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sábado, 4 de enero de 2025

MEGAFAUNA EN NOSY BE

 Texto: Mónica Alonso Ruiz

¿Eres un buceador al que le gustan los “bichos grandes”? ¿O te gusta más la fauna pequeña?

Este es el debate habitual entre compañeros de inmersiones. A unos les gusta ver peces grandes, tortugas, cetáceos, etc., a otros les apasiona buscar invertebrados, nudibranquios, pececillos o pequeños organismos del fondo… y a mí me gusta todo. Me apasiona observar megafauna ¿a quién no?, pero también soy una “friki” de los “bichitos pequeños”. Así siempre disfruto de las inmersiones, sean como sean.

Hoy nos olvidaremos de la fauna pequeña y nos centraremos en los “bichos grandes”, en la llamada “megafauna”.

Fuente: Freepik y modificación propia

Megafauna

Megafauna proviene del griego antiguo megas “grande" y del latín fauna "animal", y se utiliza para referirse a animales "gigantes", "grandes" o "muy grandes". También se ha aplicado de forma específica para denominar a los animales grandes o gigantes que representativos de la última edad de hielo, como por ejemplo los mamuts.

En la práctica, este término se utiliza para referirse a animales terrestres de tamaño mayor que el del ser humano. También se aplica a las especies gigantes acuáticas, como las ballenas, o a cualquier animal terrestre grande, como los antílopes gigantes, los toros, los dinosaurios y otros reptiles gigantes extintos.

En el mundo del buceo se utiliza megafauna para referirse a los animales grandes, muy apreciados por los buceadores, tanto que algunos viajan por todo el mundo para intentar observarlos.

Nosy Be

Hace unos meses pude disfrutar de la observación de “grandes bichos” en un viaje a Nosy Be, una isla del norte de Madagascar, en el Océano Índico. Para mí esta zona ha resultado ser el paraíso de la megafauna, por la cantidad de especies grandes que pude avistar.

Nosy Be (“Isla grande” en malgache) es la más grande de un grupo de islas situado el canal de Mozambique, al noroeste de la isla de Madagascar. En realidad, es una isla pequeña, de unos 20 x 24 kilómetros de longitud, rodeada de otras islas menores: Nosy Komba, Nosy Mitsio, Nosy Sakatia, Nosy Hara y Nosy Tanikely. Esta antigua colonia francesa es el destino turístico más importante de Madagascar, y recientemente está apareciendo tímidamente como destino de buceo en las agencias de viajes españolas.

Mapa general de Nosy Be. Fuente: Wikipedia Autor: Boldair (Licencia CC)

Ubicación de Nosy Be al norte de Madagascar. Fuente: Wikimedia Maps

Una de las actividades que allí ofrecen al viajero, sea o no buceador, es la observación de “ballenas”, lo que incluye el avistamiento de diferentes especies de ballenas y de otros cetáceos, como delfines o calderones (ballenas piloto), así como del tiburón ballena.

El tiburón ballena

De octubre a diciembre es posible observar el tiburón ballena (Rhyncodon typus) en las aguas poco profundas de la zona. El pez más grande de todos puede medir hasta 12 m, aunque se alimenta de los organismos más pequeños, plancton y peces de pequeño tamaño. Tan frecuente es en la zona, que en casi todos los desplazamientos en barco hacia las inmersiones de buceo, se tiene la oportunidad de verlos. En cinco años de trabajo de fotoidentificación, realizado gracias a las actividades turísticas de avistamiento, los científicos de algunas organizaciones locales han identificado más de 500 ejemplares en la zona, especialmente juveniles de entre 4 y 10 metros de longitud.

El tiburón ballena en Nosy Be. Fuente: Les Baleines Rand’Eau

Todo empieza cuando el barquero detecta que la superficie del mar se agita por la presencia de grupos de túnidos, que se mueven nerviosos y saltan fuera del agua en su intento por cazar en un gran banco de peces más pequeños. Y allí no es raro encontrarse uno o varios tiburones ballena, alimentándose. Por ello, el barco de buceo o de avistamiento se detiene en las cercanías, siguiendo el código de conducta de acercamiento respetuoso.

Cuando se puede apreciar la silueta del animal en la superficie, te permiten tirarte al agua con tus gafas, tubo y aletas, procurando evitar chapoteos para no espantarlo. Si tienes un poco de suerte, puedes ver muy cerca a este majestuoso y huidizo pez, que suele sumergirse rápidamente cuando siente la presencia de muchas personas haciendo ruido en el agua.

Cuando el animal se aleja o se sumerge, el barco maniobra para recogerte del agua, y comienza la búsqueda de más ejemplares, proceso que se puede repetir varias veces, por lo que es muy posible que lo puedas verlo más de una vez en un día. En la temporada de avistamiento, el encuentro diario con este pez está casi garantizado.

La ballena jorobada

La ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) recibe su nombre por la “joroba” o pequeña curvatura dorsal que se aprecia claramente cuando se sumerge. Tiene una forma corporal tan distintiva, con su cabeza verrugosa, y con aletas pectorales muy largas, que es inconfundible. Además, si tienes suerte, puedes verla saltar fuera del agua para luego caer, golpeando fuertemente la superficie.

Es una de las ballenas más grandes y puede llegar a medir entre 12 y 16 metros. Se trata de un rorcual, una ballena barbada con pliegues gulares en la parte inferior de su boca, que forman una especie de fuelle que utiliza para aumentar enormemente su tamaño durante la engullida de enormes masas de agua llenas de alimento.

La ballena jorobada puede mostrar espectaculares saltos. Fuente: Les Baleines Rand’eau.

Es un animal muy viajero, que vive una parte del año en las aguas polares, llenas de alimento, donde engulle grandes masas de krill. El resto del tiempo lo pasa migrando hasta llegar a aguas tropicales, donde se aparea y da a luz a sus crías. A Nosy Be suelen comenzar a llegar al inicio del invierno austral (julio) y se quedan hasta noviembre.

El avistamiento de esta especie se suele realizar en aguas más lejanas a la isla, donde las madres y las crías toman el sol en la bahía que separa Madagascar del archipiélago de Nosy Be. Los grupos de machos se alejan un poco más, y suelen verse en el borde de la plataforma continental, donde luchan y saltan de manera espectacular fuera del agua con sus aletas pectorales extendidas.

En verano austral los machos hacen sus cantos de apareamiento, en los que repiten melodías (codas) similares entre los individuos de la zona, diferentes a las emitidas por ballenas jorobadas de otros lugares. Los barcos de avistamiento llevan hidrófonos para que los clientes puedan escuchar esos cantos.

El rorcual de omura

Uno de los animales más fascinantes de avistar en la zona es el rorcual de omura (Balaenoptera omurai), que solo se ha visto en muy pocos lugares en el mundo.

Es la última especie de misticeto (ballena barbada) que se ha descubierto. Anteriormente se pensaba que era una subespecie pequeña del rorcual de Bryde. Pero en 2003, cuando mediante los análisis de ADN realizados sobre animales muertos a causa de varamientos se consideró que era una especie independiente, diferente al rorcual de Bryde se le puso nombre. Sin embargo, no fue hasta 2013, precisamente en Nosy Be, cuando se identificó el primer ejemplar vivo.

Este pequeño rorcual (8 a 12 metros de longitud) tiene algunas peculiaridades físicas, como asimetrías en manchas ventrales y rostrales, y es considerado como residente en el Noroeste de Madagascar, donde se le puede ver alimentándose en superficie. Nosotros tuvimos la suerte de ver uno de sus saltos, lo cual me impresionó mucho. No pudimos fotografiar el momento, pero se me quedó grabado en mi memoria para siempre.

Imágenes del rorcual de omura (Balaenoptera omurai) donde se muestran detalles de su pigmentación y apariencia externa. Características visibles: (A) coloración asimétrica de la mandíbula inferior, con el lado derecho menos pigmentado que el izquierdo. (B) coloración asimétrica de la parte interior de la mandíbula inferior. (C) borde anterior de la aleta pectoral de color blanco, desde el extremo al arranque. (D) ausencia aparente de crestas rostrales, con ligeros indicios que se detectan solo visto desde algunos ángulos. (E) Mancha brillante ligeramente pigmentada en la zona ocular, presente en el lado derecho, junto a ojo oscuro y raya en el oído. (F) Mancha en forma de ángulo (galón) pigmentada ligeramente, anterior a la aleta dorsal, presente en ambos lados, pero de forma asimétrica y más prominente en el lado derecho donde suele ser doble. (G) Aleta dorsal muy falcada con inserción angular suave en la zona dorsal. Fuente: Omura’s whales (Balaenoptera omurai) off northwest Madagascar: ecology, behaviour, and conservation needs. (“(PDF) Omura's whales (Balaenoptera omurai) off northwest Madagascar ...”) (“Omura's whales (Balaenoptera omurai) off northwest Madagascar ... - PubMed”) Salvatore Cerchio et Al.

Zona de estudio y avistamientos del rorcual de Omura en Nosy Be. Fuente: Omura’s whales (Balaenoptera omurai) off northwest Madagascar: ecology, behaviour, and conservation needs. (“(PDF) Omura's whales (Balaenoptera omurai) off northwest Madagascar ...”) Salvatore Cerchio et Al.

El delfín spinner

Uno de los hallazgos que más gustan a los viajeros que realizan actividades de avistamiento de cetáceos es ver delfines, porque suelen acercarse mucho a la embarcación y “surfean” las olas que esta genera. En esta zona es fácil ver enormes grupos de ellos, para delicia de todos nosotros.

El delfín “spinner” o acróbata de hocico largo (Stenella longirostris) no es muy grande, pues mide como máximo alrededor de 1,80 metros. Se le suele encontrar en grupos residentes en la zona, de entre 50 y 300 individuos (incluso hasta mil ejemplares), es muy social y curioso con los humanos y realiza llamativas acrobacias. Son los delfines que giran más veces sobre sí mismos ¡hasta siete!

Es habitual ver grandes grupos de delfines “Spinner” en la zona, especialmente durante las actividades de avistamiento de ballenas, cuando las embarcaciones se alejan más de la costa. Fuente: Les Baleines Rand’eau

Según los científicos, les encanta “jugar” con las ballenas de la zona, a las que parece que hacen burla con sus saltos.

Los delfines “Spinner” son muy acrobáticos. Fuente: Les Baleines Rand’eau

Se alimentan de noche, fundamentalmente de peces pequeños (menos de 20 cm), principalmente peces linterna, llamados así porque tienen células que emiten luz (fotóforos). Los buscan a más de 200 metros de profundidad, cuando estos peces suben siguiendo al plancton desde aguas más profundas, donde viven por el día. Utilizan su ecolocalización (sistema de radar) para localizarlos y cazarlos.

Mientras no se alimentan, durante el día juegan, descansan y se aparean en zonas más costeras, donde los barcos de avistamiento interactúan con ellos.

El pez guitarra que no lo es

Los guías de buceo locales te dicen que se puede ver un pez guitarra en determinadas inmersiones en la zona, pero no suelen explicar nada sobre ellos. Por eso, uno se espera ver un pequeño animal reposando en los fondos arenosos, pero no encontrar a un gran “bicho” oscuro de más de dos metros, con dos enormes aletas dorsales, saliendo de la nada y “patrullando” la zona.

El presunto tiburón guitarra que vimos. Autor: Jordi Centell

Es normal salir del agua muy feliz de ver un animal tan impresionante, por su gran tamaño, y porque casi todos los buceadores creen que acaban de ver un gran tiburón. Sin embargo, en realidad es una raya “rhino” (Rhinopristiforme).

“Rhinos” significa nariz y “pristis” significa pez sierra en griego, y se parecen mucho a los tiburones, porque son alargadas y muchas especies son muy grandes. Sin embargo, dado que su línea branquial se sitúa en su parte ventral se les clasifica como rayas. Todos los “rhinos” tienen un rostro alargado, puntiagudo, algunas especies, como los peces sierra, lo tienen muy desarrollado y con forma de sierra.

Existen 68 especies de “rhinos” catalogadas, distribuidas en cinco familias, los peces sierra (Pristidae), los peces cuña (Rhinidae), los peces guitarra gigantes (Glaucostegidae), los peces guitarra (Rhinobatidae) y las rayas banyo (Trygonorrhinidae).

Las rayas “rhino” son los peces marinos más amenazados del mundo, y sus poblaciones han disminuido más de un 80% en las últimas décadas. Viven en zonas arenosas, donde obtienen su alimento, principalmente crustáceos e invertebrados. Cuando digo que este animal lo vimos “patrullando”, en realidad quiero decir es que lo encontramos rastreando el fondo con su enorme rostro cubierto de ampollas de Lorenzini, porque son capaces de localizar los organismos de los que se alimenta, aunque estén enterrados.

Cuando te “pica” la curiosidad por saber más por el animal que has visto, preguntas y tratas de identificar de qué especie se trata. No es fácil identificarlo. No se encuentran guías de identificación de la fauna local, y las que existen, tienen errores de identificación.

Entonces ¿qué es lo que vimos en las oscuras aguas de Nosy be? De todas las rayas rhino, los peces guitarra gigantes y los peces cuña pueden llegar a alcanzar un gran tamaño, similar al de los dos ejemplares que pudimos ver en dos inmersiones diferentes, entre 2 y 3 m. Analizando las fotos pude darme cuenta de que no se trataba de un pez guitarra gigante, sino de un pez cuña, por su gran aleta dorsal (la verdad es que impresionaba), ligeramente adelantada a las pectorales, y porque el rostro es menos aplanado que el de los peces cuña. No he sido capaz de conocer de qué especie se trataba.

Estoy muy contenta por haber podido observar un pez tan impresionante y a partir de ese memento haberme interesado y haber podido conocer este tipo de rayas, que recientemente han cambiado su clasificación científica, y de las que hay muy poca literatura científica.

Tortugas verdes muy grandes

Cuando visitamos Nosy Sakatia tuvimos una nueva ocasión de disfrutar de otro enorme “bicho”, pues allí se encuentra una bahía donde “pastan” enormes tortugas verdes.

Tortuga verde pastando en un prado marino en Nosy Sakatia. Fuente: Les Baleines Rand’eau

La tortuga verde (Chelonia midas) es una de las 7 especies de tortuga marina, la única que es herbívora en su fase adulta y su caparazón puede llegar a medir hasta 1.6 m. Esta especie debe su nombre al color verdoso de su grasa y cartílago. Su caparazón es marrón - verdoso, moteado de amarillo. Se diferencia a simple vista por su gran cabeza redondeada y su pico romo, menos puntiagudo que el de otras especies. El macho adulto tiene una cola muy larga, que sobresale 30 cm del caparazón.

En una de las bahías de Nosy Sakatia se encuentra un lugar conocido por ser una zona de alimentación de tortugas verdes. Está justo al lado de la playa donde los buceadores suelen descansar y comer tras las inmersiones de la mañana. Es una zona de poca profundidad, no más de dos metros, donde las tortugas descansan y se alimentan en una pradera marina. Es una experiencia inolvidable ponerte tus aletas, tu máscara y el tubo y nadar junto a de estos enormes animales en esta zona de aguas iluminadas y caldeadas por el sol.

Otra megafauna en Nosy be

Algo muy llamativo de este viaje es poder bucear en paisajes llenos de grandes gorgonias de más de dos metros de envergadura. Una gorgonia no es un organismo sino una colonia de pólipos, por lo que, en este caso, aunque parezca un animal enorme, en realidad no lo es, porque los organismos que forman cada colonia son pequeños. Pero a efectos prácticos, podemos decir que se trata de megafauna, aunque cada animalito sea diminuto. Otro “bicho” grande más para la lista del viaje.

En Nosy Be puedes encontrar enormes gorgonias. Foto: Flor Sanchez

Allí también se puede observar, si tienes suerte, el tiburón cebra (Stegostoma fasciatum), también llamado pez leopardo, uno de los tiburones que más llaman la atención por sus manchas redondeadas oscuras sobre una piel clara, del color de la arena sobre la que se le suele ver reposando. Es un tiburón grande, de hasta 3.5 metros, y es muy pacífico.

Como veis, en cuanto a grandes animales atractivos para el buceador, no falta de nada en la zona.

El paraíso perdido

Sin embargo, “no es oro todo lo que reluce” en Nosy Be. Varios días buceando allí me hicieron darme cuenta de la falta de peces, en lugares donde debería haber muchos. Apenas vimos tiburones costeros o de arrecife, en una zona donde deberían estar presentes y eso nos da una idea de que el ecosistema está incompleto.

Y enseguida pensé que en esta zona se tenía que haber pescado mucho recientemente. Al parecer, antaño existía una gran biodiversidad marina, pero ha sido y es un lugar atractivo para la pesca industrial debido a sus aguas cálidas y abundantes recursos pesqueros. Las especies objetivo de esta pesca son atún, camarones, calamares y otros peces comerciales.

Y tenía razón en sospechar de la pesca intensiva, porque investigando sobre el tema encontré que durante décadas las flotas industriales de todo el mundo, incluida la española, han faenado en las costas malgaches fundamentalmente para capturar atunes. La situación pesquera de la zona se agravó en 2018 porque se firmó un gran acuerdo pesquero entre Madagascar y China. En los años siguientes más de 300 enormes buques pesqueros chinos, con una larga tradición de abusos y pesca ilegal, pasaron por la zona.   

Xi Jinping y el Presidente de Madagascar Andry Rajoelina firmaron un acuerdo de pesca en 2018.

Es una pena, porque, el buceo en la zona hace décadas debió ser un paraíso de vida. Además, ahora estoy segura de que los pescadores artesanales que veíamos cuando volvían de faenar cada mañana y que nos mostraban sus capturas en la playa han sufrido un duro golpe en sus capturas tradicionales. Estos pobres pescadores sobreviven utilizando barcas de madera artesanales desde las que largan pequeñas redes, y han visto cómo los grandes pesqueros chinos se lo llevaban todo por delante.

Los pescadores locales utilizan embarcaciones artesanales y se ven afectados por la sobreexplotación pesquera de los grandes barcos extranjeros. Foto: Mónica Alonso

Sin duda ha sido un gran viaje, en cuanto a la lista de “bichos grandes” avistados, pero con un regusto algo amargo al pensar en el paraíso que se ha perdido.

Referencias:

Megafauna: https://es.wikipedia.org/wiki/Megafauna

Nosy be: https://es.wikipedia.org/wiki/Nosy_Be

https://www.nosykomba.com/en/marine-wildlife/#:~:text=The%20whale%20shark%20frequents%20the,best%20time%20to%20see%20them.

https://www.youtube.com/watch?v=WB5cCVly1bg

https://baleinesrandeau.com/en/species/

El tiburón ballena: https://baleinesrandeau.com/en/espece/whale-sharks/

La ballena jorobada: https://baleinesrandeau.com/en/espece/humpback-whales-2/

El rorcual de omura: https://baleinesrandeau.com/en/espece/fin-whale/

https://africanaquaticconservation.org/project/the-omuras-whale-project/

https://scholar.google.com/citations?view_op=view_citation&hl=en&user=EPm-87YAAAAJ&citation_for_view=EPm-87YAAAAJ:M3ejUd6NZC8C

https://royalsocietypublishing.org/doi/pdf/10.1098/rsos.150301

El delfín “spinner”: https://es.wikipedia.org/wiki/Stenella_longirostris

https://baleinesrandeau.com/en/espece/dolphins-long-bec/

https://es.wikipedia.org/wiki/Myctophidae

https://askabiologist.asu.edu/eco-localizacion#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20es%20la%20eco%20localizaci%C3%B3n,por%20sus%20boca%20o%20nariz.

Rayas rhino: https://www.iucncongress2020.org/es/motion/107

La tortuga verde: https://baleinesrandeau.com/en/espece/green-turtles/

https://es.wikipedia.org/wiki/Chelonia_mydas

Sobrepesca en Madagascar: https://europa-azul.es/acuerdo-madagascar-y-china/

https://www.youtube.com/watch?v=NW88yJRLcn4

https://ejatlas.org/conflict/the-impacts-of-fishing-agreements-with-chinese-investors-and-fishing-fleet/?translate=es

https://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/MADAGASCAR_FICHA%20PAIS.pdf

https://adf-magazine.com/2021/11/chinas-massive-fishing-fleet-targets-madagascar/#:~:text=OceanMind's%20data%20further%20found%20that,avoid%20being%20monitored%20while%20fishing.

https://news.mongabay.com/2021/08/china-joins-the-foreign-fleets-quietly-exploiting-madagascars-waters/

https://ejfoundation.org/news-media/chinese-trawlers-granted-licences-in-madagascar-have-history-of-illegal-fishing-and-forged-documents

https://www.cffacape.org/publications-blog/small-scale-fisheries-at-risk-madagascar-signs-destructive-fishing-agreements-with-chinese-investors

 

 


 

domingo, 20 de octubre de 2019

Cenotes en la Riviera Maya. Viaje al inframundo


Texto: Mónica Alonso Ruiz
Este artículo se publicó en la Revista AcuSub num 198: http://acusub.com/?p=3484

Recientemente he tenido la oportunidad de bucear en los cenotes de la Riviera Maya, en la península de Yucatán (México). La experiencia ha sido espectacular. Los cenotes son maravillas naturales, sus aguas sagradas constituyen oasis en la jungla maya y realmente ventanas al mundo mágico subacuático de agua dulce. Cuando entras en ellos es como si hicieras un viaje a otro universo paralelo. Sobrecogida por la sensación vivida, entiendes que los antiguos mayas tuvieran veneración por estos lugares.


Qué es un cenote y cómo se formaron

La península de Yucatán es una planicie sin cursos fluviales. Sin embargo, en el entorno de la ciudad de Tulum, bajo la superficie discurren dos de los mayores sistemas de cuevas de agua subterránea del mundo: Sac Actun, de 347 km de longitud, y Ox Bel Ha, de 270 km de longitud, y en ambos sistemas se estima que existen unos 330 cenotes.

Un cenote es un pozo o sumidero natural, creado en la superficie de un macizo calcáreo, a partir de una cueva cuyo techo ha colapsado, y que se ha rellenado de agua, generalmente dulce.


Cenote tipo pozo. Foto: Eduardo Dengra @ejdengra

La palabra cenote se deriva del maya “ts’ono’ot o d’zonot”, y significaba cámara subterránea que contiene agua de manera permanente, y que está abierto al exterior.

Algunos cenotes son pozos totalmente verticales, pero otros son cuevas que contienen lagos y galerías sumergidas en su interior. Atendiendo a su forma se suelen clasificar como a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos, y ello está directamente relacionado con la edad del cenote. Los más maduros son los abiertos, a los que se les ha caído el techo de la cueva, y los más jóvenes son los que conservan su bóveda pétrea natural sin colapsar.


Fuente: Los cenotes de la Península de Yucatán. P. Beddows, P. Blanchon, E. Escobar y O. Torres-Talamante

Estas formaciones tan espectaculares se generaron por combinación de sucesivos eventos geológicos y de cambios climáticos durante el Pleistoceno.

Simplificadamente el proceso es el siguiente. Hace millones de años la península del Yucatán era un arrecife gigante sumergido. Durante la última glaciación el nivel de agua bajó unos 100 metros por debajo del nivel actual, por lo que el arrecife quedó expuesto al aire. El coral murió y se desarrolló una jungla por encima de la plataforma calcárea formada por el coral.

Posteriormente se formaron sistemas de cuevas (o kársticos), a causa de la progresiva disolución por el agua de lluvia de la piedra caliza porosa formada por el coral, lo que formó ríos subterráneos. La filtración de esta agua en las cavidades y la saturación de los compuestos disueltos, produjo la formación de estalactitas, que cuelgan de los “techos” de las cuevas y que se generaron a partir del gota a gota del agua saturada de bicarbonato de calcio deslizando sobre ellas. También se formaron estalagmitas cuando la gota que caía del techo, proveniente de una estalactita o no, se iba depositando en el suelo, produciendo una formación que crece de abajo hacia arriba. En ocasiones se formaron columnas, cuando, por el paso del tiempo, se llegaron a juntar en su crecimiento, estalactita y estalagmita. El crecimiento medio de estalactitas y estalagmitas es muy lento, del orden de un par de centímetros cada mil años, aunque con muchas variaciones según las condiciones locales. Los diámetros de las estalactitas y estalagmitas pueden variar entre el de un lápiz, o el de un árbol.

Cuando esta última glaciación finalizó hace 18.000 años, se calentó el clima del planeta y los glaciares se retiraron, y por ello algunas de estas cavernas, llenas de aire, llegaron a colapsar cuando su tamaño era ya muy grande, y su techo se derrumbó.

Hace unos 1.000 años parece que el nivel del mar se estabilizó en la posición actual, quedando el sistema kárstico inundado desde entonces. Los cenotes que se visitan habitualmente están llenos de agua dulce, formando parte de la red fluvial subterránea actual y ocupan la parte superior del macizo. A veces, por penetración de agua marina, pueden tener agua salada a partir de una determinada profundidad, incluso a muchos kilómetros de la costa. La superficie de contacto entre el agua dulce y marina se llama “haloclina” y produce efectos visuales muy curiosos, al ser una zona “turbia” o de mezcla de masas de agua de diferente densidad.

Esquema de un cenote con entrada de agua salina
Fuente: Mayanpeninsula.com

Hace unos 9.000 años, antes de la inundación, se cree que estas cuevas estuvieron habitadas cuando emergieron. Los hallazgos arqueológicos más singulares encontrados en los últimos tiempos consisten en restos fosilizados de camellos, jaguares gigantes, mamuts, perezosos y equinos ancestrales. También se han encontrado esqueletos humanos. El más significativo es el de una mujer de hace 10.000 años, la americana más antigua. Muchos de ellos han sido encontrados por exploradores subacuáticos.

Toda la red de cenotes de Yucatán está protegida por el INAH, Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.

Uso de los cenotes y arqueología maya

La presencia de los cenotes ha condicionado la distribución humana en el territorio a lo largo de 10.000 años, debido a la ausencia de cursos de agua superficiales en la zona. Al no haber ríos los habitantes de la zona utilizaban los cenotes como fuente de agua dulce. Quizá por ello eran considerados sagrados. Además, para los mayas era la entrada al inframundo o “Xibalba”, donde residían sus dioses y espíritus tras la muerte. En los cenotes vivía Chaac, el dios de la lluvia, y por ello allí realizaban rituales de lluvia, muerte y de fertilidad. También vivía Sukan, la serpiente gigante que guarda los mantos acuíferos. Por todo ello se les consideran símbolos de dualidad, dado que representaban la vida (el suministro de agua), y la muerte (lugar de culto a los muertos). Las cavernas eran la ventana al inframundo, el mundo de los muertos…. Xibalbá era el último umbral por el que transitaban las almas de los muertos. Por ello algunos de los cenotes presentan una calzada o “shakbé”, una especie de camino de entrada al cenote, que dirigía directamente hacia el agua sagrada.

Debajo de la pirámide de Chichen Itza se descubrió recientemente un cenote

Se han encontrado en muchos de ellos gran cantidad de esqueletos humanos. Los arqueólogos tratan de saber cuál es la razón de estos depósitos de la época maya.  Se sabe que había rituales en los que se arrojaban víctimas a sus aguas. Durante mucho tiempo se creyó que los sacrificados eran niños y doncellas, pero el análisis de los huesos que se encontraron dio como resultado que la mayoría de las personas sacrificadas no eran mujeres.

Imagen de restos humanos en cenote. Foto: Eduardo Dengra @ejdengra


Aún hay cenotes con restos humanos. Foto: Eduardo Dengra @ejdengra

Los arqueólogos sienten un gran respeto por estos lugares sagrados. Recientemente, cuando comunicaron el hallazgo de una cueva desconocida hasta entonces, por investigadores del INAH, el jefe de la exploración explicó: “El sitio aún es considerado como un espacio sagrado, los encargados de la exploración y rescate de los entierros tuvimos que realizar dos ceremonias para ingresar; al mismo tiempo, los trabajadores realizaron durante todos los días un ritual antes de empezar a trabajar dentro de la cueva. Estas ceremonias fueron hechas para evitar que "el mal viento" afectara a los investigadores que ingresaron a la cueva y al cenote, porque en el lugar se cree que el sitio es un espacio sagrado”.

En algunos lugares aún es posible bucear con restos humanos. Foto: Eduardo Dengra @ejdengra

Vida acuática

Podría parecer que no hay vida en los cenotes, debido a la falta de conectividad de los cursos de agua y sus condiciones de oscuridad en muchos casos. Sin embargo, aunque no es un ecosistema donde podamos observar gran cantidad de fauna, en realidad son fuente de una cierta variedad de especies, que en realidad es poco conocida.

Podemos encontrar cocodrilos (sí, has leído bien), iguanas, tortugas, culebras, ranas y sapos, y en las paredes suelen habitar golondrinas, otras aves y murciélagos. En cuanto a fauna ictiológica (de peces) la diversidad es diferente si se trata de un cenote alejado del mar a si es una cercano a la costa y comunicado con ella. En el primer caso suele haber tan solo dos especies, bagre y guppy. Existen teorías muy diferentes sobre cómo han podido alcanzar esos lugares, el bagre vía subterránea, desde el mar, y el guppy se cree que llegó allí mediante una hembra preñada transportada por un huracán.

En el cenote Angelita pudimos ver este cocodrilo. Foto: Álex Castillo

El bagre es un pez de bigotes característicos, también llamado pez gato que forma parte de los Siluriformes. El guppy es un pez más pequeño, y posiblemente lo conoceréis puesto que es el pez más popular de los acuarios domésticos de agua dulce. Es vivíparo y soporta condiciones extremas, como alta salinidad y cambios bruscos tanto de temperatura como de concentración de oxígeno.

En los cenotes más cercanos a la costa los peces son similares a los que se podrían encontrar en lagunas costeras, como mojarras, guppys y mollis, bagres, y juveniles de especies marinas, como pargos, gobios, agujas y sábalos o tarpones.

Destaca la presencia de dos peces típicamente cavernícolas, como la anguila ciega (Ophisternon infernalis) y la damablanca ciega o pez ciego del Yucatán (Typhliasina pearsei), ambas especies endémicas de los cenotes, y en peligro de extinción. Puede también observarse la anguila americana (Anguilla rostrata), de la cual se sabe que en los cenotes se ha adaptado radicalmente, pasando de su forma de vida original, en el que realizaba su vida adulta en agua dulce y migraba para desovar en el mar, a la vida permanente en un solo lugar.


Guía de identificación de los peces de los cenotes. Fuente: Universidad Nacional Autónoma de México

Buceo en cavernas. Titulación. Medidas de seguridad

Cuando uno se sumerge en los cenotes ha de tener en cuenta que somos invitados a estos lugares y por ello debemos mostrar respeto y ser cuidadosos. Tienen una gran fragilidad biológica y geológica, así como una historia arqueológica impresionante, aún por interpretar en su mayor parte.

Bucear en un cenote es una experiencia inolvidable, y es accesible también a los buceadores recreativos. Para poder ofrecer este tipo de buceo sin tener que ser buceador certificado de cuevas se define lo que se llama buceo en cavernas. La caverna es un espacio amplio por el que entra la luz en algún punto, y el recorrido por la misma no permite exceder los 60 m de distancia a un punto de “open water ”, es decir, donde una pueda acceder a la superficie sin tocar el techo de la cueva. No debe haber pasos estrechos, y por lo menos deben caber dos buceadores en paralelo. Siempre se sigue un cabo guía que te permite realizar el recorrido con seguridad.



Todos los buceadores, con un máximo de cuatro, deben llevar un guía que esté certificado en “full cave” (buceo en cuevas) y que sea como mínimo dive master. El guía debe llevar configuración de su equipo para “full cave”, con tanque doble. Para que el buceo sea seguro, los buceadores deben seguir al guía en fila y muy cerca unos de otros.


Para la gestión del aire se sigue la regla de los tercios. Un tercio del aire de la botella se utiliza para el recorrido de ida, otro tercio para el de vuelta o de salida, y el tercio restante se reserva para emergencias. La verdad es que en muchos de los cenotes se bucea a muy poca profundidad, en el entorno de 5 metros y hasta 10 o 12, por lo que el consumo de aire es muy reducido, lo cual permite realizar la inmersión, que suele durar unos 40 minutos, con mucha reserva de aire.


Es muy importante el control de la flotabilidad, y hay que mantener una posición muy horizontal, evitando que las piernas y las aletas muevan el sedimento. Es por ello que se recomienda el uso de la patada de rana muy suave.


En muchos cenotes se establecen límites entre la zona de caverna, y la de las cuevas (para las que se requiere certificación full cave), mediante una señalización muy clara, usando señales de stop, o con un dibujo de peligro mediante una calavera y las dos tibias cruzadas. Es una señalización muy clara y fácilmente perceptible por lo que no hay peligro de entrar en una zona de cuevas sin darse cuenta.


Bucear en los cenotes es una experiencia inolvidable. Foto: Eduardo Dengra @ejdengra


Algunos de los cenotes a visitar

El cenote Tajma Ha debe su nombre actual al templo indio Taj Mahal, que fue el nombre que le dieron los primeros exploradores, porque les recordaba la enorme belleza del aquel templo. Posteriormente el nombre fue derivando hasta su forma actual, con la palabra maya “ha”, que significa agua, lago o lluvia.

Con una profundidad máxima de 13 m y un perfil en diente de sierra, es un cenote no demasiado complicado, con una cueva abierta por donde se permite la entrada bajando unas escaleras de madera. Tiene una haloclina, donde se puede apreciar la mezcla de aguas y el efecto visual que se produce. Si se visita en las horas centrales del día se pueden observar preciosos rayos de luz entrando en la cueva.

Representación 3D del cenote Tajma Ha

Perfil del recorrido del cenote Tajma Ha

Los rayos de sol entran en el cenote Tajma Ha. Foto: Luis Abad

Uno de los cenotes más populares es el Angelita, y todo el mundo te habla de él cuando vuelve a casa, quizá por lo diferente que es del resto. En realidad, es uno de los más sencillos en cuanto a su forma, dado que es del tipo pozo y cuenta con 60 metros de profundidad, por lo que se requiere un cierto nivel de buceo y realizar una inmersión bien planificada no apta para principiantes. Lo más llamativo es su nube de sulfuro de hidrógeno, de olor fétido, situada en el entorno de los 27 m de profundidad y que no permite el paso de la luz bajo ella. Se formó por la descomposición de los desechos vegetales que han caído al pozo durante años. Rodea una isla central rocosa en la que se acumulan troncos de árboles. Flotar por encima de la espesa capa es una sensación única, por lo espectral de la vista. Atravesar la capa, de varios metros de espesor, también es una experiencia llamativa. En este cenote, por su forma y profundidad también se practica la apnea.

Sección del pozo del cenote Angelita

Las instalaciones que rodean a los cenotes, suelen ser bastante buenas, y permiten equiparse muy bien, a pesar de estar en medio de la selva. Hay carteles indicativos, mesas para equiparse, baños, etc. Foto: Mónica Alonso

Bucear justo por encima de la capa de sulfuro de hidrógeno es una experiencia fantasmagórica. Foto: Berta Marcet

El cenote Manatí (también llamado Casa Cenote o Tankah), recibe su nombre de un manatí que vivió allí durante años. Es uno de los más llamativos en cuanto a la variación de ambientes que podemos encontrar para bucear. Se comienza la inmersión en un pequeño río salobre que desemboca en el mar, se asciende por el mismo viendo numerosos alevines de especies marinas que buscan refugio entre las raíces de los manglares y posteriormente se introduce uno en un cañón entre dos masas pétreas, para entrar en una caverna bajo las raíces de los manglares. Es impresionante el buceo en una cueva que no tiene paredes de piedra sino de tierra, y que parece que se va a derrumbar de un momento a otro. Si se tiene suerte, es posible ver a un cocodrilo que vive en la zona.

Las cristalinas aguas del cenote manatí, son ideales para poder fotografiar los rayos de sol entre las raíces del manglar. Foto: Luis Abad

El cenote manatí tiene muchas zonas para hacer esnorkel y sus aguas desembocan en la costa.

El cenote Dreamgate se encuentra en el sistema Nohoch, entre Tulum y Dos Ojos. La entrada se realiza por un hueco circular casi perfecto del que parten dos cavernas, la que va a favor de corriente (downstream) y la que va en contra de corriente (upstream). Es un buceo sencillo, poco profundo y no muy largo, pero quizá es el cenote más espectacular en cuanto a formaciones rocosas se refiere. Enormes grutas llenas de estalactitas y estalagmitas se abren a nuestro paso y por su fragilidad es preciso tener un cuidado exquisito con la flotabilidad, evitando tocar ninguna de sus formaciones.

La entrada a Dreamgate es realmente cómoda para los buceadores. Foto: Mónica Alonso

Esquema de la entrada a Dreamgate

El nombre del cenote Chac Mool significa Garra de Jaguar. Tiene dos entradas, una principal, que permite acceder a la parte de la caverna que va aguas abajo (downstream), y una entrada pequeña, llamada “Little Brother”. Es una caverna impresionante, por su tamaño y variedad de ambientes y entradas de luz.  
Esquema en planta del cenote Chac Mool

La inmersión en el cenote Pit es una de las mejores experiencias que he podido disfrutar en el buceo. Es uno de los cenotes más profundos, con más de 90 m en la cueva inferior. Se trata de un enorme pozo, parecido al Angelita, de gran diámetro, que se conecta con otro pozo sin salida, mediante una cueva. Por lo tanto, para el buceo en cavernas tan solo podemos estar en la primera parte, que tiene un máximo de 35 m de profundidad. También tiene una capa de sulfuro de hidrógeno, entre los 12 y 18 m, pero de menos concentración y espesor que el Angelita. Lo más impresionante de bucear en este enorme pozo es ver los rayos del sol entrando en el agua y las burbujas de los buceadores.

Esquema del cenote Pit, que pertenece al sistema de cuevas llamado Dos Ojos

Ver los rayos de sol y las burbujas de los buceadores es lo más impresionante de la inmersión en este cenote. Foto: Luis Abad

El cenote Dos Ojos da nombre al sistema de cuevas de la zona. Su nombre viene porque afloran a la superficie dos zonas circulares. Es un sistema formado por los “dos ojos” y una caverna con techo llamada “Bat Cave”, donde se emerge y se pueden observar murciélagos en su interior. Tiene dos rutas, con sus correspondientes líneas a seguir, que se pueden hacer de manera consecutiva si el consumo de aire lo permite, dada la poca profundidad. Es uno de los cenotes más famosos del mundo, por la escasa dificultad y el maravilloso recorrido que presenta.

Esquema en planta del cenote “Dos Ojos”

Bucear en cenotes es una de las experiencias que yo recomiendo a todo aquel que se lo pueda permitir. Viajar a la Riviera Maya no es muy costoso económicamente y por ello es más asequible de lo que pudiera parecer. Salvo los cenotes más profundos, reservados a buceadores avanzados, el resto es asequible a buceadores de todos los niveles. La experiencia de buceo es doblemente satisfactoria: por un lado, el disfrute de las maravillas del inframundo, y por otro vuelves a casa habiendo mejorado mucho la técnica de flotabilidad, esencial para poder moverse en estas maravillosas cuevas.