domingo, 24 de agosto de 2025

Viajando por la Corriente del Golfo

 Texto: Mónica Alonso Ruiz

¿Alguna vez te has preguntado por qué el clima en Europa occidental es tan agradable, a pesar de estar a la misma latitud que lugares mucho más fríos como Nueva York? La respuesta está en el océano Atlántico y tiene un nombre: la Corriente del Golfo.

Gracias a la Corriente del Golfo, que es como un río gigante de agua cálida que fluye desde el Golfo de México hasta las costas de Europa, los inviernos en Europa Occidental son mucho menos severos en comparación con otras regiones en las mismas latitudes, como el noreste de América del Norte. Por ello, ciudades como Londres, París y Ámsterdam tienen inviernos relativamente templados en comparación con los de Nueva York.

Nueva York y Galicia están casi en la misma latitud, a 40° Norte del Ecuador. Pero sus climas son muy distintos. En Nueva York, los inviernos son mucho más fríos y duros que en Galicia, mientras que los veranos son mucho más calurosos. En enero, la temperatura media en Nueva York es de 0 grados, mientras que en A Coruña es de 10 grados. En julio, los neoyorquinos disfrutan de una media de 24,7 grados, mientras que en A Coruña se queda en 19 grados. Infografía sobre la diferencia climática entre Galicia y Nueva York. Fuente: La Voz de Galicia

En este artículo vamos a tartar de conocer más sobre esta corriente tan “conocida” y su increíble impacto. Pero para ello, tenemos que conocer bien qué es el océano y cómo se mueve.

El océano global

El océano es uno de los elementos fundamentales para que haya vida en nuestro planeta. Cubre el 70% de la superficie de la Tierra y es responsable de la producción de la mitad del oxígeno que respiramos gracias al fitoplancton, que realiza la fotosíntesis.

Así que, cada vez que respiras, piensa que una de cada dos bocanadas de aire se la debes al océano.

 

Cartel conmemorativo del día de los océanos en 2022. Fuente: Iagua.es

Además, el océano y su dinámica son cruciales en la meteorología, regulando el clima global y actuando como un sistema de almacenamiento de calor. Su capacidad para absorber y distribuir el calor influye en efectos climáticos como El Niño y La Niña, así como en la formación de tormentas y huracanes.

Aunque solemos dividir el océano en diferentes partes, como el Atlántico, Pacífico, Índico, etc., en realidad, todo él está conectado, formando un océano global único. Esta interconexión significa que cualquier perturbación en una parte de este puede tener efectos en todo el sistema.

El océano es una masa de agua que compone gran parte de la hidrósfera terrestre. Desde el punto de vista geográfico, cada océano es una de las divisiones convencionales o históricas del océano global que «separa dos o más continentes». Los océanos ocupan la mayor parte de la superficie del planeta y todos ellos están interconectados. Fuente: Wikipedia. Dominio público

Saber que en realidad solo existe un océano global hace más importante la necesidad de cuidar y proteger nuestros mares, ya que lo que hacemos en una parte del océano puede tener repercusiones en todo el planeta.

La dinámica del océano

Debido a su gran volumen respecto al volumen de la Tierra, el océano es algo dinámico, que cambia y se mueve, fundamentalmente debido a la gravedad terrestre, la rotación y la traslación de la Tierra. Este movimiento constante del agua en el océano se manifiesta en forma de corrientes oceánicas, mareas y olas.

Las corrientes oceánicas son como ríos gigantes que fluyen y se mueven constantemente por causa de la salinidad, la temperatura del agua y la rotación terrestre. La Corriente del Golfo es un ejemplo de una corriente cálida y potente dentro de la circulación oceánica global.

Las mareas son subidas y bajadas periódicas del nivel del mar, provocadas por la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol sobre la Tierra. Por eso ocurren de manera regular y afectan a la vida de las zonas costeras al inundarse periódicamente.

Las olas son ondulaciones en la superficie del océano que se forman principalmente por el viento que sopla sobre la superficie del agua. Pueden variar en tamaño y fuerza, desde pequeñas ondulaciones hasta grandes olas de tormenta.

Principales corrientes marinas. Fuente: Wikipedia. Domino público

Las causas del dinamismo marino

El océano no es homogéneo y sus características varían a lo largo del planeta. Por eso se dice que se compone de diferentes masas de agua que, al estar situadas en distintos lugares, tienen características diferentes, como la salinidad, la temperatura y la densidad. Es precisamente esta falta de homogeneidad, junto con los efectos dinámicos del planeta, el origen de que esté siempre en movimiento.

Toma de muestras para conocer las características de una determinada masa de agua oceánica. Fuente: icm.csic.es

La principal fuente de calor del agua del mar es la radiación solar, que varía según la latitud y la época del año. Así, podemos encontrar masas de agua fría, más densas y pesadas, en el fondo del océano, con temperaturas entre 5 y -1ºC, y masas de agua cálida, menos densas y superficiales, con temperaturas entre 13 y 30ºC. A su vez, el agua es más cálida en las áreas templadas y ecuatoriales, mientras que cerca de los polos es más fría. También suele ser más cálida en verano y más fría en invierno.

Sin embargo, no solo la temperatura modifica las características del agua, también la salinidad. El agua del océano es salada, dado que tiene minerales y gases disueltos. Existen aguas más saladas en los golfos y mares interiores, como el Mar Rojo o el Mediterráneo, debido a la mayor evaporación y el aporte salino de la tierra, y aguas menos saladas, como en la zona polar o en las desembocaduras de los grandes ríos.

El agua salada es más pesada y tiende a moverse hacia el fondo, aunque la salinidad de la superficie suele ser mayor debido a la evaporación. Por eso, en zonas de gran evaporación, las aguas superficiales saladas van fluyendo continuamente hacia el fondo.

La temperatura y la salinidad están relacionadas, ya que afectan la densidad del agua, haciendo que las aguas más pesadas, más saladas y frías, fluyan hacia el fondo por efecto de la gravedad.

Debido a estas diferencias en temperatura, salinidad y densidad, las masas de agua en el océano están en constante movimiento. Esto crea una circulación de agua más o menos constante en forma de corrientes horizontales y movimientos verticales.

Además, los movimientos del agua están influenciados por la atracción del Sol y la Luna, que causan las mareas, y por la fuerza de Coriolis, debido a la rotación de la Tierra, que desvía los flujos hacia la derecha en el hemisferio norte y hacia la izquierda en el hemisferio sur.

La circulación termohalina, la cinta transportadora de los océanos.

La parte sólida del planeta no es homogénea, por la forma irregular de los continentes y además los factores que modifican las características de las masas de agua y determinan su movimiento en el océano son bastante complejos. Por eso el movimiento de las masas de agua son tan diferentes y características de cada parte del planeta: cada océano es diferente, y las corrientes de cada uno también lo son.

Vamos a tratar de explicarlo de manera sencilla y simplificada mediante el concepto de circulación termohalina.

Los científicos nos describen un gran movimiento de agua en los océanos, una especie de corriente oceánica gigante y heterogénea a nivel planetario. Esta corriente se genera por diferencias de densidad causadas por la temperatura (termo) y la salinidad (halina).

Es un sistema de corrientes marinas más o menos fuertes que se integran en una circulación global, que depende de las condiciones meteorológicas de cada zona del planeta.

Esta circulación global incluye corrientes superficiales y profundas.

Las corrientes profundas, de agua más fría, se deben a diferencias de densidad causadas por cambios en la salinidad o temperatura, combinadas con la rotación de la Tierra y el choque contra las costas continentales.

Por otro lado, las aguas superficiales, que son más cálidas, se desplazan por la sustitución de las aguas profundas que se hunden.

La circulación termohalina. Fuente: Tiempo.com

Algunos ejemplos de estas corrientes son la Corriente del Golfo, de la que hablaremos más adelante, y la Corriente de Humboldt, que recorre de sur a norte las costas del Perú y está relacionada con el fenómeno de El Niño.

La Corriente del Golfo 

Representación de la corriente del golfo. Fuente: NOAA

La Corriente del Golfo es una corriente cálida y rápida del océano Atlántico, que se mueve en sentido horario. Comienza en el golfo de México, sube hacia la península de la Florida, cruza el Atlántico en lo que también se denomina la Corriente del Atlántico Norte y baja por las costas occidentales de Europa.

Es una corriente superficial, porque es una corriente cálida y disminuye gradualmente en profundidad y velocidad hasta prácticamente anularse a unos 100 metros.  Es bastante ancha, llegando a más de 1000 km en gran parte de su trayectoria. Se mueve a una velocidad de aproximadamente 1,8 m/s (6.5 km/h) y transporta una cantidad enorme de agua, alrededor de 80 millones de m³/s, siendo una de las corrientes oceánicas más rápidas del mundo.

Los científicos nos dicen que gracias a la Corriente del Golfo el clima de Europa Occidental es más cálido de lo que sería de otra manera en esas latitudes. Sin embargo, esta idea ha sido debatida en los últimos años.

Representación de la corriente del Golfo mediante colores que expresan la temperatura del agua (en rojo aguas más cálidas). Fuente: Wikipedia

La Corriente del Golfo ha sido conocida por marineros y exploradores desde hace siglos. Cristóbal Colón se benefició de ella durante su viaje de regreso a Europa en 1492. (Para el viaje de ida utilizó la fuerza de los vientos alisios, pero esa es una historia que contaremos en otro momento)

Principales corrientes superficiales del Atlántico Norte. En rojo se representan las corrientes cálidas y en azul las frías. Imagen modificada de Bartholomew, J.C. (1973). Advanced Atlas of Modern Geography. Oliver and Boyd, Edinburgh, United Kingdom, 164 pp. Fuente: culturacientifica.com

La ralentización o pérdida de velocidad de la Corriente del Golfo es un tema que recientemente ha captado la atención de los medios y de muchos científicos y expertos en el cambio climático. Estudios recientes muestran que la velocidad de la Corriente del Golfo ha disminuido un 4% en las últimas cuatro décadas, y creen que hay un 99% de certeza de que este debilitamiento no es casual. Aún no se sabe si esta desaceleración se debe al cambio climático o a factores naturales, por lo que se necesitan más investigaciones para identificar la causa. La posibilidad de que el cambio climático afecte a este cambio es motivo de preocupación.

Comprender estos cambios es crucial para predecir futuros eventos extremos como sequías, inundaciones y tormentas. Los científicos sugieren que un debilitamiento significativo de esta corriente podría reducir las temperaturas en Europa hasta 15 °C.

La Corriente del Golfo, con su impresionante capacidad de influir en el clima y la vida marina, es un ejemplo asombroso de los fenómenos complejos que podemos encontrar en nuestro planeta. Mientras tanto, la ciencia continúa investigando y comprendiendo más sobre su funcionamiento y sus efectos y también sobre los cambios que está experimentando, utilizando herramientas para monitorizar y estudiar estos fenómenos. Todo esto nos debe llevar a recordar la responsabilidad que tenemos de proteger y preservar nuestros océanos.

Referencias

https://www.ecologiaverde.com/distribucion-y-dinamica-de-las-aguas-oceanicas-3165.html

https://agupubs.onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1029/2023GL105170 

https://www.xataka.com/ecologia-y-naturaleza/corriente-golfo-se-esta-ralentizando-mayor-problema-que-cientificos-no-saben-que 

https://www.tiempo.com/ram/cientificos-confirman-el-debilitamiento-corriente-del-golfo.html 

https://ecoexploratorio.org/vida-en-el-mar/mar-y-oceano/propiedades-del-oceano/ 

https://aedyr.com/sales-mar-son-todos-mares-igual-salados/ https://desenvolupamentsostenible.org/es/el-agua-recurso-natural-imprescindible/3-los-grandes-almacenes-de-agua/3-1-las-aguas-marinas/3-1-2-los-movimientos-de-las-aguas-de-los-oceanos https://ephyslab.uvigo.es/wp-content/uploads/2019/06/TFG_Sofia_FINAL.pdf https://es.wikipedia.org/wiki/Circulaci%C3%B3n_termohalina https://www.ecologiaverde.com/corrientes-marinas-que-son-tipos-y-como-se-forman-4128.htmlhttps://es.wikipedia.org/wiki/Corrientes_oce%C3%A1nicas_fr%C3%ADas https://es.wikipedia.org/wiki/Corriente_marina 

https://culturacientifica.com/2021/11/25/navegacion-y-corrientes-oceanicas/

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

martes, 5 de agosto de 2025

ESPAÑA RATIFICA EL TRATADO GLOBAL DE LOS OCÉANOS

 

¡Buenas noticias! El 4 de febrero, en la sede de la ONU en Nueva York, España fue el primer país europeo en ratificar el Tratado Global de los Océanos. Este tratado, acordado por los miembros de la ONU en marzo de 2023, es conocido como BBNJ o "Tratado sobre la Diversidad Biológica Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional", y complementa la "Ley del Mar" (CONVEMAR) llenando el vacío legal que existe en la protección de los océanos.

La "Ley del Mar" regula de manera muy general las actividades que se realizan en alta mar, pero no cubre todos los ámbitos. Por eso es necesario adoptar nuevas leyes más concretas, como este tratado, que se centra en conservar la vida marina más allá de las 200 millas náuticas, conocidas como Alta Mar, en una superficie que representa el 61% del océano mundial.

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Aunque la Convención de las NNUU sobre el Derecho del Mar se firmó en 1982, no se alcanzó el número suficiente de países que la ratificaran hasta 1994, que es cuando entró en vigor. Llama la atención que Estados Unidos no la haya ratificado.

Actualmente la gestión de los océanos en aguas internacionales no es única y está a cargo de diferentes organismos, lo que no ha sido eficaz para protegerlos por falta de legislación y de coordinación entre ellos. La Alta Mar ocupa casi dos tercios del planeta y la falta de protección ha tenido graves consecuencias para la naturaleza y para todo el planeta.

El Tratado Mundial de los Océanos es clave para alcanzar el objetivo global 30x30, que busca proteger el 30% de las tierras, aguas dulces y océanos del mundo para 2030. Para que el tratado entre en vigor, al menos 60 países deben ratificarlo. Algunas organizaciones manifiestan la urgencia de hacerlo antes de 2025 para cumplir el objetivo 30x30, porque “si no ratificamos y aplicamos el Tratado en tiempo récord, una victoria histórica podría convertirse en un fracaso histórico.”

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Presiones humanas sobre los ecosistemas marinos. Agencia France Presse. Traducción al español: Mónica Alonso

¿Qué significa el tratado para los países firmantes y para el océano?

La ratificación del Tratado Global de los Océanos tendrá un gran impacto en las políticas ambientales de los países que lo firmen, incluida España, dado que les obliga a cooperar y poner en marcha políticas innovadoras.

Resumen de las cuestiones más importantes del tratado. Fuente: Greenpeace

Uno de los aspectos más llamativos es que propone proteger áreas marinas en todo el océano. Los países que lo firmen se comprometen a declarar como protegida un 30% de la alta mar antes de 2030. Esto significa crear nuevas áreas protegidas y ampliar las ya existentes, lo que ayudará a conservar la vida marina y los ecosistemas vulnerables. Será, sin duda, un arduo trabajo, y un objetivo ambicioso dado que el nivel de protección actual es muy bajo.

Las Áreas Marinas Protegidas (AMP) son zonas designadas para la conservación de la biodiversidad y los recursos naturales, culturales y económicos. En estas zonas se aplican medidas especiales de conservación que restringen o limitan la actividad humana. La definición más utilizada es la de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que describe las AMP como “espacios geográficos claramente definidos y gestionados legalmente o por otros medios eficaces para lograr la conservación a largo plazo de la naturaleza y los servicios del ecosistema”.

Red de áreas marinas protegidas en aguas de España. Autor: Nacho Catalán/ El País

Entre las más importantes se encuentran la Región del Mar de Ross, las Tierras y Mares Australes Franceses, el Monumento Nacional Marino de Papahānaumokuākea en Hawái, y el Parque Natural del Mar del Coral en Nueva Caledonia.

Para definir nuevas áreas protegidas en alta mar, uno o varios países deberán proponerlas, ya sea por iniciativa propia o de la comunidad científica. Requerirá un largo proceso que necesita cooperación internacional y criterios científicos.

Algunos grupos conservacionistas aseguran que existen tres áreas en alta mar que podrían ser protegidas pronto gracias al Tratado: los Montes submarinos Emperador en el Pacífico Norte, el Mar de los Sargazos en el Atlántico Norte, el sur del Mar de Tasmania y a la Elevación Lord Howe en el hemisferio sur.

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Mapa de zonas de protección prioritaria a proteger con el nuevo tratado. Greenpeace

El tratado también regulará las actividades humanas en alta mar, como la pesca, la minería submarina y la investigación de la biodiversidad para obtener posibles beneficios. Estas normas deberían garantizar que estas actividades se realicen de manera sostenible y con menor impacto ambiental. Históricamente, los países han tenido dificultades para ponerse de acuerdo en repartir los recursos del planeta, por lo que tener un tratado para regularlo es una buena noticia. Ahora falta que se aplique.

Además, el tratado establece un mecanismo para compartir equitativamente los beneficios derivados de la explotación de los recursos genéticos marinos. Estos son los posibles genes patentables de las especies marinas descubiertas o por descubrir, que pudieran tener utilidad en la industria (farmacéutica, cosmética, alimentación, energía, etc.). Esto fomentará la cooperación internacional y asegurará que los países en desarrollo también se beneficien de estos recursos.

Otro objetivo del tratado es fortalecer la diplomacia climática, que implica la negociación y el diálogo entre actores internacionales para alcanzar acuerdos y compromisos que promuevan la acción climática (combatir el cambio climático y mitigar sus efectos) y la sostenibilidad.

En pocas palabras, el Tratado Global de los Océanos busca promover políticas más estrictas y sostenibles para proteger los ecosistemas marinos. Aunque ahora nos parezca un desafío complicado que requiere un gran esfuerzo internacional, es vital dar los primeros pasos hacia un futuro más seguro para nuestros océanos.

Países que lo han ratificado y dificultades para ello

Hasta ahora, 16 países han ratificado el Tratado Global de los Océanos: Chile, Bangladesh, Barbados, Belice, Cuba, Maldivas, Mauricio, Micronesia, Mónaco, Palau, Panamá, Seychelles, Singapur, Santa Lucía, Timor-Leste y España. Para que el tratado entre en vigor, se requiere la ratificación de al menos 60 países. Esto significa que aún faltan 44 países por ratificarlo.

Algunos países justifican su falta de interés en que el tratado global de los océanos podría afectar su economía, especialmente en industrias como la pesca y la minería submarina. También temen que las regulaciones sean difíciles de poner en marcha o supervisar, especialmente en grandes zonas marítimas. Otros consideran que el tratado podría limitar su soberanía sobre ciertos territorios oceánicos.

Aun así, es esencial que la comunidad internacional siga trabajando para impulsar la ratificación global del tratado. Cada paso cuenta.

Organizaciones que han apoyado la iniciativa

Varias organizaciones han promovido activamente este tratado. Greenpeace ha liderado campañas para proteger los mares, WWF ha trabajado con los gobiernos para promover el cuidado de la biodiversidad, y Conservation International ha aportado estudios científicos y asesoramiento técnico. The Pew Charitable Trust se ha enfocado en investigación y en desarrollo de políticas de protección, mientras que High Seas Alliance ha reunido a expertos y ciudadanos para proteger los océanos. Juntos están trabajando para que este tratado sea una realidad y nuestros mares estén mejor protegidos.

Cartel de Greenpeace agradeciendo a las personas que con su firma han apoyado la iniciativa. Fuente: Greenpeace

Javier Bardem ha sido un firme defensor del Tratado Global de los Océanos, destacando su participación en expediciones con Greenpeace y discursos en la ONU.

Sylvia Earle, conocida como la "Reina de las Profundidades", es una reconocida oceanógrafa y defensora de los océanos que ha apoyado firmemente la iniciativa. Ha trabajado incansablemente en la protección de los ecosistemas marinos, en promover áreas protegidas y en establecer políticas sostenibles. En 2009, ganó el premio TED Prize, que la ayudó a crear Mission Blue, una red global de áreas marinas protegidas. Su dedicación ha sido clave para destacar la importancia de cuidar los océanos.

Una negociación lenta y un verdadero reto internacional

El Tratado Global de los Océanos se negoció dentro de las Naciones Unidas. Todo empezó en 2004, cuando se creó un grupo para estudiar cómo cuidar y usar de forma sostenible la biodiversidad marina fuera de las áreas nacionales. Después de años de reuniones y discusiones, en 2017 la ONU decidió arrancar las negociaciones oficiales, que finalmente llevaron a la adopción del tratado en 2022, durante la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas fuera de la Jurisdicción Nacional.

Hacer cumplir el Tratado Global de los Océanos será complicado, como ocurre con la mayoría de los tratados internacionales, ya que ello dependerá principalmente de la voluntad de los países que lo ratifiquen y de su compromiso real para poner en marcha y hacer cumplir las medidas acordadas.

La autoridad encargada de supervisar su aplicación será la Conferencia de las Partes (COP), formada por representantes de los países. Esta conferencia se reunirá periódicamente, permitiendo que los estados rindan cuentas sobre el grado de cumplimiento de sus compromisos. Sin una colaboración sólida entre los países no será posible garantizar la aplicación real del tratado.

El Tratado Global de los Océanos da esperanza para cuidar nuestros mares, pero el camino no será fácil. Todo depende de que los gobiernos de todo el mundo tengan la voluntad y el compromiso de hacerlo realidad. Aunque hay muchos retos por delante, es un paso importante para proteger los océanos. Con esfuerzo podemos lograrlo.

Referencias:

https://www.exteriores.gob.es/RepresentacionesPermanentes/onu/es/Comunicacion/NotasPrensa/Paginas/2024_NOTAS_P/Espa%c3%b1a-ratifica-el-Tratado-Global-de-los-Oc%c3%a9anos.aspx#:~:text=%E2%80%A2%20El%20instrumento%20se%20ha%20depositado%20hoy%20en,la%20superficie%20de%20alta%20mar%20antes%20de%202030

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/onu-aprueba-por-fin-tratado-global-oceanos_19603

https://www.newtral.es/tratado-global-de-los-oceanos-onu-aguas-internacionales/20220906/

https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/2025/febrero/espana-ratifica-el-tratado-global-de-los-oceanos.html

https://www.wwf.es/nuestro_trabajo/oceanos/areas_marinas_protegidas/

https://www.wwf.es/?64480/Necesitamos-proteger-el-30-de-la-superficie-marina-mundial-de-aqui-a-2030

https://www.miteco.gob.es/es/prensa/ultimas-noticias/2025/febrero/espana-ratifica-el-tratado-global-de-los-oceanos.html

https://es.slideshare.net/slideshow/recursos-genticos-marinos-y-distribucin-de-beneficios-opciones-regulatorias-y-procesos-internacionales-relevantes/132586345

474d7771-30x30-from-global-ocean-treaty-to-protection-at-sea-spanish-full-report.pdf

https://www.climaterra.org/post/entrevista-la-ocean%C3%B3grafa-sylvia-earle-habla-de-la-necesidad-de-conservar-el-mar

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/onu-aprueba-por-fin-tratado-global-oceanos_19603