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sábado, 23 de noviembre de 2024

"Shores of Silence": el milagro de Gujarat



 

Texto: Mónica Alonso Ruiz


El cartel del documental “Shores of Silence”, que recibió numerosos premios

Los documentales tienen gran capacidad de impactar al espectador. Es claro que una imagen vale más que mil palabras y, por ello, cuando vemos unas imágenes que nos conmueven somos más proclives a sensibilizarnos de un problema, e incluso a actuar para solucionarlo.

Este fue el caso del documental “Shores of silence” (Costas de silencio), que hizo conocer al mundo la matanza masiva del pez más grande de nuestro planeta, el tiburón ballena, en las costas de Gujarat, India. Fue dirigido por el cineasta indio Mike Pandey en 2000.

El estado de Gujarat, en India. Fuente: Google Maps

Gujarat es el estado más occidental de la India. Fuente: Google Maps

La ciudad de Somnath posee uno de los grandes puertos pesqueros de la zona. Fuente: Google Maps

El puerto de Somnath abarrotado de barcos pesqueros. Fuente: Google MapsE

Esforzándose por concienciar y reunir apoyo para proteger y conservar esta especie, su intención era llamar la atención, con el objetivo de impulsar políticas para proteger a los tiburones ballena en India, a la vez que trataba de encontrar alternativas sostenibles para la comunidad pesquera local.

Esta película motivó al gobierno de la India a cambiar leyes y prohibir la matanza de tiburones ballena en sus costas. En 2001 la Ley de Vida Silvestre de la India declaró la protección para el tiburón ballena, con el mismo nivel de protección que ya tenían otras icónicas especies, como el tigre y el rinoceronte. Supuso un movimiento histórico, ya que el tiburón ballena fue la primera especie marina protegida por la ley india.

Las imágenes de este documental eran tan impactantes, que, en noviembre de 2002, en la reunión internacional de CITES de Santiago de Chile, una votación que en principio iba a ser negativa para proteger al tiburón ballena, se transformó en abrumadoramente positiva después de que se mostrara esta película. Así se consiguió protección global al tiburón ballena, restringiendo su comercio, y dando a esta especie una nueva oportunidad de sobrevivir.

La película también tuvo un gran éxito en lograr un cambio en la actitud de los pescadores. Por eso las matanzas se detuvieron. El documental se mostró a los pescadores de esa zona, y, una vez que vieron lo que realmente estaba ocurriendo, el milagro ocurrió. Hoy los propios pescadores se han convertido en los guardianes de esta especie.

Sin embargo, el camino fue complicado…

Se cree que los tiburones ballena que llegan a las costas de Gujarat provienen de Australia. Imagen de “Shores of silence”.

La masacre de Gujarat

 

El equipo de rodaje del documental viajó repetidamente durante tres años a la costa de Gujarat, uno de los caladeros pesqueros más prolíficos de la India. Observaron, sorprendidos, decenas de tiburones yaciendo en la playa, muertos o moribundos, mientras la población local no parecía sorprendida en absoluto.

Imagen de un tiburón ballena que ha sido arrastrado hasta la costa. Imagen de “Shores of silence”.

La región de Saurashtra, en Gujarat, es una de las más áridas y secas de la India y posee una agricultura muy precaria, ocupando las salinas y la industria la mayor parte de su costa. La población es muy pobre.

Sin embargo, en los pueblos costeros de pescadores los habitantes pueden mejorar sus condiciones de vida, porque sus aguas son ricas en recursos pesqueros. En la última década del siglo pasado la mayoría de las familias de pescadores prosperaron, en parte porque en una determinada época del año la caza de tiburones ballena les proporcionaba ingresos extra.

Los pescadores arriesgaban su vida navegando en botes diminutos, utilizando un equipo muy básico, una cuerda de nylon con un arpón y un gancho metálico en su extremo, y un par de barriles grandes para usar como flotador. Faenaban en mar abierto, navegando varias horas, bajo el implacable sol.

 

Imagen de pescador portando un arpón con un gancho en su punta. Imagen de “Shores of silence”.

Los pescadores, desde la proa de sus barcos de madera tratan de arponear un tiburón ballena. Imagen de “Shores of silence”.

Esperaban a que los tiburones ballena salieran a la superficie a calentarse con el sol y a alimentarse de plancton, y cuando un ejemplar estaba a tiro, lanzaban un arpón. Una vez que el animal estaba sujeto, trataba de escaparse nadando a gran velocidad, arrastrando al pequeño bote tirando de la cuerda, de la que colgaban los grandes barriles que no le permitían sumergirse mucho. Esta pelea podía durar mucho tiempo, hasta que el animal, exhausto, dejaba de luchar por su vida y flotaba malherido. Posteriormente se le arrastraba al costado del bote y se le enganchaba de la cola, para remolcarlo hasta la costa.

 

Un tiburón ballena arponeado. Imagen de “Shores of silence”.

El tiburón arponeado trata de sumergirse, pero los bidones que hacen de boyas no se lo permiten, y al tratar de escapar, arrastra a la embarcación. Imagen de “Shores of silence”.

El tiburón exhausto, se rinde y sale a la superficie. Imagen de “Shores of silence”.

Los pescadores amarran al tiburón por su cola para arrastrarlo a la costa. Imagen de “Shores of silence”.

El animal, exhausto y generalmente vivo, es arrastrado por la embarcación hasta la costa. Imagen de “Shores of silence”.

Un tiburón ballena reposa moribundo en la playa. Imagen de “Shores of silence”.

En el momento de la filmación del documental era frecuente ver varios barcos arrastrando ejemplares de diferentes tamaños, entre 5 y 10 metros.

 

De vuelta a la orilla se podían ver varios tiburones varados, esperando a que los pescadores encontraran un comprador. La mayoría de los pescadores contrataban a otras personas para cortar su cuerpo y aletas, un trabajo que duraba horas.

 

La llegada de una embarcación con un enorme tiburón ballena despierta expectación entre los ciudadanos. Imagen de “Shores of silence”.

El despiece del animal capturado comienza por el corte de sus aletas. Imagen de “Shores of silence”.

 

El hígado es un órgano muy grande y puede suponer un 10 % del peso del animal. Los pescadores generalmente lo conservaban para sí mismos, cortándolo en tiras, poniéndolo en barriles y dejándolos al sol, donde se licuaba sin ningún proceso adicional. Se utilizaba para impermeabilizar embarcaciones, y a veces se vendía a bajo precio para hacer betún de zapatos.

El enorme hígado del tiburón ballena es uno de los objetivos de la captura del animal. Imagen de “Shores of silence”.

 

La obtención del hígado es un proceso al que se dedica mucho esfuerzo. Imagen de “Shores of silence”.

 

Trozos de hígado transportados en una furgoneta. Imagen de “Shores of silence”.

 

El hígado, hecho pequeños pedazos, se introduce manualmente en barriles metálicos. Imagen de “Shores of silence”.


El aceite del hígado del tiburón se obtiene cuando se calientan los barriles metálicos llenos de hígado con el sol. Imagen de “Shores of silence”.

 

En el momento de la grabación de las imágenes del documental no existía ninguna prohibición de pesca de este animal en India.

 

Los exportadores se dieron cuenta de que la carne y las aletas se vendían a precios mucho más elevados en todo el Sudeste Asiático, por lo que la exportación incrementó el negocio. Sin embargo, era paradójico que los pescadores arriesgaban sus vidas para obtener una ganancia muy pequeña en comparación con la que obtenían los exportadores de carne y aletas (alrededor de 40 veces mayor).  

 

El cadáver de un tiburón ballena en la playa, junto a uno de los bidones que se utilizaban en su captura. Imagen de “Shores of silence”.

 

El documental destacaba que era una pena que los tiburones ballena que migraban a esta zona desde lugares lejanos del planeta fueran masacrados, y proponían preservarlos mediante la creación de un santuario de tiburones que atrajera el turismo, y hacer que los pescadores pudieran convertirse en su guardianes y guías.

 

La imagen final es desgarradora, mostrando a los niños de la zona, jugando sobre los cadáveres de estos grandiosos animales, sin darse cuenta de que eran testigos de la pérdida de una vida extraordinaria, un legado mundial amenazado por el hombre.

 

Un niño sentado sobre un tiburón muerto. ¿Sería consciente de lo valiosa que era esa vida para la supervivencia de la especie? Imagen de “Shores of silence”.

Chavales sobre un tiburón ballena en la orilla. Imagen de “Shores of silence”.

 

El cadáver de un tiburón muerto en la playa. Imagen de “Shores of silence”.

 

El milagro de Gujarat

Entre 1989 y 1998 se registraron capturas de más de 1800 tiburones, y 591 más entre 1999 y 2001, cuando se protegió a esta especie en India.

Matanza de un tiburón ballena en la costa de Maharastra, al sur de Gujarat. Fuente: WTI, autor: Saran Hora

Sin embargo, en ese momento la masacre de tiburones ballena no cesó totalmente, porque se seguían produciendo capturas accidentales, y los pescadores los mataban cuando quedaban atrapados en redes de pesca. En 2004, Wildlife Trust of India (WTI) lanzó una campaña de concienciación para las comunidades costeras, en defensa de este animal (Whale Shark Campaign) con el objetivo de acabar con la masacre.

Tiburón ballena atrapado por accidente en una red de pesca, junto a las costas de Veraval (Gujarat). Fuente WTI, autor: Farukhkha Husenkha

Esta campaña incluyó sermones de un predicador local muy conocido, manifestaciones callejeras de estudiantes de la zona, talleres para líderes políticos y se utilizó hasta un tiburón ballena hinchable de tamaño real (12 metros). De esta manera, se obtuvo mucha repercusión y finalmente se obró el milagro, convertir a los pescadores locales en protectores convencidos del tiburón ballena.

Estudiantes en una manifestación por la conservación del tiburón ballena en Somnath (Gujarat). Fuente: WTI

Un tiburón ballena hinchable de tamaño natural como apoyo a la campaña de concienciación en Gujarat. Fuente: WTI, autor: Manoj Matwal

El proyecto de WTI aborda el tema de los rescates de tiburones de capturas accidentales de una manera muy inteligente y efectiva. Cuando los pescadores encuentran un tiburón ballena atrapado en sus redes, se les pide que las corten para soltarlo. A cambio, el Departamento Forestal de Gujarat les paga las redes estropeadas.

El procedimiento del rescate ha evolucionado y se ha perfeccionado con el uso de cámaras acuáticas a los pescadores, de tal manera que se puede liberar al animal y documentar el proceso sin tener que esperar a que los equipos de inspectores lleguen al lugar. También es una forma de reducir el tiempo que el animal pasa en la red, aumentando su probabilidad de sobrevivir.

Rescate de un tiburón ballena atrapado en una red de pesca junto a la costa de Sutrapada (Gujarat). Fuente WTI, autor: Farukhkha Husenkha

Colocación de un dispositivo de seguimiento por satélite en un tiburón ballena. Fuente: WTI, autor Farukhkha Husenkha

Se aprovechó también este avance en la conservación para dar un paso adelante en la investigación, mediante el marcaje de ejemplares, que comenzó en 2011. Desde entonces, se han realizado varios estudios marinos y se han marcado más individuos para registrar sus movimientos por la costa de Gujarat. Estas iniciativas tratan de comprender los patrones migratorios y las preferencias de hábitats de la especie.

En el mapa se indican los rastros de seis de los ocho tiburones ballena marcados entre el año 2011 y el 2017. Fuente: Google Earth/WTI

Puesto que es posible identificar a los ejemplares porque el patrón de manchas de su piel es único para cada individuo, se está utilizando la fotoidentificación, que permite comparar las fotos tomadas a los individuos en un determinado momento, con las de una base de datos de fotos anteriores, con el fin de conocer el estado de las poblaciones y sus migraciones. India comenzó a contribuir a las bases de datos globales de esta especie en 2010.

Los tiburones ballena pueden encontrarse en esta zona y en muchos otros lugares del planeta. El análisis genético que se está realizando puede contribuir a conocer la riqueza genética de la especie, así como las relaciones entre las diversas poblaciones mundiales, lo que, finalmente, contribuye al conocimiento de los patrones migratorios de la especie.

En 2013 se detectaron cuatro crías de tiburones ballena en las costas de Gujarat, algo nunca visto en aguas de la India. Esto indicaba esta podría ser una zona de apareamiento, o al menos de alumbramiento, lo cual parecía corroborarse en febrero de 2017, cuando se documentó el rescate de otra cría junto al pueblo de pescadores de Sutrapada.

El valor del tiburón ballena para las comunidades locales es mucho mayor debido a los ingresos del turismo de tiburones en comparación con lo que se obtiene por su caza. Australia, el país con mayor experiencia en estas prácticas turísticas, es el mayor ejemplo de ello. El proyecto de la campaña de WTI está analizando las posibilidades de establecer el turismo de tiburón ballena como una forma de mejorar las condiciones de vida de las comunidades locales costeras, además de que para mejorar la conservación de esta especie.

Referencias:

https://www.youtube.com/watch?v=TVMW_6_dVhE

https://www.youtube.com/watch?v=yJz51i6Prmg

https://earth.google.com/web/@12.76604283,67.9529034,51.58580369a,4109999.95757857d,35y,2.33240891h,0t,0r/data=CjESLxIgMGZlMDBlNTk2ZTQ3MTFlOGE0NWU0ZGJhNDk1NmM3YjQiC3ZveV9wb2ludF81?hl=es

https://www.wti.org.in/projects/whale-shark-conservation-project/

https://www.sharks.org/blog/blogs/ocean-log/report-wildliferisk-planets-biggest-slaughter-whale-sharks-exposed-puqi-zhejiang-province-china

https://vimeo.com/84925609?login=true

https://www.sharkbook.ai/

 

 

martes, 3 de septiembre de 2024

EL PEZ MÁS GRANDE (II)

 

El pez más grande (II): reproducción, investigación, estado de conservación y turismo de observación  

Texto: Mónica Alonso Ruiz

En el artículo anterior hablamos de las características más llamativas del tiburón ballena, el pez más grande de todos, que es el que se alimenta de los organismos más pequeños. Sin embargo, existen muchas cuestiones relacionadas con esta especie que son un misterio. En este artículo intentaremos analizar algunos aspectos, como su reproducción, las investigaciones que se están llevando a cabo actualmente, su estado de conservación y las actividades de avistamiento y nado que pueden realizarse con él.


Tiburón ballena con la boca abierta en La Paz, México. Fuente: Wikipedia. Autor: Mattew T Rader

Reproducción

A pesar de ser un animal tan grande, no existe mucha información del proceso de reproducción del tiburón ballena (Ryncodon typus). Su cópula no se ha podido filmar nunca, aunque sí algunos intentos. Se sabe poco de sus crías, muy pequeñas, que miden entre 50 y 60 centímetros, porque es muy raro verlas.


Un tiburón macho de 9 metros intenta aparearse con una hembra sin conseguirlo. Foto tomada en el arrecife de Ningaloo en Australia. Se considera la primera observación del ritual de apareamiento de esta especie. Foto: Tiffany Klein/Ningaloo Aviation.


Tiburón ballena recién nacido. Fuente: Aquaworld

​Probablemente alcance la madurez sexual cuando mide más de 9 metros, aproximadamente a la edad de 30 años ya que vive unos 100 años de media (incluso más), aunque se cree que tan solo el 10 % de los ejemplares alcanzan la edad máxima.

Hasta 1995 se sabía muy poco de la reproducción de esta especie y se pensaba que era ovípara, como el 40% de las especies de tiburón, que producía huevos que, tras la fertilización, se expulsaban del cuerpo y se desarrollaban a partir de la yema.

Fue entonces cuando se capturó una hembra preñada en Taiwán que tenía un útero enorme, lleno de huevos. Aparentemente parecía que la hembra retenía los huevos hasta que los embriones estaban suficientemente desarrollados para eclosionar, y salir de su cuerpo. Por lo tanto, desde entonces se entiende que esta especie es ovovivípara, y que genera huevos que se mantienen internamente hasta su eclosión.

Los descubrimientos que se hicieron con esta captura fueron más allá del ovoviviparismo de la especie. La hembra capturada tenía alrededor de 300 huevos en su útero, el mayor número de todas las especies de tiburón. Muchos de los embriones estaban dentro de su huevo y otros habían salido ya de él. Encontraron tres niveles de madurez de los embriones, los más grandes aparentemente listos para salir de la madre. Por ello los científicos creen que las crías de tiburón ballena no nacen todas a la vez, y la hembra retiene el esperma tras el apareamiento y produce un flujo constante de crías durante un determinado período.

Nunca se ha observado a una hembra alumbrando a sus crías. Además, es un misterio dónde acuden las hembras a dar a luz y también dónde viven y crecen los juveniles.

Investigaciones realizadas

Los científicos realizan labores de investigación utilizando seguimiento satelital, aparatos de sonar y fotoidentificación, y tratan de rellenar las lagunas de conocimiento que existen sobre esta especie, tan difícil de manejar y tan migratoria. Además, en muchos casos el objetivo de esta investigación es la conservación de la especie.

Así se ha conseguido conocer que es muy migradora, más de lo esperado, y que sus ejemplares pasan menos tiempo en la superficie de lo que se creía. Además, se ha sabido que se ha producido mucha mortalidad de sus ejemplares por choque contra barcos.

Una investigación relativamente reciente (2016), que utilizó análisis de ADN mitocondrial y seguimiento por satélite, demostró que existen dos subpoblaciones de tiburones ballena, una en el Indopacífico (el 75% de los ejemplares), y otra en el Atlántico (el 25% restante). En la subpoblación atlántica parece que se producen congregaciones en zonas de alimentación de un número mayor de ejemplares que en la del Indopacífico.


Mapa mostrando las localizaciones del tiburón ballena según diferentes estudios. Fuente: iDNA at Sea: Recovery of Whale Shark (Rhincodon typus) Mitochondrial DNA Sequences from the Whale Shark Copepod (Pandarus rhincodonicus) Confirms Global Population Structure (2017).

En 2018, en las Islas Galápagos, algunos investigadores consiguieron utilizar un dispositivo de ultrasonidos (ecógrafo) y aplicarlo al vientre de varias hembras mientras nadaban. Hacer una ecografía a un animal de este tamaño y con una piel muy gruesa es toda una proeza, dado el peso del equipo. Además, tuvieron que utilizar “scooters” para poder mantener el ritmo de natación del animal.


El Dr. Rui Matsumoto utilizando un ecógrafo. Fuente: ScubaDiverLife. Foto: Simon J. Pierce

Los resultados de esas pruebas les permitieron ver e identificar sus órganos reproductivos. Creen que con esa tecnología podrán avanzar en resolver el misterio de conocer las zonas de cría de esta especie en las islas Galápagos, porque son de los pocos lugares del mundo donde cada año pueden observarse hembras adultas de gran tamaño (aparentemente con embriones en su vientre).

Pesquerías y estado de conservación

Aparentemente el interés pesquero por esta especie es pequeño, aunque el daño que la pesca ha producido sobre su supervivencia ha sido enorme.

Se la capturaba con arpones en Pakistán, India, China o Senegal, donde se consume en fresco o en salazón.  Tradicionalmente se capturaba en Bohol, Filipinas, para comer su carne y utilizar su piel y sus aletas. También se capturaba en Maldivas para obtener aceites. Afortunadamente, tanto en Filipinas como en Maldivas su captura ya está prohibida.

En 2014 organizaciones conservacionistas sacaron a la luz una gran pesquería ilegal en China (algunos la llamaron la casa de los horrores), cuya actividad era ciertamente insostenible, porque capturaban alrededor de 600 tiburones al año. En ese momento se consideró la amenaza más grande para la recuperación de las poblaciones del tiburón ballena en el Indo-Pacífico. Desconocemos si continuó sus actividades porque no se ha vuelto a publicar nada más sobre ella.


Imagen de la gran factoría ilegal de tiburones ballena en China, descubierta en 2014. Foto: WildLifeRisk

En Taiwán, la carne de tiburón ballena alcanza un alto precio en los mercados, y sus enormes aletas se venden en determinadas zonas de Asia, especialmente en Hong Kong. Se sabe que una aleta dorsal puede alcanzar un precio de 20.000 dólares.

La única pesquería del Atlántico estaba en Cuba, donde se capturaban alrededor de 9 ejemplares cada año, aunque se cerró y se prohibió su captura en 1991.

La mayoría de las pesquerías comerciales de tiburón ballena han dejado de capturarlos, fundamentalmente porque las poblaciones se han reducido drásticamente.

La Lista Roja de la UICN (Unión Internacional para la conservación de la Naturaleza) considera a esta especie como Amenazada a nivel global, entre otras cosas por el descenso continuado de sus poblaciones, aunque actualmente los tiburones ballena tienen prohibida su pesca en muchos lugares. Estos animales son muy longevos y tienen una madurez sexual muy tardía, por lo que cualquier captura, por pocos ejemplares que sean, amenaza a la especie entera.


La convención CITES incluyó el tiburón ballena en su apéndice II en 2002. El comercio internacional de individuos de especies de este apéndice II puede autorizarse concediendo un permiso de exportación o un certificado de reexportación. Sólo deben concederse los permisos o certificados si las autoridades competentes han determinado que se han cumplido que el comercio no será perjudicial para la supervivencia de estas en el medio silvestre. Por eso la Unión Europea prohíbe la captura de tiburón ballena en todas sus aguas.

En diferentes lugares del mundo se protegen zonas de alimentación o zonas de migración, como en Australia (Arrecife de Ningaloo), Belice (Gladden Spit), Costa Rica (Isla del Coco), Ecuador (Islas Galápagos), México (reserva de la Biosfera de Yum-Balam), Panamá (Isla de Coiba) y en el Reino Unido (Isla de sante Helena).

Según las recomendaciones de la UICN es necesaria su protección en algunos lugares que presentan altas densidades de estos animales, dado que la presión humana desproporcionada puede provocar impactos y descensos en las poblaciones. Es el caso de México, Mozambique y Catar. Además, en zonas donde de forma habitual se produce alimentación en superficie, como en Quintana Roo en México, se deberían gestionar esas zonas para reducir los accidentes con las embarcaciones de las rutas de navegación cercanas. También sería de mucha ayuda para la especie la gestión eficaz de las congregaciones de peces que les sirven de alimento en esas zonas.

El ecoturismo con tiburones ballena

El hecho de que este tiburón tenga un carácter dócil y nada agresivo y que sea posible encontrarlo en algunas zonas en determinadas épocas del año ha provocado un crecimiento enorme de las actividades turísticas, en las que se pueden realizar avistamientos y nado con algunos ejemplares.

El Doctor Geoff Taylor comenzó estas actividades a finales de los años 80 en el arrecife de Ningaloo, en Australia Occidental. Posteriormente se fueron estableciendo nuevos lugares donde se realizaban estas actividades en todo el mundo, en Sudáfrica, Maldivas, Belice, Filipinas, Seychelles, etc., donde se trata de hacer valer la expresión de que “un tiburón vivo vale más que uno muerto”.

En esos lugares, donde la presencia de tiburones ballena es bastante predecible, se aprovechan los hábitos de alimentación en superficie para poder verlo y nadar con él. De hecho, la observación de tiburones ballena es una de las actividades más importantes del turismo basado en tiburones, aportando millones de dólares anuales a la economía mundial. Además, se suele aprovechar la actividad turística para realizar acciones de investigación y de conservación de la especie.

Sin embargo, el turismo con el tiburón ballena puede amenazar a la especie cuando se modifica su comportamiento, se interrumpe su alimentación y, sobre todo, cuando algunos ejemplares resultan heridos con las hélices de los barcos.

Por eso, pronto se encontró la necesidad de regular estas actividades. Lo habitual es que las autoridades concedan autorizaciones a ciertos operadores, que deben observar un código de conducta basado principalmente en no acercarse a menos de 3 metros del animal, no tocarlo, y dejar siempre libre su cabeza para no entorpecer su marcha.


Normas para observación y nado con tiburones ballena

 


Código de conducta para el buceo y el esnórquel con el tiburón ballena.


Normas para el nado con tiburón ballena. Fuente: WWF México

Sin embargo, aún existen algunas dudas sobre si estas medidas de precaución son suficientes, dado que el número de ejemplares de las zonas de avistamiento sigue decreciendo. Se cree que la causa de este descenso no está totalmente relacionada con estas actividades, sino con el deterioro de los hábitats en los que este animal vive y se alimenta, y con su pesca descontrolada, aunque ya prohibida.

Otra forma de observar tiburones es verlos en acuarios de todo el mundo. En Japón, China y en el Georgia Aquarium de Estados Unidos han conseguido tener tiburones ballena en enormes tanques especializados, pero dado su gran tamaño y dieta, no es nada sencillo garantizar su supervivencia. Tampoco parece muy lógico retener a este animal tan grande y migratorio en un tanque de reducidas dimensiones en relación con su tamaño.

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El tiburón ballena es un animal fascinante, no solo por su gran tamaño, sino por lo especial que es a la hora de alimentarse, y por lo diferente que es al resto de tiburones. Observarlos, ver lo grandes que son, cómo nadan y cómo se mueven es todo un espectáculo. Sin embargo, estos gigantes del océano aún son muy desconocidos para los científicos, que intentan conocer cada vez más aspectos de ellos, a la vez que tratan de conservar la especie.

 

 

Referencias

https://www.livescience.com/65781-attempted-whale-shark-mating-world-first.html

https://scubadiverlife.com/first-ever-whale-shark-ultrasound/

https://galapagosconservation.org.uk/projects/whale-shark-monitoring/

iDNA at Sea: Recovery of Whale Shark (Rhincodon typus) Mitochondrial DNA Sequences from the Whale Shark Copepod (Pandarus rhincodonicus) Confirms Global Population Structure (2017):

https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fmars.2017.00420/full

https://galapagosconservation.org.uk/first-ever-wild-whale-shark-ultrasound-galapagos-baby-board/

https://www.fao.org/fishery/en/aqspecies/2801

https://www.boe.es/doue/2022/021/L00001-00164.pdf

Freya C. Womersley et al. 2022. “Global collision-risk hotspots of marine traffic and the world’s largest fish, the whale shark” https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.2117440119

https://www.redsea-project.com/post/el-tibur%C3%B3n-ballena-rhincodon-typus

David Rowat 2010. Whale Sharks: An Introduction to the World's Largest Fish from One of the World's Smallest Nations, the Seychelles. ISBN 9993117005, 9789993117001

https://saveourseas.com/worldofsharks/species/whale-shark

https://www.nationalgeographic.es/animales/2018/08/el-caotico-mundo-del-turismo-para-ver-tiburones-ballena