lunes, 7 de julio de 2025

La decadencia de la caza de ballenas en Islandia


La decadencia de la caza de ballenas en Islandia  

Texto: Mónica Alonso Ruiz

Arpón utilizado para la caza de ballenas en un barco islandés. Foto: Arne Feuerhahn. Fuente: Mongabay

La caza industrial de ballenas es una práctica deplorable y cruel que ha llevado a muchas especies al borde de la extinción. Durante siglos ha causado un daño irreparable a las poblaciones de estos magníficos animales. Las capturas son extremadamente crueles, ya que los métodos utilizados para matarlas suelen producirles un sufrimiento prolongado y terrible.

Afortunadamente, en los años 80 la Comisión Ballenera Internacional (CBI) estableció una moratoria sobre la caza comercial de ballenas. Gracias a ella, la masacre ha disminuido significativamente en todo el mundo, y muchas especies están viendo una mejora en sus poblaciones.

Sin embargo, es triste y preocupante que en algunos lugares del planeta esta práctica aún se lleve a cabo. A pesar de los avances en la conservación y la creciente conciencia sobre la importancia de proteger a las ballenas, algunos países continúan cazándolas, poniendo en riesgo los esfuerzos de recuperación y la supervivencia de estas especies.

Y, sin embargo, hay esperanza, pues la mayoría de la población mundial desaprueba el consumo de carne de ballena. Y sin demanda, la justificación para seguir adelante con estas actividades ya no existe.

Un operario de la empresa ballenera islandesa Hvalur comienza a trocear un rorcual. Fuente: RUV. Autor: Stefan Jon Ingvarsson

Segundo año consecutivo sin captura de ballenas para exportación en Islandia

La empresa Hvalur, la única que aún caza ballenas en Islandia, ha decidido no hacerlo este verano por segundo año consecutivo por causa de la crisis arancelaria y comercial mundial, según informaron medios locales. La compañía ha comunicado a sus empleados que no habrá temporada de caza este año. Esta decisión se revisará el próximo año.

Islandia, junto con Noruega y Japón, es uno de los tres últimos países donde la caza comercial de ballenas está permitida, aunque esta actividad ha disminuido debido a la menor demanda de Japón, el principal consumidor de carne de ballena.

Dos rorcuales comunes son arrastrados por un ballenero islandés. En 2022 Islandia capturó 148 rorcuales. Foto: Arne Feuerhahn. Fuente: Mongabay

La relación de Islandia con las ballenas es compleja. Por un lado, las actividades de avistamiento generan importantes ingresos para el país. Por otro lado, se sigue autorizando la caza de estos animales, justificada por el consumo de su carne. Esta práctica se remonta a 1889, cuando pueblos noruegos introdujeron la captura y la caza industrial de ballenas en la región, si bien las capturas tradicionales se remontan a siglos atrás.

La temporada de caza de ballenas en Islandia comienza a mediados de junio y finaliza en septiembre. Sin embargo, en los últimos años, los cazadores no han completado las cuotas asignadas. La segunda empresa islandesa dedicada a esta actividad abandonó su actividad en 2020, por considerarla económicamente inviable.

Un barco en el agua

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

El ballenero Hvalur 8 llega a la base de la empresa en el fiordo de Hvalfjörður. Dos rorcuales comunes están amarrados al barco. Foto: Arne Feuerhahn. Fuente: Mongabay

Actualmente solo la empresa Hvalur tiene licencia (renovable anualmente) para cazar más de 100 ejemplares de rorcuales comunes (Balaenoptera physalus). La empresa había anunciado que la temporada 2023 sería la última debido a la disminución de la demanda de sus productos. Sin embargo, en diciembre de 2024, Bjarni Benediktsson, entonces Ministro de Alimentación, emitió un permiso de caza de ballenas por cinco años, con la condición de que la captura se realizara bajo estrictas condiciones para asegurar que "el animal no sufriera".

El rorcual común (Balaenoptera physalus) es la segunda ballena más grande, puediendo alcanzar los 20 metros de longitud. Fuente: Wikipedia. Autor: Lycaon.cl - Trabajo propio, CC BY-SA 3.0

Islandia sigue perteneciendo a la Comisión Ballenera Internacional (Noruega y Japón ya no pertenecen), y, sin embargo, desafía la prohibición temporal (moratoria) de la caza comercial de ballenas impuesta por este organismo, formado por 88 países.

Entre 2018 y 2020, Islandia exportó más de un millón de kilos de carne de ballena a Japón cada año. En 1960, Japón consumía 200,000 toneladas de carne de ballena, pero en 2018 solo consumió 4,000 toneladas. Esto significa que la demanda ha bajado mucho y actualmente se captura e importa más carne de ballena de la que se consume. Por ello, al parecer, el excedente se usa para comida de mascotas.

El 51% de la población islandesa está en contra de la caza de ballenas, y este porcentaje aumenta cada año. Solo el 2% de los islandeses come carne de ballena regularmente, mientras que el 84% nunca la ha probado.

A pesar de que las actividades turísticas de avistamiento de ballenas han aumentado la preocupación del pueblo islandés por la conservación de estos animales, no solo se capturan rorcuales comunes para la exportación. Existen pequeñas empresas que capturan ballenas minke (Balaenoptera acutorostrata), un rorcual más pequeño con aletas pectorales blancas, aunque la exportación de su carne está prohibida. Resulta llamativo que la carne de esta ballena no la consuma la población local, sino que se promociona para los turistas.

Los primeros balleneros en Islandia

La caza de ballenas en Islandia comenzó con los balleneros vascos, quienes fueron probablemente los primeros europeos en dedicarse a esta actividad de manera organizada. Desde el siglo XII, cazaban ballenas en el Golfo de Vizcaya y, tras la disminución de la especie en aguas españolas, expandieron la caza hacia el Atlántico Norte, incluyendo Terranova, Labrador e Islandia en el siglo XVII. La caza se realizaba con arpones manuales desde pequeñas embarcaciones de madera, y los balleneros se enfocaban en las ballenas francas, ya que eran fáciles de atrapar y permanecían flotando después de morir.

Durante los siglos XVII y XVIII, los vascos realizaron una caza intensiva, aunque rudimentaria, en aguas islandesas, e incluso algunos lugares en los Fiordos Occidentales aún conservan nombres dados por ellos. Excavaciones recientes sugieren que se establecieron allí y operaron desde estaciones balleneras en tierra firme.

Balleneros vascos: La Leyenda de los mejores arponeros del mundo. Fuente: El Correo XLSemanal. Origen: National Geographic

En 1615, una tormenta destruyó los barcos de 80 balleneros vascos, dejándolos atrapados en Islandia en pleno invierno. A pesar de que las relaciones entre los marineros y los islandeses habían sido tradicionalmente pacíficas, la presencia prolongada de los náufragos generó tensiones con la población local. Los marineros intentaron sobrevivir en distintas aldeas, pero pequeños conflictos, como el uso de provisiones locales y disputas menores, sirvieron como excusa para desatar una violenta persecución.

Lo curioso es que los balleneros vascos e islandeses habían desarrollado un idioma “pidgin”, el vasco-islandés, una lengua improvisada que incluía palabras vascas, islandesas, inglesas y francesas, que les permitía comunicarse. Se conservan documentos del siglo XVII con 745 términos, lo que demuestra que las relaciones comerciales y culturales entre ambas comunidades fueron frecuentes antes del conflicto.

Sin embargo, la crisis económica y el temor a la escasez de recursos llevaron al sheriff Ari Magnússon a declarar proscritos a los vascos, basándose en una ley del rey danés Cristián IV que permitía el ataque a extranjeros. En una serie de ataques, 32 marineros fueron asesinados, muchos de ellos mutilados y arrojados al mar, mientras 51 marineros lograron huir en barcos robados, convirtiéndose en la mayor masacre en la historia de Islandia.

Cartel de la película Baskavígin, documental histórico que describe la matanza de los vascos en Islandia

Aunque la ley dejó de aplicarse con el tiempo, no fue formalmente anulada hasta 2015, cuando una ceremonia en Hólmavik marcó la reconciliación entre Islandia y el País Vasco, con discursos, música y la derogación oficial de la antigua norma.

La caza industrial de ballenas en Islandia

Con el desarrollo de barcos de vapor en el siglo XIX, la caza evolucionó para capturar especies más rápidas, como el rorcual norteño (Balaenoptera borealis) y el cachalote (Physeter macrocephalus). Posteriormente, la invención de arpones explosivos y técnicas para mantener las ballenas a flote revolucionó la actividad. Fue entonces cuando comenzó la caza industrial propiamente dicha, y en 1883, Noruega recibió permiso para establecer estaciones balleneras en Islandia, procesando más de 1300 ejemplares hasta principios del siglo XX. Sin embargo, la contaminación generada por los restos de ballenas causó protestas entre los habitantes locales.

Para 1915, la caza industrial e intensiva había eliminado alrededor de 17.000 ballenas en aguas islandesas, lo que llevó a la aprobación de una ley de protección, considerada la primera prohibición de la caza de ballenas en la historia. Aunque se revocó en 1928, Islandia volvió a regular la actividad en 1935, estableciendo que solo los islandeses podían cazar en su territorio y que debían aprovechar completamente los cuerpos de las ballenas. La estación ballenera de Hvalfjörður (el “fiordo de las ballenas”), desde donde opera la empresa Hvalur, inaugurada en 1948, procesó 300-400 ballenas por año durante las siguientes cuatro décadas, sumando 15.000 ballenas cazadas.

Entre 1950 y 1985, la caza se limitó a rorcuales comunes, norteños y ballenas minke, mientras que comenzó una protección para especies como la ballena azul, el cachalote y la jorobada tras evidenciarse su drástica disminución, especialmente tras conocerse que los balleneros habían contribuido a la desaparición de la ballena gris del Atlántico en el siglo XVII.

En 1983, la Comisión Ballenera Internacional (IWC) prohibió la caza comercial a partir de 1986, aunque Islandia continuó con una caza "científica", generando críticas. Tras retirarse de la IWC en 1991, Islandia regresó en 2002, pero con una reserva sobre la prohibición. Esto generó objeciones de varias naciones, aunque Islandia prometió no reanudar la caza comercial hasta 2006.

En 2006, el gobierno, tras 14 años sin permitir la caza comercial, reanudó las licencias y los permisos, pero estableció restricciones, mediante limitaciones y cuotas. Se obliga a llevar inspectores del gobierno para supervisar las cacerías y a los balleneros a filmarlas en video, con el fin de comprobar que la especie capturada es la correcta y determinar si se cumplen las leyes de bienestar animal. Para evitar la agonía de las ballenas, la normativa exige que mueran rápidamente tras su captura. Por ello se deben utilizar arpones con punta explosiva dirigido a partes vitales del animal. 

Sin embargo, estas normas de “humanidad” o de “muerte menos cruel” son difíciles de cumplir. Matar a un animal de casi 40 toneladas en movimiento en un mar agitado mediante un solo golpe de arpón requiere una precisión casi imposible. A veces, el arpón no alcanza los órganos vitales o la punta explosiva no detona, lo que provoca una muerte terrible para el animal.

En 2024, tras una investigación en la que se concluyó que las capturas no respetaban esas normas, se suspendió la autorización para la caza durante dos meses. A pesar de estas suspensiones ocasionales, los sucesivos gobiernos islandeses no han sido muy claros en su política sobre las ballenas, ya que sistemáticamente acaban aprobando su caza.

Las amenazas a las que se enfrentan las ballenas más allá de la caza

A medida que disminuye la caza de ballenas en algunos países, como Islandia, otros riesgos amenazan la supervivencia de estos cetáceos. El tráfico marítimo ha aumentado, lo que provoca frecuentes colisiones con embarcaciones, causando heridas graves o la muerte de muchas ballenas. Además, el ruido submarino generado por barcos y sonares interfiere con su capacidad de comunicación y orientación, afectando su supervivencia.

Para protegerlas, se han implementado medidas como zonas de navegación restringida y límites de velocidad, pero aún queda mucho por hacer.

Mientras el interés por el consumo de ballenas disminuye, otros cetáceos como los delfines y calderones siguen sufriendo por prácticas crueles en lugares como Japón y las Islas Feroe.

Es esencial continuar promoviendo la conservación y el respeto por estas especies.

 

El informe de WWF titulado, “Protegiendo los corredores azules” visualiza las rutas de 845 ballenas migratorias en todo el mundo, generadas por datos satelitales. Además, muestra cómo las ballenas se enfrentan a amenazas múltiples y crecientes en los hábitats donde se alimentan, se aparean, dan a luz y amamantan a sus crías, a lo largo de sus ‘supercarreteras’ migratorias o "corredores azules".

 

Referencias:

https://www.eldebate.com/sociedad/sociedad-medio-ambiente/20250412/suspenden-caza-ballenas-islandia-segundo-ano-consecutivo_287871.html#:~:text=La%20empresa%20Hvalur%2C%20la%20%C3%BAnica%20que%20a%C3%BAn%20practica,debido%20a%20la%20inestabilidad%20econ%C3%B3mica%20a%20nivel%20mundial.

https://news.mongabay.com/2023/06/no-future-iceland-cancels-wale-hunt-over-animal-welfare-concerns/#:~:text=1%20Citing%20animal%20welfare%20concerns%2C%20Iceland%20has%20suspended,up%20from%20the%20148%20it%20killed%20in%202022.

https://www.ruv.is/english/2025-04-11-hvalur-hf-cancels-whaling-season-441416

https://www.icelandreview.com/es/news/icelanders-polled-on-whaling-and-icelands-image-abroad/

https://bu-breaker.shorthandstories.com/exposing-hvalur-hf/index.html

https://wwfes.awsassets.panda.org/downloads/wwf_blue_corridors_report_feb2022_web.pdf

https://www.abc.es/espana/20150419/abci-balleneros-espanoles-matanza-201504181853.html

https://es.wikipedia.org/wiki/Matanza_de_los_espa%C3%B1oles

https://www.snjafjallasetur.is/basque2.html

https://web.archive.org/web/20090621202950/http://www.whalemuseum.is/whaling-iceland/history-of-whaling/

https://www.eusko-ikaskuntza.eus/es/riev/balleneros-vascos-en-la-islandia-del-siglo-xvii-recuperar-la-memoria-a-traves-del-proyecto-039pidgin-039/rart-24840/

https://www.verkami.com/projects/13708-baskavigin-aka-la-matanza-de-los-balleneros-vascos

https://www.deia.eus/cultura/2023/08/06/islandia-abrira-museo-recuerdo-matanza-7123851.html