Texto: Mónica Alonso Ruiz
En artículos anteriores hemos hablado de que el buceo o el nado con tiburones ballena puede ser una alternativa a su captura y sobrepesca, porque permite proporcionar un trabajo a los que anteriormente les cazaban. Pero ¿qué ocurre si una actividad inicialmente planteada como solución de conservación de la especie se convierte en un circo donde lo que menos importa es el bienestar de los animales a los que se pretende salvar?
Es entonces cuando se plantean algunas
cuestiones éticas. ¿Es buena la interacción de los humanos con los animales? ¿la
actividad es sostenible? ¿qué impacto tiene darles de comer? ¿superan los
beneficios a los aspectos negativos?
Invasión de turistas para
observar al tiburón ballena.
Desde 2011 en las Filipinas, en el sur de la
isla de Cebú, en la ciudad de Oslob, en la localidad de Tan-awan, el
turismo de tiburones ballena es un gran negocio en auge. Pagando 42 dólares (21
para los filipinos) los visitantes que quieran observar, nadar y sacarse fotos
junto a los peces más grandes del mundo son bienvenidos. Con más de 500.000 visitas
en 2018, y unos ingresos estimados de 10 millones de dólares, actualmente es la
actividad de este tipo más grande del mundo.
En Filipinas existen otros
lugares en los que se puede nadar con tiburón ballena en la época del año en
las que éste pasa por la zona. Allí, como en el resto del mundo, se aplican
normas que tratan de hacer que la interacción sea lo más respetuosa posible.
Sin embargo, en Oslob los
tiburones ballena no acuden de forma natural porque, para atraerlos se les da
de comer, lanzando importantes cantidades de gambas descongeladas desde las
embarcaciones. Los locales llaman a esta mezcla alimenticia “uyap”, y pueden
provenir de poblaciones de hasta cientos de kilómetros de distancia.
Muchos animales llegan nada más
empezar a lanzarlas porque han aprendido que allí se obtiene comida fácil. Con
esta práctica se garantiza que los tiburones aparezcan siempre y se acerquen
mucho. La zona donde se realiza la actividad tiene profundidad reducida y cualquiera
puede meterse en el agua usando gafas y tubo de buceo, y también con chalecos
salvavidas.
Lo llaman observación, pero en
realidad es un verdadero “circo”: algunos ejemplares nadan muy despacio,
asomando levemente su boca, y otros se quedan en posición vertical, engullendo
las gambas que les echan.
Todos los turistas, más de mil
cada día, quieren su foto con el tiburón ballena. Es muy frecuente ver a muchos
de ellos en el agua de espaldas a los tiburones, colgando de los
estabilizadores laterales de la embarcación. Mientras tanto, el alguien les
saca fotos con sus teléfonos móviles, con los tiburones como telón de fondo.
Aunque a los turistas se les dice
que no se les puede tocar, subirse a ellos, que deben mantenerse a dos metros
de distancia como mínimo, y no usar el flash, se han hecho estudios que indican
que más del 95 por ciento de los que nadan con los tiburones se acercan
demasiado o los tocan, a menudo sin querer, a causa del barullo de bañistas y
tiburones en el agua.
Ya no es legal capturar
tiburones ballena en Filipinas
Afortunadamente ya no se permite
la captura de esta especie, fundamentalmente porque los tiburones ballena están
incluidos en la categoría de amenazados de extinción a nivel mundial y sus poblaciones
en la región de las Filipinas han descendido mucho. Antes de 1998, que fue
cuando obtuvieron protección legal en Filipinas, cada año se capturaban y
masacraban cientos de tiburones ballena por su carne y sus aletas.
A pesar de ello todavía se
practica la caza furtiva en la zona, como en muchas partes del mundo, porque la
demanda y los mercados de tiburón ballena siguen existiendo. Se puede llegar a
pagar miles de euros por un solo ejemplar, porque sus aletas se cotizan mucho, se
consume su carne y su aceite se usa en la industria alimentaria y farmacéutica.
Su piel se utiliza en marroquinería.
Ahora eso parece que se acabó, y
con el inicio de las prácticas de avistamiento se pensó que la conservación de
la especie posiblemente mejoraría mucho. Sin embargo, aunque no se capturen
tiburones ballena, se les explota como “animales de feria”, en una actividad
que dista mucho de ser respetuosa con ellos, y se les provocan impactos mucho
más graves de lo que pensamos.
Efectos perniciosos de la
actividad
En todo el mundo la observación
de tiburones es cada vez más importante, aunque lo habitual en el caso de otras
especies, y en otros países, es emplear cebo (y en algunos casos sangre de
pescado) para atraerlos. Habitualmente el cebo es una porción muy pequeña de
alimento, para que los animales no dejen de buscar alimento de forma natural.
En el caso de la observación del tiburón ballena, en ningún lugar del mundo se
les alimenta para atraerlos, ya que esta especie no come peces grandes ni
mamíferos marinos, y no se siente atraída por la sangre de pescado.
En general se pretende que esto sea un turismo ecológico, pero a veces, como en este caso, parece que se modifica mucho la conducta de los tiburones, dándoles comida fácil para que no se vayan.
Para que un turismo sea ecológico, respetuoso y sostenible debe introducir a
los humanos en el medio de los animales a observar, acudiendo a las zonas donde
viven, pasan o se alimentan, con mucho cuidado de no perturbar su actividad. Se
trata de afectar poco a los ecosistemas y a los animales observados y tiene una
clara vocación de concienciar a la población como punto de partida para
realizar medidas de conservación.
Los científicos están preocupados
porque alimentar a animales salvajes durante largos periodos de tiempo y crear
situaciones de mucho contacto con los humanos puede provocarles no solo daños
psicológicos, sino modificaciones conductuales.
Aunque apenas se ha comenzado a
investigar los efectos de esta actividad, ya se van obteniendo resultados. Y se
van confirmando las intuiciones previas de que estos no podían ser muy buenos. De
hecho, se ha comprobado que estos ejemplares modifican su conducta, se vuelven
confiados y no evitan la presencia del hombre, lo que les vuelve totalmente
vulnerables. Además, algunos estudios alertan de que existe una sobrepoblación
de tiburones en la zona, pues en circunstancias naturales no habría tantos y aconsejan una regulación urgente de estas actividades.
Tampoco se cree que esto sea bueno
para la especie o al menos para la población de tiburones ballena de Filipinas.
De los 650 ejemplares ballena identificados en Filipinas, aproximadamente
un 25% han sido detectados en Oslob. La conclusión es que la población la que allí
está expuesta a estas potenciales amenazas para su supervivencia es una proporción
muy significativa de la población que pasa por Filipinas.
Además, las gambas que les dan de comer no
son un alimento variado, como el plancton y los organismos pequeños que
consumen naturalmente, porque son tan solo unas pocas especies. Además, los
tiburones ballena asocian los barcos con comida fácil, y eso les pone en
peligro. Muchos ejemplares tienen cortes en su cuerpo provocados por las
hélices de las embarcaciones. Además, acercarse tanto a los barcos supone
ponerse en el punto de mira para pescadores de tiburones en zonas del mundo
donde no están protegidos, o donde se practica la caza furtiva.
Los tiburones ballena sufren
enfermedades cutáneas graves e infecciones de los cortes que se les producen por
causa de bacterias presentes naturalmente en el cuerpo humano y de otros
productos que usamos para nuestra piel, como cremas solares, a las que se
exponen todos los días.
Fuente: viajarporfilipinas.com
El uso intensivo de una zona de
aguas someras para una actividad diaria multitudinaria provoca que la calidad
de las aguas deje mucho que desear, y afecte, no solo a la salud de los
animales, sino a la de los humanos.
La mayoría de los ejemplares,
generalmente machos jóvenes, están de paso en Oslob durante un tiempo, y
posteriormente migran a otros lugares. Pero algunos parece que ya no lo hacen y
se convierten en residentes permanentes, lo que permite que la actividad pueda
realizarse durante todo el año.
Hacer que ejemplares de una
especie migratoria se queden permanentemente en una zona por causas no
naturales podría tener efectos en sus patrones de interacción social, en su reproducción
(por problemas de endogamia, al no relacionarse con individuos diferentes), en
definitiva, en su ciclo vital.
¿Quién se beneficia?
Existen indudables beneficios de
esta actividad, porque es verdad que estos tiburones no mueren para que sus
aletas y su carne se consuma. Es una forma de salvarles la vida.
Además, es posible que se reduzca
la presión pesquera en la zona, pues muchos pescadores ya no se dedican a esa
actividad, y trabajan en alimentar a los tiburones y transportar a los turistas.
La economía de la zona ha mejorado mucho alrededor de este negocio, y la
prosperidad, en forma de hoteles, alojamientos y restaurantes, se puede
apreciar a simple vista.
Muchos de ellos no pescan porque
se dedican a proporcionar la enorme cantidad de gambas necesarias. Sin embargo,
capturar gambas o importarlas de otros lugares no muy sostenible para preservar
los recursos del mar.
Reflexiones
Filipinas es un país firmante del
Convenio sobre Especies Migratorias (CMS) y se alinea con los documentos de la
convención, uno de los cuales indica que alimentar al tiburón ballena es una
práctica no sostenible para un animal salvaje y las actividades turísticas con
este animal deben ser reguladas.
Afortunadamente, parece que la cordura se va imponiendo y los pescadores locales temen que el gobierno filipino tome cartas en el asunto y prohíba la actividad. Además, cada vez es más fácil encontrar artículos de viajes que no recomiendan esta actividad.
Me
ha llamado la atención este texto en uno de ellos:
“Imagínate el fotón y la
posterior lluvia de “likes” en tus redes sociales: tú junto al pez más grande
del mundo. ¡Qué increíble, ¿no?!
Imagínate, además, que a
consecuencia de ello estuvieras poniendo en grave peligro la vida de este
animal que ya se encuentra en peligro de extinción.
Cortes, golpes,
infecciones, desnutrición, modificación de su ciclo migratorio y reproductivo.
¿Tu foto vale tanto como todo eso? ¿Quieres ser parte del
problema?”
No podemos estar más de acuerdo.
No se pueden fomentar actividades irresponsables con los animales del océano. Si
vas a Filipinas y pasas por Oslob, no realices esta actividad.
Referencias:
https://www.viajarporfilipinas.com/tiburon-ballena-oslob-filipinas/
https://www.mochilaalparaiso.com/no-hacer-filipinas-tiburones-oslob/
https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsos.200392
https://www.cms.int/sites/default/files/document/cms_cop12_ca.12.7_whale%20shark_e.pdf
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5627090/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4671167/
https://peerj.com/preprints/69/
https://www.nature.com/articles/s41598-020-73416-2
https://sugbo.ph/2022/whale-shark-oslob-cebu-guide/
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