 5 países: China con el 23%, Japón con el 16%, Estados Unidos con el 13%, México con el 8% y Rusia con el 5%. España se encuentra en décimo lugar de la lista.

El 93% de las instalaciones ofrecen espectáculos con delfines, el 60% ofrecen nado con ellos, el 75% ofrecen hacerse un selfie con el animal y el 23% ofrecen terapia asistida por delfines.

Los espectáculos muestran delfines llevando a sus entrenadores cogidos por sus aletas, o surfeando en su lomo. Se les colocan disfraces, hacen piruetas, y sufren de realizar todo esto mientras suena una música muy alta, varias veces al día. ¿Realmente esto encaja dentro de los motivos educacionales que justifican estas actividades?
Actividades ofrecidas por las instalaciones. Fuente: “Behind the smile, the multibillion dollar dolphin entertaining industry” Animal World Protection.

Actividades ofrecidas por las instalaciones. Fuente: “Behind the smile, the multibillion dollar dolphin entertaining industry” Animal World Protection.


Tampoco podemos olvidar que en Asia existen circos ambulantes con defines, donde las condiciones sanitarias de estos animales son horribles. En sus espectáculos se pueden ver delfines que pasan aterrorizados a través de aros en llamas, mientras viven y son transportados en bañeras movidas en grandes camiones.
Los delfines de circos ambulantes en el mundo son terribles. Fuente South West News Service. Vía The Sun.





Fuente: The Dolphin Project

En el informe, para estimar el volumen de negocio, se ha considerado el pago de una entrada media a estas instalaciones de unos 34 dólares, para un espectáculo estándar, sin interacción con el animal. El precio medio de la actividad de nado con delfines es de unos 178 dólares.

Los ingresos que genera un delfín oscilan entre los 400.000 y los dos millones de dólares por año, en función de la frecuencia de uso del animal. El volumen total de ingresos de toda la industria oscila entre 1.1 y 5.5 billones de dólares (recordemos que un billón de dólares equivale a mil millones). Eso sin contar los ingresos adicionales generados por la venta de merchandising, la comida y el alojamiento que ofrecen muchas de estas instalaciones. Se puede decir que es una industria multibillonaria.

ENCUESTA SOBRE LA ACEPTABILIDAD DE LA INDUSTRIA DE LOS DELFINARIOS

En el estudio anterior, entre los datos que aporta, se muestran los resultados de una encuesta realizada entre los usuarios de estas instalaciones. El 55 % de ellos no ven nada malo a ir a un espectáculo con delfines, frente al otro 45 % a los que no les parece bien, y sin embargo acuden a este tipo de instalaciones. Se indica también que el nivel de aceptabilidad de estas instalaciones desciende cuando aumenta el nivel de interacción con el animal, mostrando que realmente no nos gusta que estos animales naden con nosotros o podamos jugar con ellos.

No estoy muy de acuerdo con esta última afirmación: a todos nos encantaría poder nadar con delfines, y seguramente es uno de los sueños que muchas personas querrían cumplir. Personalmente creo que debe ser una sensación muy bonita, pero lo es mucho más si el animal no está adiestrado para hacer monerías junto a nosotros. Posiblemente sea mucho más satisfactorio poder nadar con un delfín salvaje, en su medio, y que decide, como muchas veces hacen, acercarse e interactuar con los humanos.

Los encuestados revelan datos muy interesantes cuando se les hacen preguntas más concretas, como por ejemplo si les preocupa la calidad de la vida de los animales en cautividad. En ese caso el 53% piensan que los animales sufren tanto física como emocionalmente, el 47% piensa que ningún delfín realizaría piruetas, o daría “besos” de forma natural, por voluntad propia, y el 80% preferiría verlos en libertad, en la naturaleza.

Lo que parece claro es que esta “no tan buena percepción” de la imagen de los delfinarios es cada vez mayor y va cambiando lentamente hacia la “no aceptación” de estas instalaciones. Y ello es así gracias a varias películas, como Blackfish o The Cove, que mostraron al mundo la cara b de estas instalaciones, con animales frustrados, con conductas erráticas u hostiles hacia sus entrenadores, enfermedades y gran mortalidad. Prueba de ello es que las instalaciones de Sea World cada año tienen más pérdidas por la reducción del número de visitantes.

SOLUCIONES

Quizá el modelo de instalación con delfines cautivos pueda sobrevivir a la larga si utiliza delfines robóticos y deja de maltratar animales que deberían estar viviendo libres en sus grupos familiares en el océano. El futuro nos lo dirá.

Lo que está claro es que las actividades de observación de cetáceos en la naturaleza son la alternativa a este tipo de instalaciones, siempre que se hagan de forma controlada y respetando la tranquilidad de las poblaciones avistadas. Tenemos el ejemplo de Tenerife, donde los calderones residentes de la zona del canal de la Gomera están sufriendo por la presencia de demasiadas embarcaciones de avistamiento, algunas de ellas ilegales.

Y lo que siempre tendremos serán los documentales, que cada vez nos presentan mejores imágenes de comportamientos naturales de todas las especies de cetáceos, no solo las que se acercan a los humanos o las que se dejan capturar y son capaces de vivir en una piscina.

Unas últimas preguntas: 

¿Es necesario que veamos delfines o ballenas? 
¿Tan importante es para nuestras vidas?, 
¿O es una necesidad creada por esta sociedad consumista que demanda hacer cada vez más y más cosas diferentes?.


Referencias:



Informe:















domingo, 26 de abril de 2020

EL TRAFICO MARÍTIMO: UNA GRAN AMENAZA PARA LOS CETÁCEOS



Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista Escápate. Num 32

Ver aparecer un animal varado en la playa es un espectáculo muy triste, especialmente si se trata de una gran ballena o un cachalote. La primera pregunta que se hacen los científicos cuando esto ocurre es ¿por qué? Las causas pueden ser muy variadas, que el animal esté enfermo, que se haya desorientado, o que tenga graves heridas producidas por la colisión con un barco.

Es cierto que cuando un barco colisiona con una ballena y se producen daños en el mismo, se suele saber, y a veces se correlaciona el varamiento con el accidente. Pero cetáceos en el océano hay de muchos tamaños. Cuando el animal no es tan grande, o el tamaño del barco es mucho mayor que la ballena, por grande que sea esta, es frecuente que las colisiones no se noten, o no se reporten.

Imagen de un cachalote muerto por la colisión con un ferry. Fuente: Eldiario.es

Hay poblaciones de ballenas que son especialmente sensibles a estos accidentes, en muchos casos porque su población es muy pequeña, como es el caso de la ballena franca del Atlántico Norte. Vive en las costas de Estados Unidos y Canadá, y la mortalidad provocada por estos accidentes podría representar la diferencia ente la extinción y la supervivencia de esta especie. Ocurre lo mismo con los rorcuales comunes en el Mediterráneo, un mar que tiene un tráfico de buques muy elevado, y en el cual las poblaciones de esta especie son poco conocidas.

Una ballena jorobada exhibe unas terribles marcas de una hélice de un barco en su lomo. Fuente NOAA, HIHWNMS

La manera más eficaz para reducir el riesgo de colisión es separar las ballenas de los barcos, y ello es muy difícil de conseguir, porque requiere conocer muy bien las distribuciones de cetáceos, tratando de diseñar rutas alternativas para los barcos.

Hay zonas donde no es posible modificar las rutas de navegación y hay que considerar soluciones más complejas, como la reducción de la velocidad de los barcos en zonas sensibles, dado que la probabilidad de colisión y la gravedad de los atropellos aumentan con la velocidad.

En el Estrecho de Gibraltar se ha implantado el Dispositivo de Separación del Tráfico, que tiene como objetivo principal la segregación de los tráficos de los diferentes tipos de buques para evitar las colisiones entre embarcaciones de diferentes tamaños. Adicionalmente, en este dispositivo, que se ha implantado también en otras zonas de intenso tráfico marino, se establece una zona de precaución por la presencia estacional de cachalotes, donde se recomienda reducir la velocidad máxima a 13 nudos y navegar en estado de máxima vigilancia.

Dispositivo de separación de tráfico en el Estrecho. Fuente masmar.net

Zona de precaución definida en el dispositivo de separación de tráfico en el Estrecho. Fuente masmar.net

Las medidas para regular la navegación, como modificar los canales obligatorios o establecer áreas que se deben evitar, las toma la Organización Marítima Internacional (OMI). En 2009, el Comité de Protección del Medio Ambiente Marino de la OMI desarrolló un Documento Guía para minimizar el riesgo de colisión de embarcaciones con cetáceos.

La Comisión Ballenera Internacional ha desarrollado una base de datos a nivel mundial para reportar las colisiones, con el fin de identificar zonas problemáticas de alto riesgo.

En España, a nivel estatal, en relación con esta grave amenaza para los cetáceos, el Secretario de Estado de Medio Ambiente en funciones, anunció en la Conferencia Internacional “Our Oceans”, que se celebró en octubre de 2019 en Oslo, que se invertirá un millón de euros en los próximos cuatro años para analizar el impacto de las colisiones de buques con cetáceos en Canarias y Baleares, cuyas aguas tienen una gran biodiversidad marina y son hogar de especies de cetáceos cada vez más amenazadas.

Un cachalote presenta una terrible amputación en su aleta caudal por los efectos de un choque con una embarcación. Fuente: Tenerife Ahora. Autor: Francis Pérez

El caso de las Islas Canarias

El tráfico de ferrys entre las Islas Canarias es intenso, existiendo en la actualidad tres compañías operando entre las diversas islas, además del tráfico que se realiza entre la península y las islas. Según el Instituto Canario de Estadística, más de 5 millones de personas utilizaron en 2018 el transporte marítimo. Recientemente, hemos podido ver en los medios de comunicación cada vez más noticias de colisiones mortales entre cetáceos y ferrys. Según estos medios en los últimos 20 años han aparecido en Canarias 81 grandes cetáceos muertos por accidentes con barcos.

Líneas de Ferrys en Canarias. Fuente: Spanish-web.com

La tasa media de mortandad de cachalotes por esta causa en Canarias es de 2,5 al año, y durante los cuatro primeros meses de este año, vararon cinco cachalotes y rorcuales con signos de colisión, lo que supone un riesgo serio para la supervivencia de unos 224 ejemplares residentes en la zona. En julio de 2019 salió a la luz un estudio de la ULPGC (Universidad de las Palmas de Gran Canaria), en el que se constataba que en este último año había habido un incremento de estos sucesos, debido fundamentalmente a los ferrys que realizan el traslado entre islas.

Se analizó si esto respondía a incremento en la mortalidad de los cetáceos, cuyos cadáveres son arrollados por los barcos, o se debía expresamente a la colisión en vida. El resultado fue que al menos el 80 % de las colisiones se produjo cuando el animal estaba vivo, lo que indica que el tráfico de ferrys es el mayor responsable de estas muertes, de las cuales el cachalote es una de las especies más afectadas (el 60 %).

Este es uno de tantos estudios que, sobre este tipo de accidentes, se vienen realizando en las últimas décadas. Los conservacionistas canarios llevan denunciando estos hechos, a la vez que se iban realizando estos estudios. Al parecer el gran incremento de colisiones se ha producido con la proliferación de los barcos que circulan a gran velocidad. Organizaciones como la WWF y la SECAC (Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario) han venido denunciando que estos barcos, que circulan a 36 nudos (67 km/h), tienen un tonelaje y dimensiones tales que les permiten sobrellevar el choque con un cetáceo sin incidencias. Denuncian que hay rutas especialmente sensibles, por la presencia más frecuente de cetáceos, como es el caso del canal entre Tenerife y Gran Canaria, o el canal entre Tenerife y La Gomera.

Un ferry rápido de Canarias

La explicación de el por qué se producen más colisiones con el cachalote que con el resto es porque es un animal que realiza inmersiones de hasta 2000 metros, y que pueden durar hasta una hora. Cuando el animal sube a superficie, lo hace para recuperarse de su larga apnea y del esfuerzo realizado, por lo que en ese momento es muy vulnerable.

A pesar de que Canarias ha sido reconocida por la OMI como uno de los cinco puntos calientes a nivel mundial donde es urgente tomar medidas, las navieras llevan negando que se produjeran estas colisiones durante años, y sin embargo este año la compañía Fred Olsen y la Universidad de la Laguna han firmado un convenio para optimizar la detección de cetáceos en la ZEC Teno-Rasca (Zona de Especial Conservación, figura de protección territorial de la Red Natura 2000).

Se retoma así parte del trabajo que ya en 2015 se realizó por un grupo de investigación de colisiones, formado por los Ministerios de Fomento y Medio Ambiente, el Gobierno de Canarias y las tres navieras presentes en ese momento: Fred Olsen, Naviera Armas y Transmediterránea. En ese estudio se analizaron una serie de medidas que ya habían tenido éxito en otras zonas del mundo. Un ejemplo reseñable es el de Estados Unidos, que consiguió recuperar en dos décadas la población de ballena franca o vasca al disminuir las colisiones.

La primera medida tomada como consecuencia del convenio firmado este año ha sido modificar las rutas de navegación entre el Puerto de los Cristianos (Tenerife) hacia La Palma y La Gomera, para reducir el número de millas en las que se navega por la zona ZEC, reducir los cambios de rumbo en la zona ZEC, e inclusión de la extensión de dichas zonas en las cartas de navegación de los puentes de mando. Además, se ha comenzado a formar a las tripulaciones de los barcos en el reconocimiento de los cetáceos, para poder interpretar su comportamiento, básicamente saber la dirección que lleva el animal por su movimiento de la aleta caudal o por el chorro.

Localización ZEC Teno-Rasca: fuente: Poster Ministerio para la Transición Ecológica

Rutas modificadas por Fred Olsen en Canarias. Fuente: Fred Olsen

Otra medida consiste en la incorporación de cámaras térmicas en los ferrys, que tienen un alcance de 1 km, y que podrían detectar al animal. Esta última medida se ha puesto en marcha de manera experimental con un periodo de prueba. La compañía se ha comprometido que si funciona bien pondrán una en cada barco.

Las cámaras utilizadas en este estudio son de alta definición, y graban video térmico incluso en condiciones de total oscuridad, tienen un zoom de 30X y un foco Led de haz estrecho, que permiten mejorar la identificación del objetivo con mayor seguridad. Habitualmente las utilizan los barcos para detección de hielo, objetos flotantes y otras embarcaciones, presencia de personas en el agua, etc.

Es la primera vez que se utiliza este tipo de cámaras para detectar cetáceos, especialmente en barcos de alta velocidad. Para calibrarlas se trabaja en las configuraciones más favorables para identificarlos, grabando el mayor número de imágenes posibles y examinándolas con un sistema de reconocimiento de imágenes. Así se pretende crear una herramienta informática que detecte la presencia de cetáceos en la imagen. La herramienta se entrenará con imágenes reales, y con diversas velocidades del barco, con la idea de establecer un sistema de detección seguro. La siguiente fase del estudio sería la programación de detectores automatizados que den alarma a la tripulación cuando se detecte la presencia de estos animales.

Hay esperanza de que los accidentes por colisión de cetáceos con los barcos puedan reducirse si se toman las medidas que se están estudiando. El tiempo dirá si se está haciendo un esfuerzo suficiente o no. Lo importante es que se está tomando conciencia del problema, y ese siempre es el primer paso.

Referencias:
https://www.eldia.es/sociedad/2019/08/01/instalaran-camaras-termicas-buques-evitar/997328.html