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lunes, 23 de noviembre de 2020

LAS MIGRAVÍAS DEL PACÍFICO ESTE TROPICAL

 Texto: Mónica Alonso Ruiz

Este articulo se publicó en la Revista Acusub en su numero 212 http://acusub.com/?p=3621

Las áreas marinas protegidas y las reservas marinas son instrumentos que se han demostrado eficaces para proteger la fauna marina de las especies que en ellas habitan. Limitar o prohibir ciertas actividades, como la pesca, ha producido efectos importantes en la conservación de la biodiversidad de las mismas. Pero ¿qué ocurre cuando se plantea conservar a las especies migratorias cuya distribución por el océano abarca zonas de reserva y zonas fuera de ella?

Quizá en el Pacífico se encuentren algunas de las áreas marinas protegidas o reservas más importantes del mundo, y cuentan con protecciones más o menos férreas por parte del Estado al que pertenece su territorio y sus aguas. Se trata de las Islas Galápagos, la Isla del Coco (también llamada Cocos), Cohiba y Malpelo, entre otras. Se ha podido constatar que proteger estas zonas ha ayudado a evitar la pérdida de muchas especies valiosas que allí viven.


Algunas de las Reservas Marinas en el Pacífico Este. Fuente: Migramar

Y sin embargo los gobiernos se ven incapaces de proteger a la fauna fuera de estas zonas. A menudo se lamentan de que los barcos pesqueros se colocan en el límite de estas áreas reservadas donde no se puede pescar, para realizar su actividad a la salida de los animales de la reserva.

La sobrepesca y la pesca ilegal, la destrucción del hábitat y el cambio climático está llevando a que muchas especies emblemáticas migratorias como los tiburones martillo, tiburones ballena, tiburones sedosos y tortugas hayan reducido sus poblaciones de manera apreciable en los últimos años. Lo han constatado los buceadores a lo largo de los años, y la reducción del tamaño de algunos de los cardúmenes de tiburones martillo es evidente.

Ello ha dado que pensar a los científicos que el esfuerzo de protección en las zonas de reserva no sea suficiente para preservarlas adecuadamente, y además el esfuerzo debe de ser común, porque se ha demostrado que no se puede luchar contra las presiones inducidas por el hombre mediante la acción unilateral de un estado o agencia.


Esquema de las relaciones migratorias de diversas especies (tortuga verde, tortuga laúd, manta gigante, tiburón martillo y tiburón de Galápagos) entre las islas oceánicas del Pacífico Este. Fuente: Migramar

El Pacífico Este Tropical

El Pacífico Este Tropical es la zona oceánica oriental comprendida entre el Golfo de California hasta el Ecuador. Allí la influencia de las diferentes corrientes marinas proporciona una gran variedad de condiciones oceanográficas singulares.

En esa zona ecuatorial confluyen corrientes cálidas y frías, lo que hace que coexistan especies tropicales y de climas templados, junto con las de climas fríos. Existen zonas de afloramiento de aguas frías desde las profundidades, especialmente situadas en los montes submarinos y en las islas oceánicas, como por ejemplo en las Islas Galápagos, lo que proporciona una gran cantidad de nutrientes a superficie, generando una alta productividad biológica.

Existen por lo tanto lugares excepcionales en los que estas condiciones singulares conducen a que se produzca una alta biodiversidad, con la presencia de especies endémicas, nativas y migratorias. Son zonas de un alto valor natural y por ello, siete grupos de islas oceánicas están catalogados como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

Siete islas oceánicas se han considerado Patrimonio de la Humanidad. Las condiciones oceanográficas son excepcionales en la zona. Fuente; Migramar

Especies migratorias clave en las islas oceánicas y sus amenazas

En la zona de estas islas oceánicas se han identificado varias especies marinas clave, algo más de veinte, que las habitan y realizan habitualmente migraciones con el objetivo de alimentarse, reproducirse o desarrollarse a lo largo de su vida. Todas ellas están catalogadas en la lista roja de la UICN de especies amenazadas con diverso nivel de amenaza.

Destaca el tiburón martillo (Sphiyrna lewini), la orca (Orcinus orca), el tiburón ballena (Rhincodon typus), el tiburón sedoso (Cacharhinus falciformis), las tortugas carey, verde y laúd, o el cachalote y la ballena jorobada.

Especies clave, identificadas como migratorias entre espacios protegidos. Fuente; Migramar

Las amenazas a las que están sometidas estas especies clave, todas de origen humano o antropogénico, son: la sobrepesca, la polución, la pérdida de zonas de cría, el cambio climático, el “finning” o aleteo, el “poaching” o captura de huevos de tortuga, y la pesca ilegal.

Esquema con las amenazas a las que se somete a las especies por causa de la presión humana. Fuente; Migramar

Son de destacar en la zona varias acciones ilegales, el aleteo o “finning”, que consiste en el cercenamiento de las aletas en tiburones vivos para su lucrativa venta en Asia para la sopa de aleta de tiburón; el “poaching”, la captura de huevos de tortuga para alimentación de ciertas poblaciones locales; y la pesca ilegal, faenando en zonas de reserva donde está prohibido. Se trata de islas muy remotas pertenecientes a países con pocos medios de vigilancia en donde estas actividades son fáciles de hacer por la poca vigilancia que se tiene.

Reservas marinas patrimonio de la Humanidad y especies migratorias desprotegidas

Como hemos indicado anteriormente, los principales puntos singulares fuente de biodiversidad de la zona pacifica están bajo el amparo de reservas marinas o áreas marinas protegidas, que ofrecen diferentes niveles de defensa y conservación a las especies que se encuentran dentro de sus límites administrativos. La función de estas figuras de protección es crucial para la conservación de la fauna marina amenazada, y por lo tanto, para el mantenimiento de su enorme valor ecológico y de biodiversidad.

Sin embargo, las especies marinas migratorias están insuficientemente protegidas en estos lugares. En el momento que los ejemplares los abandonan no gozan ya de la protección de la reserva y a la larga la biodiversidad de estos lugares únicos se ve también amenazada, por lo que es preciso implementar niveles de protección a los corredores migratorios entre estos puntos singulares. Para ello el primer paso es la investigación con mayor nivel de detalle de estas migraciones.

Un primer avance para poner el foco de atención en estas rutas migratorias fue la firma de la Declaración de San José, en 2004 por parte de Ecuador, Colombia, Costa Rica y Panamá, creando el corredor Marino del Pacífico Este, CMAR, con el objetivo de promover las actividades económicas sostenibles, la colaboración científica y la conservación de las especies marinas.

Áreas marinas protegidas de la zona el Pacífico Este. Fuente; Migramar

La Red Migramar

Desde 2006 la Red MigraMar lleva a cabo acciones de investigación científica y de conservación, con el objetivo de comprender mejor y proteger poblaciones saludables de especies migratorias marinas en la zona del Pacífico Este. El fin último es implantar planes de gestión y conservación efectivos para estas especies altamente migratorias. Se trata de una red de científicos e investigadores, pertenecientes a universidades, agencias gubernamentales y organizaciones sin ánimo de lucro de todo el continente americano.

El logo de Migramar.

Divide sus actividades en tres áreas: investigación, asesoría a instituciones de gestión de recursos marinos, así como la capacitación de investigadores y técnicos de gestión.

Uno de los objetivos de esta organización es la consecución de herramientas de protección y gestión de la conservación de especies migratorias mediante el desarrollo del concepto de MigraVía, las cuales son áreas reguladas especiales que permiten salvaguardar la conectividad e integridad de los ecosistemas de arrecifes y aguas abiertas entre las diferentes áreas marinas protegidas de la región.

Se trata de un conjunto de proyectos de conservación de conectividad, creando enlaces y corredores marinos entre áreas marinas protegidas, así como también entre montes y crestas submarinas. Las Migravías serán fundamentalmente transfronterizas y cubrirán grandes extensiones de aguas entre dos o más países, incluyendo la alta mar, más allá de las jurisdicciones nacionales, y por eso requieren de un amplio tratado entre varios países.

La Estrategia de Investigación de Migramar

En el estudio de los patrones migratorios de las especies pelágicas se utilizan dos tipos de tecnología de marcaje de ejemplares: el seguimiento por telemetría acústica y la satelital.

En el seguimiento acústico se instalan una serie de dispositivos transmisores de señales acústicas, de forma externa en animales que no se pueden capturar, y de forma interna (mediante corte y sutura en animales capturados) en el caso de algunos tiburones.

Los impulsos que emite el transmisor del animal se escuchan mediante receptores, también llamados hidrófonos, situados en una determinada zona, de tal manera que se puede identificar de qué ejemplar etiquetado se trata, así como datos de profundidad, temperatura y velocidad del mismo. Para que esto sea así, el animal debe pasar a una distancia inferior a varios centenares de metros de donde está situado el receptor.

Cada cierto tiempo los científicos revisan cada uno de los receptores y descargan toda la información que han ido almacenando, bien sumergiéndose para conseguir el aparato hidrófono, o bien emitiendo éste señales satelitales que son captadas en tiempo real. Este sistema permite el rastreo de tiburones en zonas concretas donde se sabe que pasan o se congregan.

Utilizando el mismo sistema de receptores y transmisores en el marcaje de animales de todas las reservas del Pacífico, se puede saber si un animal marcado en una zona, se ha desplazado a otra, y luego ya pasar a analizar su comportamiento local.

En el seguimiento por telemetría satelital, se instalan dispositivos de forma externa, tanto en animales libres como capturados. Estos dispositivos, cuando el animal sale a superficie, o cuando se desprenden del animal y salen a superficie (sistemas pop up), emiten señales que pueden recoger los satélites, y que descargan los científicos, con información sobre posición, así como datos de profundidad, temperatura e intensidad de luz almacenados en el dispositivo durante su ruta.

Descripción del seguimiento acústico y satelital. Fuente: Migramar

Toda esta información proporciona la ruta migratoria del animal y se utiliza para crear mapas de hábitats clave y establecer las rutas migratorias de la especie, lo que permite a los científicos generar hipótesis sobre aspectos biológicos y ecológicos poco conocidos de las especies en estudio.

En diez años de trabajo, Migramar ha podido marcar a más de mil ejemplares de diferentes especies migratorias por toda la región, y ha instalado más de 100 receptores de señales acústicas en cada una de las reservas de la zona, creando una red extensa de monitorización marina.

De esta manera, analizando todos estos datos, se ha podido demostrar la gran interconexión que existe entre los ecosistemas de las zonas de reserva monitorizadas. Se ha podido incluso saber que los movimientos migratorios son debidos a hábitos de alimentación o de residencia, o se asignan a diversos ciclos de la vida de cada especie. Muchos otros aún no tienen explicación conocida y deben seguirse monitorizando.

Un ejemplo de análisis: los tiburones martillo

Como ejemplo de los resultados y conclusiones obtenidos por Migramar, vamos a exponer resumidamente el caso del tiburón martillo (Sphyrna lewini).

Tanto las islas Darwin y Wolf, en Galápagos, como la Isla del Coco y Malpelo son lugares de agregación de tiburones martillo, donde habitualmente se han podido ver grandes cardúmenes formados por hembras adultas.

Esta especie se encuentra en peligro crítico de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). La pesca intensiva en el Pacífico ha diezmado las poblaciones de estos animales de tal manera que un estudio científico de 2018 señala que en estas islas, donde se encuentran las mayores concentraciones de esta especie en el mundo, los avistamientos de tiburones martillo se han reducido en un 50 % en los últimos 30 años.

Desde 2007 mediante los sistemas de marcaje se vienen registrando también movimientos entre Darwin, Wolf, Malpelo y la Isla del Coco y también se han localizado movimientos frecuentes de esta especie entre las islas Darwin y Wolf, y también hacia determinadas zonas de aguas abiertas que circundan la zona, extendiéndose a una zona de montes submarinos fuera de la Reserva de Galápagos.

Se está trabajando para conocer los patrones de movimiento de esta especie en estas zonas y además detectar las grandes zonas de cría de juveniles en las costas de Panamá y Costa Rica.


Movimientos de los tiburones martillo en Galápagos, entre Darwin y Wolf, los montes submarinos y Malpelo y Cohiba. Fuente: Migramar

La aplicación de los estudios a la conservación

Toda la información científica obtenida por Migramar sirve de soporte para fundamentar ciertos mecanismos legales internacionales, orientados a la conservación de especies marinas migratorias en el Pacífico Este Tropical, como los convenios CITES y CMS o la UICN.

Todos ellos son elementos del Derecho Internacional, es decir, las leyes que firman los países fuera de su ámbito territorial para proteger elementos fuera del ámbito nacional. El convenio CITES es un convenio internacional orientado a regular el comercio de especies amenazadas. La Convención de las Especies Migratorias o CMS, trata de establecer mecanismos de conservación para especies migratorias. La UICN es la Organización Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que decide el estado de amenaza de las especies, estableciendo la Lista Roja de Especies Amenazadas, base para el resto de reglamentaciones internacionales de protección.

También se utiliza este conocimiento para asesorar a los gobiernos en su apoyo a leyes internacionales, o en desarrollo de leyes o medidas locales, y para participar en foros internacionales, como las reuniones de las partes de los convenios, generalmente para decidir cuáles son las especies a proteger.

Y todo este trabajo se traduce, si tiene éxito, en medidas de conservación, como por ejemplo la inclusión del tiburón martillo y el sedoso en el Apéndice II de la CMS, la prohibición de pesquerías dirigidas al tiburón en Colombia, la inclusión del tiburón ballena como Especie en peligro en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, el apoyo a los Planes de Acción Nacionales y Regionales para tiburones, la inclusión de mantarrayas y mobulas en CITES y CMS, y la inclusión del tiburón martillo y sedoso en el Apéndice II de Cites.

Migravía entre la Isla del Coco y Galápagos.

Recientemente se ha reflejado en los medios de comunicación el impulso a la primera Migravía, la existente entre Galápagos y la Isla del Coco, como posible herramienta o instrumento de protección legal.

Se ha justificado la creación de esta Migravía por las siguientes razones:

  1. Representa un área espacial de alto uso (un punto caliente) por especies con conducta migratoria.

  2. Los montes submarinos de la región poseen una alta similitud oceanográfica con Cocos y Galápagos. Forman la Cordillera del Coco, que juntos conectan ambas zonas protegidas.

  3. Las especies pelágicas, como el tiburón martillo, siguen la señal magnética de montes y cordilleras submarinos para ubicarse espacialmente y también para movilizarse entre los lugares de agregación y de alimentación.

  4. Cocos y Galápagos comparten un porcentaje importante de especies endémicas insulares y fauna nativa sésil, bentónica y pelágica, y se sugiere que ambas pertenecen a un solo ecosistema. La Migravía es el corredor que permitiría la conectividad ecológica entre ambas.

  5. Este corredor biológico ha sido reconocido como prioridad de conservación de los países signatarios del CMAR, Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador. El CMAR es el Corredor Marino del Pacífico Este Tropical, iniciativa regional de conservación y uso sostenible.

  6. La Migravía ayuda a conseguir la Meta de Aichi 11, que consiste en conservar al menos el 10% de las zonas marinas y costeras de cada país hasta el 2020, por medio de sistemas de áreas protegidas administrados de manera eficaz, ecológicamente representativos y bien conectados. El Plan Estratégico para la Diversidad Biológica del PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente) de define un marco de acción para 10 años (hasta 2020) y recoge las Metas de Aichi.



La situación geográfica de la migravía. Fuente: Documento de justificación biológica de la creación de la migravía Cocos Galápagos.

El pasado 12 de mayo la Migravía entre Cocos y Galápagos se ha declarado como Hot Spot (Punto caliente) de Mission Blue, la organización de Sylvia Earle.

Una foto de los ponentes de esta migravía en Mission Blue, Joakim Odelberg, Alex Hearn (Migramar) y Todd Steiner (Turtle Island Restoration Network). Fuente: Mission Blue.

Este “Lugar de Esperanza” (o Hope Spot) es una autopista submarina migratoria de 120.000 kilómetros, que conecta las áreas protegidas de dos naciones soberanas: el Parque Nacional de la Isla del Coco de Costa Rica con la Reserva Marina Galápagos de Ecuador.

Es un reconocimiento más bien simbólico de una sola organización (Mission Blue). La cuestión es que esta es una gran organización que tiene mucho nombre internacional, por lo que se considera un gran paso hacia la declaración oficial de la migravía como lugar a proteger, posiblemente mediante la firma de un gran tratado internacional, que implicaría no solo a países costeros, debido a que la migravía está también situada en aguas internacionales.

La Dra. Sylvia Earle, fundadora de Mission Blue, dijo: “Tuve la oportunidad de conocer los tiburones en las Galápagos en 1966. Pensé que había encontrado el lugar con más tiburones en el planeta: tiburones martillo, galápagos y sedosos – Es un lugar mágico, que claramente es importante no sólo para los tiburones, sino también por su rica diversidad de vida.

En 1972, tuve la oportunidad de visitar la Isla del Coco. En medio de estas islas hay mucha agua. Ahora sabemos que los tiburones no sólo viajan entre la Isla del Coco y las Galápagos, sino que también por todas partes. Ellos encuentran comida por todo el océano en el que viajan. Es importante pensar como los tiburones, las tortugas marinas y las diversas formas de vida que no sólo se encuentran en los lugares que hemos nombrado y reclamado como territorio.

Debemos considerar a las criaturas que ocupan este espacio líquido que llamamos océano y darnos cuenta de que, si vamos a tomar medidas para protegerlas, no basta con que la Isla del Coco y las Galápagos tengan un área que brinde refugio a su alrededor. ¿Qué pasa con el espacio que está en medio de ellas? Este tiene que ser protegido también. Eso es fundamental.

Que las palabras de Sylvia Earle resuenen en nuestras cabezas y lleguen a las autoridades pertinentes que tienen que firmar esta gran Tratado para que estas aguas y otras a continuación queden protegidas.

Referencias:

http://migramar.org/hi/es/

https://www.youtube.com/watch?v=5zzlfevT6G0&feature=youtu.be&fbclid=IwAR1YKSOo_hO_RNEEJW5gmvBiudUDbPGGX8VzJPg1g12O2aPErKupOp0DhII

https://www.facebook.com/1284221021625561/posts/3012086828838963/

Migravía Cocos Galápagos:

https://mission-blue.org/2020/05/worlds-first-bi-national-marine-protected-area-gains-momentum-as-a-hope-spot/

https://redpacifico.net/wp-content/uploads/2020/01/Justificacion-biologica-creacion-MigraVias-web.pdf

Video de esta migravía:

https://es.mongabay.com/2020/04/oceanos-reproduccion-de-tiburones-martillo-de-galapagos/

lunes, 26 de octubre de 2020

EL TIBURÓN BLANCO DE GUADALUPE: LOS ESTUDIOS DE COMPORTAMIENTO

Mauricio Hoyos. Fuente: Facebook

El Doctor Mauricio Hoyos Padilla es posiblemente el investigador de tiburones mexicano más conocido internacionalmente. Es un gran experto en estudios de comportamiento del tiburón blanco en aguas mexicanas. El pasado 12 de abril de 2020 pudimos asistir virtualmente a su charla “El tiburón blanco en México”, incluida dentro del ciclo “Los tiburones y las áreas marinas protegidas”, programado por  Pelagios Kakunjá, organización a la que pertenece.

El tiburón blanco, Carcharodon carcharias, es uno de los depredadores más perfectos que existen en el planeta. Es un animal majestuoso, muy hidrodinámico, con morro puntiagudo, que tiene su parte inferior de color blanco. Es precisamente ese color de su vientre el que ha servido para darle su nombre común. Su parte superior es oscura y ello le sirve de camuflaje, mimetizándose con las aguas oscuras del fondo cuando se le observa desde arriba.

En el artículo anterior detallábamos la parte de biología del tiburón blanco y el comienzo de las investigaciones de Mauricio en la Isla de Guadalupe. En este segundo artículo hablaremos de los estudios de comportamiento de la especie realizados en la isla.

Estudio de ejemplares jóvenes y adultos utilizando submarinos. Hipótesis de ataques profundos a elefantes marinos

Guadalupe es una isla muy alejada del continente, de naturaleza volcánica, por lo que muy cerca de la costa se pueden encontrar grandes profundidades. Los primeros estudios que realizó Mauricio sobre los tiburones blancos en la isla mostraban diferencias de localización entre los ejemplares jóvenes, que se encontraban en aguas más someras, y los ejemplares adultos, que se situaban más lejos a 200/300 metros de la costa, donde las aguas son más profundas. La segregación entre ambos grupos era tan grande que parecía que fueran dos especies diferentes.  


El ambiente en el que se mueven los tiburones adultos. Fuente: El Gran tiburón blanco. Mauricio Hoyos

El ambiente en el que se mueven los tiburones juveniles. Fuente: El Gran tiburón blanco. Mauricio Hoyos

La hipótesis de Mauricio para explicar la diferencia de distribución y comportamiento entre los juveniles y adultos en la isla, es que los tiburones adultos se sitúan en aguas profundas enfrente de las colonias de elefantes marinos, aprovechándose de la buena visibilidad para acecharlos cuando se sumergen y capturarlos.

Para estudiar este comportamiento tan diferente entre adultos y juveniles y comprobar su teoría, primeramente se trató de analizar qué presas potenciales podían tener en estas dos zonas diferenciadas. Para ello en 2008 se llevaron dos submarinos a la isla. El primer submarino podía sumergirse hasta profundidades de 150 m, y tenía capacidad para dos personas. El segundo bajaba hasta 455 m y alojaba hasta 3 personas.


El submarino Ocean Pearl permitió a Mauricio investigar las presas potenciales de los tiburones juveniles. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



Con el submarino más grande se pudo bajar a mayor profundidad y así poder observar las presas potenciales y el ambiente en el que se mueven los tiburones adultos. Fuente: Triump Seamagine

Con el submarino más pequeño se bajó a poca profundidad, en las zonas donde se mueven los juveniles,  y se pudieron encontrar muchas de sus presas potenciales. Macarela, pez luna, sardinas, atún aleta amarilla, raya murciélago, pez escorpión, lenguado, parecen presas muy adecuadas para ellos porque estos juveniles tienen una gran habilidad para capturar estas presas rápidas, como el atún.


Las presas potenciales de los juveniles. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El estudio del seguimiento de los adultos fue más complejo, debido al mayor rango de profundidades en las que se mueven. Como resultado del análisis de las etiquetas que les pusieron, se hizo una gráfica de profundidad de individuos monitorizados. En muchas de ellas se puede ver que el animal se sumerge hasta 200/300 m, y por ahí se mueve a lo largo de la costa y cuando sube a superficie lo hace justo enfrente de las colonias de los elefantes marinos. Esto confirmaba su hipótesis de que se desplazan en profundidad y suben a la superficie en las zonas donde habitan los elefantes marinos.


Esquema en planta y alzado de los movimientos de un tiburón adulto. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Con el segundo submarino investigaron en profundidad para ver cuáles eran sus presas potenciales. A 150 m, donde todavía hay luz, pudieron ver a los tiburones “patrullando” por las zonas de inmersión de los elefantes marinos; a 300/400 m, donde está totalmente oscuro y la temperatura ronda los 9ºC, pudieron ver pulpos, rayas y quimeras, pero también elefantes marinos; a 350 m encendieron las luces y pudieron ver una enorme hembra en el talud, que no habían podido ver en la oscuridad, por mostrar su dorso oscuro. Parecía estar al acecho en el fondo.


Zonas de estudio con el submarino profundo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Mauricio se planteó entonces la hipótesis de que realmente no capturan a los elefantes marinos de abajo para arriba cuando éstos están en superficie, como lo hacen en otras partes del mundo. En Guadalupe la secuencia parecía ser diferente, les esperan al acecho en el fondo, ocultos si son observados desde arriba, y atacan cuando los elefantes marinos se sumergen para alimentarse. Cuando les muerden, les quitan la parte inferior del cuerpo o la cabeza, y luego suben a la superficie siguiendo al cadáver, que flota, para acabárselo de comer en superficie.

Esta nueva hipótesis de ataques en aguas profundas resultó novedosa para la comunidad científica y la presentó en un congreso en Hawaii, donde un productor de Discovery Channel la escuchó y se interesó por ella.

Estudios de 2013 con Discovery Channel

Para tratar de confirmar esta novedosa teoría, en 2013 un equipo de Discovery Channel acudió a la isla y llevó una especie de torpedo llamado AUV (Automatic Underwater Vehicle). Se colocaba al tiburón una marca llamada transductor que emitía una señal, y el AUV le seguía durante un periodo de hasta 3,5 horas. El torpedo medía la topografía, velocidad, temperatura, y con sus seis cámaras mostraba las imágenes de la dirección centro, arriba, abajo, ambos laterales, y detrás del animal.



El sistema de torpedo AUV. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

El torpedo AUV tiene seis cámaras. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En algunos casos vieron que ocurría algo muy llamativo. Las imágenes del AUV mostraban que los animales monitorizados daban mordiscos a la cámara del torpedo, a gran profundidad, posiblemente porque pensaban que era una presa potencial, alargada y móvil. En total se produjeron 9 ataques a la cámara por parte de distintos animales. El equipo de Discovery estaba muy preocupado porque el dispositivo costaba mucho dinero, alrededor de un millón de dólares, pero Mauricio estaba feliz porque su hipótesis de ataque profundo parecía confirmarse. Los tiburones estaban atacando en profundidad a cualquier cosa móvil parecida a su presa favorita, lo que demostraba que es en esta zona profunda donde realizan sus ataques a los elefantes marinos.

Los tiburones mordían la parte móvil del torpedo, lo que demostraba la hipótesis de ataques profundos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Los tiburones parecían atraídos por la parte móvil del torpedo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Mauricio posa junto al torpedo, que ha sido mordido por los tiburones, feliz porque su teoría de ataques profundos se confirmaba. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Los tiburones atacan en profundidad a los elefantes marinos, quitándoles la parte inferior del cuerpo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Mauricio resume: “El ataque al elefante marino la realiza en profundidad, le quita la parte inferior del cuerpo, porque es con lo que se mueve, el cadáver sube a superficie porque tiene mucha grasa y allí el tiburón se alimenta del resto del cuerpo”.

Esta predación ocurre a finales de noviembre y en diciembre, cuando regresan todos los elefantes marinos de su migración desde Alaska a Guadalupe. “En esa época, desde el barco se ven muchas gaviotas,  aletas de tiburones, colas, sangre en el agua, tiburones con el elefante en la boca… es un espectáculo  impresionante”.

Una vez en superficie, el tiburón se acaba de comer el resto del cuerpo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Es frecuente ver cadáveres de elefantes marinos mordidos, en la superficie, en las épocas de depredación. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Afortunadamente esta situación se produce fuera de la zona de operación de las actividades de ecoturismo, muy lejos de la costa y fuera de la temporada en la que estas actividades se realizan, de julio a noviembre.

En relación a su alimentación, existe la falsa idea, proveniente de la película Tiburón, de que el tiburón blanco es un depredador insaciable y no puede parar de comer. Para tratar de conocer realmente cuánto come y qué periodo de tiempo puede estar el animal sin alimentarse, se hizo un estudio en el que se dieron 30 kg de foca a un ejemplar con el que se introdujo una marca de temperatura en el estómago. De esta manera, fue posible registrar todo el proceso de alimentación, detectando momento en el que engulle, que es cuando entra agua fría al estómago y luego el periodo de digestión de lo que ha comido porque aumenta de nuevo la temperatura, así como los periodos de ayuno, donde se mantiene constante.

En ese experimento se constató que pueden aguantar hasta 18 días sin comer, lo que demuestra que no es cierto que sean insaciables. Lo que sí es verdad es que ingieren todo lo que pueden cuando tienen la oportunidad, y son tan voraces que se comen medio elefante marino en 20 minutos.

Competencia ente individuos por los elefantes marinos

Los tiburones blancos suelen ser animales solitarios, pero es precisamente durante ese periodo de predación profunda a elefantes marinos cuando se pueden ver varios tiburones juntos. En esas circunstancias se han podido observar conductas exageradas de intimidación para evitar luchas entre ellos. Estos animales saben que tienen una mandíbula muy fuerte, con muchos dientes, que les puede producir daños fatales si pierden la pelea. Realizan lo que se llama “desplante”, un comportamiento exagerado de amenaza para amedrentar al rival, del mismo modo como cuando los gatos se encorvan o cuando los perros te enseñan los colmillos cuando no quieren que te acerques.

Los distintos tipos de comportamientos observados en Guadalupe han sido:

  • Confrontación, de frente, a ver quién se quita primero
  • Nado paralelo, a continuación del anterior. Se trata de un tipo de marcaje, para ver quién es más grande, que es el que gana y se queda con la presa. Se dice entonces que se respeta la jerarquía de tamaños.
  • Bajar las aletas pectorales para mostrar descontento de la presencia del oponente
  • Gaping o bostezo, abriendo la boca y manteniéndola para mostrar los dientes
  • Coleteo o tail slaping. Golpean al otro tiburón cercano a su presa, para alejarlos. A veces lo hacen con la embarcación de los científicos, si se ven amenazados por ella.
  • Saltos fuera del agua. Es un salto muy distinto al vertical al que hemos visto en Gaansbai, en Sudáfrica, donde suben casi verticalmente, de abajo para arriba, para capturar la presa. En Guadalupe sacan cuerpo completo pero no tan vertical, para poder caer con fuerza con toda su panza, hacer mucho ruido y marcar la presa como suya.
  • Sacudida de cabeza. Con la boca abierta mostrando sus dientes, es una variante del gaping o bostezo y se ha grabado muy pocas veces.

Las actitudes de confrontación y nado paralelo son habituales en situaciones de competencia entre individuos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


EL gaping o bostezo, abriendo la boca para mostrar los dientes es una actitud de amenaza. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Los movimientos de golpeo con la cola sirven para amedrentar al competidor en la lucha por el elefante marino. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



En ocasiones, por la excitación de la lucha por el alimento, llegan a golpear a la embarcación. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Los saltos fuera del agua pretenden intimidar al contrario. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá
Con la boca abierta y mostrando sus dientes se intimida al contrario. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá


Algunos ejemplares muestran heridas terribles por la lucha entre individuos. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Las heridas por confrontación entre individuos se suelen producir en la cabeza y la zona branquial. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Si no se respeta la jerarquía, por tamaños o por actitud (gana el más agresivo, aunque no sea el más grande), se produce la confrontación y se muerden en la cabeza, en las branquias, donde son muy vulnerables, en las aletas pectorales o en la cola.  

Se ha filmado muy pocas veces un tiburón mordiendo a otro, pero habitualmente se ven muchos ejemplares mordidos, especialmente en las branquias. Mauricio explica que “es de destacar que los tiburones tienen un poder de cicatrización impresionante, especialmente en el cuerpo, pero no en las aletas pectorales o en la cola. Se han visto heridas terribles en la zona branquial que al cabo de un año casi ni se les notan”.

Expedición de 2015 con Discovery Channel


En 2015, en una nueva expedición con Discovery Channel se utilizó un nuevo dispositivo de torpedo. Fuente:  canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En 2015, realizaron otra expedición con Discovery Channel, utilizando otro vehículo subacuático AUV, capaz de sumergirse más profundo, y en ella descubrieron dos conductas impresionantes, que nunca se habían filmado:
  • Tiburones ahorrando energía: suben a superficie y se dejan caer hacia el fondo sin moverse, ni siquiera la cola, y cuando tocan el fondo vuelven a subir, repitiéndose el proceso. Este patrón se había intuido con los movimientos detectados a partir de los datos de las marcas, en las gráficas. Desde ese momento se pudo comprobar con imágenes.
  • Tiburones durmiendo: se van a la parte sur de la bahía, donde las corrientes son muy fuertes. Para ello se colocan frente a la corriente, abren la boca, y se quedan nadando despacio para no moverse de donde están, pero sí para poder respirar.



Tiburones ahorrando energía. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



Tiburones durmiendo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Extracción de biopsias
Como complemento a los estudios anteriores el equipo recoge biopsias de tejido de los animales que se capturan para ponerles marcas, o utiliza la lanza hawaiana para obtenerlas a distancia. El objetivo es hacer estudios de presencia de contaminantes en sus tejidos.


Recogida de biopsias con pértiga hawaiana. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Los resultados han mostrado una gran cantidad de PCB’s (1) y organoclorados (2). Lo llamativo es que todos los detectados en el tiburón blanco los tiene también su presa, el elefante marino, por lo que piensan que los obtiene de ella.

El ecoturismo de avistamiento de tiburones desde jaula

Existen varias empresas mexicanas y norteamericanas dedicadas al avistamiento de tiburones blancos desde jaula que realizan expediciones desde la ciudad de Ensenada. Para llegar allí se vuela a Tijuana y luego se viaja por carretera hasta el embarque.

La expedición suele durar cinco días, rara vez siete. Son 24 horas de viaje de ida a la isla, tres días de estancia a bordo y un día de vuelta. En los días de estancia en la isla se realiza la actividad de avistamiento con jaula. Las hay de dos tipos, las de superficie y las de profundidad, y están continuamente funcionando desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde.

Mauricio recomienda mucho esta actividad porque la visibilidad es enorme y se han llegado a ver hasta 33 tiburones en un solo día. Es el único sitio en el mundo que se pueden ver tiburones blancos lejos de la costa. Para él es el mejor lugar del mundo para observar al tiburón blanco.

Comportamiento respecto a barcos de ecoturismo

Existe una cierta preocupación sobre si las actividades de avistamiento de tiburones desde jaula pueden estar afectando a su conducta. Para analizarlo, también realizan una serie de estudios específicos. 

Con ese objetivo, a algunos ejemplares les colocan marcas (que miden temperatura y profundidad) y también cámaras (que miden profundidad, velocidad y longitud del animal) que se les quedan un par de días, mostrando su comportamiento tanto cuando están los barcos de avistamiento con jaula como cuando no están. Además les colocan unas marcas para medir cuantas veces mueven la cola, para saber al gasto energético cuando están cerca de las jaulas.


Otro sistema de monitorización de los tiburones es la colocación de cámaras en la aleta dorsal, que se desprenden al cabo de un tiempo. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

En el futuro próximo quieren sacarles muestras de tejido para saber si las hormonas del estrés se disparan o no con la presencia de los barcos, de la misma forma a como lo están haciendo ahora en Revillagigedo con las mantas.

Mauricio cree que “el ecoturismo es positivo para la conservación de la especie, porque las empresas y los turistas son un ojo extra cuidando a los  tiburones para evitar actividades ilegales de pesca. También ayuda a que la gente vea cara a cara a este animal. Una vez que lo hacen, se vuelven defensores y amantes de esta especie tan majestuosa, y para ellos ya no es el asesino de la película.”

A raíz de ciertos accidentes recientes que han ocurrido con ejemplares que por su menor tamaño, consiguieron entrar en las jaulas de avistamiento, que les provocó graves heridas, Mauricio explica que están trabajando junto con la CONANP, en la realización de una actualización del Manual de buenas prácticas para la observación del tiburón blanco. También han colaborado en la redacción del PACE (Programa de Acción para la Conservación de Especies), el cual es una es una estrategia integral de conservación que incluye la participación de todos los actores involucrados, planteando estrategias a corto, medio y largo plazo.

El manual de buenas prácticas obliga a no alimentar a los tiburones, y por ello la carnada que se utiliza para atraerlos debe estar desprovista de tejido en lo posible. Mauricio cree que “no parece que les esté cambiando el patrón de comportamiento natural, porque se han visto tiburones que en un momento están en la carnada de los barcos e inmediatamente se van a la costa y se alimentan de elefantes marinos.”

Se han realizado estudios de capacidad de carga para establecer el número de embarcaciones máximo razonable para no dañar a los animales. Por ello hay un límite de ocho barcos operando a la vez en la parte noroeste de la isla.

Estudio de movilidad. Receptores de marcas electroacústicas.

Se observan en la isla cada vez animales más pequeños, por lo que se cree que es una zona de crianza secundaria, donde se alimentan de manera segura una vez que abandonan las zonas de crianza de la costa continental. Para ver dónde se van cuando abandonan Isla Guadalupe a los juveniles les colocan marcas satelitales tipo pop up, (que miden profundidad, temperatura, posición etc), que se recogen cuando se desprenden del animal y salen a la superficie.


El uso de marcas satelitales tipo POP UP (que se despegan del animal y salen a superficie), permite conocer los movimientos del animal, midiendo profundidad, temperatura, presión…Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Para analizar el movimiento local de los tiburones de cualquier edad en el tiempo que están en la isla el equipo ha colocado receptores de marcas electroacústicas alrededor de toda ella. El objetivo es conocer sus patrones de movimiento en las aguas locales de la isla. Se instalan a profundidad de aproximadamente 20 m y se sacan cada año para ver la información recogida en ellos, procedentes de los emisores insertados bajo la piel de determinados ejemplares, cuando pasan a una distancia de 300 m del receptor. De esta manera se sabe cuántas veces un individuo ha sido registrado en tal o cual receptor, para estimar sus puntos preferidos de la isla.


Los sistemas de teledetección acústicos consisten en un dispositivo colocado en el animal que emite unos pulsos que son recibidos por hidrófonos situados en determinados puntos de la isla. Cuando el animal pasa cerca, los pulsos son captados y registrados. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá



Los sistemas de receptores acústicos o hidrófonos utilizados en Guadalupe son los mismos que se utilizan en otras zonas del Pacífico. De esta manera, se puede detectar si un animal marcado en Guadalupe acude a otras zonas con estos dispositivos instalados. Fuente:
canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Lo interesante de este sistema es que lo utilizan investigadores de diversas partes del Océano Pacífico y pueden leer las marcas electroacústicas (emisores) de los ejemplares marcados en Guadalupe. Se han detectado tiburones marcados en esta isla en otras zonas como Hawaii, California y Oregón. También se tienen registros de tiburones de California que vienen a Guadalupe y de tiburones de Guadalupe que se han ido a California.

Esta información nos dice que la población del tiburón blanco del Pacífico es una sola, y que los individuos se mueven por todas las zonas en las que hay receptores. Este hecho es muy importante para establecer medidas para su protección. La conclusión es que, dado el enorme rango de movimiento de este animal, no se pueden realizar protecciones locales, sino a nivel internacional.

Campañas de concienciación

En México se están realizando campañas de concienciación para proteger al tiburón blanco. Son de vital importancia porque se están capturando juveniles, aunque esté totalmente prohibido.

En este sentido, y sabiendo que los niños son los mejores receptores para hacer concienciación, se ha editado un cómic, que tiene como protagonista a un superhéroe llamado Amaukua, que es un biólogo marino que protege a los tiburones, no solo los blancos de Guadalupe sino los toro de Playa del Carmen y los de Revilagigedo.



El cómic de Amaukua, biólogo marino que protege a los tiburones. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Se cree que la población del Pacífico/California es de unos 2000 ejemplares, según un estudio reciente. La pena es que se capturan muchos ejemplares, a pesar de que está prohibida su pesca. El problema es que las capturas ilegales no se registran, por la prohibición, pero siguen existiendo debido a que los productos del tiburón blanco son muy valiosos en el mercado negro.



Desgraciadamente se capturan muchos ejemplares ilegalmente, por el alto valor en el mercado negro de sus aletas o su mandíbula. La pesca deportiva también captura ilegalmente ejemplares. Fuente: canal de YouTube de Pelagios Kakunjá

Conclusiones

Pelagios Kakunjá, la organización a la que pertenece Mauricio permite el trabajo de voluntariado científico y la realización de estudios de postgrado. En su web se puede ver la información de los estudios realizados, artículos y publicaciones de divulgación.

Las líneas prioritarias de trabajo de investigación futuro, con la vista puesta en mejorar las acciones de conservación, se centrarán en profundizar en el análisis sobre el comportamiento de la especie, sus movimientos, las migraciones que realiza, así como en la localización de áreas de crianza, no solo en Bahía Sebastián Vizcaíno, sino también en otros posibles lugares en el Golfo de California.

Los mexicanos son afortunados de tener los mejores sitios para ver tiburones en el mundo. En playa del Carmen se pueden ver tiburones toro, tiburón ballena en Cancún, se puede viajar a Revilagigedo para ver más de diez especies de tiburones, y Guadalupe es el lugar estrella para observar al gran blanco.



Cartel para promocionar los tiburones como patrimonio de los mexicanos.

Felicitamos a Mauricio por el enorme trabajo de investigación, y también de divulgación, que ha realizado sobre el tiburón blanco. Solo se protege lo que se conoce, y estamos seguros de que, a gracias a él, muchas personas han dejado de ver a esta especie como un monstruo “comehombres” y han descubierto el majestuoso animal que no deja de sorprender a quien lo conoce.

Gracias por tu labor.

(1)     El Policloruro de bifenilo (PCB) está considerado según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano. La legislación actual limita el uso de estos compuestos, por ejemplo dentro de la UE su uso sólo se permite dentro de los “sistemas cerrados”. Su fabricación está prohibida desde 1977 en Estados Unidos y desde 1983 en Alemania. Actualmente su uso está prohibido en casi todo el mundo.
(2)     Algunos tipos de compuestos organoclorados tienen una toxicidad significativa en plantas o animales, incluyendo los seres humanos. Las dioxinas se producen cuando la materia orgánica se quema en presencia de cloro, y algunos insecticidas como el DDT son contaminantes orgánicos persistentes (COP), que suponen un peligro cuando se liberan en el medio ambiente. Por ejemplo, el DDT, que fue ampliamente usado para controlar plagas de insectos a mediados del siglo XX, también se acumula en las cadenas alimentarias, y causa problemas reproductivos (como adelgazamiento de la cáscara de huevo) en determinadas especies de aves.