Este artículo se publicó en la revista Acusub, en el número 181 http://acusub.com/?p=2787
Texto: Mónica Alonso Ruiz
Una aleta grande surca la
superficie del océano en calma, una inquietante
música de ritmo binario y repetitivo, un bañista solitario en la
superficie…Es la escena de película que se nos viene a la mente cuando alguien
grita ¡Tiburón! Visualizamos las enormes fauces que se desencajan cuando
muerden a su presa y que protagonizaban uno de los carteles más famosos del
cine. Es el tiburón blanco, el máximo representante de la potencia depredadora entre
todas las especies de tiburones, el icono, el más temido…el más admirado.
El cartel de la película Tiburón
El tiburón blanco es un
animal poderoso. Su forma fusiforme o de torpedo le permite una natación veloz.
Su potente aleta caudal con los dos lóbulos, superior e inferior, de tamaños
semejantes, presenta unas carenas laterales que dan rigidez en al plano
horizontal, lo que es fundamental para la propulsión de un cuerpo tan grande. Cuando
salta fuera del agua utiliza toda la potencia de su cola, en lo que se
considera el ataque característico de esta especie, desde abajo hacia arriba, pudiendo
describir saltos enormes con todo el cuerpo fuera del agua, cuando se lanza a
por su presa.
Su potente salto ha sido fotografiado
una y otra vez, especialmente en Sudáfrica, donde esta conducta es muy
frecuente. Se trata de una técnica de caza muy especializada para la captura
por sorpresa de focas, una de sus presas favoritas. El animal aprovecha la
oscuridad de las frías aguas australes para acecharlas cuando están en la
superficie. Es entonces cuando el depredador se lanza hacia arriba a una
velocidad de vértigo, lo que le permite, además de capturar en la mitad de los
casos a la presa, lanzar su cuerpo casi totalmente fuera del agua. El animal
puede alcanzar hasta 40 kilómetros por hora y puede sacar su cuerpo hasta tres
metros fuera del agua. Es espectacular, y a la vez es una especie de hazaña puesto
que se trata de un cuerpo de más de 4 metros de longitud y una tonelada de
peso.
Los saltos del
tiburón blanco son espectaculares
Foto: Alamy
Características
El gran blanco es un animal
ciertamente grande y sobre su tamaño se ha hablado mucho. La longitud máxima
habitualmente considerada por los científicos para el Carcharodon carcharias es de aproximadamente 6 - 6.5 metros, y las
hembras suelen ser mayores que los machos. Sin embargo, se han publicado
crónicas poco fiables de capturas de animales de 8 o 9 metros. Lo que sí parece
cierto es que el animal más grande que se capturó en Malta en 1987, medía 7
metros.
El nombre de esta “bestia
animal” se debe al color blanco de su vientre. Lo comenzaron a llamar así los
pescadores, que veían al animal muerto panza arriba en cubierta, con ese color
blanco característico. Y en la actualidad, por ser un tiburón grande y
poderoso, se le suele llamar “el gran blanco”.
El nombre científico Carcharodon carcharias viene del griego
“carcharos”, que significa irregular y “odon” que significa diente. Carcharias
reitera el significado de irregular.
Este animal icónico, esta
especie tan mediática, es un digno representante de todas las especies de tiburones.
Tiene una forma inconfundible, con su morro cónico y su gran robustez. Es un
gran superdepredador, que se alimenta de cetáceos, mamíferos marinos, focas,
peces, atunes, carroña, otros tiburones, etc.
Aunque se han realizado
muchos estudios sobre este animal, aún queda mucho por conocer de esta especie.
Ello es debido a que las densidades de población son bajas y las probabilidades
de encontrar más de un individuo en una zona son escasas, salvo en ciertas zonas
bien localizadas en el mundo, donde la presencia de su alimento favorito, los
leones marinos y las focas, permite que haya una cierta cantidad de tiburones
en una zona, y que se hayan podido hacer estudios concretos sobre esas
poblaciones.
Origen
y evolución
Parece que siempre que se
habla de la evolución de los tiburones, que aparecieron en nuestro planeta hace
400 millones de años, se cita al mítico Carcharodon
megalodon, como ancestro gigante de nuestro blanco, especialmente porque
los dientes triangulares de ambos presentaban numerosas similitudes. Sin
embargo, investigadores de la Universidad de Florida publicaron en 2009 que el
tiburón blanco evolucionó del tiburón mako de dientes anchos (Isurus hastalis) ya extinto, y no del
famoso Carcharodon megalodon, al que
se considera el pez carnívoro más grande conocido.
Se cree que el tiburón
blanco existe desde el Mioceno y los fósiles más antiguos datan de hace unos
dieciséis millones de años.
Distribución
y migraciones
Es un animal solitario, de
distribución en todos los mares templados del mundo, que se puede encontrar
tanto en zonas costeras como oceánicas, pero siempre en la parte superficial de
la columna de agua. Las zonas donde se les encuentra de manera habitual son cinco:
- Islas Dyer y Seal en Ganssbai, en Sudáfrica
- Islas Neptuno en Australia del Sur
- Gran Barrera de Coral en Australia
- Islas Farallon y Año Nuevo en California. Estados Unidos
- Isla de Guadalupe en Baja California, México
Distribución del tiburón blanco
Los científicos hablan de dos
o tres poblaciones, la del sur de África, la australiana (pudiendo ser estas
dos poblaciones una sola, aunque estudios genéticos recientes apuntan hacia dos
poblaciones diferentes), y la del Pacífico.
Se cree que realizan grandes
migraciones, habiéndose estudiado, en base a muestras de ADN y etiquetas con
balizas seguidas por satélite, dos rutas migratorias fundamentales para esta
especie:
- Migración entre Australia y Sudáfrica
- Migración del Pacífico Oriental
En
el Mediterráneo el tiburón blanco está siempre presente, y es considerado un
visitante regular, pues es especialmente avistado en el Golfo de Túnez, en
Sicilia y en Malta. En 1992 se capturó en Barcelona un ejemplar de 4.75 m de
longitud. Se cree que sigue la migración del atún rojo, que acude a nuestro
“Mare Nostrum” a reproducirse.
Alimentación
Cada individuo tiene que
trabajar mucho para conseguir las escurridizas presas, que a menudo escapan de
sus envites. Si acierta con la presa en su envite vertical, suele engullirla
entera si esta es pequeña, o si no lo es, arranca grandes trozos (no puede
masticar) y la desgarra. Aprovecha bien la luz para cazar, siendo más
frecuentes los ataques al anochecer o al amanecer, que es cuando la falta de
luz les hace menos perceptibles.
En el Mediterráneo y en las
costas atlánticas de África y Europa no se alimentan de focas, siendo el atún
rojo su presa favorita. Podemos entender que el gran declive en las poblaciones
de atunes rojos haya llevado también a un descenso en las poblaciones de
tiburones blancos.
Frente a los que piensan que
es un animal voraz, hay que decir que no son animales que se alimenten sin
parar, en realidad comen cuando pueden. Se han hecho estudios y se conoce que
si se alimentan con 30 kg de carne de foca, tardan mes y medio en volver a
alimentarse. Así que el mito de “comedor insaciable” no es para tanto.
Posiblemente los individuos con una dieta menos calórica, a base de peces,
deban alimentarse más a menudo.
Son también oportunistas y
se alimentan de carroña a la deriva, como es el caso de ballenas muertas,
alrededor de las cuales sí se ha observado frenesí alimentario, con presencia
de varios ejemplares.
Estudios
realizados y conservación
De este animal se desconoce
casi todo: no se sabe bien su esperanza de vida, aunque se cree que pudiera
vivir más de 50 años, llegando incluso hasta los 70 años. Madura más tarde y
crece más lentamente de lo que los investigadores creían anteriormente, de acuerdo
con un estudio reciente. Estos es alarmante, ya que esto significaría que el
tiburón blanco, ya muy vulnerable, y tardaría más tiempo de lo estimado anteriormente
para recuperar sus poblaciones.
El estudio, que analizaba el
crecimiento vertebral mostrado en bandas que se podrían contar como los anillos
de crecimiento de los árboles, llegó a la conclusión de si bien los machos
alcanzan la madurez sexual alrededor de los 26 años las hembras no alcanzan la
madurez sexual hasta los 33 años. Esto
es mucho más tarde de lo que se pensaba en estimaciones previas de la
Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA), que
consideraba que la madurez sexual se alcanzaba para los tiburones blancos entre
los 4 y los 10 años para los machos y entre los 7 y los 13 años para las
hembras. Aún así todos estos estudios recientes siguen siendo objeto de
controversia.
Dada la falta de
conocimiento de edades y tallas de madurez sexual, esperanza de vida y tasas de
crecimiento, es difícil establecer la situación de conservación de las
poblaciones de tiburones blancos. No se les ha visto aparearse nunca. Se han
capturado muy pocas hembras preñadas aunque se sabe que son ovovivíparos, es
decir que desarrollan los huevos dentro del vientre. Por toda esta carencia de
datos, a pesar de ser de los tiburones más estudiados, es imposible saber su número
que existen, aunque lo único que se sabe es que es escaso. También se cree que
el incremento de la pesca deportiva de este animal, que ha aumentado mucho en los últimos 50 años, ha
conseguido que en algunas zonas se considere a esta especie como amenazada o en
peligro de extinción.
En 1990 la Lista Roja de la
IUCN incluyó por primera vez a esta especie como insuficientemente conocida, y
desde 1996 se le considera como vulnerable. La pesca del este tiburón está
prohibida en algunas zonas, como en Europa, California, Golfo de México,
Namibia, Sudáfrica, Maldivas, Israel y parte de Australia. El Convenio CITES,
que regula el comercio de las especies amenazadas, lo ha incluido en el
apéndice II, prohibiendo su comercio internacional.
Depredadores
y enemigos del tiburón blanco
En el mar, la ley de que “el
pez grande se come al chico” es especialmente verdad, por lo que un tiburón de
este tamaño cuando es adulto tiene pocos depredadores. Se han conocido casos de
orcas que han conseguido matar a tiburones blancos inmaduros, pero se cree que es
difícil que una orca pueda cazar a un tiburón blanco adulto. Y sin embargo el
año pasado se reportaron varios tiburones varados en la costa sudafricana, con
enormes mordiscos presumiblemente de orcas, que se comían solamente sus enormes
hígados, como fuente de proteínas. Es indudable que la pericia y potencia de
los grupos organizados de orcas pueden amenazar incluso a este rey del mar.
Foto: Michelle Wcisel
Sorprendentemente las
orcas solo se comieron el hígado
Aparte de sus congéneres,
que puedan atacar a individuos débiles o heridos, y de los grupos de orcas, se
puede decir que el tiburón blanco no tiene depredadores naturales.
Es el ser humano, el mayor
depredador que tiene y ha conseguido que las poblaciones de esta especie estén
disminuyendo, aún antes de que lleguemos a conocer realmente todo lo
relacionado con ella.
Buceo
con el tiburón blanco
Hemos hablado con
anterioridad en este blog que la mejor aportación que
podemos hacer los buceadores a la conservación de las especies, y especialmente
a la conservación de los tiburones, es buceando con ellos. Con esta actividad
conseguimos dos cosas: por una parte le mostramos al mundo que no son animales
tremendamente peligrosos, y que la coexistencia buceador tiburón es posible, y
por otro lado hacemos que se desarrolle una industria de buceo con tiburones
que genera ingresos a las poblaciones de las zonas donde se encuentran. De esta
manera conseguimos que sea cierto y patente aquello de que “vale más un tiburón
vivo que muerto” y que se dediquen fondos para su conservación y estudio.
La presencia de zonas en el
mundo de agregación de ejemplares, principalmente por la abundancia de
alimento, permite realizar actividades de ecoturismo, mediante el buceo desde
jaula para su observación. Desde estas regiones del mundo, sus gobiernos han
establecido de áreas protegidas y legislación para la defensa de esta
especie.
En Sudáfrica, se bucea con
tiburones blancos en las frías aguas de la costa atlántica. En Ciudad del Cabo
se realizan inmersiones en False Bay y en Dyer’s Island. Se realiza esnorkel en
jaula, y suele haber en general mala visibilidad, por lo que es necesario tener
suerte para poder verlos. En Gansbaai, en la costa Suroeste de Sudáfrica, se
puede bucear en el Callejón del Tiburón, junto a Dyer’s Island. Se dice que
este lugar es donde pueden observarse los tiburones blancos más grandes del
mundo y la zona es famosa por la observación de sus enormes saltos.
También desde jaula se
pueden observar tiburones blancos en el sur de Australia, en Port Lincoln,
junto a las Islas Neptuno, de mayo a octubre, cuando las crías de focas se
echan al mar. En este lugar, opera el superviviente de ataque de tiburón
blanco, Rodney Fox, que es uno de los mayores expertos en el mundo del buceo
con tiburones. En sus expediciones se dan charlas sobre la ecología del tiburón
y se anima a los participantes en la inmersión a participar en programas de
investigación y a disfrutar de la presencia de estos animales.
En la Isla de Guadalupe (Méjico),
lugar de paso en su migración en el Pacífico, existe una gran visibilidad para
el buceo con los tiburones blancos. Esto ha llevado a que en los últimos años
el número de expediciones que operan en esta isla haya aumentado mucho. El
buceo normalmente se hace con jaula, desde la cual en algún caso permiten salir
al buceador, pero sin dejarle utilizar equipo autónomo, puesto que se utiliza
el narguille desde superficie.
De vez en cuando aparecen
vídeos de algunos valientes que están buceando sin jaula, con equipo autónomo o
en apnea, cuando la buena visibilidad permite tener relativamente controlado al
animal. También recientemente se ha podido ver a un gran blanco con buceadores
alrededor cuando se estaba alimentando de una ballena muerta. No suele ser una
práctica que los operadores permitan a menudo, dado que cualquier problema que
ocurra puede ser fatal para el buceador y para su negocio. Y sin embargo con
esto se constata que a pesar de su peligrosidad, no estamos en su dieta, y si
no se siente amenazado y si ve los buceadores con claridad, no los ataca.
Posiblemente esta “moda” de
bucear con el tiburón blanco esté ayudando mucho al estudio, conocimiento y
conservación de esta especie, por lo que desde estas páginas os animamos a
practicarla, si os podéis permitir viajar a los destinos donde se realiza.